IMPERIO BIZANTINO: De la caída de Roma al auge de Justiniano I

La siguiente historia tiene lugar entre el año 476 y el 610

IMPERIO BIZANTINO 1: De la Caída de Roma al auge de Justiniano I

DIVISIÓN Y LA CAÍDA DE OCCIDENTE

Tras la crisis del siglo III el Imperio Romano cambió para siempre. Ya no molaba, había perdido su mojo. Las guerras por controlar todo se perpetuaban, y los bárbaros del norte no paraban de llegar, huyendo del frío y de otros invasores. Aquí ya empiezan a surgir elementos propios del medievo. Las ciudades se fueron fortificando, siendo defendidas por caudillos locales y sus ejércitos privados. Especialmente en Occidente, el Estado se fue descentralizando y perdiendo poder, así como el comercio, que perdió mucho fuelle debido a la inseguridad de las rutas. Se entró en una espiral de anarquía y ruralización, de escasez e inflación.

Todos estos problemas obligaron al emperador Diocleciano a dividir, en el año 293, el enorme Imperio Romano para hacerlo más controlable. Uno de estos emperadores venció a todos los demás: Constantino I el Grande, el llamado primer emperador cristiano. Fue él quien, hacia el año 324, trasladó la capital del imperio a una ciudad de origen griego llamada Bizancio, a la que llamó Nueva Roma, o Constantinopla.

En las ciudades más importantes, como Roma, Antioquía, Alejandría, Jerusalén o esta Constantinopla, los obispos serían llamados con el tiempo patriarcas o papas. En teoría todos tenían su autonomía, pero en el fondo, la Iglesia hegemónica empezó a ser la de Constantinopla, la llamada Iglesia Ortodoxa. Uno de los patriarcas más conocidos del momento fue Juan Crisóstomo, quien denunció abusos de poder y lujo excesivo de los emperadores y el clero.

El emperador oriental Valente perdió la vida en la Batalla de Adrianópolis (378) contra los invasores godos. Después vino Teodosio I, quien puso al cristianismo como religión oficial del imperio con el Edicto de Tesalónica (380), y después reinaron sus hijos: Honorio en occidente y Arcadio en oriente. El imperio ya estaba definitivamente dividido en dos. Teodosio II gobernó más de 40 años y reforzó Constantinopla con unas murallacas de la hostia. Realmente él era un niño cuando la construcción empezó, y de todo se encargó su prefecto del pretorio Antemio. Estas triples murallas teodosinas con casi 100 torreones aguantarían un montón de asaltos durante los siguientes 1000 años. También creó un gran centro de estudios en Constantinopla (425), con casi 30 cátedras, y redactó el Código Teodosiano (438), que recopilaba las leyes de los emperadores cristianos.

Tras él reinaron Marciano y después León I el Grande. Este emperador hizo algo inteligente. El imperio tenía muchos soldados germanos, controlados por el magister militum Aspar, también de ascendencia germana. Claro, el tío era un peligro y León I, para evitar que se volviesen contra él, les echó a todos para sustituirlos por unos montañeses de la región de Isauria, en Asia Menor, creando el cuerpo de los excubitores como guardia personal. Uno de estos líderes isaurios, Tarasis, el causante de la caída de Aspar, se casó con Ariadna, hija del emperador, y tras ser comandante, magister militum y cónsul, acabó reinando con el nombre de Zenón.

Un general romano-bárbaro fue Odoacro, de la tribu de los hérulos, quien acabó entrando en Italia en el 476 para deponer al último emperador romano occidental: Rómulo Augústulo. Roma había caído en manos de los bárbaros, pero la parte oriental duraría 1000 años más. A ese Imperio Romano de Oriente se le llamó… Imperio Bizantino.

LA DINASTÍA JUSTINIANA (518-602)

Como ya conté en los vídeos sobre Roma, ellos nunca se llamaron a sí mismos “bizantinos”, sino “romanos”, Basileia ton Romaion o el Imperio de los Griegos, como los llamaban otros reinos. ¿De dónde viene el término “bizantino”? Pues de la antigua ciudad de Bizancio, pero lo de Imperio Bizantino fue creado por los eruditos franceses del siglo XVII. Hay que tener en cuenta una cosa importante. La Edad Media como tal ocurrió en la Europa Occidental, con el feudalismo y toda esa mierda. Bizancio se caracterizó por la religión cristiana, por la cultura griega –pues hablaban griego, y en menor medida latín-, y también por mantener la estructura estatal romana. Vamos, que tampoco hubo mucho cambio.  

