Desde hace miles de años, diferentes culturas antiguas a lo largo de todo el globo han dejado relatos que hablan de seres venidos del cielo. Algunos eran benignos, y les ayudaron a civilizarse, mientras que otros eran seres terribles y provocaron muerte y desolación.
¿Son todas estas historias ciertas? ¿Existen los alienígenas? ¿Ha sido el mundo visitado por seres del espacio montados en platillos volantes? Amigos, hoy toca hablar de la historia de los ovnis y los extraterrestres.
Personalmente yo creo que los ovnis son o bien fakes o bien armas aéreas secretas. Por otro lado, creo que existe vida extraterrestre en algún lugar de este basto universo, pero dudo muchísimo que hayamos entrado en contacto con ella. Aunque no me cierro a nada, tengo que ser realista, y las posibilidades de que haya un contacto con aliens y logre mantenerse en secreto… son muy muy improbables.
Pero como fan de la ciencia ficción, este es un tema que me encanta y que me fascina, además de que es muy divertido, y sobre todo creo que es interesante saber de dónde vienen estas ideas tan rocambolescas. Quiero hablar de esto, así que allá vamos.
OVNIS ancestrales
Empecemos por nuestro pasado más remoto. Hablemos de la hipótesis de los Antiguos Astronautas, según la cual, los aliens ya nos visitaron en el pasado y ayudaron a desarrollar las culturas humanas. Según esta creencia, muchas construcciones megalíticas habrían sido obra de extraterrestres, y muchos Textos Sagrados antiguos, un relato ingenuo y primitivo de estos primeros contactos con seres de otro mundo.
Mirad la tapa del Sarcófago de Pakal el Grande, rey de los mayas de Palenque. ¿No os parece que representaba a un alien sentado en una especie de nave espacial con un cohete de propulsión en la parte trasera?
Esto es lo que afirmaba un suizo llamado Erich von Daniken en un libro publicado en 1968 titulado Recuerdos del Futuro. En él decía que las Pirámides de Egipto, las Pirámides Mayas, Stonehenge o las Líneas de Nazca tuvieron que ser construidas por aliens, porque los humanos en la antigüedad eran idiotas, básicamente.
Sin embargo, gracias a los textos mayas traducidos, sabemos que el grabado representa al propio monarca junto a diferentes figuras jeroglíficas bien conocidas, como las llamas del inframundo o un árbol de la mitología maya, el wacah chan. Lo del árbol sagrado es un mitema o arquetipo que se repite en cientos de culturas por todo el mundo. Igual que la adoración al sol a través de dioses solares.
Estas coincidencias tanto artísticas como religiosas, según Daniken, se deben a que todas las culturas tuvieron un origen común, y ese origen común son los aliens, que nos dieron una cultura primigenia. En realidad, adorar al sol, a los árboles o mitificar diluvios es algo común, porque todas las putas culturas de mundo han visto el sol y es su fuente de vida, o han mitificado la fauna y flora de su alrededor porque les daba de comer, o han tenido problemas con inundaciones y climas horribles. Es normal que muchas culturas coincidan en crear mitos sobre estas cuestiones.
Hablando de diluvios, hablemos de una de las teorías más famosas de estos Antiguos Astronautas. Según el libro apócrifo de Enoc, que amplía el Génesis bíblico, dios era un alien, y tenía como subalternos a 200 ángeles, los llamados Observadores, llamados así porque eran también aliens cuya misión era vigilar a los humanos.
Algunos de ellos desobedecieron a Dios y empezaron a tener hijos con humanas, y de ahí salieron los Nefilim, que, según algunas traducciones, vendrían a ser gigantes.
Cuando Dios se enteró, apresó a todos los Observadores y creó un Gran Diluvio para destruir a todos los Nefilim y a todos los humanos, los cuales habían recibido mucho conocimiento prohibido por parte de los ángeles. Uno de ellos avisó a un tal Noé y este y varios amigos suyos lograron sobrevivir construyendo un gran arca.
Daniken incluso decía que la destrucción de Sodoma fue realizada por alienígenas con armas termo-nucleares de otra galaxia. Y también que, en el Libro de Ezequiel, en su primer capítulo, este profeta tiene la visión de los primeros ovnis de la historia, pues se narra que vio bolas de metal resplandecientes y también a unos seres humanoides con alas. Aunque si leéis el capítulo, todo es tan ambiguo como el famoso Apocalipsis, del que ya hice un análisis en este otro vídeo.
También se dice que el niño Jesús era un extraterrestre que llegó a la tierra en un platillo volante (vista como la estrella de oriente por los magos) y que lo dejaron en la tierra para que salvara a la humanidad.
Luego tendríamos a Zecharia Sitchin, del que ya hablé en otro vídeo. Este tipo es famoso por coger los textos sumero-babilónicos, como el Enuma Elish o el Atrahasis, traducirlos a su manera, de forma errónea e interesada, evidentemente, y crear con ello un relato mu loco.
Decía que los dioses mesopotámicos eran los hijos de Anu, los Anunnaki, a los que también llamaba Nefilim. Estos seres venían del Planeta Nibiru para absorber todo el oro de la Tierra. Estos Anunnaki habrían creado a los homo sapiens mediante ingeniería genética para usarles de esclavos extrayendo oro.
Aquí también se mezclan historias de David Icke y de Anton Parks, que son conocidos por hablar de los reptilianos. Pero de esto ya hablaré más adelante.
Por otro lado, Robert Temple hablaba de los dogones, una tribu africana, de Malí concretamente, que supuestamente tuvo contacto con extraterrestres hace 5000 años. Se dice que los dogones tienen un gran conocimiento astronómico en lo que respecta a Sirio.
