Hoy comienzo una serie sobre la Historia del África Subsahariana, que como su propio nombre indica, es la parte de África que está por debajo del desierto del Sahara. Es decir, no voy a hablar de Egipto porque ya hice muchos vídeos sobre ellos.
Lo que voy a contar va a ser la historia más desconocida de África. África es un continente gigantesco, pero la idea general de ella es que las personas que lo habitaron se quedaron durante siglos ancladas en el neolítico. Y en parte es cierto, pero también hubo algunos ejemplos de grandes reinos e imperios, y entre éste y el siguiente vídeo los vamos a conocer.
La cuna de la humanidad (7 millones de años – 7000 a.C.)
Todo apunta a que en África comenzó la humanidad. Y es que los primates empezaron a evolucionar de diferentes formas. Algunas se extinguieron y otras siguieron un proceso que desembocaría en nosotros como especie.
Quizás el primer homínido conocido fuera el Saheleantropus, de unos 7 millones de años de antigüedad y que vivía en el Chad. El siguiente sería el Orrorin, hallado en Kenia, de hace unos 6 millones de años. Se cree que de este salió el Ardipitecus, quien ya tenía la capacidad de andar a dos patas, aunque todavía con dificultad.
La importancia del Gran Valle del Rift
Para explicar este cambio hacia la bipedestación hay que explicar qué es el Gran Valle de Rift.
Se trata de una enorme falla que separa la parte oriental de África del resto. Los homínidos que allí vivían fueron viendo cómo los grandes bosques y las selvas tropicales donde les gustaba jugar, acabaron convertidos en sabanas sin tanto árbol.
Al verse atrapados en ese nuevo medio se tuvieron que adaptar a la hierba alta. Cuanto más erguido estés, mejor ves a tus depredadores, y los que lograron ese bipedismo sobrevivieron y continuaron con más evoluciones durante milenios.
Breve historia de la evolución humana: de los homínidos hasta el Homo Sapiens
Primero los Australopitecus, que tienen mogollón de subespecies; luego los Parantrapos, hace 2,5 millones de años; y finalmente estaría el género Homo, con subespecies como el Homo Habilis, famoso por sus herramientas de piedra; el Homo Ergaster; el Homo Rodesiensis… y el Homo Erectus, el primero en salir de África y expandirse por Eurasia.
Bueno, dicen que el Homo Georgicus fue antes, aunque otros dicen que el georgicus es una subespecie dentro del erectus. Y también que del Erectus salió el Homo Floresiensis de Indonesia, los apodados como los Hobbits por su baja estatura.
Ojo, parantrapus y australopitecus seguían existiendo, pero fueron extinguiéndose. De Homos Erectus asentados en Asia surgieron otras especies como el Hombre de Denísova o el Hombre de la Cueva del Ciervo Rojo de China. De los Erectus de Europa surgió el Homo Antecessor, y de éste el Homo Heidelbergensis, y a su vez, de éste saldría el Homo Neandertalensis.
El Homo Sapiens, es decir, nosotros, surgimos hace 300.000 años en África, entre Etiopía y Tanzania, probablemente de Homos Heidelbergensis que también vivían en la parte Oriental, pero no se sabe bien.
Hace unos 70.000 años empezaron a salirse de África para dominar todo el mundo al completo, incluyendo América, que se cree que llegaron por Bering o con barcas atravesando el Océano Pacífico hace unos 30.000 años. Pero eso ya lo conté en los vídeos de América Precolombina.
Durante los siguientes milenios estos tipos vivieron como en cualquier paleolítico que se precie. Viviendo de la caza, la recolección, practicando el nomadismo, viviendo en cuevas en épocas frías… Incluso hasta hacían pinturas rupestres. Son famosas las de Tassili n’Ajjer, al sur de Argelia, en pleno Sahara, un lugar con más de 15.000 dibujos y grabados de sus costumbres y de la fauna, y que es patrimonio de la humanidad.
Claro, después de esto la Historia pasa a contar las primeras civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, luego Europa, China… Pero ¿qué pasó con esos Homo Sapiens que se quedaron en el África Subsahariana? Pues ahora lo vamos a ver.
Neolítico africano (7000 a.C. – 1 d.C.)
Durante mucho tiempo, estos homínidos vivieron de forma nómada, sin sitio fijo, siguiendo las estaciones y viviendo en cuevas que encontraban, y dedicándose a la caza y a la recolección de frutas y raíces.
Se llama Neolítico al periodo donde estas costumbres cambiaron. Los Homo Sapiens fueron poco a poco asentándose en poblados fijos y dedicándose a la agricultura y a la ganadería.
