Mesopotamia: El Imperio Asirio

MESOPOTAMIA 5: El Imperio Asirio

La siguiente historia tiene lugar entre el 1363 y el 612 antes de cristo

IMPERIO ANTIGUO ASIRIO (1813-1760 a.C.)

Muchas tribus nómadas semitas se asentaron al norte de Mesopotamia a principios del III Milenio antes de Cristo, en la zona llamada Subartu. Primero fue una zona dominada por los acadios y tras la caída de la III Dinastía de Ur, pasaría a estar regida por amoritas.

El primer gran rey de Asiria fue Samsi-Adad I (1813-1781), hijo del rey de Alepo, en la actual Siria. El tipo se puso a conquistar territorio como un loco, pero el reino de Alepo le paró por el oeste y el reino de Eshunna por el sureste. Supongo que recordaréis el caos que era Mesopotamia en aquel momento, con Larsa e Isín todo el día guerreando.

Samsi-Adad retuvo mucho territorio durante su vida, pero su hijo Isme-Dagan (1789-1741 a.C.) no fue tan competente. Eshnunna, Mari y Alepo cargaron todo lo que pudieron contra este incipiente imperio para recuperar sus posiciones. Pero es Hammurabi, rey de Babilonia, quien consigue reducir a Asiria a una mera provincia babilónica (1763 a.C.).

Entre el 1600 y el 1650 ac surgen unos tipos en la Anatolia llamados los Hititas. Aún no serán un problema, pero luego… bueno, ya veréis.

A partir del 1570 a.C. Babilonia, y por ende, Asiria, pasaría a formar parte del reino babilónico de los casitas. Poco después tenemos la unificación de otros reinos random en el norte que eran los hurritas, y que forman el Reino de Mitanni alrededor del 1500 ac. Este reino se hizo tan poderoso que fue capaz de eclipsar a los asirios más de dos siglos.

Lo que estáis escuchando ahora es un himno hurriano, probablemente la primera melodía de la que se tiene constancia. Fue escrita en cuneiforme alrededor del año 1400 ac. Se sabe que para esta época ya había instrumentos de música, como arpas o liras. También tambores, trompetas o flautas. Aunque bueno, flautas hay desde la prehistoria, pues es el instrumento más antiguo que se conoce.

Fue de esta gente, los hurritas, de los que los asirios aprendieron el uso del hierro antes que sus vecinos del sur. Y eso les daría una gran ventaja en las futuras guerras. Y no sólo aprendieron de metalurgia, también construyeron armas de guerra como torres o arietes.

Durante este tiempo pasó algo importante: los Hititas, gobernados por el rey Subiluliuma, se cargaron a los Mitannos de Tushratta. Asiria, sin competencia por el norte, se quedó con muchas de sus ciudades y empezó a ganar preponderancia.

Y entonces llegamos al reinado del rey casita Burnaburias II (1375-1347 a.C.), que casó a su hijo con una princesa asiria, Muballitat Sherua, hija del gobernante vasallo asirio Assur-Uballit I (1365-1330 a.C.). Se cree que intentaban aliarse para luchar contra los Sutu o suteos, otra tribu nómada que se dedicaba a matar a sus correos. Sin embargo, la alianza no duró demasiado porque cuando el hijo de la princesa, Karahardash, fue a reinar Babilonia, unos nobles se lo cargaron porque no querían tener de rey a un sangre asiria. Pusieron a otro rey y claro, el Assur-Uballit se pilló un rebote de la hostia y comenzó una guerra que acabaría con Asiria independizándose de Babilonia.

IMPERIO MEDIO ASIRIO (1350-911 a.C.)

Assur-Uballit puso a su hijo, Kurigalzu II, como rey en el trono de Babilonia. Los siguientes reyes siguieron luchando contra estos y contra los nómadas, que aunque les vencían… estos iban haciéndose cada vez más fuertes.

Los reinados de Asiria se basaban en la autoridad real. El rey era el sacerdote y el administrador elegido por el Dios Assur, su dios principal. Eran ayudados por los Cancilleres, como ministros, y por los Grandes Visires, que se encargaban de controlar la información por todo el reino. En el Harén Real, donde vivían las mujeres importantes de la clase alta, tenían especial importancia los eunucos. Estos eran hombres castrados que las cuidaban. Muy a menudo surgían intrigas palaciegas o revueltas originados por las ambiciones de estos, que querían influir sobre las reinas y concubinas.