Según Temple, los dogones decían que Sirio era de donde venían unos seres medio anfibios que solían reunirse tiempo atrás en un lago cercano. También afirmaban que sabían que Sirio era un sistema triple, con tres estrellas juntas, algo que no se descubrió hasta 1995.
Temple escribió en 1976 El Misterio de Sirio, para dar a conocer todo esto. Sin embargo, Carl Sagan le rebatió en otro libro: El Cerebro de Broca, de 1980. Básicamente decía que la única fuente de todo esto de Sirio y los dogones provenía del antropólogo Marcel Griaule (griul), pero es que luego, otros investigadores que trabajaron estudiando a los dogones nunca escucharon a esta gente decir nada de Sirio ni cosas así.
Existe un jeroglífico en el Templo de Abidos, donde podemos ver un helicóptero de combate, el coche de Luke Skywalker, y la nave de Futurama. En realidad, esto es debido a la superposición de dos o tres símbolos, lo que causa una pareidolia, es decir, un fenómeno psicológico donde nuestro cerebro interpreta una imagen con otra cosa que nos suene, aunque no tengan nada que ver. Si veis bien esta imagen, podréis comprobar que son varios símbolos superpuestos, que generan esas imágenes. Todo es cosa de…
¿Qué me decís de estos aliens que podemos encontrar en la tumba del gran visir Ptahhotep? Pues que no son aliens, sino jarrones con plantas. Quizás racimos de uvas, como vemos en esta otra representación.
Las pirámides no fueron construidas por extraterrestres y ovnis con motores gravitacionales. No quitemos mérito a culturas que vinieron antes que nosotros. Si habéis visto mis vídeos sobre el Antiguo Egipto, se puede ver perfectamente que existe una evidente progresión desde la construcción de los primeros templos, mastabas y pirámides. Como ya vimos, algunas de las primeras salieron mal y se fueron a la mierda. Pero fueron mejorando. Y es cierto que todavía nos quedan por saber detalles sobre su técnica constructiva, pero no cabe duda de que fueron construcciones humanas.
Lo que hacen muchos de estos autores es aprovechar lagunas en el conocimiento de ciertas culturas, en sus registros históricos y arqueológicos, para decir que x cosa fue creada por los aliens.
A mí me gusta llamarlos agujeros de guion históricos, pero eso no significa que no podamos rellenarlos en el futuro, con algún DLC arqueológico. O quizás nunca logremos encontrar respuesta a algunas preguntas de nuestro pasado, pero la vida es así. Lo que no podemos hacer es achacar todo lo que no entendemos a hombrecillos grises.
–¿Los moais de las Islas de Pascua? Claramente son aliens.
–¿Las Estatuillas Dogu de la prehistoria japonesa? Joder, ¿no has visto esos ojos enormes? Son aliens, sin ninguna duda.
–¿Los pájaros de Otún de los Quimbayá? Eso son naves espaciales, amigo.
–¿Los petroglifos de la Cultura Anasazi? Tremendo alienardo, macho. Ya lo dije en el vídeo dedicado a las tribus de Norteamérica, quizás los Anasazi dibujaban humanos como el puto culo. Al final la explicación más sencilla suele ser la correcta.
Muchos de estos objetos son denominados Ooparts, es decir, “out of place artifacts”, es decir, artefactos fuera de lugar. Dando a entender como que están muy adelantados a la época a la que se supone que han sido datados. La verdad es que este tema daría para un vídeo entero, pero ahora vamos a seguir con los ovnis y si queréis otro día ya hablo de ooparts.
Según algunos de estos fans de los antiguos astronautas, varios textos antiguos hindúes, como el Rig-Veda o el Ramayana, también se habla de ovnis. Estos artefactos realmente se llaman vímanas, y según la mitología hinduista, estas vímanas eran carruajes voladores en los que iban los dioses. Pero es igual que si dijéramos que el carro de Apolo es también un ovni. Y también hay que tener en cuenta que muchas de sus representaciones en dibujos y así, son bastante actuales.
También, por un lado, algunas representaciones de humanoides con cabezas redondas y grandes ojos eran vistas como que había algo alien allí, como las Pinturas rupestres de Tassili n’Ajjer en Argenia, las de Wondjina en Australia, o las de Val Camonica en Italia… o en el señor saludando en las Líneas de Nazca.
Por otro lado, los cráneos alargados también son cosa de aliens, como vemos en las representaciones del faraón Akenatón y de su esposa Nefertiti, así como en muchos cráneos de antiguos habitantes de la zona del Perú. Lo de Akenatón pudo ser solamente una moda estética, como los filtros de Instagram de hoy en día, mientras que, en el Antiguo Perú, culturas como la Paracas o la Nazca tenían la costumbre de poner a algunos niños tablas en la cabeza para alargarles el cráneo.
En resumen, da igual la forma de la cabeza, que como se salga minimanete de la norma ya es un alien. En fin, que todo esto de la paleoastronáutica es un intento de llenar el vacío de conocimiento que realmente existe en la historia. Pero, por un lado, esos vacíos se rellenan con explicaciones de que unos aliens nos ayudaron a evolucionar, dejando a la vez por contestar, qué proceso siguieron esos aliens para haber alcanzado esos avances que tienen. Al final son teorías que intentan rellenar lagunas creando otras más grandes.
Parecen guionistas de la saga de Star Wars.
La Edad Media
Ahora pasemos a la Edad Media.
En esta época se pusieron muy de moda, especialmente en Europa, historias de seres fantásticos. Hadas, ninfas, duendes, elfos, sílfides… Muchos de estos seres se dedicaban a raptar a personas, y para un francés llamado Jacques Vallée, estos cuentos fantásticos era la forma en la que la gente de la época explicaba extrañas desapariciones en su aldea o por los bosques, y que, por supuesto, no eran otra cosa que abducciones alienígenas.
