Mitología sumeria, los Anunnaki, Gilgamesh y el origen de la Biblia

El origen de los primeros habitantes de Sumeria es un misterio. Aunque pudimos descifrar su lengua, sus pictogramas y sus escritos están plagados de cosas bastante rarunas. Su etnia es desconocida y su lengua no se parecía a nada de lo que se conoce. De hecho, los sumerios no existían en nuestra historia hasta casi un siglo. Tan misteriosa es esta primera civilización que hay quien piensa que pudo no ser fundada por humanos.

Y llegamos al tema de los anunnaki, seres del espacio que crearon a los humanos y les ayudaron a evolucionar. Lógicamente esto no tiene ninguna base histórica, pero últimamente se ha puesto muy de moda y coño, la movida es tremendamente interesante.

El arte sumerio está lleno de señores gigantes con alas junto a humanos. Eran sus dioses. Destacan algunos como: An, dios del cielo (Anu en acadio), Ki, diosa de la tierra (tierra = ki). Y Nammu, diosa-madre del océano primigenio. 

Los Anunnaki significa en sumerio ‘descendientes de An y Ki’. Entre los más famosos están: Enki, señor de la tierra (en = señor; ki = tierra), que luego sería conocido como Ea, y Enlil, señor del viento (lil = viento, atmósfera, aire).

También Inanna, diosa de la fertilidad asociada a Venus, que pasaría a llamarse Ishtar en Babilonia. Sin, dios de la Luna, que derivaría en Sinai o Nanna. Y Utu, dios del sol y la justicia, que sería luego llamado Shamash o Marduk, o puede que Marduk fuese Anu, no se sabe bien. Anshar y Kishar serían los padres de An y Ki, y Lahamu y Lahmu los abuelos, pero no son importantes ahora. 

Como ya dije en el episodio de Sumeria, esta gente tenía unos conocimientos avanzadísimos en matemáticas y en astronomía. Sabían que la Tierra era redonda y que giraba alrededor del sol, algo que no se conoció en civilizaciones posteriores hasta mucho después. ¿De dónde coño sacaron este conocimiento? Tened en cuenta que era la primera civilización de la historia. Qué rapidez en aprender matemáticas, con lo coñazo que son. Y encima eran capaces de construir grandes edificios antes que las pirámides egipcias. 

Según la interpretación de esta mitología, estos seres gigantes vinieron del cielo cuando éramos simples homos. Vendrían de un planeta llamado Nibiru, en nuestro sistema solar, pero que tendría una órbita tan sumamente rara que sólo pasaba junto a nuestro planeta cada 3600 años. Vinieron buscando oro con el que fumigar su planeta como si fuera ozono, que estaba un poco cascao y se ve que el oro les ayudaba.  

El caso es que Anu envía a Enki y Enlil a ver qué hay en la Tierra y a ver cómo robarnos el oro. Crean grandes infraestructuras y después ponen a los Igigi, dioses menores, a currar en las minas. Estos acaban hasta la polla de pico y pala y se rebelan. Entonces Enki, que era científico, decide crear un lulu, un esclavo primitivo. Vieron al Homo Neandertal y dijeron: coño, que nos ayuden a sacar oro que me quiero hacer unas cadenas. El caso es que vieron que era demasiado tontacto el pobre y decidieron ayudarle a evolucionar a través de la ingeniería genética, enseñándonos muchos de sus conocimientos. Parece ser que fruto de estos experimentos salimos nosotros, los Homo Sapiens. 

Con nosotros ellos podrían tocarse sus pelotas alienígenas y hacernos trabajar a nosotros. Esto probaría que la vagancia es universal. El caso es que por alguna razón nos mandaron construir pirámides. Les encantaban las pirámides. Es curioso que muchas civilizaciones antiguas tengan sus pirámides, desde Egipto, los Mayas, los Incas o los zigurats sumerios, a pesar de estar en puntas diferentes del planeta. También es cierto que la pirámide es la forma de construcción más sencilla, solo es apilar piedras.

¿Pero por qué? ¿Qué sentido tiene esto? ¡Yo qué sé! Son aliens. Tienen sus manías. Dicen que algunas pirámides, o hasta los crómlech de los que hablaré más adelante, están alienadas con constelaciones, como el cinturón de Orión y otras mierdas, y que eran capaces de enviar señales al espacio para ver cuándo volvía su puto planeta. 

Parece ser que los Anunnaki eran inmortales, pero se alimentaban de un elixir mezcla de oro y sacrificios rituales. Puede que primero usaran cabras para contentarles y después pasaron a humanos. Dicen que su elixir de la vida eran las energías negativas, como el dolor, y que de alguna forma estos seres aún estarían por aquí, dando forma a este nuevo orden mundial para crear un clima negativo por todo el planeta y ponerse cachondísimos. 

La enfermedad del siglo XXI es la depresión, que parece ser cerveza para ellos. Aún estarían en nuestro planeta, y no serían aristócratas o banqueros. Son… psicólogos. Esto es básicamente cómo interpreta las tablillas sumerias un tipo llamado Zecharia Sitchin, pero el viaje por esta mitología continúa. 

