Hace unos 5000 años los misteriosos pueblos indoeuropeos se habían expandido por toda Europa y más allá. De este grupo salieron los pueblos germánicos, que se asentaron en Europa central y en la zona norte, el lugar conocido como Escandinavia. A estos últimos se les llamó Nórdicos. De esta gente no sabemos gran cosa. Hacían túmulos de enterramiento, hasta llegaron a levantar algún que otro monumento megalítico, y parece que eran muy buenos navegantes ya desde la antigüedad. Veneraban a diosas de la fertilidad, pues sus tierras no eran muy buenas, y trataban de comerciar todo lo que podían con los germanos del sur, especialmente con su preciado ámbar.
Aunque primero eran gente pacífica, con los años se volvieron más belicosos debido a la falta de comida y a los peligros externos. Por el 500 a.C. esta gente descubrió el hierro. Era un hierro algo malo, sacado de las zonas pantanosas de Noruega, Suecia y Dinamarca, pero menos da una piedra. Los vikingos no aparecerían hasta el siglo VIII después de Cristo, así que aún falta bastante para que hable de ellos.
La religión de esta gente era de origen indoeuropeo, y como tal, tuvo unas características comunes. Era muy común la veneración a las fuerzas de la naturaleza. De ese hipotético dios primigenio indoeuropeo llamado Dieus saldría el protogermánico Tiwaz, que se convertiría en Tyr y luego en Odín. Los rayos y los truenos eran muy venerados. Dioses del trueno indoeuropeos hay muchos: el griego Zeus, el celta Taranis, el Perkele/Ukko finlandés, el Summanus etrusco, el Perún eslavo, el Teshub hitita, el védico Indra y el protogermánico Thunraz, que los nórdicos venerarían con el nombre de Thor, del que ahora hablaré.
Muchos de estos mitos escandinavos los conocemos por su recopilación en las Eddas, dos libros escritos por los nórdicos asentados en Islandia durante la Edad Media. La primera, la Edda prosaica, fue compuesta por un jurista y escritor islandés, Snorri Sturluson, por el 1220; y la Edda poética nacería pocos años después no se sabe por quién. Islandia fue como la Irlanda para la mitología celta, de la que hablé en un post anterior. Fue allí donde estos relatos se salvaron y se pusieron por escrito.
MITO DE LA CREACIÓN
Según el poema édico de Voluspá, en el principio de los tiempos lo único que había en el universo era un vacío enorme al que llamaron Ginnungagap. Al norte venía un gélido frío del Niflheim, y del sur un horrible calor del Muspelheim. Cuando ambas fuerzas se encontraron en el vacío se formó la sustancia primigenia, el Eitr, que formó la vida, al gigante de hielo Ymir. También apareció una vaca mágica, Audumbla, que le daría leche, le cuidaría. Aparte, del sudor del gigante nacería Thrudgelmir, y su hijo Bergelmir sería el primer gigante de la escarcha, de donde a su vez saldrían los jotun, gigantes normales.
La vaca comenzó a lamer un bloque de hielo y de ahí salió el primer dios no gigante: Buri. Este tuvo un hijo por embarazo espontáneo y dio a luz a Bor. Entonces entre ambas facciones comenzó una guerra, pero bueno, también hubo tiempo para el amor, ya que Bor se casó con la jotun Bestla.
Los hijos de esta pareja son los conocidos como ases, o aesir, los dioses más míticos de esta mitología. Los primeros fueron Odín, Vili y Vé. Estos dioses mataron a Ymir y lo despedazaron, y con su cuerpo crearon el mundo. Su carne fue tierra, sus huesos las montañas y su sangre mar. Se cuenta que la sangre provocó un diluvio tal que todos los gigantes de hielo murieron menos Bergelmir y su esposa. El cráneo de Ymir sería la bóveda celeste, sostenida por cuatro enanos: Nordri, Sudri, Austri y Westri, los puntos cardinales, vamos. Luego los ases crearon a la diosa Sol y al dios Luna (Mani), movidos por sendos carros tirado por corceles.