También en el año 776, durante el Asedio de Sigiburg en Francia por parte de los sajones, se cuenta que los soldados vieron como discos llameantes en el cielo. En la ciudad francesa de Angers, en el 842, también tenemos noticias del avistamiento de un objeto volador no identificado en el cielo.
En estos casos no hay mucha más información. Quizás fueran meteoritos, o quizás imaginación. Recordemos que Constantino el Grande, antes de una batalla, afirmó haber visto una cruz en el cielo, y por eso comenzó a pintar la cruz de cristo en sus escudos.
Una historia curiosa es la Leyenda de los Niños Verdes de Woolpit. Resulta que por el año 1100, algunos habitantes del pueblo inglés de Woolpit encontraron y rescataron dos niños atrapados en un foso. La cosa es que los dos eran verdes, hablaban una lengua ininteligible y solo comían verduras verdes. El niño murió pronto, pero la niña empezó a comer carne y se le quitó el tono verde. También aprendió el idioma local y contó que en el lugar del que venía todo el mundo era verde. Claramente, era una alien.
En realidad, existen teorías para explicar aquello. Por un lado, los niños podrían padecer clorosis, una rara enfermedad anémica que tiñe la piel de color verdoso. Por otro lado, podrían ser niños pertenecientes a tribus britonas escondidas en cuevas, quienes hablarían un idioma céltico y que solian pintarse el cuerpo con pinturas de guerra de diferentes colores. O también puede ser que la historia sea solo un cuento y alguien se la haya inventado.
Luego en arte tenemos un fresco de 1350 titulado La Crucifixión, que está en el Monasterio Visoki Decani de Kosovo. En el cielo se pueden ver dos objetos que podrían ser meteoritos, pero con personas dentro. Sin embargo, todo apunta a que son representaciones personificadas del sol y la luna.
En el cristianismo ortodoxo esta era una representación común. Por ejemplo, podemos verlo también en la Crucifixión de la Iglesia de Karanlik, en Capadocia, Turquía, construida dentro de una cueva.
¿Y esta invasión de naves en plan Independence Day? Este es un retablo titulado La Fundación de la Iglesia de Santa María Maggiore en Roma, pintado por Masolino en 1428. Lo que muestra el cuadro es un evento ocurrido en el año 358, una inusual nevada que hizo que el papa Liberio decidiese fundar la susodicha basílica.
Aquí podemos ver otras nubes representadas en la época y vemos que son bastante similares, como estas de Benozzo Gozzoli. No eran realistas sino estilizadas, como estaba de moda en aquellos años.
La Edad Moderna
Ahora pasemos a la Edad Moderna.
Los hechos relacionados supuestamente con ovnis más conocidos en esta época fueron el Fenómeno Celeste de Núremberg, en Alemania, en 1561, y el Fenómeno Celeste de Basilea, en Suiza, de 1566.
Aquí se habló de que los habitantes de estas ciudades vieron multitud de esferas negras y cilindros que se desplazaban con gran rapidez y de forma errática por el cielo. Algunas se volvieron rojas y desaparecieron.
Esto fue recogido por un periódico de la época que incluía un grabado de Hans Galser, y según los testimonios, aquello parecía una batalla aérea. También, que tras todo esto surgió un gran objeto triangular negro en el cielo y cayó a tierra entre nubes de humo.
¿Qué explicación tiene esto? Para unos, esto fue una lluvia de meteoritos, y para otros se trató de fenómenos ópticos como el halo y el parhelio. O quizás fuera una tormenta eléctrica. O quizás una histeria colectiva de rollo religioso.
En esa época, los fenómenos meteorológicos raros, era atribuidos a castigos divinos y cosas así. Si en la antigüedad, de estos fenómenos salieron mitologías de todo tipo, no es raro que en la Edad Media siguieran representando la voluntad del dios de turno. Todavía la ciencia y la climatología no se entendía como lo hacemos a día de hoy.
De esta época moderna también destacan muchos cuadros con objetos que muchos han interpretado como de procedencia extraterrestre. Vamos a ver algunos ejemplos.
En la Tebaide de Paolo Uccello, de 1460, vemos un ovni rojo al lado de Cristo. Solo que no es un ovni, sino un capelo cardenalicio con sus cordones y lazos. Resulta que el que está al lado de Cristo en la cueva es San Jerónimo, o San Girolamo, quien se convirtió en un ermitaño tras renunciar a su oficio eclesiástico, y que deje su sombrero cardenalicio en el suelo representa ese abandono.
La Anunciación con San Emigdio es un retablo italiano de Carlo Criveli, y aquí se ve un rayo de luz que proviene del cielo. Esto no tiene mucho misterio, pues el tema de la obra es la concepción de María por el Espíritu Santo.
En esta Madonna de finales de siglo 15, atribuida a Tondo Miller o a Sebastiano Mainardi, vemos al fondo lo que parece ser un ovni. Según los expertos, simplemente es simbología de la estrella de la Anunciación; a veces los ángeles tenían forma antropomórfica y otras veces se representaban como una nube brillante.
Algo parecido vemos en la obra El Bautismo de Jesús, del holandés Arent de Gelder, de 1710. ¿Está este ovni intentando abducir al Yisus y a Juan Bautista? No. De nuevo el Espíritu Santo; si es que se ve la paloma ahí. Porque en aquella época era costumbre representar este Espíritu Santo como una fuerza divina intangible, y con una paloma. Para reforzar su halo divino se lo dibujaba como algo luminoso, a veces como un disco solar. Igual que Atón durante el periodo amarniense de Egipto o muchos otros dioses solares.
