BESTIARIO MITOLÓGICO MEDIEVAL EUROPEO
Llevaba tiempo queriendo hablar de mitología medieval europea y de bestiarios y criaturas raras, y justo, hace cosa de un mes, empecé a jugar al juego de The Witcher 3… y una de las cosas que más me gustaron fue su enorme catálogo de bestias a las que cazar. Y muchas de ellas son, o están basadas, en mitos y leyendas reales. Bueno, reales en el sentido de que no son parte de un producto de ficción contemporáneo, ya me entendéis.
Pues eso. La idea de este post (y video) es ver el bestiario de The Witcher y comentar de dónde vienen estas criaturas y con qué mitos y culturas están relacionados, y cuál es su historia real dentro del folclore. Empezamos con los…
DRACÓNIDOS
Los dragones existen en muchísimas culturas alrededor del mundo. Dragones hay de muchos tipos, pero originalmente hay dos. Por un lado, estaría el dragón occidental, surgido en Grecia y Oriente Próximo. El origen de este tipo de dragón está asociado a la serpiente. Los diferentes mitos y leyendas relacionados con este reptil, con el tiempo, fueron dándole cada vez más cualidades, como tamaño gigantesco, patas con garras, alas como de murciélago y el poder de escupir fuego.
Posiblemente estas características fueron introducidas por el descubrimiento de huesos fósiles de dinosaurios, que en aquella época, nuestros antepasados no tendrían ni idea de qué pintaba eso allí.
Los dragones europeos tenían 4 patas, pero si las delanteras eran alas, a este tipo de dragón se le denominaba Wyvern, o guiverno, y este es uno de los animales que salen en The Witcher. Este tipo de dragón apareció en las banderas y estandartes del Reino de Wessex, por ejemplo. Y si no tiene ninguna pata pero sí alas se le llama Anfíptero.
Quizás el primer dragón occidental sea Apofis, la serpiente del inframundo de la mitología egipcia que buscaba romper la maat, u orden cósmico, intentando destruir la barca solar sobre la que iba el dios del sol Ra. Para los antiguos egipcios la existencia de este mal era necesaria para que el bien fuera posible.
También encontramos dragones en la antigua Babilonia. En el libro sagrado del Enuma Elish, datado del año 1200 a.C., se nos cuenta la creación del mundo según esta gente. Los dioses creadores fueron Apsu y Tiamat, su esposa, representada como una serpiente o dragón. Tuvieron muchos hijos, los dioses jóvenes, y uno de ellos, Ea, decidió cargarse a Apsu. Tiamat se engoriló y comenzó una guerra contra estos nuevos dioses, que fueron liderados por el hijo de Ea, Marduk, al que prometieron hacer dios supremo si ganaba. El bando de Tiamat fue liderado por Kingu, quien tras ser derrotado por Marduk, de su sangre nacieron los seres humanos. Y con el cadáver de Tiamat, Marduk creó el cielo, la tierra y con sus lágrimas los ríos Tigris y Éufrates. Y por supuesto, acabó fundando Babilonia.
La mitología griega está llena de dragones. Hay un montón. Podríamos empezar con Pitón. Esta era una serpiente creada por la diosa Gea que custodiaba una gruta donde se encontraba el oráculo de Delfos. El dios Apolo buscaba el poder del oráculo para poder ver el futuro, y por ello se enfrentó y ganó a Pitón… y de ahí que a las que ven el futuro se las llame pitonisas.
Luego tenemos a Ladón, un ser de 100 cabezas que custodiaba el Jardín de las Hespérides, con manzanas doradas que daban la inmortalidad. Y como conté en los vídeos de mitología griega, fue asesinado por Heracles en una de sus pruebas. Otro era el Dragón de la Cólquida, el custodio del vellocino de oro que tuvo que conseguir Jasón y los Argonautas para poder hacerse el trono de Yolco.
También estarían Tifón… la Lamia, que iría evolucionando en lo que son los vampiros, en otro vídeo lo veremos… la Hidra de Lerna, que una hidra es básicamente un dragón pero con muchas cabezas… y finalmente están los basiliscos.
En el juego los basiliscos tienen este aspecto. Se decía de ellos que nacían de un huevo de gallina empollado por un sapo o por una serpiente. Y en la parte superior de su cabeza tenían como una cresta o una mitra. Según las leyendas medievales, era muy venenoso, y entre sus debilidades estaba el canto del gallo, que le aterrorizaba. O también si se miraba en un espejo se fulminaba con su mirada letal, muy de rollo de las gorgonas. También es que el bicho muy bonico no era.
En el videojuego hay una criatura muy parecida llamada Gallotriz, que viene a ser lo que en la Edad Media se conocía como Cocatriz. Era como un basilisco, pero nacía de un huevo de reptil o sapo empollado por un gallo o una gallina. Se decía que las comadrejas eran los únicos animales inmunes a su mirada mortal.
Como veis, ya desde su origen, en muchas leyendas se ve al Dragón como un guardián que custodia un lugar sagrado, un tesoro o a una princesa que requiere ser recatada por el caballero de turno. Ya lo vimos en los vídeos de mitología nórdico-germana con Nidhogg, el dragón que quiere derribar el árbol Yggdrasil devorando sus raíces. O a Jormundgander, la gigantesca serpiente hija de Loki que rodeaba los mares de Midgard y que se mordía la cola de lo larga que era. En el Ragnarok, o fin de mundo nórdico, el dios Thor logró acabar con ella con un martillazo épico en su cocorota, pero nuestro querido dios del trueno acabó envenenado por su saliva venenosa y cayó muerto poco después.
El símbolo de la serpiente que se muerde la cola a veces es conocido como el Uróboros. Simbolizaba el ciclo eterno de las cosas, y aunque ya existía desde el Antiguo Egipto, parece que los europeos lo conocieron a través de este Ragnarok, pues tras el fin del mundo, nacería uno nuevo y así por toda la eternidad.
También en Beowulf tenemos un enfrentamiento con un dragón, que acaba con la muerte del héroe y también con la del dragón. Pero sin duda, el mito más clásico es el de la Saga Volsunga, la versión más antigua del conocido Cantar de los Nibelungos. En esta Saga Volsunga tenemos a Loki matando a una nutria que era un tío disfrazao, y cuando el padre de la nutria, Hreidmar, se entera… le obliga a pagar una buena suma de oro. Loki decidió robárselo a un enano llamado Andvari, un Nibelungo que se transformaba en pez, pero aparte de todo el tesoro, también se vio obligado a entregar su anillo favorito, y por ello lo maldijo.
Hreidmar, el padre del niño muerto vestido de nutria, tenía dos hijos más: Fafnir y Regin. Fafnir empezó a tener sueños raros y se cargó al padre, robó todo el tesoro, se lo llevó a una cueva y fue allí donde se fue transformando en un dragón, se supone que debido a la maldición.
El hermano que quedaba, Regin, fue quien envió al héroe Sigurd, o Sigfrido, a acabar con el monstruo. Lo logró, y Regin se bebió su sangre e hizo a Sigfrido cocinar su corazón, ya que decían que era mágico y daba superpoderes. Pero éste también se impregnó con la sangre mágica del dragón, y eso le permitió hablar con los pajaritos, quienes le chivaron que Regis buscaba traicionarle, pues el oro maldito le estaba enturbiando la mente, y por supuesto Sigurd se lo carga y se lleva el tesoro. Y luego pasan más cosas… pero eso lo cuento en el vídeo de Mitología Nórdica.
Por otro lado, en el ciclo artúrico tendríamos a un rey llamado Uther Pendragon, que se supone que su nombre vendría por haber vencido a uno de estos monstruos. De hecho, en Inglaterra se empezó a usar mucho a estos seres de fantasía en los estandartes.
Y no podían faltar los mitos de tradición judeo-cristiana. En el libro de Isaías encontramos al Leviatán, un enorme monstruo marino asociado al mal y que vendría del Lotan de la mitología ugarítica y las tradiciones cananeas. Con el paso del tiempo, el término Leviatán fue usado de forma genérica para cualquier monstruo marino, incluyendo a Moby Dick y lo que fuera apareciendo. Siguiendo la misma senda, el arcángel San Miguel luchando contra el dragón en el Apocalipsis representaba la lucha contra la bestia de los infiernos, Satanás, y más concretamente contra el pecado.