Los 6 grandes grupos de culturas africanas y su evolución histórica
Primero habría que hablar de cómo se clasifican los pueblos africanos. Principalmente se hace por lengua. Tenemos 6 grandes grupos de lenguas en África.
Lenguas Afro-Asiáticas
Por ejemplo, está la lengua afro-asiática. Dicen que esta proto-lengua puso surgir durante la prehistoria en alguna zona de Etiopía y que dio origen al egipcio antiguo, al bereber, y lenguas semíticas como el árabe. Y luego ya veremos todo el tema del Chad.
Lenguas Nilo-Saharianas
Algunas primeras culturas neolíticas las encontramos en el Sahara, o más bien en el Sahel. El Sahel es una franja en la que más o menos se puede vivir que está entre lo que es el desierto de arena jodido y la sabana africana, y se instalaron gentes de lenguas nilo-saharianas. Y es que en aquella época las lluvias eran mucho más regulares que ahora y había mucha más vegetación, lagos y pantanos.
Tenemos a la Cultura Jartumiana, en lo que ahora es Jartúm, la capital de Sudán, que parecía que tenían rituales de momificación y deformación craneal. Parece que estos darían origen a los nubios.
Y luego estaría la Cultura Tenerense, en el desierto del Teneré, en Níger, que parece que eran buenos en el arte rupestre. Con el tiempo, hacia el año 5000 a.C., empezaron con diferentes cultivos: el sorgo, la cebada perlada y el mijo perla, sobre todo. Y también domesticaron a las gallinas de guinea, y para de contar. Había cebras, ñúes, hipopótamos, jirafas, búfalos, pero no lograron domesticarles porque es complicado volver dóciles a estos animales. Un ejército de rinocerontes catafractarios hubiera sido la polla, pero no pudo ser.
Y el ganado bovino, como los uros, que fueron los ancestros de toros y vacas modernos, ya habían sido domesticados por habitantes del norte, así como cabras y ovejas, y seguramente también acabaron en los rediles del África subsahariana con el tiempo.
En las mismas fechas, pueblos que habitaban el África Occidental, en torno a la costa del Golfo de Guinea, le dieron bien a los cultivos de ñames africanos, que son unos tubérculos alargados; al arroz africano, al aceite de palma, y a las nueces de cola, que las mascaban como narcóticos, pues tenían a saco de cafeína.
Lenguas Níger-Congoleñas
Gentes de lenguas Níger-congoleñas se asentaron en esa zona entre Senegal y Camerún, y se dedicaron sobre todo al pastoreo trashumante. Esa zona es básicamente una selva, en contraposición con las zonas de alrededor, que son una sabana.
Parece que hacia el año 2000 a.C. pueblos de Níger y de Nigeria empezaron a desarrollar la metalurgia, especialmente de cobre y de hierro. Allí vivió desde el 1500 a.C. hasta el 500 d.C. la Cultura Nok. De esta gente son famosas sus estatuillas de terracota, que tenían de animales y de personas a mogollón. Otros que le dieron bien a la metalurgia fueron las gentes de la Cultura Bura, que se asentaron entre Níger y Burkina Faso hacia el 1200 a.C.
El problema principal de estas regiones solía ser que el suelo no era especialmente bueno, y encima en el lugar había muchísimos animales peligrosos. Quizás estéis pensando en leones, leopardos y cosas así, pero el mayor peligro de este tipo de bioma selvática era la mosca tsé-tsé, que solía salir en las estaciones húmedas y que provocaba la enfermedad del sueño, que te dejaba en coma y era muy letal. Y es que además también se cargaban el ganado. Por eso, durante las estaciones húmedas, algunos pastores de la zona de Nigeria-Camerún solían migrar, y aquí hay que hablar de las migraciones bantúes.
Resulta que los estudiosos de África del siglo XIX como Harry Johnston no sabían explicar cómo llegó la metalurgia y la agricultura a la zona central de África, la cuenca del río Congo. Pero se dieron cuenta de que muchísimas lenguas de los nativos de la zona, hasta Sudáfrica, tenían rasgos comunes. Estas fueron las llamadas lenguas bantúes, que están dentro de las Níger-congoleñas.
Ahora se sabe que hacia el año 1500 a.C. más o menos hubo una gran migración de pueblos bantúes que atravesaron la Cuenca del río Congo, sobreviviendo a animales salvajes, más moscas asesinas y una selva espesa de cojones, hasta llegar a la región de los Grandes Lagos, región mucho más apacible donde podemos encontrar el Serengeti, una sabana en lo que hoy es Tanzania donde viven leones, leopardos, elefantes, rinocerontes, búfalos, hienas, guepardos, cabras y cientos de especies animales más.