Pero sin duda, el más cuadro más famoso en este aspecto de la conspiración ufológica es Glorificación de la Eucaristía, de Ventura Salimbeni, de 1600. Pero algunos la llaman el Sputnik de Salimbeni, porque el objeto central realmente parece un satélite de la Unión Soviética.
¿Es realmente ese objeto un satélite que no sería creado hasta 350 años después? No. Lo que vemos es una bola del mundo, que representa la creación, y cuyos meridianos y paralelos están siendo pintados con pinceles por Dios y Jesús.
No son antenas, son pinceles, o cetros divinos dicen otros. Y lo que parece la lente de la cámara del satélite, es en realidad el pivote de un soporte. Si veis la Trinidad del Santo Sepulcro de Jerusalén veréis que el concepto es el mismo. O Alegoría Cristiana, de Jan Provost. Y no es el único ejemplo; hay cientos más.
OVNIS en el Siglo XIX y principios del XX
Llegamos al Siglo XIX.
Entre la Revolución Científica y la Revolución Industrial la humanidad comenzó a entender un poco mejor el mundo en el que vivía. Se popularizaron miles de teorías nuevas para explicar nuestro origen, como Darwin y demás.
Pero en el tema alien, me interesa el astrónomo francés Camille Flammarion, quien en su obra La Pluralidad de los Mundos Habitados, de 1862, habló y creo que, por primera vez, al menos de forma científica, de la idea de vida extraterrestre.
En aquella época esta idea se puso de moda porque algunos astrónomos, como Giovanni Schiapparelli (eskiapareli), al observar Marte a través de los telescopios, veían como canales en su superficie, y pensaron que serían carreteras o cosas así, aunque en realidad luego se descubrió que eran ilusiones ópticas de las lentes de aquellos mismos instrumentos. Aún así, se pensó que Marte estaba habitado, y apareció el término “marciano”.
Por otro lado, a finales de este siglo se puso muy de moda todo el tema del espiritismo. La gente pensaba que, a través de un médium, cualquiera podía comunicarse con sus seres queridos muertos, o incluso también con seres de otros planetas.
Esto comenzó con la Sociedad Teosófica, creada en Nueva York por Madame Blavatsky. Unió filosofía occidental, doctrinas hinduistas que no entendía bien y espiritismo, y empezó a decir que la reencarnación del alma podía hacer a cualquier persona reencarnarse en otros humanos de la Tierra o también de otros planetas. Esto llevó a los ocultistas de aquella época a suponer la existencia de otras humanidades por todo el universo.
Por ejemplo, la médium ginebrina Helene Smith recordaba haber sido la reencarnación de María Antonieta, de una princesa hindú del siglo 15, y de un visitante de Marte.
También la medium Vesta la Viesta decía que se comunicó con varios aliens a través de la proyección astral.
Finalmente destaca el famoso ocultista Alister Crowley. Se podría decir que, junto con la Sociedad Teosófica, este tipo fue el precursor de los hippies y del movimiento New Age. Ya sabéis, espiritismo, ocultismo, neopaganismo, misticismo, chamanismo, drogas alucinógenas…
Se cuenta que, en 1917, Crowley fue contactado por una entidad de otro mundo llamada Lam, a la cual dibujó, y es extrañamente similar al prototipo de alien gris que conocemos desde los años 60.
Bueno, Crowley decía que estos seres eran transdimensionales y que estaban tratando de abrir portales para ayudar a la Humanidad a avanzar hacia una Nueva Era.
Y es que fue de todo este rollo espiritista del que nació y fue cogiendo forma todo lo que hoy sabemos de los aliens y de los ovnis. Mezclado, por supuesto, con un montón de cosas más que ya iremos viendo.
Ahora tenemos que hablar de la famosa Oleada de Aeronaves de 1896 a 1897.
¿Qué es esto?, os preguntaréis. Pues resulta que, en esos años, al oeste de los Estados Unidos, especialmente en San Francisco, comenzaron a verse objetos voladores no identificados a mansalva. Incluso estos avistamientos se dieron también en algunas zonas del este.
Lo curioso es que en estos informes no se hablaba de platillos volantes, sino de dirigibles o zepelines misteriosos que sobrevolaban el cielo nocturno y que tenían luces y alas gigantes. Algunos periodistas si que mencionaron la hipótesis extraterrestre y que venían de marte, siguiendo la corriente de Schiapparelli con sus canales, pero fue algo residual.
Aún así se dice que estos fueron los predecesores culturales de los modernos avistamientos de ovnis. Como vamos a ver, en cada época y cultura, los ovnis y aliens van a adquirir diferentes formas.
Fue unos pocos años después, cuando los zepelines empezaron su andadura como vehículos de transporte más o menos habituales. Y tuvieron gran aceptación hasta el incidente del Hindenburg en 1937. Y es que estos trastos eran la mar de peligrosos. Una teoría dice que estos avistamientos fueron vuelos de prueba de prototipos de zepelines reales. Y sería algo que tendría bastante sentido, pues el inventor estadounidense Solomon Andrews ya había hecho algunos vuelos de prueba con su Aereon en 1863.
A esto habría que añadir el amarillismo del periodismo de la época, que recogió testimonios de gente que había visto a los ocupantes de aquellas aeronaves y que afirmaban que eran de Marte.
A comienzos del siglo XX también se reportaron avistamientos de aeronaves misteriosas en los cielos de Nueva Inglaterra, Nueva Zelanda y diferentes puntos de Europa, pero todo apunta a que podrían tratarse de zepelines privados. Como ya digo, en aquella época, estos vehículos eran bastante habituales.
