Guillermo el conquistador Normandos: Dinastía Normanda

La siguiente historia tiene lugar entre el año 1066 y el 1154

INGLATERRA MEDIEVAL 4: La Dinastía Normanda

LA DINASTÍA NORMANDA (1066-1135)

La coronación en 1066 del normando Guillermo el Conquistador como rey de Inglaterra dio comienzo a la Dinastía Normanda. Sin embargo, el bueno de Guille no lo tuvo nada fácil para gobernar en paz. Eran 10.000 normandos contra unos 2 millones de personas que los veían como invasores. Los hijos del difunto rey Harold II huyeron a Irlanda, desde donde comenzaron a instigar rebeliones contra el nuevo monarca.  

Guillermo se hizo amigui de algunos condes importantes de Inglaterra, como Edwin de Mercia, Morcar de Northumbria o Waltheof de Northampton. Les permitió conservar sus tierras y títulos si le apoyaban. Incluso a Edgar Atheling (el último heredero de la casa Wessex) le dio unos terrenillos en el norte. Sin embargo, en 1068, Edwin y Morcar se sublevaron contra Guillermo. Éste fue a por ellos, y en un par de meses logró derrotarlos.

Para protegerse mejor de estos levantamientos, el normando ordenó la construcción de multitud de fortalezas por toda Inglaterra. Primero fueron simples empalizadas de madera y tierra, motas castrales y demás, pero luego éstas ya fueron sustituidas por estructuras de piedra. Uno famoso es el Castillo de Warwick. Tras eso, construyó uno en York, otro en Nottingham, y otros en Lincoln, Huntingdon y en Cambridge. Pero sin duda, la fortaleza más famosa fue la Torre Blanca, luego llamada Torre de Londres. Aún no era como la conocemos hoy día, pero no tardaron en empezar a enchironar a gente allí.

También creó un anillo de fortificaciones alrededor de Londres, siendo un baluarte importante el Castillo de Windsor, situado en Berkshire. Empezó siendo una mota castral de madera y protegida por una empalizada, pero luego empezaron a levantar un castillo de piedra. Otro importante es el Castillo de Arundel, en Sussex, donde se nota muchísimo la mota sobre la que se construyó la fortaleza. El Castillo de Oxford era antiguamente un promontorio de tierra sobre la que se elevaba una torre de piedra, la llamada Saint George’s Tower.

Otros a destacar fueron el Castillo de Norwich, en Anglia; el Castillo de Durham y el Castillo de Newcastle, situados en la frontera norte de Inglaterra… Y en Gales, territorio que empezó a ser conquistado por los normandos, encontraríamos el Castillo de Chepstow y el Castillo de Pembroke.

De todas formas, el Palacio de Westminster, construido por Eduardo del Confesor, se convertiría en la residencia más habitual entre los reyes ingleses de la Edad Media. Guillermo expropió la hostia de terrenos, y en uno de estos creó el New Forest, en Hampshire, una zona forestal dedicada a la caza, deporte que le encantaba.

Guillermo creó un sistema feudal en Inglaterra. Todas las tierras le pertenecían a él, pero cedía su propiedad a señores sujetos a deberes y obligaciones con la Corona. En caso de guerra, si estos señores o sus caballeros no acudían en su auxilio, les podían quitar la tierra para dársela a un señor más fiel.

Sería en la Curia Regis donde Guillermo comunicaría a estos señores decisiones políticas. Los siervos, como campesinos y artesanos, quedaban atados a los señores que gobernaban su región a cambio de protección. De todas formas, tanto comerciantes como los judíos, quedaron bajo la jurisdicción directa del rey. En aquella época, los cristianos tenían prohibido prestar dinero y obtener beneficio, pero los judíos no, y algunos aprovecharon el vacío legal para hacerse muy ricos con negocios relacionados con la banca.  