De la sangre de Ymir nacieron unos seres como gusanos. Los ases los vieron, les dieron forma y les otorgaron gran inteligencia. Unos salieron buenos, y fueron llamados elfos, mientras que otros eran más darketas, y fueron llamados enanos, trolls, gnomos, kobolds, nibelungos… o elfos oscuros. Digamos que esta mitología mete a todos estos seres en el mismo saco sin distinción. El caso es que a estos enanos o elfos oscuros les gustaba las piedras preciosas, la herrería y esconderse en cuevas y madrigueras.
Pero en Midgard no había vida. Un día Odín decidió tallar un fresno y un olmo con la forma de un hombre y una mujer, y de ahí salieron Ask y Embla, los adanes y evas de la religión nórdica. De estos dos saldría toda la raza humana.
LOS NUEVE MUNDOS
El universo mitológico nórdico constaba de nueve mundos. Estos mundos se encontraban metafóricamente hablando en las ramas de un enorme árbol conocido como Yggdrasil, que estaba situado en un disco plano.
Asgard era el reino de los dioses Aesir, y Helheim el de los muertos, regido por Hela, hija de Loki. Midgard por su parte era (o Mannaheim) el reino de los hombres, nuestro mundo, creado con el cadáver de Ymir. Los dioses podían llegar fácilmente a él gracias al puente de arcoiris Bifrost, custodiado por Heimdall.
En el Jotunheim (yotunheim) vivían los nuevos gigantes de la escarcha, descendientes de Bergelmir, y en el Vanaheim los Vanir, unos dioses de la naturaleza. Los elfos de la luz vivían en Alfheim (o Ljusalfheim), regido por el dios Frey, mientras que los elfos oscuros vivían en el mundo de Svartálfaheim o también llamado Nidavellir.
El Niflheim era un reino helado de oscuridad y niebla, donde van a parar los muertos de forma deshonrosa. De hecho, el Helheim está bajo este reino y forma parte de él. Finalmente el Muspelheim era el mundo primordial del fuego, donde se encontraba el vacío cósmico y reinaba el gigante de fuego Surt.
Aparte de un árbol con mundos, ese disco estaba habitado por muchos animales. El dragón Nidhogg comía de las raíces del árbol, tratando de tumbarlo para poder ventilarse al águila vigilante que habitaba en la copa. También había una ardilla llamada Ratatosk, que no paraba de malmeter entre ambos. Pero para cuidar del árbol estaban las Nornas, que regaban sus raíces con las aguas del Pozo de Urd.
De los Aesir, los regentes de Asgard, Odín era el líder supremo. Sus poderosos hijos fueron el dios del trueno Thor, el dios de la belleza e inteligencia Balder/Baldur, el ciego Hodor/Hodur y Hermod, dios mensajero similar al Hermes griego. También destaca Tyr, dios del valor y la guerra muy querido por los daneses. Hoenir, que fue con los vanir tras la guerra contra ellos. Bragi, dios de la elocuencia. Y el ya nombrado Heimdall que era el guardián de los dioses.
Finalmente estaba Loki, señor del caos, que más que hijo de Odín unos dicen que era hijo del gigante Bergelmir. Conflictivo, egocéntrico y megalómano, y además podía transformarse en muchas cosas como Mortadelo; así era Loki. El notas se tiró a la gigante Angerboda y tuvo tres terribles hijos: el enorme lobo Fenrir, la diosa de la muerte Hela y la serpiente marina Jormungander.
Odín se enteró del nacimiento de estos monstruos y a Hela la encerró en el Helheim, convirtiéndose en la reina del infierno junto a su perro protector Garm y su caballo zombie Helhest. Sí, era como Cerbero. La serpiente fue arrojada a un mar de la tierra donde creció tanto que rodeó la tierra mordiéndose la cola. Un ejemplo del símbolo del uroboros típico del medievo, que simboliza el ciclo eterno. Además en esos mares también habitaba el terrible Kraken, un enorme monstruo marino quizás originado por avistamientos de calamares gigantes en el atlántico. Por su parte, al lobo Fenrir le ataron con una soga irrompible creada por los elfos oscuros y en el forcejeo, el lobo gigante se comió la mano derecha a Tyr.