El derecho consuetudinario, aquel que no está escrito pero que es costumbre, era muy parecido al babilónico de Hammurabi, aunque había cosas diferentes, como el Levirato, es decir, que la viuda sin hijos tenía que casarse con el hermano de su marido. Si Hammurabi fue duro con sus penas, los Asirios lo fueron aún más: lo típico eran las condenas a muerte o las mutilaciones.

Es a partir del 1274 ac, con el reinado de Salmanasar I (1274-1245 ac), cuando llegamos a la época de los ‘grandes conquistadores’.  Salmanasar I fue el primero en enfrentarse a un nuevo enemigo: el país de Urartu, en la actual Armenia, junto al lago de Van. Y también tiene el mérito de haberse cargado al Reino de Mitanni para siempre (1270 ac). Para evitar que resucitase trasladaron a la población a otros sitios y la diseminaron, y pusieron a colonos asirios en su lugar.

Tras Salmanasar I llegó Tukulti-Ninurta I (1244-1208 ac), y con él el apogeo del Imperio Asirio Medio. Sometió a los pueblos de los Zagros con toda su crueldad y pilló toda la madera que pudo. Para Asiria, la guerra sólo era una forma de comercio, solo que en vez de usar el verbo pagar, se usaba el verbo matar.

En el año 1234 ac Asiria ocupó Babilonia, que pasó a ser provincia asiria. Lo cierto es que fue el rey babilonio Kashtiliash IV (1242-1235) el que empezó, al ocupar algunas ciudades. Como castigo, Tukilti le llevó prisionero a Asiria y se quedó con la estatua de Marduk, su dios principal. Pero el hijo de este rey babilonio, Kadashmanharbe II (1227-1225 ac), echó a los asirios y Babilonia volvió a ser independiente.

Aquí empieza la decadencia de este Imperio Medio. Tukulti es asesinado por su propio hijo, Asur-Nadin-Apli (1208-1205 ac), sube al trono pero apenas dura tres años. A partir de aquí se suceden reinados cortos de varios ineptos que no hacen más que hacer decaer el imperio. 

En estos años además tiene lugar la invasión de los pueblos del mar (2000 ac), provenientes de Europa, que comenzaron a destrozarlo todo como locos. Los hititas murieron para siempre, entre otros pueblos, y poco después la Babilonia de los casitas fue tomada por los Elamitas. Aquí empieza la II Dinastía de Isín.

Y tras toda esta mierda llega Tiglat-Pileser I (1115-1077 ac) a poner un poco de orden. Luchó contra estos pueblos del mar, especialmente contra una tribu llamada Mushki, y también contra Urartu y Canaan, donde se dio de leches contra los arameos y conquistó ciudades como Biblos o Sidón.

También luchó contra la Babilonia de Nabucodonosor I y se hace con la ciudad. Los sucesores de Tiglat fueron reyes bastante mediocres, y no lograron impedir que Urartu o los aremeos se independizaran. La expansión aramea fue bastante importante en estos años, tomando muchas ciudades. Una de ellas fue Babilonia, donde 400 años después comenzaría la última dinastía, la caldea.

Asur-Dan II (934-912 ac) fue el último rey de este Imperio Medio. El chaval pareció despertar de la ensoñación asiria mientras todo se iba a la mierda. Emprendió grandes campañas fuera de sus fronteras y el imperio volvió a crecer. Aquí empieza el imperio nuevo.

IMPERIO NUEVO ASIRIO (911-609 ac)

Adad-Nirari II (911-891 ac), hijo de Asur-Dan II, dio comienzo al nuevo periodo de esplendor de Asiria. Él y sus sucesores lucharon contra aremeos, Urartu y un nuevo enemigo por el este, los medos, que en el futuro se convertirían en el Imperio Persa.

Asurnasirpal II (883-859 ac) guerreó mucho pero también construyó mucho. Destacan palacios y templos en Assur, o los santuarios en Nínive. Incluso hasta construyó una nueva capital, llamada Kalakh. Hoy se llama Nimrud, o se llamaba, porque lo poco que quedaba de ella lo ha dinamitado el Daesh a principios de este año. Allí había un Palacio Real (sala del trono y arsenal), un jardín botánico o hasta un zoológico lleno de animales exóticos traídos de diferentes partes del mundo.

