La siguiente historia tiene lugar entre el año 540 y el 710
ÉPOCA ASUKA (540-710)
La introducción del budismo en Japón lo cambió todo. Este hecho fue lo que marcó el inicio de la época Asuka, llamada así por el apogeo de las diferentes artes, sobre todo las que encontramos en ese territorio al sur de Nara.
La amistad entre los japos de Yomato y los coreanos de Baekje era muy bonita, pero llegó el Reino de Silla a molestar, como hacia siempre. Este reino provocó que muchos coreanos aliados de los japoneses se tuviese que pirar y huir al archipiélago, buscando algo de paz en Yamato. El nombre tampoco da mucha confianza de paz, pero bueno. Aquí llegó el famoso clan de los Soga.
En el 562 los coreanos de Silla arrebataron Mimana a los nipones y un siglo después Silla se alía con la China de los Tang y les derrota a todos en la Batalla Naval de Hakusukinoe (663). Los japos se tuvieron que volver y hubo otra crisis de refugiados.
A finales de esta era esta tradición se fue perdiendo mientras entraba a saco en la isla el Budismo, que decía que era mejor gastar todas las energías de la gente en construir templos e incinerar a la gente, a la muerta, se entiende.
Aquí comenzó un conflicto religioso entre los clanes favorables a estas nuevas ideas y los que querían seguir con su sintoísmo. Clanes como los Mononobe y los Nakatomi eran 100% sintoístas, y eran maestros de ceremonias de la corte. Como no podía ser de otra manera, se opusieron a saco, destruyendo templos y estatuas de Buda. Por el contrario, los Soga fueron los que lideraron el frente budista con la esperanza de salir de esa nobleza de bajo standing, aunque uno de ellos era Oomi, o Gran Ministro: Soga no Umako. (o Umako del clan Soga).
Y lo cierto es que lo lograron, aunque a base de hostias. Los ya nombrados clanes comenzaron una Guerra Civil que acabó con el bando pro-budista ganando en la Batalla del Monte Shigi (587). La diosa amatesaru parecía haber abandonado a los Nakatomi, lo que hizo que perdieran toda legitimidad.
El emperador Sushun llegó al trono, pero tuvo diferencias con los Soga y estos le mataron. Aquí aparece una de las hijas del difunto emperador Kinmei, de origen Soga: la emperatriz Suiko, considerada la primera mujer en sentar su culo con plenos poderes en el Trono de Crisantemo (593). Aunque es cierto que el poder en la sombra era Umako. Y también el príncipe Shotoku Taishi.
Fue el artífice de la primera constitución japonesa (jushichijo no kenpo), con sólo 17 artículos (604). En ella se habla de respeto a Buda sobre todo, y también sobre la organización de la burocracia en un Estado Imperial. La idea era que todos trabajaran como un gran engranaje y el Estado funcionase de maravilla. Puso al budismo como la religión oficial de la corte, ya que molaba eso de tener que rezar solo a una figura, Buda, y no a cientos de deidades sintoístas. A mucha gente le sentó fatal, pero realmente ambas religiones convivieron durante cientos de años.
Este Shotoku era un auténtico fan de la cultura China, y sus relaciones con la Dinastía Sui fueron excelentes. De hecho, esta constitución la redactó en Chino, y adoptó el calendario de esta gente para Japón y su sistema de escritura, que originaría los kanjis. También construyó carreteras con ayuda del país vecino y realizó intercambios de estudiantes y embajadas oficiales para intercambiar conocimientos. De las cosas más importante que hizo destaca el Horyoji, un Templo budista en Ikaruga, la estructura más antigua de madera que fue destruida y lo que veis es una reconstrucción.
Tras la muerte de esta mujer la corte se dividió en dos facciones. Los que apoyaban al Príncipe Tamura, de los Soga, y los que apoyaban al Príncipe Yamashiro-no-Oe, hijo de Shotoku. Por presiones sogas, este último acabó suicidándose y Tamura ascendió al trono con el nombre de Emperador Jomei. Año 630, los Soga ya eran el clan dominante.
Soga no Umako siguió siendo el poder en la sombra del Estado Yamato, construyendo el Templo Hokoji para celebrarlo. Luego hubo otros como el Shitennoji, sobre la montaña Arahaka, o el Horyuji en Nara, y llamado originalmente Ikarugaji.
Sin embargo, iban a llegar problemas para los Soga tras la muerte de este Shotoku y de Soga no Umako. Pasaron algunos emperadores y en el año 643 el emperador Soga no Emishi abdicó en su hijo Soga no Iruka. Sin embargo, a este chaval le encantaba abusar de su poder, y mandó matar al hijo de su aliado Shotoku, Yamashiro no Oe. Este se acabó suicidando y todo acabó en los demás clanes conspirando para echar a los Soga.
Pasó el tiempo y en el 642 llegó la Emperatriz Kogyoku, pero 3 años después ocurrió el Incidente Isshi, un golpe de estado en contra de los Soga liderado por el príncipe Naka no Oe, hijo de la emperatriz, y Nakatomi no Kamatari. Fueron al Daigokuden, el palacio imperial y se liaron a leches con los Soga, matando a Soga no Iruka, el príncipe, enfrente de la emperatriz, y haciendo que Soga no Emishi, el padre, se suicidara incendiando su palacio. Con esto el Clan Soga desapareció. Y otro edificio que ardió fue la Biblioteca imperial, donde se perdieron cientos y cientos de obras artísticas, históricas y mitológicas.