El emperador, el basileus o autocrator, era la cabeza del Estado y representante de Dios en la Tierra. Ellos elegían sus sucesores, o césares, que podían ser los hijos aunque también fue común que se legara todo a los sobrinos. Podía elegir a los Patriarcas pero los Patriarcas a su vez daban el visto bueno al nuevo emperador. También existía un Senado, o Synkleton, cuya función era básicamente moderar el autoritarismo del emperador. En un principio, el territorio estaba dividido en diócesis gobernadas por un vicario, un gobernador civil, y por un dux o duque, que tenía el control de las tropas. Su superior era el Magister Militum. La sociedad en general se dedicaba a la agricultura y a la artesanía. Otros trabajos eran banqueros, notarios, perfumistas, fabricantes de jabones, modistos, pescadores, panaderos, taberneros…

Volviendo a la historia, Zenón fue nombrado emperador, pero Basilisco le quitó el trono. Pocos meses después lo recuperó, pero justo ocurrió lo de la caída de Roma. El hérulo Odoacro había tomado Italia, así que el bizantino les dijo a los Ostrogodos de Teodorico I que les daría cargos y honores si echaban a estos hérulos invasores. Su idea era básicamente que se mataran entre ellos. Sin embargo lo único que logró fue que los ostrogodos se asentaran y crearan un poderoso reino en Italia. Lo bueno es que eran bastante pacíficos.

Ahora tenemos que hablar de la herejía monofisista. Estos eran cristianos que decían que el Yisus tenía una sola naturaleza divina, y que no era humano. Los ortodoxos no veían esto apropiado, ellos seguían el credo de los Concilios de Nicea y de Calcedonia, pero veían cómo en Egipto, Libia y Siria el monofisismo estaba muy extendido. El Patriarca Acacio publicó el Henotikon (482), un edicto para tratar de unir ambas formas de entender a Cristo. Lo único que consiguieron fue confundir a la peña y encima el Papa de Roma Félix III, quien contaba con el apoyo de Odoacro, les mandó a la mierda con el Cisma Acaciano, que duró 30 años.

Zenón murió sin hijos, y Ariadna entonces eligió un nuevo emperador, un decurión albanés del palacio llamado Anastasio. El tipo se casó con la viuda para reforzar su posición, y logró salir de la crisis económica que había empezado muchos años atrás. Ahora las arcas tenían superávit. Vamos, que estaban de oro hasta el culo. Hubo dos monedas importantes, el sólido de oro y el numo de cobre. También dejó de reclutar isaurios para el cuerpo de excubitores, porque le caían mal y empezaban a ganar mucho poder, y con esas cosas había que tener cuidado.

Como el pobre Anastasio no tuvo hijos, a su muerte en el 518 subió al poder de Bizancio la Dinastía Justiniana. El Senado aprobó al anciano Justino, jefe de los excubitores, como nuevo emperador. El viejales era analfabeto, pero tuvo buenos consejeros, como su sobrino Flavius Petrus Sabbatius, mejor conocido como Justiniano, a quien nombraría sucesor.

Este Justiniano I se convirtió a partir del 527 en uno de los emperadores más épicos del imperio, y el último en usar el latín como lengua materna. Era también un cristiano muy ortodoxo, y creó leyes bastante estrictas contra judíos, maniqueos y cristianos herejes como nestorianos, monofisitas y arrianos. Se les prohibió poseer cargos públicos, ciertos trabajos, matrimonios mixtos, tener esclavos cristianos… El paganismo era algo que al emperador le daba repelús, y hasta cerró la Academia de Platón en Atenas en el año 529. Los académicos decidieron partir a Persia a ver si allí tenían más suerte, pero vieron que no y acabaron volviendo.