Hay que tener en cuenta que, en esos años, la literatura de ciencia ficción estaba en auge. Julio Verne o H. G. Wells ya hablaban en sus historias de máquinas submarinas y aéreas que solo existían en su imaginación. Y bueno, qué decir de la novela La Guerra de los Mundos.
Vamos a hablar de ello. Esta novela del inglés H.G. Wells fue publicada en 1898, y en ella se contaba por primera vez, que se sepa, una invasión de los marcianos a la Tierra. Marcianos como seres malvados que venían a conquistarnos. Al final, a pesar de su superioridad tecnológica, lo único que logra detenerlos a estos marcianos son los virus de la Tierra. Wells creía en el darwinismo, que solo los mejor adaptados sobrevivían, no los más fuertes, y eso trató de plasmar en la novela.
Justo 40 años después, en 1938, un joven artista llamado Orson Welles, quien trabajaba para la compañía teatral Mercury Theatre, decidió adaptar la novela a un serial radiofónico en la CBS. Quería narrarlo todo en formato de noticiero, para darle mayor realismo. Y aunque al principio del programa se avisaba de que todo era ficción, la gente que ponía la radio con la historia ya empezada se quedó flipando. Y claro, se lio muy parda. Tanto en Nueva York como en Nueva Jersey cundió el pánico entre los ciudadanos, que se pensaban que la invasión era real.
Tras la histeria colectiva, Orson Welles tuvo que pedir disculpas… pero la cosa es que el incidente impulsó su carrera y poco después rodó obras maestras del cine como Ciudadano Kane.
A los que no les fue nada bien fueron a los de Radio Quito, una emisora de Ecuador, que decidieron adaptar también la Guerra de los Mundos en 1949. Realmente parece que los tipos de la radio lo que querían hacer era gastar una broma a su audiencia. Sin embargo, algunos quitenses se lo tomaron como el orto… e incendiaron la sede radiofónica, y murieron 5 personas.
También en los años 30 podríamos destacar a Jack Parsons, un ingeniero de cohetes de Estados Unidos que era un fanático de Crowley. El tipo quiso concebir un bebé con su mujer a través de rituales mágicos, y ese bebé, al que llamaba Babalon, se convertiría en una figura mesiánica que lideraría la Nueva Era.
Parsons le dijo a su mujer que pronto vería señales en el cielo, objetos con forma de cigarros, que para él no eran ovnis sino eso, señales y manifestaciones interdimensionales.
Por cierto, este Parsons era muy amigo de Lafayette Ronald Hubbard, el fundador de la Cienciología.
En estos años, la ciencia ficción se empezó a poner muy de moda en los Estados Unidos, y esto estimuló la imaginación de muchos para creer en vida más allá de la Tierra. Y también estas historias sirvieron como escapismo tras todo lo que fue la 2ª Guerra Mundial.
Los años 40 y el Caso Roswell
En 1939 comenzó la 2ª Guerra Mundial, y Europa se sumió en el caos más absoluto. A finales de 1941, tras el ataque japonés al puerto estadounidense de Pearl Harbour, Estados Unidos decidió entrar en la guerra.
Durante este conflicto, muchos pilotos militares, sobre todo británicos, reportaron haber visto esferas luminosas volando junto a ellos. Nunca atacaban, simplemente parecían acompañar al avión un rato y luego desaparecían.
Estos fenómenos fueron denominados “Foo Fighters”, o Cazas de Fuego. Los aliados pensaron que sería algún arma secreta nazi, mientras que los nazis creían que sería algún arma secreta británica.
La teoría más aceptaba es que los pilotos vieron rayos globulares, un fenómeno asociado a las tormentas eléctricas que todavía no se conoce del todo bien. O quizás era un efecto similar a los fuegos fatuos o fuegos de San Telmo, de los que ya hablé en el vídeo de Magallanes. O sondas espías alemanas. No se sabe.
En esta época también se contaba el cuento de los gremlins, unas criaturitas que se dedicaban a sabotear la maquinaria de los aviones. Esto fue muy popular entre los pilotos de la RAF, y luego un ex piloto británico llamado Roald Dahl lo adaptó a cuento. Y luego salieron en la peli de The Twilight Zone, y en la saga de películas de los Gremlins y demás.
Pero quedémonos con los nazis, porque también existen historias muy locas de esta gente relacionada con los ovnis y los extraterrestres. Como ya he contado en alguna ocasión, algunos nazis tenían una obsesión enfermiza con el esoterismo, creando sociedades secretas como la Sociedad Thule o la Sociedad Vril, que reivindicaban la raza aria y demás locuras.
Dentro de estas sociedades destaca la Ahnenerbe, una especie de entidad educativa/arqueológica que buscaba investigar todas estas cuestiones. Fue esta Ahnenerbe la que financió en 1938, a Heinrich Himmler y a Ernst Schafer, para realizar una expedición al Himalaya y al Tíbet en busca del origen de la raza germana y de lo que quedaba de la Atlántida o de Shambala. Porque sí, algunos pensaban que venían de otro planeta o de una raza superior que antiguamente gobernaba la Tierra.
Y también en 1938 exploraron la Antártida, concretamente la Tierra de la Reina Maud. ¿Con qué propósito? Los conspiracionistas dicen que intentaban crear una base secreta para sus ovnis, aunque lo más seguro es que fuera para crear una estación ballenera para aumentar la producción de aceite de ballena.
En 1947, dos años después de final de la guerra, los estadounidenses llevaron a cabo la Operación Highjump, un grupo de maniobras militares de entrenamiento cerca de la Antártida. La leyenda dice que en realidad fueron a destruir los últimos reductos nazis que quedaban en aquel continente helado.