Todo esto ocurrió en el año 645. Ese mismo año Kotoku fue nombrado nuevo emperador y con él, Naka y Nakatomi comenzó la era Taika, una era de grandes reformas inspiradas en China y que cambiarían de arriba abajo todo el Estado Yamato. Se reforzó la autoridad imperial por su relación con la sintoísta diosa Amaterasu y como protectores del budismo. Una cosa que no cambió fue la tradición chorra de cambiar de palacio, y de Asuka se fue a la ciudad de Naniwa, la actual Osaka, aunque poco después volvieron a Yamato.
Pero hablemos de las reformas: el emperador dijo que a los uji les follara un pez. Les expropió de sus tierras para quedárselas él. Pero él no iba a cultivarlas, ese trabajo sería para los campesinos. Las repartió entre la gente y a cambio le tenían que dar un 5% de la producción, arroz fundamentalmente. Se lo pagaban a los funcionarios del Estado, los kuge, antiguos uji, que a su vez habían sido sus antiguos amos, quienes lo aceptaron resignados. Estos campesinos también tenían la obligación de trabajar en obras públicas y en prestar servicio militar, ya que el emperador comenzó a montarse un ejército.
Y es que la China Tang y el reino de Silla eran estados poderosos, y una invasión era probable. Había que atrincherarse en las islas, y se comenzaron a levantar fortalezas y murallas. Y también usaron a muchos de estos campesinos alistados para coger terreno del norte de Honshu, habitado por indígenas. Esto a la larga no sería tan buena idea. Ni atacar con barcos y caballos a los continentales por el año 660, ya que sufrieron una derrota de la hostia en la Batalla de Baekgang (663).
Cuando murió el emperador, Naka no Oe dijo que no le apetecía mandar, que prefería las sombras, así que le dijo a su madre que mandase ella otra vez, y reinó pero con el nombre de Emperatriz Saimei. Y cuando esta murió se lo pensó mejor y ya reinó él mismo como el Emperador Tenji. Siguió su amistad con Nakatomi, y juntos redactaron el Código Omi, que recopilaba diferentes leyes chinas y confucionistas. Por ello, Nakatomi tuvo el privilegio de formar un nuevo clan por el 670, pasando a ser ahora Fujiwara.
Sin embargo, poco después el emperador Tenji murió, y su hijo el príncipe Otomo, y su hermano Oama quien vivía como un monje en las montañas, comenzaron una guerra civil por el poder, la Guerra Jinshin (672).
Oama ganó y reinó como Temmu Tenno, buscando la mayor paz posible, y mandó construir la estatua de Buda Yakushi, protector de los necesitados. Y es que en esta época proliferaron mucho los monasterios y las sectas budistas, formando el estamento del clero con jugoso poder dentro de la corte. Es a partir de este emperador Tenmu donde deja de usarse el término Okimi y se cambia por Tenno, o emperador.
Con todo ello, la estratificación social se fue consolidando. En vez de clanes, cada uno con diferente poder, ahora habría solo 3 estamentos, muy en plan medieval. El Tenno sería el jefe del Estado, lo que llamamos emperador, y los Ryomin sus funcionarios, es decir, los antiguos uji. Los Senmin eran los campesinos, que fueron organizados en multitud de villas a lo largo de las 66 regiones o kunis del Japón de aquel entonces.
Las dos Instituciones imperiales más tochas fueron el Ministerio de Asuntos Religiosos, el Jingikan, y el Gran Consejo de Estado, el Daijokan. El Daijo Daijin era el Canciller de Reino, o una especie de 1º Ministro.
Toda esta nueva administración, funcionamiento judicial y demás rollos legales se agrupó en el llamado Código Taiho, del año 702.
Este emperador Temmu tenía la imperiosa necesidad de legitimar su linaje, y por ello mandó redactar el Kojiki (712), textos históricos y mitológicos que narraban el pasado de la isla y escritos en un arcaico japonés. Lógicamente al clan Yamato se le ponía por las nubes. Más cercano a la realidad fue el Nihon Shoki (720), que además es la primera evidencia de la palabra Nihon, o Nippon, es decir, Japón.
En Corea la cosa estaba chunga, pues el Reino de Silla había conquistado toda la península coreana en el 676. Este hecho hizo que el emperador mandase a la mierda a la China Tang para aliarse con esta nueva superpotencia.
La hija de Temmu, la emperatriz Jito intentó crear una capital definitiva, sin traslados, que era un movidón de tres pares de cojones estar todo el día de mudanzas, y la ciudad elegida sería Fujiwara-kyo en el 694, actual Kashihara. El problema es que en 15 años volvería a cambiar esta vez con la emperatriz Genmei. Heijo-kyo, o mejor conocida como Nara, sería esa nueva capital, y allí se construyó un nuevo Palacio Imperial, el Palacio Heijo. Este traslado tuvo lugar en el año 710, y con ello comienza el Periodo Nara.