Desde hace miles de años, diferentes culturas antiguas a lo largo de todo el globo han dejado relatos que hablan de seres venidos del cielo. Algunos eran benignos, y les ayudaron a civilizarse, mientras que otros eran seres terribles y provocaron muerte y desolación.
¿Son todas estas historias ciertas? ¿Existen los alienígenas? ¿Ha sido el mundo visitado por seres del espacio montados en platillos volantes? Amigos, hoy toca hablar de la historia de los ovnis y los extraterrestres.
Personalmente yo creo que los ovnis son o bien fakes o bien armas aéreas secretas. Por otro lado, creo que existe vida extraterrestre en algún lugar de este basto universo, pero dudo muchísimo que hayamos entrado en contacto con ella. Aunque no me cierro a nada, tengo que ser realista, y las posibilidades de que haya un contacto con aliens y logre mantenerse en secreto… son muy muy improbables.
Pero como fan de la ciencia ficción, este es un tema que me encanta y que me fascina, además de que es muy divertido, y sobre todo creo que es interesante saber de dónde vienen estas ideas tan rocambolescas. Quiero hablar de esto, así que allá vamos.
HISTORIA DE LOS OVNIS (Parte 1) Alienígenas Ancestrales
Empecemos por nuestro pasado más remoto. Hablemos de la hipótesis de los Antiguos Astronautas, según la cual, los aliens ya nos visitaron en el pasado y ayudaron a desarrollar las culturas humanas. Según esta creencia, muchas construcciones megalíticas habrían sido obra de extraterrestres, y muchos Textos Sagrados antiguos, un relato ingenuo y primitivo de estos primeros contactos con seres de otro mundo.
Mirad la tapa del Sarcófago de Pakal el Grande, rey de los mayas de Palenque. ¿No os parece que representaba a un alien sentado en una especie de nave espacial con un cohete de propulsión en la parte trasera?
Esto es lo que afirmaba un suizo llamado Erich von Daniken en un libro publicado en 1968 titulado Recuerdos del Futuro. En él decía que las Pirámides de Egipto, las Pirámides Mayas, Stonehenge o las Líneas de Nazca tuvieron que ser construidas por aliens, porque los humanos en la antigüedad eran idiotas, básicamente.
Sin embargo, gracias a los textos mayas traducidos, sabemos que el grabado representa al propio monarca junto a diferentes figuras jeroglíficas bien conocidas, como las llamas del inframundo o un árbol de la mitología maya, el wacah chan. Lo del árbol sagrado es un mitema o arquetipo que se repite en cientos de culturas por todo el mundo. Igual que la adoración al sol a través de dioses solares.
Estas coincidencias tanto artísticas como religiosas, según Daniken, se deben a que todas las culturas tuvieron un origen común, y ese origen común son los aliens, que nos dieron una cultura primigenia. En realidad, adorar al sol, a los árboles o mitificar diluvios es algo común, porque todas las putas culturas de mundo han visto el sol y es su fuente de vida, o han mitificado la fauna y flora de su alrededor porque les daba de comer, o han tenido problemas con inundaciones y climas horribles. Es normal que muchas culturas coincidan en crear mitos sobre estas cuestiones.
Hablando de diluvios, hablemos de una de las teorías más famosas de estos Antiguos Astronautas. Según el libro apócrifo de Enoc, que amplía el Génesis bíblico, dios era un alien, y tenía como subalternos a 200 ángeles, los llamados Observadores, llamados así porque eran también aliens cuya misión era vigilar a los humanos.
Algunos de ellos desobedecieron a Dios y empezaron a tener hijos con humanas, y de ahí salieron los Nefilim, que, según algunas traducciones, vendrían a ser gigantes.
Cuando Dios se enteró, apresó a todos los Observadores y creó un Gran Diluvio para destruir a todos los Nefilim y a todos los humanos, los cuales habían recibido mucho conocimiento prohibido por parte de los ángeles. Uno de ellos avisó a un tal Noé y este y varios amigos suyos lograron sobrevivir construyendo un gran arca.
Daniken incluso decía que la destrucción de Sodoma fue realizada por alienígenas con armas termo-nucleares de otra galaxia. Y también que, en el Libro de Ezequiel, en su primer capítulo, este profeta tiene la visión de los primeros ovnis de la historia, pues se narra que vio bolas de metal resplandecientes y también a unos seres humanoides con alas. Aunque si leéis el capítulo, todo es tan ambiguo como el famoso Apocalipsis, del que ya hice un análisis en este otro vídeo.