Y otra leyenda cristiana importante es la de San Jorge y el dragón. Esta leyenda surgió hacia el año 300 en la provincia romana de Palestina, donde un tipo llamado Jorge de Capadocia fue soldado romano… y acabó siendo parte de la guardia personal del emperador Diocleciano en Nicomedia. Este emperador persiguió duramente a los cristianos de todo el imperio. Jorge confesó que era cristiano y acabó siendo torturado hasta la muerte.
No se sabe si esto fue real, pero poco después se convirtió en mártir y santo gracias al emperador Constantino I… y la ciudad natal de Jorge, Diospolis llamada en aquellos años y actual Lod, en Israel, fue un lugar de culto y peregrinación importante. Allí había una iglesia que fue destruida y reconstruida multitud de veces durante las Cruzadas. Actualmente hay una nueva iglesia donde está su tumba.
Ahora bien… ¿cuándo se le añadió un dragón a la historia? Ocurrió durante la Edad Media a partir de cuentos de hadas con princesas y dragones, y también tuvieron algo que ver los cruzados que volvieron de Tierra Santa. Luego en el siglo XIII todo se mezcló en el libro Leyenda Dorada, que hablaba de la vida de muchos santos.
La leyenda dice que un dragón hizo su nido justo en una fuente que proveía de agua potable a una ciudad, y sus habitantes decidieron cada día ofrecerle un sacrificio humano para que se apartara un rato. Uno de esos días le tocó el turno a una princesa local. Y cuando estaba a punto de ser devotada, llega San Jorge y destruye al dragón con su espada. Gracias a esto, los habitantes de la ciudad abandonaron el paganismo y se convirtieron al cristianismo.
San Jorge dio nombre al país de Georgia, y se hizo muy popular en muchos lugares de Europa. El rey de Inglaterra Eduardo III fundó la Orden de la Jarretera en 1348, y nombró a San Jorge como su santo patrono, y de hecho, la bandera de Inglaterra es la Cruz de San Jorge, muy similar a la de los georgianos.
Y cómo no, hay que mencionar al Reino de Aragón. El término “Aragón” no se sabe de dónde viene, pero parece que no tiene nada que ver con dragón. A partir del año 1000 más o menos son muchos reyes aragoneses los que declararon haber sido ayudados en alguna batalla por el espíritu de San Jorge, como en la Batalla de Alcoraz de 1096, pero no fue hasta Juan II, por el siglo XV, cuando se le hace patrón oficial de la Corona aragonesa, que incluía Aragón, Cataluña, Valencia y las islas Baleares.
De la mitología asturiana tenemos al Cuélebre, que guardaba tesoros; y en País Vasco está el Herensuge, que se comía a las vacas y que vivía en la localidad de Mondragón, cuyo nombre se cree que viene de eso, el monte del dragón.
En The Witcher aparecen más dracónidos. Los Eslizones son esta especie de dragones sin ojos cuyo nombre viene de estos lagartos, pero ahí acaba toda la relación. La verdad es que se parecen más a los gravoides tirapedos de Temblores 3. Son una invención, al igual que los Colihendidos, que son parecidos, más pequeños y con un cuerno enorme en la cabeza.
Cambiando de continente, tendríamos al dragón chino. Según la tradición de los chinos de la antigüedad, este ser era más parecido a una serpiente y flotaba en el aire, aunque no solían tener alas, era como mágico. De hecho, guarda mucho parecido a algunos dragones de la América Precolombina, como Quetzalcóatl, la Serpiente emplumada dios de la vida, la luz, la fertilidad y la sabiduría; Amaru, de la tradición incaica y aimara, asociada al agua y a la sabiduría; o la leyenda de TrenTren Vilú y Cai Cai Vilú de los mapuches. También los nativos norteamericanos de la cultura del Misisipi parece que tenían a un ser dragón llamado Piasa, pero no se sabe casi nada sobre él.
Al igual que muchos de los anteriormente mencionados, los dragones chinos estuvieron muy relacionados con el agua, y se decía de ellos que estaban a cargo de muchos fenómenos meteorológicos… y si había sequía o inundaciones, las antiguas tribus chinas hacían rituales para agradar al dragón de su región. Se decía que había 4 reyes dragones, quienes vivían en palacios de cristal bajo el mar. Pero en general, estos dragones eran seres sabios y benévolos, al contrario que en la Europa medieval, y un símbolo de buena fortuna.
Como conté en los episodios de Historia de China, la leyenda cuenta que hace miles de años tuvo lugar el periodo conocido como el de los 3 Augustos y los 5 emperadores. Aquí se supone que estos 7 personajes mitológicos fueron los que fundaron la civilización china. Posiblemente esta gente fueran jefes tribales del más o menos el 3000 a.C. que unificaron algunas tribus hasta desembocar en la 1ª Dinastía, la Dinastía Xia. En cualquier caso, los nombres de estos 7 personajes cambian dependiendo de la versión de la historia, pero ya en esta época tan remota encontraríamos dragones.
Tendríamos que hablar primero de Fuxi y Nüwa, a los cuales se les representaba como mitad hombre mitad serpiente, no eran realmente dragones pero ahí ahí. Eran más como las nagas hinduistas. El caso es que un día salieron de un río y, entre otras cosas, Fuxi enseñó a los primeros chinos la escritura, la pesca y la caza. Otro ser con aires dracónidos era Gonggong, pero este provocaba inundaciones el muy joputa. Y éste tenía un amigo del caos llamado Xiangliu, un monstruo dragón de 9 cabezas amante de la destrucción que acabó asesinado por Yu el Grande, fundador de la primera dinastía china.
Otro de estos emperadores dioses fue el Emperador Amarillo, o Huang Di. Se piensa que fue una humanización o asimilación del dios chino Shangdi por parte de la Dinastía Zhou. El caso es que a este gobernante se le atribuye haber enseñado a las tribus el sedentarismo, la construcción de casas y la domesticación de animales… así como el calendario, la medicina y mil movidas más. Al final de sus días, las nubes se abrieron y un dragón amarillo llamado Huanglong bajó del cielo para convertirle en dios.
Desde ese momento, las representaciones de los dragones en las diferentes dinastías chinas no cesaron, sobre todo a partir de que los Han tomaran el poder… y su imagen estuvo tan asociada a los emperadores que nadie más podía usarla.
Y otros países vecinos como Corea o Japón también incluyeron a estas criaturas en sus mitos. Destaca Yamata no Orochi, un dragón de 8 cabezas y 8 colas que fue asesinado por Susanoo, una especie de San Jorge oriental que emborrachó al monstruo con sake para salvar la vida de una princesa.
VAMPIROS
Primero definamos qué es un vampiro. El vampiro es básicamente una criatura que se alimenta de otros seres vivos, generalmente bebiendo su sangre. La sangre fue vista durante mucho tiempo como la fuerza vital del cuerpo humano, y un símbolo del alma. Prácticamente todas las culturas tienen seres parecidos, siendo en su origen demonios o espíritus que volvían de la muerte para vengarse de los vivos.
Vamos a rastrear el mito empezando desde las referencias más antiguas. En Sumeria nos encontraríamos con los Udug, o Utukku en acadio, que eran simplemente espíritus o demonios que fueron adquiriendo con el tiempo connotaciones malévolas. No eran vampiros, no chupaban sangre, simplemente se decía que eran los responsables de que te pusieras pachucho y esas cosas.
Ya con el Imperio Babilónico encontramos otros demonios como Lamashtu. Se la describía como una terrorífica criatura hija del dios Anu, con cabeza de león y partes de burro y pájaro… que raptaba recién nacidos para comérselos. El único ser capaz de vencerla era el demonio Pazuzu, por eso se ponían amuletos con su figura cerca de las cunas. El nombre os sonará porque salía en El Exorcista.
También en Babilonia tenemos a Lilitu, un demonio que subsistía gracias a la sangre de bebés recién nacidos. El folclore judío también absorbió el mito, supuestamente tras el Destierro a Babilonia, y de ahí surgió la figura de Lilith. Según se cuenta, Lilith fue la primera mujer de Adán, pero se hartó y se largó del Jardín del Edén. Acabó juntándose con un ser demoniaco conocido como Samael, o Asmodeo, y juntos tuvieron una prole de demonios conocida como lilim. Después de eso Dios tuvo que crear a Eva y ya tendríamos el Génesis como conocemos.