Unos siglos después, los bantúes se expandieron hacia el sur por la sabana sureña llegando hasta Sudáfrica. Se piensa que esta expansión fue debida a que eran capaces de fabricar armas de hierro con la que derrotar a cualquier resistencia, y actualmente las lenguas bantúes son las más habladas del continente.
Fue en este Centro de África donde hubo algunas culturas que destacaron sobre el resto. En Camerún están los pueblos Sao, que más adelante crearían una civilización más compleja. Pero en general, los pueblos del ecuador para el sur no desarrollaron agricultura ni ganadería. No porque fueran tontos, sino por el clima, la calidad de la tierra y mil factores más.
Aquí encontraríamos a las tribus de Pigmeos, cazadores-recolectores de la selva tropical que se caracterizan por su baja estatura, su piel más rojiza y dentadura más saliente. A consecuencia de las migraciones bantúes, parece que estos pigmeos fueron desplazados y aislados por los bantúes, y adoptaron las lenguas bantúes. Actualmente todavía viven dispersos por la jungla centroafricana.
Lenguas Joisán
En el sur africano destacaban los pueblos Joisán. Eran los más primitivos, pero se dice que fueron los autores del arte rupestre más antiguo del continente. Se llaman así porque estaban formadas por dos etnias, los San, cazadores-recolectores más bajitos; y los Joi, pastores de mayor estatura. También se les conoce como hotentotes y bosquimanos. Estos tienen una lengua muy característica a base de chasquidos. En este plan: “Chasquidos”. Y, al igual que en el caso pigmeo, se especula que sus poblaciones también fueron reducidas en gran medida con la llegada de los bantúes.
Algunos de estos Joisán viven actualmente en el desierto del Kalahari, entre Namibia, Bostwana y Sudáfrica, un lugar bastante inhóspito donde se decía que había una gran ciudad perdida, pero parece que la leyenda hacía referencia a una formación geológica un tanto extraña y ciclópea.
En resumen, que los nigercongoleños de la rama bantú dominaron todo el territorio del ecuador para abajo, y ese bantú ancestral se dividió en las más de 500 lenguas bantúes que tenemos hoy día, que son muy parecidas entre sí.
Lenguas Afroasiáticas
Ahora pasemos al Noreste, donde surgieron las culturas más avanzadas del África subsahariana, especialmente por su contacto con Egipto y Mesopotamia. Especialmente tenemos la zona de Etiopía, habitada por gentes de lenguas afroasiáticas primitivas, que empezaron a darle bien al cultivo de café, de donde es originario este producto, y de teff, un cereal típico de la región.
En lo que ahora es Somalia se dice que estaba el Reino de Punt, aunque no se sabe con seguridad. Era un buen socio comercial de Egipto, y producía resinas aromáticas, madera, ébano, marfil y vendía animales salvajes y oro, mucho oro. Luego en Etiopía estaba el pequeño Reino de Damot, que también comerciaba y de que no se sabe mucha cosa.
Ahora pasemos a Nubia, que era la región en la actual Sudán que estaba justo al sur de Egipto. El Reino de Egipto, antes incluso del 3.000 a.C. ya era un estado bastante poderoso que se extendía a lo largo del río Nilo. Y Nubia, o Reino de Kerma, era importante porque de ahí sacaban mazo de oro y minerales de gran valor, y por ello fue conquistada y convertida en virreinato. Tras esto, las tribus nubias fueron absorbiendo la cultura egipcia, llegando incluso a levantar templos a Amón y demás dioses egipcios, como el Templo de Gebel Barkal o la vecina necrópolis de El Kurru, donde se enterraban a los reyes nubios, a veces incluso también en pirámides.
Los egipcios les llamaban Tai-Seiti, o tierra de la gente con arcos, porque lanzaban flechas hasta por el culo. Eran muy buenos con el arco, y se rebelaron varias veces, y en una pondrían las cosas muy complicadas a los faraones.
Tras la muerte de Ramsés XI en el año 1069 a.C., Egipto comenzó a vivir un periodo de inestabilidad y división que aprovecharon los dirigentes nubios para independizarse en el Reino de Kush, con capital en Napata.
El rey Pianjy comenzó la conquista de Egipto desde Napata, que logró ser concluida por su sucesor, Shabako, en el año 715 a.C. La Dinastía 25 de Egipto fue conocida como la de los faraones negros, ya que estos Kushitas controlaron gran parte del territorio durante medio siglo. Hasta que les echaron.