Salmanasar III (858-824 ac) tuvo mucha manía a los Sirios por lo que se ve. Se emperró en conquistarles, pero el poderoso Reino Arameo de Damasco, Ben-Hadad II, no le dejó. Babilonia estaba en plenas guerras dinásticas. Él se limitó a meter algo de mano y a firmar una alianza con el vencedor: Marduk-zakir-Sumi (854-819 ac).

En el 827 ac su hijo Asur-Dan-Apli (827-824 ac) se rebeló contra él y comenzó una guerra civil en Asiria. El vencedor fue su hermano, Samsi-Adad V (823-811 ac). Su prematura muerte fue hizo que su mujer, Semíramis/Samuramat (811-808 ac) se encargara de la regencia.

Con solo 9 años, el hijo de estos dos, Adad-Nirari III (811-783 ac) comenzó a reinar. El chaval hizo campañas contra Damasco y contra Babilonia, pero se ve que se arrepintió y comenzó a tratarles bien a estos últimos. De hecho, permitió el culto a Marduk o a Nabu en Nínive. Esto le hizo ser conocido como un rey prudente, sabio y defensor de estas culturas, pero a la vez temido por sus enemigos.

El chaval tuvo varios hijos, que reinaron sucesivamente, pero que no estuvieron a la altura. El Reino de Urartu, en pleno apogeo, empezó a tocarles los cojones de nuevo. Otro de sus hijos, Tiglat-Pileser III (744-727 ac), se tomó esto de mandar muy en serio y el tío lo petó.

En el sur de Mesopotamia estaban los arameo-caldeos, que amenazaban el reino de Babilonia, reinada por Nabu-Nasir (747-734 ac). En el oeste estaban los sirios, que se habían juntado en una coalición de estados, apoyados por Urartu, que querían dar un poco por el culo a los asirios. ¿Lo consiguieron? No. Tomó la región, Israel incluida, la dividió en seis distritos militares y tuvieron que pagarle tributos.

Nabu-Mukin-Zeri (731-729 ac), rey de Babilonia, se acercó a los asirios para que les ayudase a contener a los arameo-caldeos. Tiglat-Pileser III defendió Babilonia y el rey pasó a darle tributos. Pero no quiso tenerles bajo su yugo, sino que creó una doble monarquía asiria-babilónica. Es aquí cuando empieza la novena dinastía de Babilonia, la del sometimiento de Asiria (728 ac) y comenzando el Imperio Asirio-Babilónico.

Para entender esto hay que tener en cuenta que muchas de las tradiciones, cultura o dioses son de origen babilonio. Las relaciones asirio-babilónicas, ambas semitas, siempre fueron complicadas. Por un lado querían conquistarla siempre, pero por otro la respetaban, porque ahí estaban como sus influencias más ancestrales. Esta cultura siempre había fascinado a los dirigentes asirios, era como una atracción casi prohibida. En el fondo eran culturas hermanadas, y de ahí tanto respeto.

El problema del imperio asirio tiene que ver con sus conquistas. Nunca lograron crear un imperio cohesionado. Y es que mientras los egipcios más que conquistar, asimilaban, con cierto grado de tolerancia, estos eran unos brutos. Lo destruían todo, ponían tributos muy duros y sometían a los prisioneros a muchos suplicios. Esto se traducía en muchísimas revueltas. También es cierto que los pueblos a los que se tuvo que enfrentar estaban bastante desarrollados culturalmente. Para evitar todo esto, Tiglat-Pileser III usó mucho las deportaciones en masa, con la intención de romper la resistencia, y sustituirlos por colonos.

Pero las rebeliones continuaron, especialmente internas, hasta la llegada de Sargón II (721-705 ac), que comenzó la dinastía asiria de los sargónidas probablemente gracias a un golpe de estado contra el rey entonces rey Salmanasar V. Le tocó gobernar en una época convulsa, primero con sublevaciones de Damasco, y después de ciudades filisteas, fenicias e israelitas. No consiguió tomar las principales fortalezas de Urartu, construidas en la alta montaña, pero les dejó tan débiles que dejaron de ser una amenaza (707 ac). También se coronó como rey de Asiria y Babilonia.