Las diosas de Asgard se llamaban Asynjur, y la más famosa fue Frigg, porque era la esposa de Odín. También estaba la curandera Eir, la diosa del amor Sjofn, e Idunn, esposa de Bragi y guardiana de las manzanas de la inmortalidad, porque resulta que estos dioses eran mortales, y tenían que comer estas frutas cada cierto tiempo para volverse jóvenes otra vez. Otra vez manzanas que dan la inmortalidad, ya las vimos en mitología celta con Ávalon y en los mitos griegos en el Jardín de las Hespérides.
Aparte de los ases, existían dos clases más de dioses, los violentos Jotuns, gigantes; y los pacíficos Vanir, los habitantes de Vanaheim, que aunque tuvieron una guerra con los ases hicieron pronto las paces. Ambos firmaron la paz escupiendo en un jarro, del que nace otro dios: Vasir. Los enanos lo mataron y de su sangre nació el hidromiel (kvasir), una bebida muy querida por los nórdicos. Este hidromiel mágico daría el poder de poeta y músico de éxito a quien lo bebiese.
De estos Vanir destacan el dios del viento, mar y fuego Njordr (niord) y su esposa cazadora Skadi, diosa del invierno. No duraron mucho juntos. También destacan sus hijos Frey, dios de la lluvia, del sol y de las cosechas, y que reinaría sobre los elfos; y Freya, diosa del amor y la belleza y jefa de las valquirias. Algunos textos alemanes identifican a esta Freya como la esposa de Odín. Frey tenía una poderosa espada, la Espada de la Victoria, pero se la dio a su mensajero Skirnir por ayudarle a ligarse a la gigante Gerda.
Otras divinidades fueron las valquirias, poderosas guerreras elegidas por Odín que tenían el poder de sanar las heridas. Eran ellas quienes guiaban a los dioses caídos en batalla hasta el Valhalla, una especie de paraíso para los guerreros más valientes. En el ejército de Odín, los guerreros más poderosos eran unos llamados Berserkers, cuyo nombre significa “vestidos con pieles de oso”. Daban mucho miedo.
A modo de curiosidad, muchos de estos dioses acabaron dando nombre a las semanas que ahora conocemos en inglés, una lengua germánica llevada a las islas británicas por los anglos y los sajones.
ODÍN Y LA BÚSQUEDA DE SABIDURÍA
Odín reinaba Asgard. Junto a él estaba su mujer y diosa de las nubes Frigg y sus cuervos, que todas las noches le informaban de las noticias más importantes del mundo y chismorreos varios. Fueron el precursor de Twitter.
Un día Odín partió en busca de toda la sabiduría del mundo. Para hallarla tuvo que viajar a la parte más baja del Yggdrasil, un manantial custodiado por el gigante Mimir. Este le dijo que para dejarle beber de aquel agua le tenía que dar uno de sus ojos. Odín dijo “me compensa”, y se arrancó uno y a cambio obtuvo gran sabiduría. Aprendió el arte de las runas, la forma de escritura de los nórdicos a partir del año 200 derivada del alfabeto latino.
Siendo el tío más sabio del mundo, el dios del viento ambicionaba aquel hidromiel creado por los enanos a partir de la sangre de Vasir. Los tres recipientes donde estaba la bebida habían sido robados por un gigante llamado Suttung porque los enanos mataron a su hermano. Odín se disfrazó y llegó a la casa de otro hermano de Suttung, Baugi, y se ofreció a trabajar para él a cambio de un traguito del hidromiel mágico. Al final llegó a la cueva donde estaba la bella Gunlod, que le dejó darle un traguito al recipiente tras tres días de pasión.