Parece que los cristianos modificaron este origen, y a Lilith la convirtieron en la serpiente que tienta a Adán y Eva. Y es que, estos demonios vampíricos, al igual que las serpientes, también tenían dos enormes colmillos con los que succionarte el alma. Se supone que Dios envió a 3 ángeles a buscarla, pero como ella se negó la maldijeron, y la castigaron haciendo que 100 de sus hijos muriesen cada día. De ahí que ella se vengue matando niños. Y es que para las gentes antiguas, esto era una forma de explicar tanta mortalidad infantil.
También se dice que el tal Samael fue un ángel caído responsable de la desobediencia de Lilith. Que de alguna forma él logró que ella se rebelara contra Yahvé. En el Libro de Enoc se nos presenta como un Grigori, un grupo de ángeles rebeldes que bajaron a la Tierra a follar con mujeres, y que fruto de este folleteo surgieron los Nephilim, una estirpe de gigantes. Aunque parece que esto de los gigantes se debe a un error de traducción, y en realidad nephilim significa “los caidos”.
En la mitología greco-romana, como ya conté en el vídeo anterior, tenemos algunos seres relacionados con las serpientes y también con el vampirismo. El mejor ejemplo, sin duda, es la Lamia. Según el mito, Lamia era una reina libia que tuvo un rollete con el pichabrava de Zeus, y cuando Hera, su esposa, se enteró… la convirtió en monstruo y mató a todos los hijos de esa relación. Y Lamia juró venganza y se puso a asesinar bebés mientras dormían para beber su sangre. Como veis, es prácticamente la misma historia.
De esta Lamia surgió el mito de las lamias, en plural, mujeres medio serpientes que vivían en el norte de África y atraían a viajeros enseñando las tetas. Y luego se los comían. Esta evolución del mito está recogida en algunos textos romanos del siglo I d.C. En el folclore búlgaro las lamias tienen varias cabezas, y en el vasco tienen pies de pato, cola de pescado o garras de ave. Pero también, lo que hacen es parecido al resto de las historias.
Y las Estirges son muy parecidas. Se las suele representar con cuerpo de cuervo, alas de murciélago, pico succionador… y de su nombre Estirge deriva el término rumano de strigoi, o vampiro, pero el mito es diferente. Luego hablo de ello. Y también luego hablaré de la Estrige de The Witcher que, aunque el nombre es similar y también viene del strix latino, no tiene nada que ver. La mejor forma de cargarse a una estirge es que se alimente de alguien y seguirla a su cueva, ya que se queda dormida y es más fácil darle matarile.
Luego tenemos a Empusa, un demonio con una pierna de bronce o de burro que se podía transformar en tía buena para seducir a los hombres y sorberles la sangre. Este elemento lo encontraremos en los vampiros más modernos, señores seductores que atraen mujerzuelas a su castillo y luego se las jaman.
En la Edad Media fueron surgiendo nuevos mitos sobre seres chupadores de sangre. Por ejemplo, de la prole entre Lilith y Samael surgirían los Súcubos y los Íncubos. Etimológicamente se refieren a los demonios que “yacen debajo”, y los íncubos eran masculinos y los súcubos femeninos. Se les puede reconocer por sus cuernos y patas de cabra o de ave. Según el mito, eran seres que llegaban por la noche, mientras dormías, se ponían sobre ti y ya te chupaban todo lo que tuvieran que chupar. Lo más seguro es que esto surgiese como explicación a las parálisis del sueño y otros terrores nocturnos.
En The Witcher aparecen sólo los súcubos, con cuernos y patas como de cabra, pero no tienen ese halo tan espectral del mito, sino que les han dado el rollito seductor de las lamias. En el mito también podían tener colmillos, ojos de serpientes o colas de punta triangular. En el videojuego encontramos además un ser llamado Alp, que es básicamente una lamia o súcubo pero más fuerte y sin cuernos, y con la capacidad de cambiar de forma y de controlar tus sueños. Existe en el folclore alemán, pero es un ser masculino, mientras que la Mara sería su contraparte femenina. Y a veces lleva un sombrero o un velo que le da la capacidad de volverse invisible. Ah, y viene a por ti montado en una yegua.
En España surgieron historias de brujas con un solo diente que succionaban sangre a sus víctimas, niños sobre todo. En Galicia las llaman meigas chuchonas, en Asturias Guaxas y en Cantabria Guajonas. En Gerona se cuenta la leyenda del Conde Estruch, o Estruga, quien vivía en el Castillo de Llers. Murió asesinado y debido a una maldición se convirtió en vampiro y se dedicó a aterrorizar a los habitantes de la comarca y a dejar preñadas de engendros a mujeres que veía por allí.
En Arabia, hacia el siglo IX, se escribió una recopilación de cuentos y leyendas conocida como Las Mil y una Noches. En sus historias puedes encontrar toda clase de espíritus y seres malévolos. Por ejemplo, tenemos la historia de un príncipe que se casa con Nadila una malvada vampiresa, a la cual al final logra matar para escapar de sus garras.
También en el folclore árabe tenemos a los gules, mencionados por 1ª vez en este libro, un ser que también aparece en The Witcher. Se trata de una criatura necrófaga que habita comúnmente en cementerios y se dedica a profanar tumbas y alimentarse de cadáveres, y también de niños. Como curiosidad, el villano de Batman Ra’s al Ghul se puede traducir como “cabeza de demonio”.
Y ahora llegamos a Europa de Este, a finales de la Edad Media, donde surgió el mito del vampiro que todos conocemos actualmente, es decir, el vampiro eslavo. En esas creencias se decía que el vampiro se originaba con la muerte de un mago que actuaba de forma inmoral, o si eras el séptimo hijo y tus hermanos tenían el mismo sexo, o si eras pelirrojo, o si tenías un pezón de más, o si nacías fuera del matrimonio… Cada pueblo tenía su superstición propia.
En este contexto tendríamos que hablar de Vlad Draculea, príncipe y gobernador, o voivoda, de Valaquia, un territorio dentro del reino de Hungría; en lo que ahora es el sur de Rumania. Su padre fue rey de Hungría, pero lo asesinaron algunos nobles húngaros, y el joven Vlad empezó a gobernar Valaquia en el año 1456, después de años siendo rehén de los turcos otomanos.
Se decía de él que fue despiadado y muy cruel con sus enemigos, tanto nobles húngaros, los boyardos, como con los otomanos del sultán Mehmed II, el que tomó Constantinopla. Se le llama Vlad el Empalador, o Tepes, porque a todos sus enemigos los empalaba en estacas de madera. Se habla de hecho del Bosque de los Empalados, donde todos sus árboles habían sido cortados para crear estacas y llenar el valle de cerca de 24.000 muertos. De hecho, cuando el sultán lo vio dijo: “nos piramos, que se enfrente a este chalado su puta madre”. Lo de “draculea” viene porque su padre, y él también, formaron parte de la Orden del Dragón creada por el emperador Segismundo del Sacro Imperio para combatir a los otomanos, y de ahí vendría el nombre de Drácula.
En el siglo XVII, hacia el año 1650, tenemos el caso del croata Jure Grando, quizás el primer caso de vampirismo moderno documentado. Fue referido como un “strigoi”, aunque fue durante estos años cuando se popularizó el término “vampir”, que no se sabe exactamente de dónde viene. Y otro término común en Rumanía para hablar de vampiros era “nosferatu”. Decían que su cadáver se levantaba por las noches para matar a gente y violar a su viuda, y al final lograron acabar con él yendo a su tumba para cortarle la cabeza.
Tras esto, muchos más casos se dieron por toda Europa central y este. Además, fue un periodo de epidemias muy gordas, y la gente pensaba que las enfermedades eran cosas de maldiciones y demonios, y este fue el caldo de cultivo perfecto para aumentar la leyenda de los vampiros. La histeria colectiva fue de tal magnitud que los gobiernos tuvieron que crear cuerpos de funcionarios para investigar todo esto… y buscar vampiros y cargárselos con estacas de madera.
En aquella época no se sabía qué era la catalepsia, lo de quedarte como muerto, y claro, se achacó al vampirismo. También la rabia o crisis psicóticas fueron enfermedades asociadas a todo esto.