Pero… ¿los nazis tenían la tecnología para crear ovnis? Realmente no, pero desde luego lograron grandes avances tecnológicos con sus aviones a reacción, como el Messerschmitt Me 262… y con sus misiles, como el mítico misil balístico V2. Incluso podríamos hablar del Horten Ho 229, un prototipo creado por los hermanos Horten, el primer ala volante con motor de turbina a reacción del mundo.
Pero quizás el mayor mito de todos sea La Campana, o la Die Glocke, un supuesto dispositivo tecnológico nazi de alto secreto que tenía un motor de antigravedad y que volaba como si fuera un ovni. De todas formas, esto parece ser solo un invento de un autor polaco llamado Igor Witkowski.
Los estadounidenses también tenían sus aviones experimentales, como este en forma de disco llamado Vought V-173, o Flying Pancake, o su secuela, el Vought XF5U, o Flying Flap-jack. Aunque el uso de estos fue muy limitado, mucha gente pensó que sus vuelos de pruebas podrían haber dado origen a muchos testimonios de ovnis.
Tras el fin de la guerra, muchos científicos nazis fueron capturados tanto por los soviéticos como por los estadounidenses. Esto fue lo que se llamó Operación Paperclip. Destaca Werner von Braun, ingeniero alemán encargado de los V2 y que colaboró en el proyecto Apolo para enviar al hombre a la Luna.
Por cierto, esta combinación entre nazis y ovnis, y mitos urbanos de la Guerra Fría, siempre me ha molado muchísimo. De hecho, ya conté en otro vídeo que hace años escribí una novela muy loca que mezclaba la Atlántida, ovnis nazis, el Proyecto Filadelfia, Highjump, el Área 51… Bueno, y la última novela que estoy haciendo es un tecno-thriller medieval de aventuras ambientado en un mundo lleno de dinosaurios. No sé si alguna vez lograré publicar mis idas de olla, pero si a alguna editorial le interesa, aquí le dejo mi correo. Son putas locuras, pero al menos no tienen agujeros de guion.
Por cierto, también en futuros videos de historia voy a necesitar contratar a alguien que controle de animaciones 2D; after effects fundamentalmente. Todavía no sé qué estilo es el que busco, pero si os animáis, mandadme al email cosas que hayáis hecho y yo me lo miro.
En fin, volvamos a los Estados Unidos. En los años 40 la ciencia ficción estaba de moda, pero no tanto en el cine sino en radio, literatura y revistas, como puede ser Amazing Stories. Esta revista, cuyo editor era Raymond Palmer en aquellos años, publicó en 1945 un cuento a un tal Richard Shaver. Esta historia, titulada “I remember Lemuria”, hablaba de una poderosa civilización prehistórica que construyó ciudades avanzadísimas en cavernas terrestres, y que tenían un idioma protohumano llamado Mantong.
El problema es que se fueron de la Tierra por la radiación solar, y dejaron a sus descendientes, los Teros, que degeneraron en seres sádicos a los que llamaron Deros, que se dedicaban a secuestrar humanos para torturarles o comérselos y que usaban rayos para provocar pesadillas y esquizofrenia. Y según Shaver, estos Deros todavía secuestraban a gente en el metro o en las alcantarillas.
Este cuentito tuvo tanto éxito que impulsó sobremanera esta revista.
Otra revista importante fue Weird Tales, más centrada en la fantasía y el terror, y que es famosa por haber publicado los primeros relatos de H.P. Lovecraft. Este escritor de Providence murió en 1937 sin ser prácticamente conocido, pero sus amigos, también escritores, dieron a conocer su obra en los años 40 a través de una editorial creada por ellos: Arkham House.
Así la gente comenzó a conocer el subgénero de Horror Cósmico, un nuevo tipo de terror que se alejaba de historias de fantasmas o del satanismo para incluir elementos relacionados con razas alienígenas antiguas y monstruosas o la existencia de otras dimensiones. Gran parte de sus historias se enmarcaban dentro de los Mitos de Cthulhu, siendo Cthulhu su monstruo alienígena más famoso.
Ese mismo año, 1945, ocurrió el incidente del Vuelo 19. Cinco aviones militares estadounidenses desaparecieron frente a la costa de Florida de forma misteriosa. Hubo interferencias por la radio, la brújula se había vuelto loca… y buf, se desvanecieron y nunca les encontraron. Y encima, un hidroavión Mariner que fue a su rescate, acabó estallando en el aire y no hubo supervivientes.
Aquí comenzó a popularizarse el mito del Triángulo de las Bermudas. Unos decían que bajo aquel triángulo marítimo existía una base alienígena que derribaba aviones y hundía barcos que osaban pasar por allí. En realidad, el lugar es una de las zonas más transitadas del mundo, y no hay ningún misterio.
El incidente del Vuelo 19 se explica por un error del teniente Charles Taylor, que perdió el rumbo y se dio cuenta de su error demasiado tarde, cuando él y sus compañeros se quedaron sin combustible sobre el Atlántico. Accidentes de aviación de este tipo eran muy habituales, ya que no existía la tecnología de radares que tenemos ahora.
El 24 de junio 1947 ocurrió el considerado primer avistamiento moderno de un objeto volador no identificado. Este es el caso de Kenneth Arnold, un piloto privado que, mientras sobrevolaba el Monte Rainier, en el estado de Washington, afirmó haber visto 9 objetos inusuales surcando el cielo. Arnold estimó su velocidad en unos 2000 km/h, y los describió como platos de cocina. De esta descripción se acuñó el término “platillo volante” o “disco volador”. Pero esa forma como de boomerang… ¿no os recuerda un poco a los Horten? Yo ahí lo dejo.