En 1069, Edgar Atheling se rebeló. Pero no estuvo solo. Fue apoyado por el conde Waltheof y por el rey danés Svend II, quien llevó una poderosa flota a Inglaterra. Juntos conquistaron York, y Edgar fue proclamado rey por sus seguidores. Guillermo se enteró y se enfadó la hostia. A los daneses les pagó mucho dinero para que se dieran el piro, mientras que a Edgar lo persiguió hasta Escocia, donde reinaba el cuñado del traidor, Malcolm III. Esta campaña fue conocida como la Masacre del Norte, y concluyó con muchas ejecuciones y la quema y destrucción de muchísimos pueblos y tierras de cultivo de la zona. Para 1070, Guillermo acabó con toda oposición.

Bueno, con toda toda no. Destaca la pequeña resistencia de Hereward el Proscrito, que operaba desde la isla de Ely, una zona muy pantanosa. Contó con el apoyo de Svend II de Dinamarca, Morcar y más gente, y actuaron como bandidos hasta que Guillermo les echó de allí.

Ya con las aguas más calmadas, Guillermo puso a un religioso amigo suyo, Lanfranc, como arzobispo de Canterbury, el cargo religioso más importante de Inglaterra y fundó edificios religiosos. Destaca la fundación de la Abadía de Battle, un monasterio construido muy cerca de donde se libró la Batalla de Hastings. Y hablando de esta batalla, también es importante el Tapiz de Bayeux, o tapiz de la reina Matilde, esposa de Guillermo, un gran lienzo bordado larguísimo que narra toda la conquista normanda de Inglaterra.

La llegada de los normandos también cambió cosas en el aspecto cultural. Como los normandos sustituyeron a casi toda la nobleza y clero anglosajón por normandos, toda la peña poderosa pasó a hablar normando, un dialecto del francés antiguo. El inglés antiguo se fue mezclando con este francés, lo que terminaría por consolidar el inglés medieval, que es básicamente una mezcla de anglosajón, britano, latín, danés y francés.

A partir de 1073, Guillermo dejó un poco de lado Inglaterra para centrarse en Normandía, cuya capital era la ciudad de Ruan. Fue allí donde pasó la gran mayoría de su reinado. Aunque gobernaba ambos lugares, en realidad eran como dos estados diferentes.

Pues bien, en Normandía tuvo movidas con el conde Fulco IV de Anjou, de la dinastía angevina. Ésta era una familia noble muy importante de Francia. Se peleaban por el control del condado de Maine.

Llegamos al año 1075, año en el que ocurre un hecho conocido como la Rebelión de los Condes. Aprovechando que el rey Guille estaba fuera de Inglaterra, varios condes ingleses se levantaron contra su poder. Los principales conspiradores fueron el bretón Ralph de Gael, conde de Norfolk, y el normando Roger de Breteuil, conde de Hereford. La causa de este levantamiento no está clara, pero todo apunta a que exigían más poder. Guillermo volvió a Inglaterra y les dio para el pelo.

Guillermo el Conquistador tuvo un montón de hijos con su esposa Matilde. El primogénito fue Roberto Curthose. Después estaban Ricardo (que murió en esos años mientras cazaba), Guillermo Rufus y finalmente Enrique. También tuvo como seis hijas, pero están menos documentadas. Parece ser que los hermanos nunca se llevaron del todo bien. Se cuenta que, en 1077, Guillermo Rufus y Enrique vaciaron un orinal sobre su hermano Roberto, el mayor, y se lio pardísima.

Poco después, Roberto se levantó contra su padre en una rebelión. No se sabe si la meada de sus hermanos tuvo algo que ver, o la herencia o vete a saber qué. El caso es que fue apoyado por algunos nobles normandos, y junto a ellos sitió el Castillo de Remalard, al sur de Normandía. Guillermo le echó de allí, pero Felipe I de Francia cedió a estos rebeldes la Fortaleza de Gerberoy, para que pudieran hacer sus maldades contra el normando. Fue allí donde padre e hijo se enfrentaron a un duelo a muerte con cuchillos que terminó con la paz. Guillermo le prometió a Roberto heredar todo el ducado de Normandía a su muerte.