Y fue Odín y se lo bebió todo de un trago para después convertirse en águila y volverse a Asgard. Suttung le persiguió, pero acabó muerto y parte del hidromiel cayó al mar, donde algunos humanos se beneficiarían de este poder artístico. Y también un dios: Bragi, hijo de Odín con esta giganta Gunlod, que se convirtió en el dios de la música.
THOR, LOKI Y OTROS DIOSES
Thor era el dios del trueno, hijo de Odín y la diosa tierra Jord, y poseía un poderoso martillo llamado Mjolnir (miolnir), unos guanteletes y un cinturón mágico. Se casó con una giganta llamada Jarnsaxa, y con ella tuvo a Magni y a Modi. Luego se casó con Sif, con quien tendría a la valquiria Thrud y adoptaría a Uller. Sif tenía una cabellera dorada largísima, y un día Thor llegó a casa y vio que se había quedado calva. La culpa, por supuesto, era del travieso Loki. Thor le obligó a golpes a que fuera al mundo de los enanos para conseguirle una cabellera mejor a su esposa. Loki obedeció sin rechistar y además suplicó a los enanos hijos de Ivald que fabricaran regalos guays para los ases en compensación. A Thor le dieron su famoso martillo, a Odín su lanza Gungnir y el anillo Draupnir, y a Frey un barco bastante molón (Skidbladnir) y un jabalí (Gullinbursti).
Odín, Loki y Hoenir se fueron un día de excursión a Midgard, y en un desierto intentaron asar un solomillo, pero el fuego no parecía quemar nada. Resulta que un águila estaba usando magia, y les dijo que les dejaría cocinar a cambio de un buen trozo del asado. “Vale”; le dijeron, pero el águila cogió más de la cuenta y Loki se le echó encima. Resulta que el águila era el gigante de la tormenta Thjazi (Ziasi), que le agarró y le arrastró por medio desierto.
A cambio de liberarle le ordenó que secuestrara a Idúnn y se la trajera. Sus manzanitas eran muy codiciadas en el mercado negro nórdico. Loki así lo hizo, pero tiempo después, cuando los dioses empezaron a ver que envejecían, Odín y los demás se enteraron del asunto. Loki les dijo que no se preocuparan, que la iba a rescatar. Y así fue, Loki logró rescatar a la diosa y Thjazi acabó muerto por los ases.
Los gigantes no paraban de molestar a los demás reinos, y Thor y Loki fueron a su mundo para poner algo de orden, y por el camino se les unieron los hijos de unos campesinos: Thialfi y Roskva; bueno, y un enorme gigante llamado Skrimir que les guió hasta la fortaleza helada de Utgard. Una vez ante el rey Utgardaloki, este les propuso una serie de pruebas contra los gigantes para demostrar su valía. Comer más, beber más, correr más… Los ases fracasaron miserablemente en todas, aunque luego se enteraron de que Utgardaloki era Skrimir y había hecho unas trampas impresionantes. Al final los ases se piraron de allí bastante mosqueaos.
Otro día Thor se despertó y su martillo ya no estaba. Loki se encargó de averiguar quién lo había robado, y resulta que había sido el príncipe gigante Thrym, que exigía a cambio de su devolución casarse con Freya. Como la diosa de la belleza no estaba dispuesta a sacrificarse, los ases se disfrazaron de novia y sirvienta. Durante el banquete de bodas, el gigante trajo el martillo y nada más verlo Thor lo agarró, se quitó el traje de novia y se lió a hostias con todos los invitados. Mató a todos los gigantes y se quedó bastante a gusto.