Hay textos en los que se cuenta que hubo amistades entre los dioses y los humanos. Y aquí entra el relato de los 7 sabios. 7 elegidos por los dioses para mostrarles el cielo. Uno de ellos fue Adapa, que para los babilonios fue Oanes, representado como un hombre pez. Otras culturas, como los misteriosos dogones, también hablaban de esta gente pez. Aquí ya nos podemos volver locos con movidas rollo Cthulhu y la sombra sobre Innsmouth, y seguramente Lovecraft bebió de este tipo de mitología. El caso es que estos sabios fueron de alguna forma los educadores de la humanidad antes del Diluvio. Nos ayudaron a aprender de escritura, cálculos, geometría… Incluso se cree que había más sabios anteriores, por lo que Sumeria no sería la primera civilización de la historia. Atlántida, Lemuria… hablaré de ellas con Platón y la Antigua Grecia, pero no deja de ser interesante estas pequeñas referencias. Además escribí una novela sobre estos mitos en plan Indiana Jones, a ver si la publico algún día. 

Pero tiempo después, la gente se acomodó y comenzaron los problemas. Hubo alguien que se enfrentó a estos dioses: Gilgamesh. Sus hazañas, que probablemente jamás existieron, fueron narradas en La epopeya de Gilgamesh, la obra literaria más antigua que conocemos. Para conocer esta historia nos tenemos que remontar al año 2.500 antes de cristo, a cuando supuestamente Gilgamesh gobernaba la ciudad de Uruk.  El tipo iba de sobrao, abusaba de su poder, se cargaba a gente todos los días, se metía rayas de coca. La gente estaba hasta los cojones de él y pidieron a los dioses que hicieran algo. Y el dios Enki crea a un homínido llamado Enkidu (creado por Enki) para matarle. Al final se vuelven superamigos y se van de picnic a un bosque donde hay un guardián rollo Shadow of the Colossus, Humbaba, al que Gilgamesh le tiene ganas. Le vencen, al igual que un toro del cielo que envía la diosa Ishtar por despecho, y tras esto vuelven a Uruk como héroes.  

Pero a los dioses no les mola esto y se cargan a Enkidu. Es por ello por lo que Gilgamesh emprende un peligroso viaje para visitar a Utnapishtim y su esposa, los únicos supervivientes del “diluvio”, que todo apunta a que ocurrió sobre el 2.900 ac, aunque fue una inundación. Esta gente era muy exagerada. El caso es que llega a los confines del mundo y Utnapishtim le comenta que hay una planta en el fondo del mar que le podría volverle joven. La consigue, pero una serpiente se la lleva y el pobre Gilgamesh se queda sin vida eterna ni sin su amigo Enkidu. Esta historia era la forma en la que los Sumerios comenzaron a profundizar en los enigmas de la vida, la muerte y la inmortalidad, algo reservado exclusivamente a los dioses. Y también explica por qué las serpientes mudan de piel mientras que los humanos envejecen y mueren. 

De esta historia deberíamos quedarnos con las referencias al diluvio. Ya comenté en el episodio anterior lo que pasó durante el destierro a Babilonia. Miles de hebreos fueron llevados a la gran ciudad como esclavos y fue allí donde comenzaron a juntar y a poner por escrito sus mitos y leyendas para que no quedaran en el olvido, y ese conjunto de relatos daría lugar a la Biblia. Pues bien, esos textos también se nutrieron de las historias que aprendieron de los babilonios, que a su vez aprendieron de los sumerios. 

Historias como la creación del mundo, donde dos grandes dioses, Tiamat y Marduk, batallaron hasta que gana este último. Marduk fue después a por Kingu, que apoyaba el bando de Tiamat y según las tablillas sumerias fue condenado a morir y que su sangre amasara la arcilla, que crearía a los hombres. Se cree que estaba batalla era una interpretación del choque de dos planetas, Tiamat y Marduk, de donde sería creada la Tierra. Luego está el Jardín del Edén, conocido en Mesopotamia como Dilmun. Aquí se cuenta cómo Anu crea a los humanos, para esclavizarles, a partir de una costilla de Enlil, es decir, magufamente hablando, su ADN. Y otra pelea entre dioses tendría lugar entre Dumuzi y Enkindu, los Caines y Abeles sumerios. 

También el Diluvio Universal y el Arca de Noe parece que tiene raíces sumerias. En este relato mítico el tipo que construía un barco lleno de animales se llamaba Ziusudra. Al menos en sumerio, porque en Babilo-asirio se llamaba Utnapishtim. Sí, el mismo de Gilgamesh. Tiene sentido porque la copia de este poema fue encontrada en la biblioteca del rey asirio Asurbanipal. Luego está el mito del origen de Sargón, curiosamente parecido al de Moisés, como ya conté en su día. Y finalmente llegamos a Babilonia y su, muy probable, torre de Babel, que sería el Zigurat Etemenanki, con el que los Babilonios trataban de elevar el santuario a sus dioses hasta el cielo. 

Tenían incluso infierno, el inframundo, que ellos conocían como Irkalla. Y había un dios llamado Dumuzi que murió. Joder, un Anunaki que muere. Parece ser que era algo más terrenal que los demás. El caso es que consiguió volver de allí con la ayuda de Ishtar, dando lugar a un curioso paralelismo con la resurrección de Jesucristo.  

Y para acabar, vamos a hablar de vampirismo. Lilitu, que sería conocida como Lilith en el folclore judío, parece ser que fue la primera esposa de Adán, antes que Eva, pero era un poco zorrupia, así que se escapó del Paraíso para estar con Samael y fundó una prole de demonios, que serían los primeros vampiros. Básicamente se dedicó a robar niños por la noche y en la edad media estos seres serían conocidos como Súcubos.