Los últimos diez años de vida del Guille fueron un poco más relajados. Lo más destacable de estos años es que, en 1083, su hijo Roberto volvió a rebelarse con ayuda de Felipe I de Francia. Era un pesao el chico. Lo que estaba claro era que el normando tenía que buscar apoyos contra la monarquía francesa, así que casó a su hija Constanza con Alano IV, conde de Bretaña.

De 1085 destaca la redacción del Domesday Book, un libro que recogía un exhaustivo censo de todas las tierras inglesas que le pertenecían. Iba condado a condado contabilizando las propiedades de cada terrateniente y los impuestos que debía pagar.

En 1087, Guillermo se dirigía a la región francesa de Vexin o Vexán (situada entre Ruan y París), donde esperaba darse de leches con su hijo Roberto. Sin embargo, no se sabe qué pasó, si se puso pachucho en el viaje o se cayó de su silla de montar. El caso es que Guillermo el Conquistador murió poco después, mientras asediaba Mantes.

Su cuerpo fue traslado a la Abadía de los Hombres de Caen, abadía que él mismo había fundado tiempo atrás. Se cuenta que el funeral fue enturbiado por un campesino que empezó a decir que todos eran unos hijos de puta porque su familia fue despojada ilegalmente de aquellas tierras para construir la iglesia. Se demostró que aquello era cierto y le tuvieron que untar bien de dinerito como compensación.

A la muerte de rey, y como era lo prometido, Roberto se quedó con el Ducado de Normandía. Sin embargo, Inglaterra fue encomendada a su 3º hijo: Guillermo, quien fue coronado como Guillermo II Rufus, o Guillermo el Rojo. No es que fuera comunista. Se cuenta de él que era rubio y que tenía los ojos de diferentes colores. Algo curioso y bastante poco común. Y también le describieron como extravagante e inmoral. Y que no quería casarse ni tener hijos.

En fin, que los hermanos no se pusieron de acuerdo con la herencia y empezaron a luchar entre ellos.

Está fue la Rebelión de 1088. Cada hermano quería unir Inglaterra y Normandía bajo un solo gobernante. Roberto planeó una invasión a Inglaterra, pero estaba algo falto de dineros, y pidió ayuda a su otro hermano, Enrique. Éste le dio dineritos a cambio de una parte de Normandía bajo su control: el condado de Cotentin.

Sin embargo, la invasión a Inglaterra nunca tuvo lugar. Y es que Guillermo II fue listo, y animó a un poderoso burgués de Ruan llamado Conan Pilatus para que la liara parda contra Roberto y asediara la capital normanda. Su hermano Enrique ayudó a Roberto a contener las luchas callejeras que se produjeron, y finalmente lograron capturar al tal Conan. Enrique acabó tan hasta los cojones del Conan este que lo subió a la azotea del castillo y lo lanzó al vacío. En 1091, las fuerzas tanto de Guillermo Rufus como del duque Roberto estaban agotadísimas, así que decidieron acordar la paz.

Enrique no quedó conforme, porque sus dos hermanos al final le quitaron poder sobre su condado de Cotentin, y fue asediado en el Monte Saint Michel. Al final se rindió y huyó. Acabó gobernando la ciudad de Domfront desde un castillito que ordenó construir.

Una nueva amenaza apareció en el norte. Malcolm III de Escocia trató de conquistar Inglaterra, pero Guillermo Rufus le paró los pies y, para evitar futuras incursiones de los escoceses, construyó el Castillo de Carlisle, en Cumbria. Pero no sirvió de una mierda, y Malcolm III volvió a la carga con una invasión aún más tocha. El noble normando Roberto de Mowbray dirigió a las tropas inglesas en la Batalla de Alnwick (1093), y allí logró cargarse tanto al rey escocés como a su hijo. Y Guille también empezó a atacar a Gales y conquistó varios reinos situados en el sur de esta región, incluyendo el pepino reino de Deheubarth.