Un buen día llegó un arquitecto junto con un caballo llamado Svadilfari que les dijo a los dioses: “Si me dais la mano de la diosa Freya os hago las murallas de Asgard en seis meses”. Los dioses no estaban por la labor, pero Loki les convenció para que las construyera, total, ni de coña iba a cumplir los plazos y así les salía gratis la construcción. Pero el tipo fue levantando las murallas a una velocidad pasmosa y Freya le dijo a Loki que o solucionaba el entuerto o le molía a golpes. Loki descubrió que el constructor era un gigante disfrazado (Hrimthurs), y que el caballo era de gran ayuda para él, así que se disfrazó de yegua y se quedó preñado de Sleipnir, un caballo de 8 patas que regaló a Odín.
Hay muchas más historias, como el o holmgang, el duelo nórdico, de Thor contra el gigante fanfarrón Hrungnir; los intentos infructuosos de Geirrod de matar a Thor… Pero dejaré que las descubráis por vuestra cuenta.
EL FIN DEL MUNDO: EL RAGNAROK
Lo más característico de esta mitología es su dualidad entre los guerreros del orden y los del caos, algo común en las religiones indoeuropeas, mientras que en las de origen semita suele ser el bien contra el mal. El caso es que esta gente creía que al final llegaría un momento en el que las fuerzas del caos, Loki y compañía, serían más y más fuertes. Y acabarían con el mundo en un apocalipsis que ellos llamaban Ragnarok.
La señal de este fin del mundo es la muerte de uno de los ases: Balder. Como no querían que muriera, Frigg hizo jurar a todos en el reino que no le matarían… menos un pequeño muérdago. Y así, Balder se convirtió en inmortal, nada podía matarle. Loki quería cargarse a Balder y, disfrazado de anciana, le preguntó a la mujer si había alguien que no hubiese hecho el juramento. “Jajaja pa ke kieres saber eso, saludos”, le dijo, pero al final le contó lo del muérdago. Total, era una ancianita, qué podía hacer.
El caso es que Loki cogió el muérdago y lo puso en la punta de una flecha e hizo que el ciego Hodor la disparase contra su hermano engañao. El dios murió y fue a parar al Helheim. Su cadáver fue puesto en su barca, incendiado y botado al mar, como mandaba la tradición, y su esposa Nanna, llena de pena, se arrojó a las llamas. A Loki le encerraron por el crimen y condenaron a que una serpiente le escupiera veneno ácido todo el rato.
Los ases habían permitido que ese caos conviviese con ellos, Loki, y este había expandido su maldad por la Tierra, corrompiendo a los humanos, que comenzaron a matarse entre ellos. Tanto el Sol como la Luna se dieron el piro aterrados, perseguidos por los hijos del lobo Fenrir, Skoll y Hati. Sin ellos llegó el terrible Invierno Fimbul, y con ello el caos. Los astros fueron devorados por los lobos, el dragón Nidhogg estaba cerca de lograr tirar Yggdrasil y Loki logró escaparse de la prisión.
Entonces despertó la gigantesca serpiente de Midgard, Jormundgander. Thor fue para allá con su ejército para derrotarla, junto a Odín, Tyr o Frey, uno sin ojo, otro sin mano y otro sin espada. Y entonces apareció el ejército de gigantes de Hrym y Surt, que querían luchar contra los ases. Por otro lado estaba Loki junto al lobo Fenrir y el perro Garm, también dispuestos a moler a todos a palos.
En la batalla de Vigrid todos se enfrentaron en una lucha épica donde fueron muriendo poco a poco. Heimdall mató a Loki, pero Fenrir se comió a Odín de un bocado. El lobo fue empalado por Vidar y mientras tanto Thor logró cargarse a la serpiente gigante de un martillazo. Sin embargo el guerrero acabó ahogándose en su veneno derramado y la diñó. Tras esto, un fuego infernal arrasaría todo el mundo.
Pero este fin del mundo acaba con una pequeña nota de esperanza, pues dice que un pequeño grupo superviviente de dioses y humanos volverán a repoblar la tierra, comenzando así de nuevo un ciclo infinito. Al final ese arbolito de Yggdrasil tuvo su pequeño retoño.