Se sabe de algunas personas que recorrían aldeas búlgaras, rumanas y de porai diciendo que eran Dhampiros. ¿Qué cojones es esto? Pues un Dhampiro es, en el folclore eslavo, un híbrido entre humano y vampiro y que se dedica a cazar a estos últimos. Un Blade de toda la vida, vamos. Todo el tema de usar crucifijos, agua bendita y ajos surgió en esta época. Parece que también lo de que los vampiros no se reflejan en los espejos por no tener alma, pero no era una creencia muy común. La creencia de que el sol los mata parece que fue un invent de la película Nosferatu de 1922.
Hacia 1770, un naturalista francés, el Conde de Buffon, descubrió en América al Desmodus Rotundus, o murciélago hematófago, es decir, que bebía sangre, y se le apodó “vampiro”. De hecho, algunas culturas como la zapoteca o los mayas adoraban a estos bichos. Es famoso Camazotz, un dios murciélago asociado con la noche, la muerte y el sacrificio. A raíz de la investigación de este tipo los mitos se mezclaron. En The Witcher tenemos varios vampiros con forma de murciélago, como las Ekimmaras, o Ekkimas. Su nombre viene por un tipo de Utukku sumerio llamado Edimmu o Ekimmu. Los Katakan son muy parecidos, y el nombre viene de cómo los cretenses llamaban a los vampiros en aquellos años, Katakanades o Katalkanas.
En la mitología hindú existen los Vetala o Baitales, que aunque tienen forma de murciélago, pueden introducirse dentro de cadáveres y poseerlos. Otro vampiro extraño es uno del folclore malasio llamado Penanggalan. Se trata de la cabeza de una mujer que flota con todas las tripas colgando. Sus víctimas suelen ser mujeres embarazadas o niños, y se alimenta de su sangre. Finalmente, el juego nos muestra a los Garkain, que son una especie de mono-murciélagos sacados de la mitología de los aborígenes de Australia. Por cierto, otros vampiros con rasgos simiescos son los Asanbosam, de algunas tribus de Ghana, Costa de Marfil y Togo.
En Serbia, en 1721, que era parte de Austria, hubo dos casos famosos. Un tal Petar Blagojevic murió, pero al día siguiente resucitó para pedirle a su hijo que le diera de comer, y luego ya se murió otra vez. O el caso de Arnold Paole, que murió mientras recogía heno… y tras eso comenzaron a morir personas en las cercanías. Se pensaba que Paole se estaba vengando de sus vecinos.
Parece que estas historias inspiraron al alemán Gottfried August Bürger para su poema Lenore, de 1773, donde una joven angustiada por no saber nada de su marido soldado se reencuentra con éste y le revela que ahora es un no-muerto y que se case con ella. No era un vampiro, pero sirvió de inspiración para otros autores. También tenemos a Goethe con su poema La Novia de Corinto, donde una muchacha llamada Filinea muere de pena porque sus padres no la dejaron casarse y la encerraron en un convento. Tras eso resucitó y se folló a su prometido para después vampirizarle.
Ya en el siglo XIX la popularidad de los vampiros estalló gracias a la literatura gótica del romanticismo. Comenzaríamos con Lord Byron y su El Giaour, de 1813. Pocos años después, debido a una apuesta, su amiga Mary Shelley escribió Frankenstein.
Hubo muchas más historias y relatos, pero de la que hay que hablar sí o sí es de Drácula, del escritor irlandés Bram Stoker, novela escrita en 1897. Lo que hizo el tío fue reunir todos los elementos que le gustaron de los vampiros de otras obras y les dio unidad y coherencia. Parte de la historia fue inspirada en el ya mencionado Vlad Tepes, pero pone al vampiro como un seductor y un símbolo de la sexualidad reprimida propia de la época victoriana. Y Stoker también introduce al arquetipo de cazador de vampiros, Abraham Van Helsing. La novela fue un exitazo en la época.
MALDITOS
Ahora toca hablar del grupo de los malditos, dentro del cual encontramos al Hombre-Lobo. Sin duda, junto a los vampiros, éste es uno de los mitos más populares y universalmente conocidos de todos. Básicamente es una persona que por maldición o lo que sea… se convierte en un lobo las noches de luna llena y la única forma de matarlo es con balas de plata, o en el caso del juego, una espada de plata, que sirve para cualquier monstruo.
También se le puede llamar licántropo, que viene de las palabras griegas “lykos”, lobo, y “antropos”, hombre. O Lobizón, que viene del portugués lobisomen, que junta lobo y homem, hombre.
Se piensa que el mito surgió con la mitología griega, siendo el primer hombre-lobo Licaón. Este tío era rey de Arcadia, en Grecia, que ayudó a su pueblo a abandonar la vida salvaje. Sin embargo, su ferviente pasión por su dios Zeus le llevó a realizar sacrificios humanos en su honor. Tal fue su locura que a cualquier extranjero que llegaba a la ciudad se lo cargaban.
Zeus se hizo pasar por peregrino y se hospedó en el palacio de Licaón. Éste iba a cargárselo, pero algo le dijo que debía asegurarse primero de que no era un dios, y le dio a comer carne humana. Zeus entró en cólera por esto y maldijo a Licaón convirtiéndole en lobo. Y no sólo a él. También convirtió en lobos a sus más de 50 hijos, que debían de ser muy hijos de puta.
En Armenia también existía el mito de que las mujeres con pecados mortales eran condenadas a pasar 7 años bajo la forma de un lobo. Llegaba un espíritu con una piel de lobo y la mujer tenía que ponérsela para transformarse. Después se comía a sus hijos, y después a los hijos de sus familiares cercanos, y por la mañana recuperaba su forma humana.
Durante la Edad Media el mito fue creciendo. No era raro, pues los lobos son habituales en los bosques de Europa, y sus ataques solían ser muy peligrosos. Concretamente en la Francia del siglo XVI hubo una especie de terror colectivo a estos seres, muchas veces relacionados con brujería. Muchas personas fueron enjuiciadas acusadas de asesinatos violentos y canibalismo porque según ellos, se transformaban involuntariamente en bestias salvajes.
Y en Francia es muy famoso todo lo relacionado con la Bestia de Gévaudan (yevodán), una misteriosa criatura descrita como un lobo gigante, que mataba ganado y personas en las Montañas de Margeride, en el sur francés. Los más de 200 ataques de los que se tiene constancia tuvieron lugar en la década de 1760, y según los relatos, la bestia fue abatida con una bala de plata, y ese fue el origen de esta parte de mito. Hay una película francesa, El Pacto de los Lobos, que habla de todo este asunto.
En el videojuego de The Witcher el hombre lobo no es el único hombre bestia que nos encontramos. En las islas Skellige, cuyos habitantes son básicamente vikingos, nos enfrentamos a los Berserker, hombres que se transforman en gigantescos osos. Ya lo he comentado en otros vídeos, que los berserker eran guerreros nórdicos muy fuertes y muy salvajes que se metían drojas into the body… y luchaban cubiertos por ropajes de oso como si estuvieran poseídos, y a veces también de lobo. Realmente cada cultura tiene sus hombres-bestia dependiendo del animal peligroso que abunde en sus tierras. En Mali y Nigeria encontraríamos hombres-hienas, por ejemplo, o también hombres-león en Tanzania, como el Nunda.
En el primer libro de The Witcher, y también en el 1º juego, tenemos a un ser llamado la Estrige, que es una princesa maldita, Adda, hija del rey Foltest, que por la noche se convierte en un ser monstruoso. Parece ser que esto es debido a que ella fue fruto de una relación incestuosa, y la única forma de romper la maldición era pasar una noche con ella, junto a su sarcófago. Esto es una invención de Andrzej Sapkowski, pero en el folclore eslavo, sobre todo el polaco, que es de donde es el escritor, existe un ser rollo vampírico llamado estrige, de hecho, ya dije que la palabra viene de strigoi. Se dice de ella que es una mujer que tiene dos corazones y dos almas, y que cuando una parte muere, la otra resucita como monstruo, y que hace que se alimente de otros seres humanos. Si os encontráis a una lo mejor es cortarle la cabeza y quemarla por separado. Aunque yo que tú avisaría a la poli. O a Iker Jiménez.
HÍBRIDOS
Como su propio nombre indica, un híbrido es un ser creado con partes de otros seres diferentes. El primero del que voy a hablar va a ser el Unicornio. Ya sabéis, ese caballo con un enorme cuerno en la frente, de ahí “uni-cornio”. También en tiempos antiguos se le representaba con patas de antílope, cola de león y barba de chivo, pero se fue eliminado.