En 1093 nombró como arzobispo de Canterbury a Anselmo de Canterbury, considerado el mayor teólogo de su generación. Sin embargo, Anselmo era muy defensor de la reforma gregoriana, una reforma que buscaba la superioridad espiritual del papa sobre todos los reinos cristianos. Esto Guille no lo veía del todo bien, y entre él y Anselmo hubo muchos desencuentros. Tantos que el religioso tuvo que exiliarse a la corte del papa Urbano II. Este papa parece que fue bastante diplomático y llegó a un acuerdo con Guillermo Rufus. Se comprometió a apoyar la independencia del clero anglo-normando con todas sus particularidades, a cambio de que Guille le reconociera como papa.

Y de esta época son famosas varias construcciones religiosas, como la catedral de Durham, la de Winchester y finalmente la Catedral de Norwich. Y en 1096 se fundó la Universidad de Oxford. Bueno, en realidad no se sabe la fecha exacta, pero lo seguro es que en ese año ya se daban clases.

No podemos hablar de Urbano II sin mencionar 1ª Cruzada. Roberto Curthose decidió enrolarse, y dejó la regencia del Ducado de Normandía a su hermano Guillermo Rufus. Durante estos 4 años en los que Rufo tuvo el control de Normandía, se dedicó a intentar conquistar tanto Maine como la región de Vexán, sin éxito.

En agosto del año 1100, Guillermo Rufus se fue a cazar al New Forest y poco después apareció muerto con un flechazo en el pulmón. No sé sabe bien qué ocurrió. Todo apunta que uno de los nobles que iba con él, un tal Walter Tirel, le disparó sin querer. O queriendo, vete a saber. Algunos dicen que aquello fue ordenado por su hermano pequeño, Enrique, para quedarse con el trono.

Y la verdad es que así fue, ya que Enrique I Beauclerc fue coronado nuevo rey de Inglaterra y duque de Normandía, pero… ¿qué pasó? Pues que justo su hermano mayor, Roberto, volvió de la cruzada, y reclamó lo que era suyo: el ducado de Normandía. Pues nada, guerra civil al canto. Durante seis años, Enrique y Roberto lucharon batalla tras batalla hasta que en la Batalla de Tinchebray (1106), Roberto fue derrotado y encarcelado en Cardiff hasta su muerte.

Enrique I trató de contentar a barones y señores con la Carta de Libertades, que quitaba un poquito de poder al rey para dar más derechos a estos nobles. Aunque tampoco mucho. Sería un precedente de la famosa Carta Magna de 1215.

Enrique I se casó con Maud, o Matilde de Escocia, quien era hermana del rey David I, pero también sobrina de Edgar Aetheling y bisnieta del antiguo rey Edmundo II Costilla de Hierro. De este matrimonio salieron 3 hijos: Matilde (quien acabó casada con el emperador Enrique V del Sacro Imperio), Guillermo Adelin y Ricardo, pero éste último murió muy joven. De todas formas, parece que Enrique I era un pichabrava, y tuvo muchos más hijos bastardos con amantes y prostitutas.

Los miembros más cercanos al rey componían la Domus. La Domus se dividía en 3 cargos. El canciller mandaba en el Scriptorium, y se ocupaba de los documentos reales. La Cámara se ocupaba de las finanzas. Y finalmente el Maestro Mariscal se ocupaba de los viajes, alojamiento y servicio doméstico. Las reuniones del rey con los nobles tenían lugar periódicamente en la Curia Regis, situada en el Gran Salón del Palacio de Westminster.