Tras este hecho, Kenneth Arnold se hizo famoso colaboró en diferentes investigaciones para corroborar la veracidad de diferentes testimonios de gente que decía que también había tenido contacto con ovnis.
Raymond Palmer publicó su historia en Amazing Stories, y hasta envió a Arnold como reportero a la Isla de Maury, al sur de Seattle, donde dos trabajadores portuarios aseguraban que 6 ovnis con forma de donut les lanzaron como fragmentos de metal.
Arnold se entrevistó con dos militares de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la USAF, y estos examinaron los metales y dijeron que solo era aluminio, y que todo aquello parecía un timo. El caso es que pocos días después, esos dos militares, Frank Brown y William Davidson, se estrellaron con su avión de regreso a California y palmaron.
Aún así, el FBI concluyó que todo el tema había sido un montaje de una empresa de seguridad privada de Tacoma para acojonar a los propietarios que tuvieran casas de vacaciones en la zona y que los contrataran para vigilarlas en su ausencia.
Por su parte, uno de estos trabajadores del puerto, Harold Dahl, habló de que recibió la visita de un extraño tipo con un traje oscuro que le dijo que olvidara todo el asunto. A partir de este testimonio se popularizaría el tema de los Hombres de Negro, agentes secretos del gobierno cuyo objetivo era tapar cualquier incidente relacionado con ovnis y con aliens.
En las semanas siguientes comenzaron a reportarse cientos de nuevos avistamientos de ovnis por todo Estados Unidos, posiblemente debido a una histeria colectiva o a bromistas o a gente que quería hacer negocio con todo esto.
Destaca el engaño del platillo volador de Twin Falls, en Idaho. Allí, unos tipos dijeron que habían recuperado un platillo volador de 75 cm, y cuando el FBI fue a investigar, unos adolescentes confesaron que todo había sido una broma.
Y ahora tenemos que hablar del famosísimo Caso Roswell. Ocurrió el 2 de julio de 1947, apenas un mes después del avistamiento de Kenneth Arnold.
Parece ser que, en esa fecha, un ovni se estrelló en un rancho del estado de Nuevo México, y el granjero William Mac Brazel, testigo de la explosión, descubrió unos restos metálicos. Llamó al Sheriff, éste llamó al ejército, y pronto todo el lugar fue acordonado.
Los periódicos de la zona se hicieron eco del tema, sobre todo el Roswell Daily Record, que dijo que habían capturado un platillo volante, y la noticia corrió como la pólvora. Incluso se llegó a afirmar que se habían encontrado cuerpos de 3 seres humanoides.
Según la versión oficial, las descripciones de Brezel encajarían con los globos sonda que usaba Estados Unidos tanto para estudiar el clima como para espiar a la Unión Soviética, pues recordemos que estamos ya en plena Guerra Fría.
En los años 90, cuando se fueron desclasificando archivos secretos, se investigó que aquel incidente tendría relación con el vuelo nº4 del Proyecto Mogul, un proyecto de alto secreto que pretendía utilizar globos a altas alturas para recabar información sobre la Unión Soviética y sus pruebas con bombas nucleares.
Esto es algo que tendría sentido, pues Roswell estaba en medio de varias zonas de pruebas. En White Sands se experimentó con misiles V2 alemanes… en los Laboratorios de Los Álamos se llevó a cabo el Proyecto Manhattan de Oppenheimer… y en el desierto de Alamogordo, en el Trinity Site, tuvo lugar la primera explosión nuclear de la historia, en julio de 1945.
También existen muchas teorías que dicen que la primera detonación nuclear de la historia fue la que “despertó” a los alienígenas, y a partir de entonces empezaron a espiarnos. Para seguir de cerca nuestros avances en armas.
Pero volviendo a Roswell, lógicamente, el gobierno de USA tenía motivos de sobra para lanzar una cortina de humo, y primero intentó impedir cualquier publicación relacionada con el asunto, pero cuando vieron que la gente decía que aquello fijo que era un ovni, se decidió dejarlo o incluso fomentarlo a escondidas. Y es que era mejor que todo el mundo se distrajera pensando que era un platillo volante que lo que en realidad era: una máquina para espiar a Rusia.
Así, el incidente Roswell se convirtió en una leyenda de la ufología. Todos los arquetipos y tópicos de este tema surgieron a partir de aquí. Que si los hombres de negro, que si el gobierno oculta tecnología extraterrestre, que si están desarrollando armas ultra-avanzadas con ella, que la verdad está ahí fuera… etc… Y Roswell pasó a convertirse en la capital espiritual de los ovnis. Con museos, bares temáticos, merchandising y demás.
Ah, y en 1995 salió una grabación de la supuesta autopsia de uno de los alienígenas que murieron en Roswell. Yo era muy pequeño, pero recuerdo haber visto esto en el telediario y dejarme de piedra. Pero claro, era un timo llevado a cabo por un londinense llamado Ray Santilli. Fue un cortometraje que hizo y que vendió a diferentes televisiones por muchísima pasta. No reconoció el fraude hasta 2006.
Ante todo el revuelo con el tema ovni, el gobierno de los Estados Unidos tenía que poner orden, y entonces, en la Base Aérea de Wright-Patterson, en Ohio, se crearon varios proyectos para investigar estos casos ovni a nivel nacional según un protocolo bien establecido.
El primero fue el Proyecto Signo, de 1947. Aquello era un poco como en Expediente X. Un grupo conjunto de militares y científicos investigaron un total de 273 casos ovni para buscar si había algo extraterrestre en ellos, y concluyeron que todos tenían explicación científica. Sin embargo, un pequeño grupo de esta comisión sí que creía que los ovnis podían ser naves de otro mundo.