El origen del mito de este animal se encuentra en la Antigua Grecia. En Grecia hubo muchos exploradores, y se dice que algunos llegaron incluso a la India. Ya vimos que Alejandro Magno se metió de hostias con estos indios. Las primeras versiones del mito datan de años antes, del año 400 a.C. más o menos. El médico e historiador griego Ctesias estuvo en Persia e India, y allí hizo la primera descripción de este Unicornio, en un libro llamado Índica.
Es probable que allí vieran a los Rhinoceros Unicornis, que viven en el norte de Pakistán e India. Y diréis: ¿Cómo coño esta gente pudo confundir un rinoceronte con un caballo? Y yo os diré: Esta es la misma gente que al hipopótamo lo llamó “caballo de río”, hippo es caballo, de ahí hipódromo y todo eso; y potamus es río, de ahí viene Mesopotamia, por ejemplo. A ver, en este libro, Índica, también se hablaba de una raza de hombres con un pie tan grande que podían usarlo de paraguas; estos exploradores a saber lo que se fumarían.
También cabras, corzos y órices han nacido con un solo cuerno por algún defecto genético. También puede ser un posible origen del mito. Bueno, y luego estaría el Elasmoterio, un rinoceronte lanudo de gran tamaño y con un gigantesco cuerno en su cabeza… que vivió por las estepas rusas y kazajas, y que se extinguió hace unos 10.000 años. Y hablando de animales extintos, en la Civilización del Valle del Indo se han encontrado algunos sellos como este. Se piensa que más que unicornio era un Uro, un toro grande extinto, lo que pasa es que al dibujarlo de lado pues parece que sólo tiene un cuerno.
Luego los pueblos vikingos fliparon al ver a los narvales, que eran unas ballenas con cuernos, y lo mezclaron con el mito de unicornio para vender los cuernos de este cetáceo a altos precios, ya que se creía que el cuerno de unicornio tenía propiedades mágicas y curativas, sobre todo de protección contra venenos. Ya sabéis que era común eso de que algún cabrón te envenenara en la Edad Media para quedarse con tus tierras. En resumen, que los vikingos empezaron a tangar a la gente.
Fue durante la Edad Media cuando el Unicornio se convirtió en una criatura mítica de cuentos y leyendas. Era un símbolo de fortaleza, y se decía que el unicornio era capaz de derrotar a otros seres muchísimo más fuertes que él. También decían que el animal sólo podía ser domesticado por una virgen, debido a su pureza.
Después, durante sus viajes, Marco Polo se encontró con algunos y los describió como de piel oscura, cuerno grande, cabeza fea, llenos de babas y que se revolcaban en el barro. Vamos, que estaba describiendo un puto rinoceronte.
Además de gracias a los cuentos de hadas y princesas, el unicornio ha llegado hasta nuestros días gracias a la heráldica. Lo podemos ver en el Escudo del Reino Unido, en el de Terranova, en el de la ciudad de Giengen en Alemania, en el de Menameradiel en Países Bajos, el de Saint-Lo en Francia o en el de Eger en Hungría.
Pasemos ahora a las Sirenas. Ya sabéis, esas mujeres simpáticas que tienen cola de pescadito. Pues olvidad todo eso por completo. En la mitología clásica eran pajarracos con cabeza de mujer, que atraía con sus cantos a los marineros, les hacían estrellarse contra las rocas y después se los comían.
Después de haber visto el vídeo anterior sé lo que estaréis pensando. Los griegos estaban obsesionados con mujeres híbridas que enseñaban sus pechotes y atraían a la gente a la perdición. Pero ya sabéis cómo eran los griegos, desde el mito de Pandora veían a las mujeres como las causantes de todo mal.
Alguien que se enfrentó a ellas fue Odiseo, o Ulises, protagonista de La Odisea. El rey de Ítaca se ató al mástil del barco para escuchar su canto sin peligro mientras sus marineros se taparon todos los oídos. Como salieron ilesos, una de las sirenas tuvo que sacrificarse, y esa fue Parténope, quien acabó muerta en una playa que después se convertiría en Nápoles, llamada antiguamente como la sirena.
En The Witcher aparecen tal y como son en la mitología clásica, y al parecer eso confundió a bastante a la gente porque no conocían el origen griego de estas criaturas. Como aparecían muchas veces en monumentos funerarios griegos, se piensa que estos seres se encargaban de transportar las almas de los difuntos al Hades, aunque después de eso ya se encargaría el dios Hermes.
Se piensa que fue durante la época helenística cuando se cambió sus rasgos de ave para convertirlas en lo que conocemos ahora: los Merfolk, Mermaid si son medio mujer y Mermen si son medio hombres. Hay quien dice que eso fue debido al sincretismo con otras criaturas mitológicas de la antigua Mesopotamia. Tanto en Babilonia como en Asiria existía la figura de la Kuliltu, o mujer-pez, cuyas esculturas se usaban como símbolo de protección.
Del año 1000 a.C. nos ha llegado la historia de la diosa siria Atargatis, quien amaba a un pastor y se lo cargó sin querer. Avergonzada, saltó a un lago y tomó forma de sirena. Los griegos asimilaron esta historia con el nombre de Derceto, y añadieron que ésta ofendió a Afrodita, y ésta le hizo enamorarse del pastor, que tuviera una hija llamada Semíramis, luego le hizo desenamorarse y Derceto acabó abandonando a la niña en el desierto para que muriera. Luego se tiró a un lago para suicidarse, pero la diosa no le dejó y la convirtió en sirena. Su hija no murió tampoco, y se dice que acabó fundando el Reino de Babilonia y construyendo sus jardines colgantes. Y también se dice que conquistó Asiria. De hecho, a veces se la identifica con la reina asiria Sammuramat.
Pero aparte de los mitos, las sirenas con cola de pez se hicieron muy populares a partir de 1837 con el cuento del danés Hans Christian Andersen, la Sirenita, que luego tuvo su versión Disney. Por cierto, el masculino de las sirenas son los tritones, no los sirenos.
Muy parecidas a las sirenas son las Harpías, bellas mujeres aladas cuyo origen está en el mito de Fineo. Este tío era un rey de Tracia con capacidad de ver el futuro, y reveló secretos chungos que cabrearon a Zeus. Éste le confinó en una isla donde aparecía mucha comida, pero el pobre no podía comer nada porque venían estas Harpías y se lo quitaban todo. El castigo duró hasta que llegaron Jasón y los Argonautas para salvarle. Con el tiempo fueron convirtiéndose en seres más monstruosos, que raptaban gente, te torturaban o te envenenaban la comida.
Y otras mujeres-pájaro que aparecen tanto en The Witcher como en la mitología griega son las Erinias. Éstas eran personificaciones femeninas de la venganza, torturadoras de los criminales vivos, y en la mitología romana se las llamó Furias. Eran tres, y surgieron de la castración de Cronos, y se hicieron populares por la tragedia de Esquilo titulada Euménides, parte final de la trilogía de la Orestíada. En esta obra tenemos a Orestes matando en venganza a su madre Clitemnestra por haber asesinado a su padre Agamenón. Las Erinias le tocaron los cojones durante mazo tiempo hasta que Atenea le perdonó. Esa era la única forma de librarse de ellas, que alguien te purificase de tu crimen.
Pasamos ahora al Grifo. No, este no. Éste. La primera gran criatura que tenemos que abatir en The Witcher 3. Se trata de un ser con medio cuerpo de águila y medio cuerpo de león. En el castellano antiguo a la llave de agua se la llamaba canilla, pero se cambió por grifo porque muchas de ellas se hicieron con forma de animales, pero parece ser que los de grifos se pusieron muy de moda.
Se piensa que el mito tuvo su origen en algún lugar del desierto de Gobi, donde hay muchos yacimientos de dinosaurios rollo Protoceratops o Psitacosaurios. Probablemente se inventaran historias de esos bichos y fueron llevadas a Persia por comerciantes de la Ruta de la Seda. Quizás estas historias llegaran a Elam mucho tiempo antes, no se sabe bien. Lo seguro es que las representaciones más antiguas aparecen en la Persia antigua, en plan por el 3000 a.C., y ellos la llamaron Simurg. El Simurg era un poco como los dragones chinos, seres sabios y benevolentes, y hasta fue el emblema de los persas sasánidas. Era una especie de emisario entre el cielo y la tierra, y símbolo de fertilidad. Con el aleteo de sus alas hacía que las semillas del árbol de la vida Hom germinasen por todos lados.