LA SAGA DE VOLSUNG o VOLSUNGOS
La diosa Frigg se enteró de que el caudillo vikingo Rerir, cuyo padre Sigi era hijo de Odín, estaba mohíno porque no lograba tener hijos. Este Rerir había heredado el trono del Reino de Hunaland, que unos identifican con el Reino de los Burgundios y otros con el de los Hunos. El caso es que Frigg decidió ayudarle y cogió una manzana mágica y se la dio a su mensajera Gna para que se la llevase al chaval. Gracias a esto, Rerir pudo tener un hijo, que se convertiría en un gran héroe. Estoy hablando de Volsung.
Este Volsung tuvo once hijos, dos de ellos gemelos: Sigmund y Signy. Esta última tuvo una pedida de mano por parte de Siggeir, rey de Gautlandia (la región sur de Suecia) y fueron a casarse. Pero durante el banquete pareció un anciano misterioso, era el mismísimo Odín, que clavó una espada en un árbol que había en el salón y dijo que la espada sería de quien la sacara. Todo muy en plan Excalibur. El único que pudo fue Sigmund, y como rechazó vendérsela al rey sueco comenzó una enemistad entre ambas familias que acabaría en guerra.
En esta contienda, Volsung cayó muerto, y todos sus hijos fueron colgados en árboles del bosque. El único que sobrevivió fue Sigmund, que pudo liberarse gracias a su hermana. Juntos llevarían a cabo su venganza. Para ello, la chica decidió que si tenían un hijo juntos saldría alguien muy fuerte, pero para que Sigmund no se enterase se lo tiró disfrazada de hechicera. De este coito salió Sigfrido.
Después de un entrenamiento que duró años, fueron al palacio de Siggeir y allí se liaron a espadazos, matando a guardias y a varios hijos del rey. Fueron capturados, enterrados vivos, pero como siempre, Signy les echa una mano y se salvan, y arrasan literalmente el palacio. Eso sí, Signy le confesó a su hermano el incesto y acabó tirándose al fuego.
Sigmund y su hijo volvieron a tomar el control de su reino. El nuevo rey se casó con Borghild y tuvo dos hijos más: Helgi y Hamund. Este último y Sigfrido se enamoraron de la misma mujer, y todo acabó con las muertes de ambos chavales. Hamund fue asesinado por Sigfrido y su madrastra envenenó a este último como represalia.
Tras esto, Sigmund lo mandó todo a la mierda y se piró a Dinamarca. Allí conoció a la princesa Hjordis y se casaron. Tuvieron un hijo, Sigurd, pero el volsungo no llegaría a conocerlo, pues un pretendiente despechado de la chica le declararía la guerra. El viejo Sigmund iba ganando, pero apareció Odín de forma random y mató a ambos.
LA LEYENDA DE SIGURD
El huérfano Sigurd Sigmundson fue criado en la corte del rey danés Hjalprek después de haber sido encontrado solo en el bosque años atrás. Su educador fue Reginn, cuyo padre fue asesinado por su hermano Fafnir por no compartir con él un antiguo tesoro entregado por los dioses. Después del asesinato, este Fafnir se convirtió en dragón y custodió el tesoro. Reginn vio potencial en el chaval, y le propuso ir a matar a su monstruoso hermano. Allá que van y el chaval logra acabar con el bicho, cuya sangre le volvió invulnerable menos en un punto de la espalda. Pero entonces descubre que Reginn iba a traicionarle, y también lo mata. Lo que no sabía era que ese tesoro tenía una terrible maldición.
Sigurd se marchó y acabó en la corte del rey Gjuki y la hechicera Grimhild, donde se casó con su bella hija Gudrun. El hermano de esta, Gunnar, pidió ayuda a Sigurd para conquistar a Brynhild, una valquiria precursora de la Bella Durmiente que ponía a prueba a sus pretendientes. El que pasara con su caballo el muro de fuego que rodeaba su castillo sería su marido. Como Gunnar no lo lograba Sigurd tuvo que disfrazarse de él y realizar la prueba. El final de esta historia demuestra que hay que ser sinceros en las relaciones.