Como la corte de Enrique I era itinerante, iba de un lado a otro, y se construyeron palacetes y castillos por todas partes para alojar a toda esta gente. Un palacete famoso es el de Woodstock, en Oxfordshire. El rey construyó allí un pabellón de caza que incluía leones y leopardos.

Enrique gobernó durante 35 años y le fue más o menos bien. Se dedicó a manipular hábilmente a diversos barones y señores de Inglaterra y Normandía para lograr sus objetivos políticos. Creó una red efectiva de espías e informantes que le mantenían al tanto de posibles conspiraciones en su contra, e iba eliminando a todo aquel que le desafiara.

Gracias a esto, pudo reinar tranquilito y construir un montón de cosas. Como era fan de la Orden de Cluny, empezó a expandir por Inglaterra el estilo románico. Destaca la Abadía de Reading, construida en 1121 en Berkshire. También están la Catedral de Exeter o la de Peterborough.  

La mayor movida la tuvo con el rey de Francia Luis VI y con sus aliados Fulco V, conde de Anjou, y el conde de Flandes Balduino VII. Enrique quería que su hijo Guillermo Adelán fuese su sucesor en Normandía, pero el rey francés le dijo que no iba a reconocerle ni de coña, que prefería a Guillermo Clito, hijo de Roberto, así que estalló la guerra.

Franceses, angevinos y flamencos comenzaron a saquear la campiña normanda a partir de 1116. Dos años después, su esposa, la reina Matilde, murió, y para empeorar las cosas, una de sus hijas, Juliana, intentó asesinarle con una ballesta.

La situación mejoró un poco para Enrique I cuando Fulco V se piró a Tierra Santa y dejó el condado de Maine al cargo del rey inglés a cambio de un matrimonio entre sus hijos. En 1119, Enrique trató de tomar la región de Vexin, y allí se enfrentó con el rey francés en la Batalla de Brémule. Enrique salió victorioso y en 1120, ambos reyes hicieron las paces.

Todo parecía de puta madre, y Guillermo Adelin heredaría el ducado, pero no fue así. Ese mismo año, Guillermo iba de viaje en barco, pero como la tripulación iba pedísima, chocaron contra una roca y se fueron a tomar por culo. Guille murió junto con otras 300 personas. Ese fue el hundimiento del Barco Blanco, y creó un movidote sucesorio de la hostia.

Enrique I se casó rápidamente con Adela de Lovaina, en el Castillo de Windsor, esperando tener otro hijo varón, pero no llegó. Además, esta muerte rompió el pacto con Fulco V, y quería que le devolviese todo lo que le había dado, incluyendo Maine. Y otra vez estalló la guerra.

¿Quién iba a ser el heredero entonces? Pues su sobrino Esteban de Blois, nieto de Guillermo el Conquistador. Pero en 1125 pasó algo inesperado. Murió Enrique V del Sacro Imperio, y su hija Matilde quedó viuda. El rey inglés nombró a Matilde como la sucesora, algo raro por ser ella mujer, pero un montón de nobles aceptaron.  

Matilde se casó en 1127 en Le Mans con el hijo de Fulco V de Anjou y Maine, Godofredo V el Bello, y retomaron su alianza. Este Godofredo llevaba en su sombrero un tallo de retama, una planta genesta, y de ahí saldría el apodo de Plantagenet (aunque no sería usado hasta mucho después). La pareja tuvo a Enrique (quien se convertiría en el primer rey Plantagenet).

En 1135, Enrique I de Inglaterra murió por comer muchas lampreas en contra de consejo de sus médicos.

Mientras Matilde y Godofredo estaban en Anjou, Esteban de Blois salió de Boulogne a toda leche y llegó a Inglaterra, donde fue coronado rey. Matilde, que había sido nombrada sucesora, se enfadó un huevo y le declaró la guerra, y así empezó una guerra civil conocida como la Anarquía inglesa, que duró casi 20 años.