También se dice que el niño Jesús era un extraterrestre que llegó a la tierra en un platillo volante (vista como la estrella de oriente por los magos) y que lo dejaron en la tierra para que salvara a la humanidad.
Luego tendríamos a Zecharia Sitchin, del que ya hablé en otro vídeo. Este tipo es famoso por coger los textos sumero-babilónicos, como el Enuma Elish o el Atrahasis, traducirlos a su manera, de forma errónea e interesada, evidentemente, y crear con ello un relato mu loco.
Decía que los dioses mesopotámicos eran los hijos de Anu, los Anunnaki, a los que también llamaba Nefilim. Estos seres venían del Planeta Nibiru para absorber todo el oro de la Tierra. Estos Anunnaki habrían creado a los homo sapiens mediante ingeniería genética para usarles de esclavos extrayendo oro.
Aquí también se mezclan historias de David Icke y de Anton Parks, que son conocidos por hablar de los reptilianos. Pero de esto ya hablaré más adelante.
Por otro lado, Robert Temple hablaba de los dogones, una tribu africana, de Malí concretamente, que supuestamente tuvo contacto con extraterrestres hace 5000 años. Se dice que los dogones tienen un gran conocimiento astronómico en lo que respecta a Sirio.
Según Temple, los dogones decían que Sirio era de donde venían unos seres medio anfibios que solían reunirse tiempo atrás en un lago cercano. También afirmaban que sabían que Sirio era un sistema triple, con tres estrellas juntas, algo que no se descubrió hasta 1995.
Temple escribió en 1976 El Misterio de Sirio, para dar a conocer todo esto. Sin embargo, Carl Sagan le rebatió en otro libro: El Cerebro de Broca, de 1980. Básicamente decía que la única fuente de todo esto de Sirio y los dogones provenía del antropólogo Marcel Griaule (griul), pero es que luego, otros investigadores que trabajaron estudiando a los dogones nunca escucharon a esta gente decir nada de Sirio ni cosas así.
Existe un jeroglífico en el Templo de Abidos, donde podemos ver un helicóptero de combate, el coche de Luke Skywalker, y la nave de Futurama. En realidad, esto es debido a la superposición de dos o tres símbolos, lo que causa una pareidolia, es decir, un fenómeno psicológico donde nuestro cerebro interpreta una imagen con otra cosa que nos suene, aunque no tengan nada que ver. Si veis bien esta imagen, podréis comprobar que son varios símbolos superpuestos, que generan esas imágenes. Todo es cosa de…
¿Qué me decís de estos aliens que podemos encontrar en la tumba del gran visir Ptahhotep? Pues que no son aliens, sino jarrones con plantas. Quizás racimos de uvas, como vemos en esta otra representación.
Las pirámides no fueron construidas por extraterrestres y ovnis con motores gravitacionales. No quitemos mérito a culturas que vinieron antes que nosotros. Si habéis visto mis vídeos sobre el Antiguo Egipto, se puede ver perfectamente que existe una evidente progresión desde la construcción de los primeros templos, mastabas y pirámides. Como ya vimos, algunas de las primeras salieron mal y se fueron a la mierda. Pero fueron mejorando. Y es cierto que todavía nos quedan por saber detalles sobre su técnica constructiva, pero no cabe duda de que fueron construcciones humanas.
Lo que hacen muchos de estos autores es aprovechar lagunas en el conocimiento de ciertas culturas, en sus registros históricos y arqueológicos, para decir que x cosa fue creada por los aliens.
A mí me gusta llamarlos agujeros de guion históricos, pero eso no significa que no podamos rellenarlos en el futuro, con algún DLC arqueológico. O quizás nunca logremos encontrar respuesta a algunas preguntas de nuestro pasado, pero la vida es así. Lo que no podemos hacer es achacar todo lo que no entendemos a hombrecillos grises.
–¿Los moais de las Islas de Pascua? Claramente son aliens.
–¿Las Estatuillas Dogu de la prehistoria japonesa? Joder, ¿no has visto esos ojos enormes? Son aliens, sin ninguna duda.