Justi compartió su poder con su mujer, la emperatriz Teodora, una mujer muy bella, inteligente y ambiciosa. Provenía de la clase humilde; era actriz y saltimbanqui en el circo, y le tiraba más el monofisismo. La boda fue bastante escandalosa en la época. Nada de esto le impidió tener bastante influencia en las decisiones de su marido. Por ejemplo, se cree que fue volviéndole más flexible con los monofisistas.

En el 530, Justiniano empezó a crear el famoso Código de Justiniano. Se trataba de una compilación de toda la obra jurídica clásica romana, añadiendo nuevas leyes y haciendo retoques para simplificarlo todo un poco, porque aquello era un jodido caos. Algunos de los redactores fueron el jurista Triboniano y el prefecto del pretorio Juan de Capadocia.

En esos años los Bizantinos, o mejor dicho, los romanos, eran ricos, mientras que los reinos bárbaros de occidente estaban un poco en la mierda. Era el mejor momento para intentar recuperar Occidente y restablecer el Imperio Romano de antaño. Para lograrlo necesitaba paz con la Persia Sasánida. Fue en el 530 cuando un joven general llamado Flavio Belisario logró una gran victoria en la Batalla de Dara. Poco después los persas obtuvieron una victoria pírrica en Calínico (531) y ambos bandos tuvieron que firmar la llamada Paz Eterna, que no fue eterna, obviamente.

Bizancio había perdido dinero con todo el embrollo persa, y Justiniano subió mucho los impuestos, y encima ponía a gente impopular en los mejores puestos, más por méritos que por ser aristócratas. Debido a esto comenzó la famosa Insurrección de Niká del año 532 durante un festival en el hipódromo de la ciudad. La facción de los verdes, los prasinoi, compuesta por comerciantes monofisistas en su mayoría, se levantó contra sus rivales, los azules, los venetoi, terratenientes ortodoxos, y la violencia escaló rápidamente. Justiniano se hizo cacas y se preparó para darse el piro de la ciudad, pero claro, su mujer Teodora le dijo: “Es mejor morir siendo emperador que vivir como refugiado”.

Justi se vino arriba y puso a Belisario como jefe de la guardia real, y fue este general, junto con otro llamado Mundo, quien destrozó a los enemigos del emperador protestando en el hipódromo. Fue una matanza de la leche. La ciudad de Constantinopla quedó hecha una mierda, pero la restauraron de lo lindo. Quedó impresionante. La iglesia primitiva levantada por Constantino se transformó en la famosa Basílica de Santa Sofía, o de la Santa Sabiduría. Los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto crearon una enorme cúpula de más de 30 metros de diámetro. En este tipo de basílicas se introdujeron los ábsides, llenos de mosaicos religiosos, con una especie de trono donde se sentaba el obispo.

Constantinopla tenía un hipódromo desde tiempos de Septimio Severo, aunque Constantino lo amplió un huevo. Allí se celebraban carreras de carros, que gustaban mucho. Al lado se encontraban el Palacio Imperial de Dafne y más tirando hacia la basílica el Palacio de Bucoleón. Cerca de estos palacios también estaba el Palacio de Magnaura, que acogía la Sede del Senado.

El antiguo mausoleo de Constantino se convirtió en la Iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla, donde sería enterrado Justiniano. Otro lugar importante era el Foro de Constantino, con estatuas suyas por todas partes y donde se ubicaba el edificio del Senado antiguamente, en tiempos de Constantino. En el año 541 se dejaron de elegir cónsules, aunque en aquel tiempo ya era un cargo simbólico. El Acueducto de Valente era larguísimo, y llevaba agua fresquita al centro de la ciudad. Toda esa agua se almacenaba en enormes depósitos subterráneos, como la Cisterna Basílica, construida también en la época de Justi. Finalmente tenemos el barrio de Pera, al otro lado del Cuerno de Oro, donde vivían los extranjeros, ahí to apartaos.

Fuera de la ciudad se construyeron iglesias como la de San Vital en Rávena, y muchos monasterios, algo que se puso de moda. Destaca el Monasterio de Santa Catalina, construido en las faldas del Monte Sinaí, en el lugar donde según la Biblia, Moisés habló con Dios. Antes había una iglesia pequeña construida por Constantino y su madre, Santa Helena.