El siguiente sargónida, Senaquerib (704-681 ac), su hijo, tuvo que sofocar una revuelta en Babilonia comenzaba por un tío que se hizo con el poder, Merodac-Baladán. Senaquerib fue a por él pero logró huir. Eso sí, como castigo fue a su ciudad de origen y la arrasó por completo. Así eran los sargónidas. También se cree que tuvo movidas con la nobleza y el clero y tuvo que trasladar la capital del imperio a Nínive, para que no le rallaran tanto. Para abastecer de agua esta ciudad construyó el que se cree que es el acueducto más antiguo de la historia.

El caso es que tras este episodio puso como rey de Babilonia a un títere asirio, Bel-Ibni. Sin embargo, este chico se volvió un poco del lado babilonio, así que lo sustituyó por su hijo Assur-Nadin-Shumi (700 ac), quien ejerció un férreo control en la Baja Mesopotamia. Peeero, los elamitas se lo cargaron e impusieron un rey suyo en la ciudad. Imaginaos el cabreo de Senaquerib. Hasta la polla ya de todos, arrasó Babilonia en el 690 ac.

Los asirios estaban flipando con la reacción de su rey. ¿Dónde estaba aquel respeto mutuo y ancestral? Aquello sentó muy mal, era un mal augurio que traería maldiciones para Asiria. Es por esto por lo que uno de sus hijos se lo cargó. (681 ac). Es entonces cuando empieza una breve guerra civil de seis meses entre sus hermanos.

El fracaso en todos los frentes fue debido a la lucha de desgaste que los asirios estaban llevando a cabo contra Babilonia y contra Elam, que se habían aliado contra los asirios. Los elamitas, los eternos enemigos de Sumer y Babilonia, habían resurgido después de un eclipse de 4 siglos.

Asarhadón (680-669 ac) es el ganador, y además consiguió lo impensable. Fue a vengarse de Egipto por haber provocado muchas revueltas en la zona del Mediterráneo y llegó hasta la capital, Menfis (671 ac). Su sometimiento sólo duró un año, pero coño, logro desbloqueado.

Lo más importante de su reinado fue la reconstrucción de Babilonia. Estaba preocupado por las maldiciones y quería hacer algo de bien en la zona. Además tuvo paz con Urartu y con Elam y exportó de tierras Indias algodón y lana.

Tras su muerte, el trono de Babilonia fue tomado por el primogénito, que se rebeló contra su hermano, Asurbanipal. En el 648 ac Babilonia fue tomada por los asirios e incendiada. Aquí muere el rey. Tras esto, Elam también es conquistada y pasa a ser provincia asiria.

Asurbanipal II (668-627 ac) logró penetrar en Egipto y llegar hasta Tebas, y hasta pudo poner punto y final a la historia de Elam al eliminar al rey Teuman. Tuvo un reino enorme en su poder, pero prefirió dedicar su vida a otra cosa: leer. Era un rey bastante culto, y creó la primera biblioteca de la historia, la de su palacio de Nínive, la nueva capital. Se dedicó junto con sus escribas a recopilar todos los textos que encontraba, pasarlos a limpio y conservarlos. Gracias a esto ahora sabemos muchas cosas de esta gente.

Tras su reinado, sus dos hijos se metieron en una guerra civil para ver quien gobernaba. Además llegaron nuevos enemigos por el norte, los escitas. Esta debilidad fue aprovechada por el rey caldeo de Babilonia Nabopolasar, que pudo recuperar su independencia en el 626 ac, dando origen al Imperio Neobabilónico.

Nabopolasar se alió con los Medos (616 ac), gobernados por el rey Ciaxares, y juntos fueron a por Asiria. Las tropas de ambos ejércitos fueron poco a poco marchando hacia el corazón del imperio Asirio.

No tardaron mucho en sitiar y destruir Nínive, la ciudad más poderosa del imperio asirio. Su último rey, Sin-Shar-Ishkun murió en el 612 ac, pero el imperio resistió aún 3 años más, con Ashur-Uballit II, cercado en la ciudad de Herrán. Este era un oficial asirio que se había autoproclamado rey cuando el otro murió. En el 609 ac consiguen destruir su último reducto, los asirios supervivientes se retiran más allá del Éufrates y Asiria desaparece. Su territorio pasó a formar parte de Babilonia y de Egipto, mientras que los Medos no estaban interesados en la zona y se replegaron.

A partir de aquí, Babilonia sólo podía crecer.