–¿Los pájaros de Otún de los Quimbayá? Eso son naves espaciales, amigo.
–¿Los petroglifos de la Cultura Anasazi? Tremendo alienardo, macho. Ya lo dije en el vídeo dedicado a las tribus de Norteamérica, quizás los Anasazi dibujaban humanos como el puto culo. Al final la explicación más sencilla suele ser la correcta.
Muchos de estos objetos son denominados Ooparts, es decir, “out of place artifacts”, es decir, artefactos fuera de lugar. Dando a entender como que están muy adelantados a la época a la que se supone que han sido datados. La verdad es que este tema daría para un vídeo entero, pero ahora vamos a seguir con los ovnis y si queréis otro día ya hablo de ooparts.
Según algunos de estos fans de los antiguos astronautas, varios textos antiguos hindúes, como el Rig-Veda o el Ramayana, también se habla de ovnis. Estos artefactos realmente se llaman vímanas, y según la mitología hinduista, estas vímanas eran carruajes voladores en los que iban los dioses. Pero es igual que si dijéramos que el carro de Apolo es también un ovni. Y también hay que tener en cuenta que muchas de sus representaciones en dibujos y así, son bastante actuales.
También, por un lado, algunas representaciones de humanoides con cabezas redondas y grandes ojos eran vistas como que había algo alien allí, como las Pinturas rupestres de Tassili n’Ajjer en Argenia, las de Wondjina en Australia, o las de Val Camonica en Italia… o en el señor saludando en las Líneas de Nazca.
Por otro lado, los cráneos alargados también son cosa de aliens, como vemos en las representaciones del faraón Akenatón y de su esposa Nefertiti, así como en muchos cráneos de antiguos habitantes de la zona del Perú. Lo de Akenatón pudo ser solamente una moda estética, como los filtros de Instagram de hoy en día, mientras que, en el Antiguo Perú, culturas como la Paracas o la Nazca tenían la costumbre de poner a algunos niños tablas en la cabeza para alargarles el cráneo.
En resumen, da igual la forma de la cabeza, que como se salga minimanete de la norma ya es un alien. En fin, que todo esto de la paleoastronáutica es un intento de llenar el vacío de conocimiento que realmente existe en la historia. Pero, por un lado, esos vacíos se rellenan con explicaciones de que unos aliens nos ayudaron a evolucionar, dejando a la vez por contestar, qué proceso siguieron esos aliens para haber alcanzado esos avances que tienen. Al final son teorías que intentan rellenar lagunas creando otras más grandes.
Parecen guionistas de la saga de Star Wars.
HISTORIA DE LOS OVNIS (Parte 2) La Edad Media
Ahora pasemos a la Edad Media.
En esta época se pusieron muy de moda, especialmente en Europa, historias de seres fantásticos. Hadas, ninfas, duendes, elfos, sílfides… Muchos de estos seres se dedicaban a raptar a personas, y para un francés llamado Jacques Vallée, estos cuentos fantásticos era la forma en la que la gente de la época explicaba extrañas desapariciones en su aldea o por los bosques, y que, por supuesto, no eran otra cosa que abducciones alienígenas.
También en el año 776, durante el Asedio de Sigiburg en Francia por parte de los sajones, se cuenta que los soldados vieron como discos llameantes en el cielo. En la ciudad francesa de Angers, en el 842, también tenemos noticias del avistamiento de un objeto volador no identificado en el cielo.
En estos casos no hay mucha más información. Quizás fueran meteoritos, o quizás imaginación. Recordemos que Constantino el Grande, antes de una batalla, afirmó haber visto una cruz en el cielo, y por eso comenzó a pintar la cruz de cristo en sus escudos.
Una historia curiosa es la Leyenda de los Niños Verdes de Woolpit. Resulta que por el año 1100, algunos habitantes del pueblo inglés de Woolpit encontraron y rescataron dos niños atrapados en un foso. La cosa es que los dos eran verdes, hablaban una lengua ininteligible y solo comían verduras verdes. El niño murió pronto, pero la niña empezó a comer carne y se le quitó el tono verde. También aprendió el idioma local y contó que en el lugar del que venía todo el mundo era verde. Claramente, era una alien.