Otra cosa que se reformó fue la administración. Juan de Capadocia hizo más complicado que los gobernadores y los altos funcionarios provinciales abusaran de su poder. Los cabrones se estaban quedando con tierras y querían montarse sus latifundios propios. Nah, toda la pasta para Justi que había que conquistar el este.

Para ello era menester reformar el ejército, y llegaron nuevos inventos. Copiaron los estribos metálicos a los hunos, para que el jinete ganara estabilidad en el trote. De los persas copiaron los catafractos, ya sabéis, los caballos blindados, que además contaban con arqueros. Bizancio nunca tuvo un ejército gigantesco. Hablo de unos 150.000 hombres durante estos años. Eran pocos, pero muy preparados, muy profesionales.

Primer objetivo: los Vándalos del norte africano. En el año 533 una flota de 500 dromones dirigida por Belisario puso rumbo a Cartago. La Batalla de Ad Decimum primero y la de Tricamerón después significó el fin de toda esta gente, y su rey Gelimer fue perdonado y le dieron tierras en Galacia. Los Bizantinos conquistaron el norte de África, Córcega, Cerdeña y las islas Baleares. Todas estas victorias fueron recogidas por el historiador personal del emperador: Procopio de Cesárea.

Segundo objetivo: Italia. Había que aprovechar que el reino ostrogodo estaba viviendo un caos por la regencia de Amalasunta, la hija de Teodorico, y la muerte del heredero, el niño Atalarico. La mujer se casó con Teodato pero éste, que no quería a la mujer mandándole, la ejecutó.

A pesar de tener pocas tropas, Belisario reconquistó parte de Italia. Desembarcó en Sicilia con 7500 hombres, subió por la costa occidental hasta Nápoles y de ahí llegó a Roma, la cual logró tomar en el año 536. La antigua capital estaba bastante hecha mierda, y la gente fue progresivamente abandonándola. En aquel tiempo el Obispo de Roma era Agapito I, quien visitó Constantinopla para poner algo de paz. El nuevo rey ostrogodo Vitiges intentó recuperar Roma, pero no pudieron. Poco después cayeron Génova, Milán y en el 540 Belisario logró tomar Rávena, la capital. Fue fácil pues los ostrogodos le ofrecieron el puesto de emperador de occidente, y Belisario fingió aceptar para entrar en la ciudad y petarles el ojal.

Además también los persas de Cosroes I anularon la paz y conquistaron Antioquía. La recuperaron poco después pero la ciudad acabó en ruinas. Ningún bando logró nada puesto que una enfermedad comenzó a diezmar a la población de ambos imperios.

Narsés era otro general, más viejete y encima eunuco, y éste caía mejor al emperador porque Belisario era casi más popular que él. Se dice que Belisario fue llamado a Constantinopla y juzgado por corrupción. En el año 552 Narsés derrotó por completo a los ostrogodos del rey Teia en la Batalla de Monte Lactarius (552). Tras esta 2ª Guerra Gótica (542-552), los ostrogodos se retiraron de Italia llevando el cuerpo de su rey, quien había caído en batalla. Poco después las tropas bizantinas del general Liberio desembarcaron en Hispania y conquistaron parte de la zona levantina aprovechando la guerra civil entre los reyes godos. Allí crearon la provincia de Spania.

Vale, todo iba muy guay, ¿verdad? Justiniano desde luego estaba muy contento y feliz, pero eso no iba a durar mucho. Teodora la palmó, y hacia el año 559 llegaron nuevos pueblos bárbaros de las estepas rusas con ganas de cruzar el río Danubio, la frontera norte. Los ávaros eran un pueblo túrquico de Asia Central que huía de los Hunos y los Kokturks, ocuparon Panonia y liderados por Bayán, echaron primero a los Gépidos y después a los Lombardos, quienes a su vez decidieron intentar penetrar en Italia. Por otro lado estaban los eslavos, provenientes de la zona de alto Dnieper que poco a poco fueron migrando al sur y juntándose con los ávaros. En lo que ahora es Ucrania estaban los Búlgaros, otros túrquicos divididos en Utigures, Onogures y Cutrigures.