Se piensa que de este Simurg surgió el mito del Ave Fénix, y también tanto el Grifo, o Shirdal, como ellos lo llamaban, como el Hipogrifo. El hipogrifo es lo mismo, pero mitad caballo, y nacería del folleteo entre un grifo normal y una yegua. Aunque eso sí, no hay registro del hipogrifo hasta un poema épico caballeresco de 1532 llamado Orlando Furioso, escrito por Ludovico Ariosto. Lo que sí hubo en los mitos griegos fue el caballo volador Pegaso, y el Hipalectrión, que era un caballo también volador, pero con cola de gallo.
Pero volviendo a la historia de los grifos, se cuenta que el dios Apolo trajo varios a Grecia desde Oriente, y los usó para que tiraran de su carro y como guardianes de sus tesoros. Se cuenta que estos tesoros, situados en Escitia, lo que llamaban Hiperbórea, eran bastante codiciados por unas gentes llamadas los Arimaspos, jinetes de un solo ojo.
Durante la Edad Media las historias del grifo no fueron muy importantes, pero se usaron mucho como decoración en iglesias, catedrales o pinturas. Y también en heráldica, como en el escudo de armas de Génova, que no sólo tiene la cruz de San Jorge, sino también un par de grifos a los lados. También en los escudos de Letonia, Crimea y muchos otros sitios.
Finalmente hay que hablar de la Mantícora. Tiene cabeza humana, cuerpo de león y cola de escorpión o con mierdas pinchudas. En unas historias tiene alas, en otras no. Al igual que el grifo, podemos rastrear su origen en la mitología persa e incluso en la asiria. Es famoso el Lamasu o Shedu, que es bastante parecido, y cuyas esculturas se colocaban en los palacios a modos de guardianes del monarca de turno.
El caso es que fue el ya nombrado Ctesias el que introdujo a la mantícora en la mitología griega en su obra Índica. Con el paso de los siglos, este bicho fue convirtiéndose en símbolo de tiranía, opresión y el mal en general.
Otros híbridos famosos serían la Esfinge, un malvado demonio griego que Edipo venció resolviendo sus acertijos… la Quimera, que fue derrotada por Belerofonte a lomos de Pegaso… las 3 Gorgonas, siendo la más famosa Medusa, que fue vencida por Perseo… y el Centauro, un hombre con cuerpo de caballo. Ninguno de estos sale en The Witcher, pero si queréis saber más de estos seres y sus mitos, los conté en el post de Mitología Griega. Ahora pasemos a los…
OGROIDES
El primero de los ogroides de los que voy a hablar es, obviamente, de Ogro. Se trata de una criatura de gran tamaño, con muy malas pulgas y que se dedica a comerse gente. No salen en los juegos de The Witcher pero sí en los libros.
Su nombre se dice que podría venir del latín orcus, un terrible dios romano-etrusco del inframundo, y palabra, Orco, con la que Tolkien denominó a un humanoide malvado en El Señor de los Anillos; y ya se nos ha quedado que el orco es eso. En el Hobbit, en cambio, llamó a estos seres Goblin, lo que en castellano traducimos como Trasgo.
El goblin es como un duende pequeño del folclore germano medieval, normalmente verdecillo, con orejas puntiagudas, muy en plan Yoda, y luego algún que otro rasgo demoniaco. Suelen ser traviesos y unos mangantes de cuidado, te entraban en casa y te quitaban todo lo de valor. También se les puede llamar Kobolds, Gnomos, Duendes, Gremlins, Pixies, Trasgu, Trasnu, Tardo, Trenti… Existen tantas variedades de duendecillos que mejor dejarlo para otro vídeo.
En Japón existen los Oni, que vienen a ser lo mismo que un ogro, aunque tienen un rollo más de demonio. Su representación más frecuente es el de un ser humanoide gigante con garras y cuernos en la cabeza. A veces hasta visten ropas de animales y llevan un garrote para abrirte la cabeza con él. Mirad qué cara de hijoputa tiene.
Ahora vamos con los Trols. Viene a ser lo mismo que un ogro pero en Escandinavia, y serían descendientes de los Jotun, esos gigantes de la mitología nórdica. El mito se ha ido deformando con los años, especialmente durante el Romanticismo, y en algunos cuentos de hadas les pusieron narizotas y orejotas; y ahora mismo troles pueden ser cualquier cosa. En The Witcher, de hecho, son como bolas de piedra. Si queréis conocer alguno, entrad en foros de Internet.
Pasamos al Cíclope. Los cíclopes eran una raza de gigantes de la mitología griega que tenían un solo ojo en mitad de la frente. Hay una teoría que dice que el origen del mito pudo venir de cráneos fósiles de elefantes del Pleistoceno, que tenían una cavidad bastante grande para la trompa, y que quizás interpretaron como una cuenca ocular.
Según Hesíodo había 3 cíclopes que eran hijos de Urano y de Gea, hermanos de los Titanes. Brontes, Estéropes y Arges, y se dedicaban a la construcción y a la artesanía.
El dios Urano temía tanto su poder que los encerró en el Tártaro. Su hijo Cronos les liberó junto a los Hecatónquiros, los Gigantes y a los Titanes, y le ayudaron a castrar a Urano. Sin embargo, Cronos, en vez de darles las gracias, los volvió a encerrar. Y además se fue comiendo a todos sus hijos, menos a uno: Zeus. Éste logró hacer que vomitara a sus hermanos y liberó a los Cíclopes para que le ayudaran en la guerra contra su padre. Fueron ellos los que forjaron las armas con las que Zeus, Hades y Poseidón vencieron a Cronos y a los Titanes en la llamada Titanomaquia.
Sin embargo, en La Odisea existe otro grupo de cíclopes hijos de Poseidón, que vivían como una tribu primitiva en una isla. El más famoso de todos es, sin duda, Polifemo. Cuando Odiseo y sus amigos entraron en una cueva y empezaron a comer la comida que allí había llegó su dueño, este Polifemo, quien les encerró y empezó a comérselos. Odiseo entonces le ofreció un barril lleno de vino, éste lo bebió y se quedó roque. Tras eso, Odiseo y los suyos le clavaron una lanza en pleno ojo y le dejaron ciego, se pusieron debajo de las ovejas y así se escaparon.
Y de The Witcher nos quedarían los Nekkers. En el juego son monstruitos feos de cojones que te están venga a emboscar en grupo por los bosques. Realmente son criaturas inventadas, pero sí que existe el término Nikker en el folclore neerlandés y Näkki en Escandinavia, que vendría a significar “el negro”. Se trataría de un demonio acuático de color negro, una especie de espíritu malvado de los ríos que ahogaba niños no bautizados. En algunas historias atraía a gente hacia él tocando algún instrumento de música.
CONSTRUCTOS
Los Constructos, llamados en inglés Elementales, son seres que han sido construidos, moldeados por la mano del hombre. Y por la magia, claro. No son muy abundantes. El más conocido es el Golem.
El Golem no es el pokemon este, sino un ser creado dentro del folclore medieval judío. Se trata de un coloso animado fabricado a partir de piedra, barro y arcilla, y su nombre significaría en hebreo “materia”. Su gran ventaja es su enorme fuerza, pero no son seres muy inteligentes ni tampoco rápidos. Si lo creas se convierte básicamente en tu esclavo.
En el Talmud se dice que Adán fue creado del barro como un Golem, pero la historia más famosa relacionada con el Golem tuvo lugar en la Praga del siglo XVI. El rabino Judah Loew, conocido como el Maharal de Praga, decidió crear, con alquimia y la Cábala, a este ser para defender a los judíos de ataques antisemitas promovidos por el emperador del Sacro Imperio Rodolfo II. Al parecer lo activaba metiéndole un papelito en la boca, el shem, que contenía el nombre de Dios, y le desactivaba sacándoselo.
Otros seres de roca son los elementales de tierra, de hielo o de fuego, que salen en el juego pero que tampoco tienen mucho que ver con otras mitologías. El que sí podemos encontrar en nuestros mitos es a las Gárgolas. Durante la Edad Media, especialmente con la llegada del estilo gótico, del que hablé en estos vídeos, se puso de moda usar a estos monstruos como decoración y con una función de desagüe para los tejados. Con el tiempo se empezó a verlos como estatuas que podían cobrar vida y actuar como guardianes de una catedral o castillo.