LA ANARQUÍA INGLESA (1135-1154)

Adiós a la ley y el orden en Inglaterra y Normandía. Esteban de Blois era el nuevo rey de Inglaterra, pero… ¿a qué precio? No sólo se tuvo que enfrentar con su prima Matilde de Normandía por el poder, también tuvo levantamientos por toda Inglaterra: barones ingleses, líderes galeses e invasores escoceses.

Tampoco voy a profundizar mucho en esto. El mejor resumen es “hostias como panes por todos lados”. Pero sí hay que mencionar a un personaje importante: Roberto de Gloucester. Este era un hijo bastardo de Enrique I que controlaba el condado de Gloucester y tenía alguna propiedad en Normandía. Se puso de lado de su medio-hermana Matilde y comenzó a luchar contra el rey Esteban.  

Matilde y Godofredo V conquistaron Normandía por apoyar a Esteban y, en 1139, se agenciaron unos cuantos barcos y comenzaron la invasión de Inglaterra. Así comenzó la guerra civil anglo-normanda. Ésta se convirtió en una guerra de desgaste porque todo consistía en asediar castillos bien defendidos, y conquistar uno podía llevar muchos meses. En aquella época las máquinas de asedio eran muy escasas y rudimentarias todavía, y las batallas a campo abierto eran algo demasiado arriesgado.

En el libro y en la serie de Los Pilares de la Tierra podemos ver todo este conflicto mientras construyen una catedral que representa la transición entre el estilo románico y el gótico.

En 1141 ocurrió la Batalla de Lincoln, en la cual, el rey Esteban fue capturado por Roberto de Gloucester. Matilde estaba contenta, y fue a Londres a ser coronada, pero tuvo que salir echando leches a Oxford debido a que los ciudadanos provocaron disturbios en favor del rey capturado. En otro tumulto ocurrido en Winchester, Roberto de Gloucester fue capturado, y lo intercambiaron por el rey inglés, que quedó libre. Vamos, que todo volvía a estar como antes. Al año siguiente, el rey asedió a Matilde en el Castillo de Oxford, pero la chavala logró escapar sigilosamente con unos pocos caballeros.

A partir de aquí, la guerra entró en punto muerto. El caos se convirtió en devastación, y la gente ya estaba bastante harta de todo esto. Varios condes ingleses se alzaron en armas contra el rey Esteban, y también muchos nobles angevinos se piraron a la 2ª cruzada, lo que debilitó al bando de Matilde. Además, en 1147 murió su hermanastro Roberto de Gloucester, su gran apoyo, pero no en batalla sino por unas fiebres.

Otro de los grandes apoyos de Matilde fue su hijo Enrique FitzEmpress. Este chaval es importante, especialmente por su matrimonio en 1152 con la duquesa Leonor de Aquitania, que hacía poco se había divorciado del rey de Francia Luis VII. Gracias a este enlace, Enrique heredó la hostia de tierras en Francia, incluyendo Aquitania. Esto va a ser clave en los siguientes capítulos.

En fin, pasemos al final de la guerra. Enrique FitzEmpress comenzó una invasión a Inglaterra, y tras varios asedios más, ambos contendientes, cuyas fuerzas estaban mermadísimas, decidieron firmar la paz en el Tratado de Wallingford. En él se acordó que el heredero del trono inglés tras la muerte de Esteban de Blois sería Enrique FitzEmpress. No quedaba otra, porque su hijo Eustaquio acababa de palmar, quizás envenenado, no se sabe bien. Con la firma de este tratado terminó el periodo de anarquía.

Al año siguiente, en 1154, el rey Esteban de Blois murió y, según lo acordado, Enrique FitzEmpress, o Enrique II, accedió al trono inglés. Este sería conocido como el primer rey angevino de Inglaterra, pues su padre era de la casa de Anjou. Y esta dinastía que empezaba, también es conocida como la Dinastía Plantagenet