Estos últimos, en el año 551, pusieron en grave peligro la capital, Constantinopla. Zabergán cruzó el congelado Danubio y se presentó frente a las murallas de la capital con 7000 jinetes. A Justiniano no le quedó más remedio que llamar a Belisario, que ya estaba retirado, para que le salvara el culo. El tío pilló a los 300 guardias del palacio, dio armas a la gente de la calle y requisó todos los caballos y se lanzó a la batalla. La derrota de aquellos bárbaros fue muy lamentable, Belisario había obrado un milagro.

En el año 565 murió el emperador Justiniano, dejando el Imperio en bancarrota. No había efectivos suficientes como para defender las conquistas de los Lombardos que trataba de penetrar en Italia, o de los eslavos y ávaros que se estaban asentando en los Balcanes. El nuevo emperador, Justino II, estaba el pobre un poco perdido, y los persas lo sabían, así que aprovecharon para conquistar todo lo que pudieron. Los Lombardos lograron someter Venecia y el noreste de Italia dirigidos por su rey Alboino, pero le asesinaron en el 572. La siguiente década fue caótica, pues la Italia lombarda se dividió en mogollón de ducados independientes, hasta que algunos se unieron formando de los Ducados de Espoleto y Benevento, que se convirtieron en grandes centros de poder en la zona central. Para empeorar las cosas los armenios se rebelaron contra los persas y pidieron ayuda al emperador bizantino.

Con tantos problemas, a Justino II se le fue la cabeza. Se tiraba por las ventanas, mordía a la gente… y su esposa Sofía tomó las riendas del gobierno. Ella logró la paz con Cosroes I y alzó al guardia imperial Tiberio II a rango de emperador augusto en el año 578. De él se dice que fue el primer emperador 100% griego, ya que los anteriores eran más latino-ilirios.

Tras sólo cuatro años de reinado le sucedió el general Mauricio. El hombre arriesgó de lo lindo cuando echaron a Cosroes II del trono de Persia. Mauricio decidió hacerse su amigo y ayudarle a recuperar el trono, y cuando lo lograron en el 591 firmaron una tregua bastante bonita para ambos, y durante mucho tiempo se felaron por correo. Mauricio entonces fue a por Italia y creó una nueva forma de gobierno. El Exarcado de Rávena fue una administración provincial exterior de corte militar dirigido por un exarca o jefe militar. En Cartago también se creó un exarcado de estos, y que tuvo bastante éxito.

Mauri comenzó un campaña contra los eslavos de los Balcanes. A partir del 583, ávaros y eslavos penetraron en Grecia saqueando muchas ciudades.  Tras una década de luchas, Mauricio se puso serio. Sus tropas recuperaron Sirmiun y capturó al rey Musocio. Sin embargo, las incursiones enemigas siguieron llegando. El emperador le dijo a su hermano Pedro, que era general, que el ejército pasara el invierno protegiendo el Danubio. Además los ávaros le ofrecieron liberar 12.000 prisioneros a cambio de 6.000 monedas de oro. Mauricio lo rechazó y todos fueron ejecutados.

Todo esto hizo que los soldados se amotinaran y ayudaran a un centurión analfabeto y de origen tracio a dar un golpe de estado. Este tipo era Flavio Focas. Un maderfoca de cuidao. Se proclamó emperador y comenzó una época de terror donde se cargó a toda su oposición. Asesinó a Mauri y a sus hijos varones, exponiendo sus cabezas cortadas en público, y claro, su gran amigo Cosroes II juró vengarse, y Persia declaró la guerra al maderfocas.

Focas no recibió mucha ayuda de Siria, Palestina y Egipto, pues en estos territorios la religión más extendida era el cristianismo monofisista y también había muchos judíos, a los que trató de convertir por la fuerza. Sirios y egipcios pasaban de apoyar a un emperador que quería perseguirles, por lo que Cosroes II no tuvo mucha oposición y puso en jaque a Constantinopla. El fin de Focas llegó en el 610. El exarca de Cartago Heraclio se levantó contra él y conquistó Egipto. Después ascendió por Siria mientras su hijo Heraclio el Joven iba a Constantinopla en barco. Ganaron y Focas fue ejecutado.