Después de eso la capital del Reino de Kush se trasladó más al sur, de Napata a Meroe, y de allí son famosas las pirámides de Meroe, que son pequeñas tumbas donde enterraban a sus reyes. Se dice que hasta construyeron un enorme templo, el llamado Templo del Sol. Pero aún así, estos meroitas constituyeron una nueva cultura, y en vez de usar jeroglíficos se pasaron a la escritura meroítica.
Durante la época de Alejandro Magno a ese territorio se lo llamó Etiopía, pero en realidad coincide con la actual Sudán. Y fue en esa época cuando aparecieron las llamadas Candeces, unas reinas que controlaron la política de este reino kushita.
Durante el reinado del emperador Augusto, Egipto pasó a manos romanas. Un tal Petronio fue nombrado prefecto de allí, y tuvo una guerra contra una de las reinas de Kush, que acabó con el ejército romano invadiendo el territorio y estableciendo tratados comerciales.
Lenguas Austronesias
Y dejo lo más loco para le final: Madagascar. Cuando los navegantes europeos llegaron allí por el año 1500 se dieron cuenta de que estaba habitada por negro-asiáticos que hablaban una lengua austronesia, es decir, que esta peña estaba emparentada con gentes de la isla de Borneo en Indonesia. Y que encima habían traído cultivos típicos de Asia como el plátano. El cómo llegaron allí y cuándo es un auténtico misterio.
Los Siglos Oscuros (1 d.C. – 500 d.C.)
El historiador francés Raymond Mauny llamó este periodo de unos 700 años como la época oscura africana porque no hay demasiadas fuentes como para saber qué demonios pasó. Lo único que podemos conocer gracias a las fuentes escritas es lo que sucedió con los pueblos más en contacto con Oriente Medio y Europa.
Mientras Bizantinos y Persas Sasánidas se daban de leches y los musulmanes empezaban a ser una fuerza emergente, en lo que ahora es Etiopía, de lo que antes era el reino de Damot, surgió el Reino de Axum, o de Abisinia. Se trataba de un reino africano muy rico que profesaba la religión cristiana, porque aquel fue uno de los lugares a donde llegaron predicadores. Se piensa que la conversión empezó hacia el año 300 con el rey Ezanas, pero era un cristianismo que mezclaba elementos judíos, coptos y africanos. Hablan un idioma llamado Ge’ez, que tuvo un alfabeto llamado igual.
Lo más característico de estos axumitas fueron los obeliscos que levantaron para señalar las tumbas de sus reyes. Tuvieron periodos de paz y periodos de guerra con el Reino de Himyar, un reino árabe judío instalado en la actual Yemen.
En esos mismos años, Axum conquistó el Reino de Kush y éste acabó dividido en dos estados diferentes. Al norte Nobatia, con capital en Faras. En el centro Makuria, con capital en Dongola, y que absorbió Nobatia por el año 700. Y finalmente hubo un tercer reinito que no apareció hasta el año 600, y fue Alodia, o Aloa, en el sur y con capital en Soba, cerquita de Jartum, la capital sudanesa. Los tres reinos acabaron convertidos al cristianismo y se enriquecieron gracias al comercio. Aguantaron el avance del Islam durante siglos, hasta que se convirtieron a la religión de Alá hacia el año 1300.
Toda esta región, el Cuerno de África, ahora Somalia, se conocía en aquel entonces como la Costa de los Perfumes, porque de ahí sacaban mazo de incienso, resinas y plantas aromáticas varias. Luego, todo lo que ahora conocemos como Kenia, Tanzania y Mozambique era llamada Azania. De esta zona, entre Tanzania y Kenia, encontramos el Monte Kilimanjaro, el más alto de África, y que tiene casi 6000 metros de altura.
Se cuenta que esta gente se ganaba la vida exportando pieles de animales exóticos, caparazones de tortuga y cuernos de rinoceronte, que debían de ser un potente afrodisiaco. Por su parte, lo que Azania compraba al sur de Arabia eran armas de buena calidad: espada, lanzas… lo que fuera. En fin, en este territorio de Azania se iría configurando con el tiempo la Cultura Suajili, que está dentro del grupo bantú. Otros fueron los Masai, cuya lengua es nilótica, y está dentro del grupo de las lenguas nilo-saharianas.
Hacia el año 300 surgió en el oeste un pequeño reino que hacia el año 500 ganaría mucho poder: el Reino de Ghana. Pero la formación de los grandes reinos e imperios en África lo dejamos para los siguientes capítulos.
Aprende más de la historia de África en los siguientes vídeos