En realidad, existen teorías para explicar aquello. Por un lado, los niños podrían padecer clorosis, una rara enfermedad anémica que tiñe la piel de color verdoso. Por otro lado, podrían ser niños pertenecientes a tribus britonas escondidas en cuevas, quienes hablarían un idioma céltico y que solian pintarse el cuerpo con pinturas de guerra de diferentes colores. O también puede ser que la historia sea solo un cuento y alguien se la haya inventado.
Luego en arte tenemos un fresco de 1350 titulado La Crucifixión, que está en el Monasterio Visoki Decani de Kosovo. En el cielo se pueden ver dos objetos que podrían ser meteoritos, pero con personas dentro. Sin embargo, todo apunta a que son representaciones personificadas del sol y la luna.
En el cristianismo ortodoxo esta era una representación común. Por ejemplo, podemos verlo también en la Crucifixión de la Iglesia de Karanlik, en Capadocia, Turquía, construida dentro de una cueva.
¿Y esta invasión de naves en plan Independence Day? Este es un retablo titulado La Fundación de la Iglesia de Santa María Maggiore en Roma, pintado por Masolino en 1428. Lo que muestra el cuadro es un evento ocurrido en el año 358, una inusual nevada que hizo que el papa Liberio decidiese fundar la susodicha basílica.
Aquí podemos ver otras nubes representadas en la época y vemos que son bastante similares, como estas de Benozzo Gozzoli. No eran realistas sino estilizadas, como estaba de moda en aquellos años.
HISTORIA DE LOS OVNIS (Parte 3) La Edad Moderna
Ahora pasemos a la Edad Moderna.
Los hechos relacionados supuestamente con ovnis más conocidos en esta época fueron el Fenómeno Celeste de Núremberg, en Alemania, en 1561, y el Fenómeno Celeste de Basilea, en Suiza, de 1566.
Aquí se habló de que los habitantes de estas ciudades vieron multitud de esferas negras y cilindros que se desplazaban con gran rapidez y de forma errática por el cielo. Algunas se volvieron rojas y desaparecieron.
Esto fue recogido por un periódico de la época que incluía un grabado de Hans Galser, y según los testimonios, aquello parecía una batalla aérea. También, que tras todo esto surgió un gran objeto triangular negro en el cielo y cayó a tierra entre nubes de humo.
¿Qué explicación tiene esto? Para unos, esto fue una lluvia de meteoritos, y para otros se trató de fenómenos ópticos como el halo y el parhelio. O quizás fuera una tormenta eléctrica. O quizás una histeria colectiva de rollo religioso.
En esa época, los fenómenos meteorológicos raros, era atribuidos a castigos divinos y cosas así. Si en la antigüedad, de estos fenómenos salieron mitologías de todo tipo, no es raro que en la Edad Media siguieran representando la voluntad del dios de turno. Todavía la ciencia y la climatología no se entendía como lo hacemos a día de hoy.
De esta época moderna también destacan muchos cuadros con objetos que muchos han interpretado como de procedencia extraterrestre. Vamos a ver algunos ejemplos.
En la Tebaide de Paolo Uccello, de 1460, vemos un ovni rojo al lado de Cristo. Solo que no es un ovni, sino un capelo cardenalicio con sus cordones y lazos. Resulta que el que está al lado de Cristo en la cueva es San Jerónimo, o San Girolamo, quien se convirtió en un ermitaño tras renunciar a su oficio eclesiástico, y que deje su sombrero cardenalicio en el suelo representa ese abandono.
La Anunciación con San Emigdio es un retablo italiano de Carlo Criveli, y aquí se ve un rayo de luz que proviene del cielo. Esto no tiene mucho misterio, pues el tema de la obra es la concepción de María por el Espíritu Santo.
En esta Madonna de finales de siglo 15, atribuida a Tondo Miller o a Sebastiano Mainardi, vemos al fondo lo que parece ser un ovni. Según los expertos, simplemente es simbología de la estrella de la Anunciación; a veces los ángeles tenían forma antropomórfica y otras veces se representaban como una nube brillante.
Algo parecido vemos en la obra El Bautismo de Jesús, del holandés Arent de Gelder, de 1710. ¿Está este ovni intentando abducir al Yisus y a Juan Bautista? No. De nuevo el Espíritu Santo; si es que se ve la paloma ahí. Porque en aquella época era costumbre representar este Espíritu Santo como una fuerza divina intangible, y con una paloma. Para reforzar su halo divino se lo dibujaba como algo luminoso, a veces como un disco solar. Igual que Atón durante el periodo amarniense de Egipto o muchos otros dioses solares.