¿Qué pasó? Pues que un día las dos esposas discutieron por ver quién tenía un marido más valiente, y Gudrun enfadada le contó la verdad de su marido. Brynhild se quedó de piedra y fue a donde Gunnar para que matara a Sigurd o sino le dejaba. El hombre, sin saber bien qué hacer, optó por la opción más sensata. “A mí me da palo, que lo mate mejor mi hermano Guttorm”. Tanto Guttorn como Sigurd se mataron entre ellos y Brynhild se acabó suicidando.
Gudrun, lógicamente, estaba cabreadísima, pero con el tiempo perdonó a su hermano. En este punto de la historia entra el rey de los hunos Atila, que se desposó con la chica en busca del tesoro de la familia. A Gunnar se lo cargó, y Gudrun, temiendo ser la siguiente, hizo un banquete mortal para el huno. Gudrun había cocinado a los hijos que había tenido con Atila, y se le debieron de hacer bola al rey, porque murió ahogado. Una forma de morir bastante parecida a la que cuenta la Historia, ocurrida en el año 450.
EL CANTAR DE LOS NIBELUNGOS
Este poema épico medieval escrito por algún juglar austriaco desconocido del siglo XIII recoge el personaje de Sigurd, aquí llamado Siegfried o Sigfrido, y crea una especie de remake de su historia pero con algunos cambios y añadiduras. O puede que esta sea anterior, no se sabe con certeza. La historia empieza parecido. Sigfrido logra matar al dragón y roba el tesoro de los Nibelungos (Andvari), unos enanos hijos del rey Nibelung que habían intentado estafarle.
Cuando el héroe llega a la ciudad germana de Worms se enamora de una princesa llamada Krimilda, que viene a ser Gudrun. El hermano de esta, el rey burgundio Gunter, pide ayuda a Sigfrido para conquistar a la reina islandesa Brunilda con trampas, en concreto con una capa que le hacía invisible. El resto ocurre parecido. Brunilda se entera de la farsa tiempo después y ella y su marido quieren sangre.
Con la ayuda de Hagen, un consejero de la corte que ambicionaba el tesoro nibelungo que Sigfrido guardaba, lograron hallar el punto débil del héroe. La única parte que no se mojó de sangre cuando mató al dragón Fafnir tiempo atrás. Con esta info, durante una cacería lo mató y robó el tesoro, el cual escondió en el rio Rin. Pero la viuda Krimilda sabía que había sido él.
Después viene la parte de Atila, o rey Etzel, como aquí se le llama. Casado con Krimilda, el huno comenzó una guerra contra Hagen y Gunter, a quienes logró capturar gracias al caballero Dietrich von Berne, o Teodorico de Verona. Krimilda torturó a los prisioneros con saña extrema y ninguno confesó dónde estaba el tesoro, por lo que los mató cortándoles la cabeza. Y entonces fue uno de los compañeros de Dietrich, Hildebrando, y con su espada partió a la mujer en dos. Final anticlimático random y con diabulus ex machina. Tócate los cojones.
LA SAGA HERVARAR Y EL SABIO REY HEIDREK (HERVOR)
La saga de Hervor y la espada de oro Tyrfing fue una de las grandes inspiraciones para Tolkien a la hora de crear el mundo de El Señor de los Anillos o El Hobbit. Los enanos Dvalin y Durin fueron obligados por el rey vikingo Svafrlami (o Sigrlami) a forjar la espada mencionada, y para joder al monarca la maldijeron. No podría enfundarla de nuevo sin haber matado a alguien.
Este rey perdió su preciada espada durante un combate contra el berserker Arngrim, que se la regaló a su hijo Angantyr.
