Mesopotamia: Sargón de Akkad y el Imperio Acadio

MESOPOTAMIA 2: Sargón de Akkad y el Imperio Acadio

La siguiente historia tiene lugar entre el año 2334 a.C. y el 2193 a.C.

Como ya conté en el episodio anterior, los acadios eran nómadas semitas procedentes de la península arábiga. Coincidiendo con la prosperidad de las primeras ciudades-estado mesopotámicas comenzaron a mudarse al Creciente Fértil. Ellos crearon la Acadia, o Akkad. La región al norte de Sumer.  Sumerios y acadios se mezclaban, eran amigos. Pero entonces comenzaron las guerras ente los reyes de las ciudades-estado y todo comenzó a ser un poco caótico.

Lugalzagesi quería gobernar toda la región, pero fue entonces cuando apareció un tipo llamado Sargón de Akkad, uno de estos acadios, que prefirió tomar él el control. Se ve que el tipo era muy popular, ya que montó una revolución en Kish, muchos le siguieron y se puso a conquistar ciudades. En la batalla de Uruk Sargón venció a Lugalzagesi, cuyo ejército sumerio, con espadas y lanzas, no eran rivales para los arcos de flechas acadios y sus carros de combate. Tras la victoria, Sargón no se detuvo hasta unificar gran parte del territorio mesopotámico bajo el Imperio Acadio, el primer imperio de la Historia.

IMPERIO ACADIO (2334-2193 a.C.)

Bueno, a ver. Imperio lo que es imperio, no era. Tuvo un ejército de algo más de 5.000 soldados, pero para la época estaba genial, ojo.

Para el año 2300 a.C. el tipo controlaba toda la cuenca de Mesopotamia, conquistó la región de Elam, Amurru y llegó prácticamente hasta los montes Taurus, en Anatolia. La capitana del imperio fue Agadé, también llamada Akkad, aunque no se sabe bien dónde estuvo situada.

Las ciudades sumerias perdieron autonomía y ahora eran gobernados por la figura del Rey. Los Ensi y Lugales seguían existiendo pero como gobernadores en las ciudades, al servicio del monarca, que básicamente recaudaban impuestos para él. Y aunque convirtió el acadio como lengua oficial-administrativa del imperio, en detrimento del sumerio, promovió una política de entendimiento entre estas dos etnias. Eso sí, adaptó el acadio a cuneiforme.

Y es que fue un Rey admirado por otros líderes mesopotámicos, ya que hizo que el comercio mejorara mucho, sobre todo gracias a que estandarizó los pesos y medidas. Antes cada ciudad tenía su sistema métrico propio y era una locura.

Sargón murió en el 2278 a.C., y su trono fue heredado por uno de sus hijos, Rimush. Al chaval le tocó enfrentarse a las sublevaciones de ciudades-estado como Ur, Uruk, Lagash o Umma y también a una coalición de pueblos organizada por Elam.  Pero fue el pequeño Reino de Ebla quien se levantó con fuerza y arrebató un buen trozo de imperio al pobre Rimush. Fue en una revuelta palaciega cuando alguien se lo cargó (2269 a.C.).

Su hermano, Manishutusu, sube al trono y recupera algunos territorios perdidos. Además añade al imperio el cuernito de las actuales Emiratos Árabes y Omán. Peeeero, también murió asesinado (2254 ac). 

En esta época apareció un nuevo enemigo en el norte. Se trata de los hurritas, un pequeño conjunto de reinos establecidos en el valle del Khabur, en lo que ahora es el Kurdistán. Poco se sabe de sus orígenes, pero pronto crearían un reino bastante tocho conocido como Mitani.

Entonces llegó al poder Naram-Sin, nieto de Sargón (2254 a.C. o 2260 a.C.). La verdad es que lo tuvo muy complicado. Su reinado comienza con una gran sublevación, pero consigue sofocarla rápidamente a base de hostias.

También recuperó mucho del territorio perdido por los ineptos hijos de Sargón, como la zona del Mediterráneo. E incluso arrebató a Egipto la península del Sinaí y controló extensas partes del Golfo Pérsico, derrotando al reino de Magan, probablemente situado por Omán. Hasta tuvo tratos comerciales con la gente del Valle del Indo, que conoceremos en otro episodio.

Pero tuvo un problemón enorme: los putos nómadas. Según la mitología mesopotámica, Naram-Sin se llevó del templo de Enlil en Nippur algunas estatuas divinas del dios Ekur. Esto cabreó a la diosa Inanna y Enlil hizo salir a estas tribus como una plaga para destruir el imperio.

Entre estos vándalos nómadas destacan los gutis y los lullubi, dos tribus provenientes de los montes Zagros; y los amorreos, que no morreaban precisamente. Eran más de cortar cabezas. Amorreos, amorritas, amoritas… Tienen muchos nombres. Estos eran semitas, al igual que los acadios, pero cuando hay espadas las raíces importan muy poco. En la famosa estela de Naram-Sin se puede ver una de sus victorias contra los lullubi.

Se cree que las victorias se le subieron mucho a la cabeza, tanto que se dice que se creía un puto dios. Mandó construir un templo en su honor y se hacía llamar Rey de las cuatro partes del Mundo: Sumer y Akkad, Elam, Subartu o alta Mesopotamia y Amurru. Menudo flipao.

Como al final resulta que no era un dios, se murió en el año 2223 a.C (o 2218) y su hijo, Sharkalisharri, le sucedió en el trono. Por el apellido parecía el primer vasco de la historia, pero aún queda un tiempo para eso. Aquí, aparte de todos los problemas anteriormente mencionados, este rey tuvo que enfrentarse a una rebelión chunga en Elam.

El rey Puzur-Inshushinak fue el último rey de la dinastía elemita de Awan. Dio de leches a Sharkalisharri sin ningún pudor y aquí comienza el auge de Elam y el agónico final de los acadios.

Sharkalisharri murió asesinado (2192 ac) y después de eso muchas ciudades del sur de Mesopotamia se independizaron del imperio, como Kish y Lagash. Comenzó una guerra entre los acadios para ver quién le sucedía y todo esto hizo estragos. Dudu se hizo con el poder e intentó recuperar todo el territorio (2189 ac), pero lo tenía demasiado jodido, y su nombre no ayudaba a imponer respeto. Su hijo Shu-Tutul tampoco logró mejorar la situación. (2168 ac). El imperio acadio estaba en jaque mate.

Entre el 2180 y el 2175 ac, la región de Akkad, especialmente la zona de la capital Agadé, fue conquistada por las tribus Gutis tras estar muchos años resistiendo. Consiguieron echarles, pero volvieron a tomar el control durante los años 2159 y 2116 ac. Fue una época de luchas, caos, tensiones, locura, terror y decadencia. El imperio acadio desapareció definitivamente alrededor del 2154 ac.

Mientras tanto, en la Baja Mesopotamia, las ciudades independizadas de Ur y Uruk, vivían tiempos más tranquilos, ajenos a la movida que tenían los acadios. Sumeria poco a poco comenzaría a resurgir.