Pero sin duda, el más cuadro más famoso en este aspecto de la conspiración ufológica es Glorificación de la Eucaristía, de Ventura Salimbeni, de 1600. Pero algunos la llaman el Sputnik de Salimbeni, porque el objeto central realmente parece un satélite de la Unión Soviética.
¿Es realmente ese objeto un satélite que no sería creado hasta 350 años después? No. Lo que vemos es una bola del mundo, que representa la creación, y cuyos meridianos y paralelos están siendo pintados con pinceles por Dios y Jesús.
No son antenas, son pinceles, o cetros divinos dicen otros. Y lo que parece la lente de la cámara del satélite, es en realidad el pivote de un soporte. Si veis la Trinidad del Santo Sepulcro de Jerusalén veréis que el concepto es el mismo. O Alegoría Cristiana, de Jan Provost. Y no es el único ejemplo; hay cientos más.
HISTORIA DE LOS OVNIS (Parte 4) Ovnis en el Siglo XIX y principios del XX
Llegamos al Siglo XIX.
Entre la Revolución Científica y la Revolución Industrial la humanidad comenzó a entender un poco mejor el mundo en el que vivía. Se popularizaron miles de teorías nuevas para explicar nuestro origen, como Darwin y demás.
Pero en el tema alien, me interesa el astrónomo francés Camille Flammarion, quien en su obra La Pluralidad de los Mundos Habitados, de 1862, habló y creo que, por primera vez, al menos de forma científica, de la idea de vida extraterrestre.
En aquella época esta idea se puso de moda porque algunos astrónomos, como Giovanni Schiapparelli (eskiapareli), al observar Marte a través de los telescopios, veían como canales en su superficie, y pensaron que serían carreteras o cosas así, aunque en realidad luego se descubrió que eran ilusiones ópticas de las lentes de aquellos mismos instrumentos. Aún así, se pensó que Marte estaba habitado, y apareció el término “marciano”.
Por otro lado, a finales de este siglo se puso muy de moda todo el tema del espiritismo. La gente pensaba que, a través de un médium, cualquiera podía comunicarse con sus seres queridos muertos, o incluso también con seres de otros planetas.
Esto comenzó con la Sociedad Teosófica, creada en Nueva York por Madame Blavatsky. Unió filosofía occidental, doctrinas hinduistas que no entendía bien y espiritismo, y empezó a decir que la reencarnación del alma podía hacer a cualquier persona reencarnarse en otros humanos de la Tierra o también de otros planetas. Esto llevó a los ocultistas de aquella época a suponer la existencia de otras humanidades por todo el universo.
Por ejemplo, la médium ginebrina Helene Smith recordaba haber sido la reencarnación de María Antonieta, de una princesa hindú del siglo 15, y de un visitante de Marte.
También la medium Vesta la Viesta decía que se comunicó con varios aliens a través de la proyección astral.
Finalmente destaca el famoso ocultista Alister Crowley. Se podría decir que, junto con la Sociedad Teosófica, este tipo fue el precursor de los hippies y del movimiento New Age. Ya sabéis, espiritismo, ocultismo, neopaganismo, misticismo, chamanismo, drogas alucinógenas…
Se cuenta que, en 1917, Crowley fue contactado por una entidad de otro mundo llamada Lam, a la cual dibujó, y es extrañamente similar al prototipo de alien gris que conocemos desde los años 60.
Bueno, Crowley decía que estos seres eran transdimensionales y que estaban tratando de abrir portales para ayudar a la Humanidad a avanzar hacia una Nueva Era.
Y es que fue de todo este rollo espiritista del que nació y fue cogiendo forma todo lo que hoy sabemos de los aliens y de los ovnis. Mezclado, por supuesto, con un montón de cosas más que ya iremos viendo.
Ahora tenemos que hablar de la famosa Oleada de Aeronaves de 1896 a 1897.
¿Qué es esto?, os preguntaréis. Pues resulta que, en esos años, al oeste de los Estados Unidos, especialmente en San Francisco, comenzaron a verse objetos voladores no identificados a mansalva. Incluso estos avistamientos se dieron también en algunas zonas del este.