[Su hermano Hjorvard se enamoró de la princesa Ingeborg, y eso no sentó nada bien a su prometido Hjalmar, un legendario héroe sueco. Este y su amigo Orvar-Oddr lucharon contra los berserkers. Hjalmar había matado a Arngim a pesar de tener la espada mágica, pero le habían herido, por lo que moriría en unos minutos. Orvad tenía una cota de maya irrompible y logró sobrevivir. Ingeborg acabaría suicidándose]
A su vez, este fue derrotado y muerto por el héroe sueco Hjalmar en la Batalla de Samso/Samsey, pero el héroe también murió por una herida con la espada de marras, y la espada acabó enterrada en un túmulo. Sin embargo, Hervor la desenterraría. Esta chica nieta de Arngrim era una Skjaldmo (Skialmo), una mujer guerrera nórdica. La chica ansiaba el poder de la espada, pero el fantasma de su abuelo le dijo que si la cogía su familia estaría maldita. La chavala ni puto caso.
Pero bueno, tras diversas aventuras al final se cansó y se casó con el príncipe Hofund. Tendrían dos hijos: Angantyr y el famoso Heindrek. El chaval al principio era como la madre, muy temperamental, muy macarra, y le desterraron. La reina Hervor, preocupada, le regaló al chaval la espada maldita.
Angantyr estaba acompañando a su hermano, y este decidió desenvainar la espada para admirarla. Sin embargo, la maldición le hizo matar a su hermano. Tras eso, Heidrek vivió aventuras varias y acabó casándose con Helga, hija del rey godo Harald. Heidrek dio un golpe de estado y se hizo con el trono godo tras ganar una guerra civil contra Harald e hijo Halfdan. Con toda su familia muerta, Helga se suicidió.
Tras enviudar, Heidrek se casó con la hija de un rey llamado Rollaug y tuvo una hija a la que llamó Hervor. Eso sí, antes violó a una princesa huna llamada Sifka y la devolvió a su reino, de ahí nacería Hlod. Un día Heidrek estaba durmiendo y varios de sus esclavos le robaron la espada y le mataron, pero sus hijos se vengaron matándoles y pusieron fin a la maldición destruyendo la espada. Esta Hervor acabaría muriendo en batalla contra los hunos de Hlod.
BEOWULF
Beowulf es un poema anglosajón escrito en la Edad Media posiblemente inspirado en una historia danesa más antigua. Los hechos tienen lugar en la isla de Selandia, en la actual Dinamarca. Allí, en el Reino de Lejre, un troll jotun llamado Grendel se dedicaba a acosar a los guerreros y criados del rey Hrodgar en su palacio de Héorot. Al parecer el monstruo estaba hasta los huevos de tanto cántico y celebración, que no le dejaban dormir.
Doce años después, la historia llegó a oídos de Beowulf, el sobrino del rey de Gautlandia. El guerrero gauta reunió a 14 paladines y juntos fueron a salvar al reino danés del ataque del monstruo.
Una noche Grendel atacó el palacio y fue recibido por Beowulf y sus muchachos, que acabaron cortándole un brazo. El rey estaba pletórico y dio una fiesta, pero oh sorpresa, apareció la madre del monstruo buscando venganza. Mató a un par de guerreros y se llevó el brazo de su hijo con ella. Beowulf se niega a dejarla escapar y la siguió hasta su cueva dentro de un lago. Allí tuvo lugar una época lucha contra ella. El gauta no podía herirla, pero entonces encontró una enorme espada, supuestamente de algún gigante muerto, y con ella logró matar a la ogra. Después le cortó la cabeza a Grendel para que no volviese a hacer travesuras y Beowulf pudo volver a casa como un jodido héroe.
En la última parte del libro, un Rey Beowulf ya anciano se enfrenta a un terrible dragón que ataca su reino, debido a que un ladrón había robado de su cueva una copa enjoyada. Un poco como Smaug en El Hobbit. El dragón era tan fiero que sólo su sobrino Wiglaf se animó a unirse a la lucha. Nuestro héroe acabó muriendo en la lucha tras matar a la fiera, y el testigo del reino pasó a su sobrino.