Y finalmente está el Djinn, que en el folclore árabe preislámico viene a significar genio. Sí, igual que el genio de Aladdín. Si te encuentras con uno puedes pedirle hasta 3 deseos y te los cumple. Al menos en The Witcher, donde era creación de un mago muy poderoso, de ahí que sea un constructo. En la mitología de nuestro mundo esto no es así, no es creación de nadie.
Lo cierto es que no se conoce del todo bien su origen. Algunos dicen que eran los espíritus de personas de pueblos desaparecidos, otros demonios traviesos muy parecidos a los duendes… también se cuentan historias de que eran espíritus malvados que vivían en el desierto y otros lugares impuros y tomaban formas de diferentes animales.
ESPECTROS
Comenzamos el vídeo hablando de fantasmas, lo que vienen a ser almas errantes de personas fallecidas. Las historias de fantasmas existen desde épocas tan remotas que es imposible conocer cuándo se originaron. Podría ser que las primeras apariciones fantasmales surgieran cuando los homínidos empezaron a ser conscientes de lo que era la muerte. Imagínate vivir en aquella época, cerrar los ojos y soñar con gente muerta de tu tribu. Esos fueron los primeros fantasmas. Recuerdos del pasado, proyecciones de nuestros seres queridos en el presente. Ellos no sabían nada de neurología, todavía no habían aprendido a diferenciar entre el mundo real y el mundo de los sueños y la mente.
Y es que el ser humano siempre ha tenido la necesidad de creer que morir no es el final de todo, que existía un más allá después de la muerte. Las primeras religiones surgieron como una forma de explicar aquello que los antiguos no entendían, como los fenómenos meteorológicos, el sentido de la vida, o esa movida rara que pasaba cuando cerrabas los ojos y ya no los abrías más. En Mesopotamia y en Egipto era vital hacer ofrendas de comida y bebida a tus seres queridos muertos para que no sufrieran mucho en el más allá, y que si no lo hacías te podían hacer alguna putada o hacerte enfermar.
En la Antigua Roma se conocen dos tipos de espíritus. Los Manes eran buenos, antepasados de una familia que actuaban como protectores de hogar. Los Larvae eran todo lo contrario. Se trataba de seres malvados que vagaban errantes por la noche para asustar a los vivos. También se les puede llamar lémures, y los animales lémures se llaman así porque el naturalista Carlos Linneo viajó a Madagascar durante el siglo 18, vio a estos bichos… y sus ojos brillantes por la noche y sus gritos le evocaron a estos espectros.
Judíos y cristianos también creyeron en fantasmas, pero no tanto. En la Biblia encontramos alguna referencia como cuando el rey de Israel Saúl hizo que la Bruja de Endor convocase al espíritu de Samuel para que le explicase por qué Dios le había abandonado. Una bonita historia, pero le faltaron Ewoks.
Desde la Edad Media, la creencia en fantasmas fue disminuyendo, pero durante el siglo XIX, con el Romanticismo, floreció de nuevo. La peña de esa época estaba todo el día súper moñas y hubo un auge en el espiritismo, la parapsicología y en todas esas movidas.
En fin, de fantasmas en la historia se podría hablar durante horas y horas, pero vamos a casos concretos. En el Bestiario de The Witcher tenemos un tipo de espectro conocido como la Banshee, que en gaélico significaría mujer de los túmulos. Se trata del espíritu de una mujer que quiere matarte por razones random y que te paraliza a base de gritos. El mito de las banshees proviene de Irlanda, quizás como tradición del pueblo de los escotos, o quizás anterior. Según la leyenda, se le aparece a gente gritando mucho o llorando a saco, y aquello era una señal de la muerte de un pariente cercano.
La más famosa podría ser Aibhill o Aibell. Se dice que se le apareció en el año 1014 al anciano rey de Munster, Brian Boru. La vio lavando la ropa de los soldados hasta que toda el agua se tiñó de sangre. Por ello, el rey supo que no sobreviviría a la batalla a la que se dirigía, la Batalla de Clontarf.
Vamos ahora con los Barghest. En el juego son sabuesos fantasmas asesinos provenientes del inframundo. En el folclore del norte de Inglaterra digamos que son muy similares: perros fantasmas considerados como mal presagio, y a veces representados con cuernos y calavera. Y se cuenta que por 1870 se vio a uno cerca de Darlington, en Inglaterra, que se trasformaba en un hombre sin cabeza y cubierto de llamas.
Un espectro curioso es el Hym. Se trata de una sombra que no te ataca directamente, sino que te posee, se alimenta de tu culpa y te atormenta hasta la locura y el suicidio. Parece que es una criatura inventada, pero tiene similitudes con la Zmora polaca, o Zmory, que a su vez viene de esos seres que hablé en el vídeo de vampiros en el folclore alemán, los Alp y las Maras. Se trata de fantasmas de gente en coma o que perdieron la vida durante el sueño, o que murieron en la miseria sin recibir ningún sacramento… y que rondan por la noche para alimentarse de ti mientras duermes. Pero su objetivo no eran sólo los humanos. También molestarían a los caballos montándose sobre ellos, dejándoles marcas y haciéndoles sufrir a saco.
Durante los juegos y los libros de The Witcher va a ver algo que se va a repetir mucho: la Cacería Salvaje. Se trata de un mito que se puede encontrar en muchos lugares de Europa, especialmente en Alemania. Esta cacería sería un grupo de fantasmas vestidos de caza y acompañados de caballos y perros rastreadores.
Parece ser que en su origen estaban dirigidos por dioses como Odín sobre su caballo Sleipnir, en el caso de Escandinavia, y vendrían de visita en épocas de celebraciones importantes. Sin embargo, el mito fue mutando y se empezó a considerar a esta cacería un mal augurio. En plan que pronto vendría un invierno jodido, una plaga o una guerra. Si te encontrabas con ella lo mejor era agacharse y dejar que pasara, pero si querías podías irte con ellos de caza, aunque nada aseguraba que salieras vivo en ninguna de las dos opciones.
Como ya digo, se crearon historias donde la cacería salvaje fue liderada por un demonio llamado Hellekin, nombre del que viene la palabra “arlequín”, porque al parecer era un diablo carnavalesco que visitaba algunas fiestas germanas. En otras partes de Europa sus líderes eran Carlomagno, el Rey Arturo o hasta el Conde Arnau. El origen de este último caso fue que este rico noble del Ripollés fuese maldecido a cabalgar eternamente por no pagar sus deudas y por hacerle cosas feas a una monja.
En la saga de The Witcher estos espectros tienen un origen menos fantasmagórico, puede ser un poco spoiler, así que si no quieres saber nada de esto, avanza unos segundos hasta la siguiente sección. Para Sapkowski la Cacería Salvaje es una caballería de élite de unos elfos gigantes que viven en otra dimensión, un mundo llamado Aen Elle, y que buscan gente a la que esclavizar. Su líder era el general Eredin, quien más tarde llegaría a ser rey.
INSECTOIDES
De entre los insectos de The Wither lo mejor es hablar primero de las Kikimoras. En el juego son estos bichos que se parecen a los aliens de Starship Troopers, y cavan túneles porai, protegen a su reina… lo típico de insectos. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con las auténticas kikimoras.
Según el folclore eslavo y sobre todo ruso, la Kikimora sería un espíritu femenino del hogar con forma de pájaro humanoide. Sería muy parecida a la lamia, o a la mara alemana, o a la Zmora polaca… entes malvados que vivían en el sótano o detrás de la estufa y que hacía ruidos raros… y que por la noche te paralizaban para alimentarse de tu fuerza vital.
En el folclore ucraniano y ruso también existen los espíritus del hogar buenos, los llamados Domovoi, criaturas peludas que defienden a las familias del mal a cambio de poder vivir junto al fuego. Estos también salen en el juego, pero en la categoría de relictos, y son llamados en la versión española Criaños, y Godlings en inglés, que se podría traducir como “diosecillo”.
Finalmente están las Arachas, que son básicamente arañas gigantes mutantes; mientras que los Endriagos son más como escorpiones. Las arañas aparecen en muchas mitologías, pero no en plan mal, sino casi siempre como hiladoras y tejedoras, ya fuera de ropa o del destino de la existencia humana.