Lo curioso es que en estos informes no se hablaba de platillos volantes, sino de dirigibles o zepelines misteriosos que sobrevolaban el cielo nocturno y que tenían luces y alas gigantes. Algunos periodistas si que mencionaron la hipótesis extraterrestre y que venían de marte, siguiendo la corriente de Schiapparelli con sus canales, pero fue algo residual.
Aún así se dice que estos fueron los predecesores culturales de los modernos avistamientos de ovnis. Como vamos a ver, en cada época y cultura, los ovnis y aliens van a adquirir diferentes formas.
Fue unos pocos años después, cuando los zepelines empezaron su andadura como vehículos de transporte más o menos habituales. Y tuvieron gran aceptación hasta el incidente del Hindenburg en 1937. Y es que estos trastos eran la mar de peligrosos. Una teoría dice que estos avistamientos fueron vuelos de prueba de prototipos de zepelines reales. Y sería algo que tendría bastante sentido, pues el inventor estadounidense Solomon Andrews ya había hecho algunos vuelos de prueba con su Aereon en 1863.
A esto habría que añadir el amarillismo del periodismo de la época, que recogió testimonios de gente que había visto a los ocupantes de aquellas aeronaves y que afirmaban que eran de Marte.
A comienzos del siglo XX también se reportaron avistamientos de aeronaves misteriosas en los cielos de Nueva Inglaterra, Nueva Zelanda y diferentes puntos de Europa, pero todo apunta a que podrían tratarse de zepelines privados. Como ya digo, en aquella época, estos vehículos eran bastante habituales.
Hay que tener en cuenta que, en esos años, la literatura de ciencia ficción estaba en auge. Julio Verne o H. G. Wells ya hablaban en sus historias de máquinas submarinas y aéreas que solo existían en su imaginación. Y bueno, qué decir de la novela La Guerra de los Mundos.
Vamos a hablar de ello. Esta novela del inglés H.G. Wells fue publicada en 1898, y en ella se contaba por primera vez, que se sepa, una invasión de los marcianos a la Tierra. Marcianos como seres malvados que venían a conquistarnos. Al final, a pesar de su superioridad tecnológica, lo único que logra detenerlos a estos marcianos son los virus de la Tierra. Wells creía en el darwinismo, que solo los mejor adaptados sobrevivían, no los más fuertes, y eso trató de plasmar en la novela.
Justo 40 años después, en 1938, un joven artista llamado Orson Welles, quien trabajaba para la compañía teatral Mercury Theatre, decidió adaptar la novela a un serial radiofónico en la CBS. Quería narrarlo todo en formato de noticiero, para darle mayor realismo. Y aunque al principio del programa se avisaba de que todo era ficción, la gente que ponía la radio con la historia ya empezada se quedó flipando. Y claro, se lio muy parda. Tanto en Nueva York como en Nueva Jersey cundió el pánico entre los ciudadanos, que se pensaban que la invasión era real.
Tras la histeria colectiva, Orson Welles tuvo que pedir disculpas… pero la cosa es que el incidente impulsó su carrera y poco después rodó obras maestras del cine como Ciudadano Kane.
A los que no les fue nada bien fueron a los de Radio Quito, una emisora de Ecuador, que decidieron adaptar también la Guerra de los Mundos en 1949. Realmente parece que los tipos de la radio lo que querían hacer era gastar una broma a su audiencia. Sin embargo, algunos quitenses se lo tomaron como el orto… e incendiaron la sede radiofónica, y murieron 5 personas.
También en los años 30 podríamos destacar a Jack Parsons, un ingeniero de cohetes de Estados Unidos que era un fanático de Crowley. El tipo quiso concebir un bebé con su mujer a través de rituales mágicos, y ese bebé, al que llamaba Babalon, se convertiría en una figura mesiánica que lideraría la Nueva Era.
Parsons le dijo a su mujer que pronto vería señales en el cielo, objetos con forma de cigarros, que para él no eran ovnis sino eso, señales y manifestaciones interdimensionales.
Por cierto, este Parsons era muy amigo de Lafayette Ronald Hubbard, el fundador de la Cienciología.
En estos años, la ciencia ficción se empezó a poner muy de moda en los Estados Unidos, y esto estimuló la imaginación de muchos para creer en vida más allá de la Tierra. Y también estas historias sirvieron como escapismo tras todo lo que fue la 2ª Guerra Mundial.