En Sumeria la araña se relacionaba con la diosa Uttu, que fue violada por Enki y salvada por la esposa de éste, Ninhursag, quien le quitó el semen y lo plantó en el suelo dando lugar a nuevas plantas. En la Antigua Grecia tenemos a Aracne, una tejedora de Lidia que fue contratada por la diosa Atenea, o Minerva en el caso romano. El caso es que Minerva compitió con Aracne para ver quién tejía más rápido y la diosa perdió, y del cabreo la transformó en araña. Obviamente, de esta Aracne vendría el término “araña”.
NECRÓFAGOS
Un necrófago es quien se alimenta de animales o de gente muerta. Está muy asociado al tema de los zombis. En un vídeo anterior ya hablé de los Gules y las Algules, demonios del folclore árabe que profanaban tumbas para alimentarse de cadáveres. Ese es básicamente el concepto.
Luego estarían las Boiras, o Foglers en inglés. Y se llaman así por su manía de emboscarte en lugares con mucha niebla. La traducción como “boira” viene porque en aragonés y castellano antiguo las boiras eran nubes bajas. Según el juego, los bichos estos pueden emitir una luz pálida que utilizan para atraer hacia ellos a la gente perdida en esa niebla y luego comérsela.
Finalmente están los necrófagos acuáticos. Los más comunes son los Sumergidos. En el juego son seres medio humanos medio anfibios y habrían sido inspirados por una criatura rusa conocida como Vodyanoy. Según la leyenda, sería un humano con cara de sapo, escamas por todo el cuerpo y cubierto de algas y lodo. Cuando se le va la olla puede ahogar a la gente, y la peña de la zona tiene que hacerle sacrificios para calmarle.
En Polonia, Chequia y Eslovaquia se le conoce como Vodnik. Son humanos, pero con branquias y membranas entre sus dedos, y el color de su piel es verdosillo. Algunos llevan ropa y hasta fuman con pipa, especialmente en la tradición checoslovaca. A veces son buenos, a veces son malos, y estos malos ahogan a gente y guardan sus almas en tazas de porcelana tapadas, que pueden liberar en forma de burbuja.
En estos lugares existen además otros seres llamados Topielec o Utopiec, que son espíritus eslavos del agua, surgidos supuestamente de hombres ahogados que han vuelto de entre los muertos. Y también podríamos encontrar a la Rusalka, que sería más una ninfa de los lagos, o un espíritu e incluso se la compara con los súcubos y las sirenas. Vivían en el fondo de los lagos y por la medianoche salían para ponerse a bailar. Si pasaba un hombre podía ser seducido y lo conducían al lago para ahogarlo. En otras historias se cuenta que fue una mujer que murió en ese lago o río ahogada y ahora suele salir y se pone a cantar subida a un árbol. También se cepilla el pelo, pero se cuenta que si se le seca del todo, se muere. Otra vez.
RELICTOS
Vamos con el último grupo de criaturas de The Witcher. Los Relictos, al menos en biología, son seres que antiguamente eran comunes pero que ahora casi se han extinguido, reliquias de un tiempo pasado.
El primero del que voy a hablar va a ser del Leshy, o Leshen. En el juego se trata de unos monstruos que son como espíritus del bosque muy antiguos. Su cuerpo está formado de troncos y su cabeza es un cráneo de venado. Existe en la mitología eslava, y es como un amo del bosque, pero digamos que no sería malvado, sino protector… es decir, que si no le tocas los cojones en principio no te haría nada. Tendría forma humana, y a veces se le representa como un ser peludo, otras con cuernecicos… y tiene muchos nombres dependiendo del lugar en el que estés.
Tal y como sale en el juego, me recordó mucho al Wendigo. Esta es una criatura mitológica de las leyendas de los nativos algonquinos que vivían en la región de los Grandes Lagos, entre Estados Unidos y Canadá. Se trataba de un ser a veces descrito con cuernos de ciervo y que se alimentaba de carne humana. Se decía que si comías carne humana te convertías en uno, y era una forma que tenían estas tribus de condenar el canibalismo en los inviernos más duros.
El siguiente es el Chort, también conocido como Bies. En el juego los chorts son estas cabras monstruosas de 3 ojos que tienen su equivalente en la mitología eslava, se llaman igual. Se trata de un demonio antropomórfico con cuernos, pezuñas y cola delgada, que el cristianismo asoció a Satanás. Su padre habría sido el dios Chernabog, o Dios Negro, un ser muy malvado y vengativo.
Se piensa que de los Chorts habría surgido la figura de Krampus, un ser demoniaco con rasgos de cabra que durante la Navidad secuestraba a los niños que se habían portado mal. Era como el enemigo de San Nicolás, el santo que más tarde se convirtió en Santa Claus, pero eso ya es otra historia.
Otro ser con cuernos terribles es la Demonibestia, que viene a ser un ciervo chetadísimo. También tenía un ojo adicional en la frente, supuestamente para hipnotizar a sus presas. En inglés se llama Bies, y como ya dije, es sinónimo de chort.
Por otro lado, los Spriggans, o los Busgosos, son una especie de protectores del bosque muy feos típicos del folclore de Cornualles, en Inglaterra. También salían en Skyrim, que eran como arbolitos mágicos que te daban de hostias. Se decía que custodiaban tesoros y que cuidaban de las hadas. Parece ser que los Borovik de Polonia y Rusia son prácticamente la misma criatura.
Durante The Witcher 3 nos vamos a encontrar con tres brujas llamadas Las Moiras. En la mitología griega las Moiras eran 3 mujeres hilanderas que eran la personificación del destino, controlaban el hilo de la vida que cada ser humano. En Roma se llamaban las Parcas, o las Fatae, y en los mitos nórdicos se las conoció como las Nornas. Sus nombres eran Cloto, Láquesis y Átropos.
En la versión inglés del juego se las conoce como Crones, y viven en un pantano de mierda. Tienen bastantes características de las Moiras, pero éstas son malvadas que te cagas, y hasta se intentan comer a la pobre Ciri. La traducción en inglés sería más bien “las brujas ancianas” o “las ancianas desagradables”, y existen en muchos mitos del mundo. En la brujería New Age, el Croning es una especie de ritual de iniciación.
Quizás la más conocida sea Baba Yaga, del folclore eslavo, una vieja perversa comedora de niños con una pierna normal y otra de hueso, que significa como que está entre los dos mundos, el de los vivos y el de los muertos. Al igual que muchas brujas occidentales, la tía esta puede volar montada en un mortero o una olla… y rema con una escoba. En su casa no puede entrar ningún bendecido, y ésta se mueve sobre dos enormes patas de gallina con las que se desplaza por toda Rusia. Se piensa que el origen de esto pudo ser que algunos pueblos de la zona construían sus casas sobre palafitos gordos gracias a lo cual se protegían de animales salvajes.
Todo el interior de la casa está decorado con cráneos humanos y también velas, muy acogedor, desde luego. También hay carne y vino y varios sirvientes invisibles. Baba Yaga también aparece en el folclore búlgaro como el típico hombre del saco que se lleva a los niños que no obedecen a sus padres.
El Shaelmaar es este monstruito que se dedica a excavar túneles bajo tierra cual topo, pero éste estaba acorazado. Son ciegos y muy fuertes. En la mitología eslava son diferentes. Se llaman Szarlej, y son espíritus de zonas mineras con apariencia casi humana, aunque podían tomar forma de algunos animales, y se dedican a proteger los recursos naturales de la tierra y sus tesoros.
Y para acabar el vídeo toca hablar de los Silvanos. En el juego son unos señores mu gordos con partes del cuerpo de cabra. No son mala gente, pero sí algo juguetones y bromistas. Los silvanos existen en la mitología romana, y era un espíritu que cuidaba de los bosques y los campos de cultivo. Como agradecimiento, los granjeros le ofrecían tributos de uvas, espigas de trigo, carne, vino y cosas así.
Se le representaba como un anciano alegre y enamorado de Pomona, diosa de la fruta y las huertas. Y también se cuenta otra historia, y es que también le molaba un tal Cipariso, pero un día Silvano se cargó sin querer a su querido ciervo. Cipariso se puso tan triste que pidió a Silvano poder llorarlo para siempre… y éste le convirtió en un ciprés, un árbol que fue consagrado a los difuntos, y de ahí que Silvano suela ser representado llevando este ciprés. Y a veces, Silvano en esta historia es sustituido por Apolo.
Y con esto se acabó el Bestiario.