Los casos de mayor trascendencia, ocurridos en el 48, fueron tres. El primero fue el incidente ovni de Mantell, donde el joven capitán Thomas Mantell persiguió un ovni con su avión y acabó estrellándose y muriendo.
El segundo fue el Gorman Dogfight, donde el piloto George Gorman vio un Foo Fighter sobrevolando Fargo… y el tercero fue el Encuentro de Chiles-Whitted, donde dos pilotos comerciales vieron un objeto luminoso sobre Alabama.
Según las investigaciones de este grupo, los dos primeros casos fueron debidos al avistamiento de un globo Skyhook, y el tercero a un meteorito.
Por cierto, el supuesto comité que investigó todo esto fue el llamado Majestic 12, pues estaba compuesto por 12 altos cargos. Había sospechas de que los ovnis eran en realidad aviones espías similares a los que ya habían desarrollado los hermanos Horten, pero fabricados por la Unión Soviética.
En 1948, el Proyecto Signo se convirtió en el Proyecto Grudge, o Proyecto Rencor. Su propósito era investigar el fenómeno ovni, pero con la premisa de que no existían los platillos volantes extraterrestres.
Finalmente, el más famoso es el Proyecto Libro Azul, de 1952, creado por Charles P. Cabell y dirigido por el capitán de la USAF Edward Ruppelt. La idea era determinar si los ovnis eran un peligro para la seguridad nacional o no. El astrónomo Josef Allen Hynek fue consultor del proyecto y uno de sus miembros más importantes, de hecho, hasta tiene una serie propia con Aidan Gillen haciendo de él.
Tras recoger más de 12.000 informes, en 1969, este proyecto concluyó que la gran mayoría de incidentes ovnis eran malinterpretaciones de fenómenos naturales o avistamientos de aviones. Otros muchos fueron calificados como fraudes, y solo un 6% quedaron como “inexplicables”.
Por cierto, este Ruppelt decidió llamar a estos platillos volantes como UFOS, es decir, Unidentified Flying Objects, siendo su equivalente español OVNIS, u objetos voladores no identificados. Es famoso este libro suyo de 1956, donde básicamente contaba su experiencia estudiando ovnis, y que no existían.
Como curiosidad también existen los OSNIS, objetos submarinos no identificados. Pero eso es otra historia.
Por su parte, Hynek creó el concepto de “Encuentros Cercanos”. Dijo que había 3 tipos de encuentros con seres de otro mundo.
–Los encuentros de 1º tipo era un avistamiento de cualquier cosa en el cielo.
–Los encuentros de 2º tipo implican una evidencia física del aterrizaje de un ovni, como interferencias, marcas en los cultivos y esas cosas.
–El 3º tipo ya sería encontrarte con un ovni y con entidades biológicas humanoides.
Más tarde se añadieron más tipos. El 4º sería una abducción; el 5º sería el contacto telepático; el 6º sería la muerte de un humano o animal por un alien; el 7º sería la creación de un híbrido alien; el 8º cuando hay un contacto permanente con una entidad alienígena; y el 9º sería una abducción con tortura, sufrimiento y muerte.
A finales de 1949, la revista True publicó un artículo que decía que los platillos volantes eran reales, y su autor era Donald Keyhoe, un ex comandante de la Marina estadounidense. Esto causó un revuelto tremendo, y para echar más leña al fuego, al año siguiente, Keyhoe escribió “The Flying Saucers are real”, que vendió más de medio millón de copias.
En julio de 1952 se produjeron varios avistamientos ovnis cerca del aeropuerto de Washington D.C., en dos fines de semanas consecutivos. Aunque se contó que había sido un fenómeno de inversión térmica, esto no convenció a casi nadie, y cundió bastante el pánico.
Entonces la CIA creó el Comité Robertson. Este fue un comité de científicos, con físicos, meteorólogos, ingenieros y astrónomos, cuyo líder sería el doctor H.P. Robertson, un físico del Instituto Tecnológico de California.
Este comité revisó en 12 horas todos los documentos del Proyecto Libro Azul, y dijo que lo de los ovnis eran todo patrañas y se recomendó a las Fuerzas Aéreas restar importancia a todo este asunto y emprender campañas de desacreditación y ridiculización a través de los medios de comunicación para hacer que disminuyera el interés del público. Y también recomendaron vigilar a grupos de conspiranoicos, ya que influían sobre mucha gente.
Muchos casos extraños se explicaron con rupturas de fallas, prospecciones, y liberación de etileno y otros gases, ya que los movimientos tectónicos suelen provocar fenómenos lumínicos en el cielo y estos gases generan alucinaciones. Este etileno, por cierto, es el mismo gas con el que las pitonisas del Oráculo de Delfos se drogaban para tener sus visiones del futuro.
El caso es que, tras este comité, el liderazgo del Proyecto Libro Azul pasó de la investigación ufológica seria para convertirse en una especie de equipo de relaciones públicas con el objetivo de desacreditarlo todo.
Ruppelt, frustrado por esta nueva dirección, abandonó en 1953, aunque Hynek se quedó hasta el final.
En los primeros años de investigación, Hynek fue muy escéptico. Decía que la mayoría de informes sobre ovnis tenían una explicación racional. Sin embargo, aunque nunca vio ninguno de estos objetos voladores, fue abriendo un poco más la mente. Tras muchos años de investigación, llegó a la conclusión de que había algunos casos genuinamente inexplicables.
Hynek siempre abogó por un enfoque científico riguroso para investigar estos fenómenos, pero aún así nunca descartó la hipótesis extraterrestre; pero tampoco la promovió abiertamente. Decía que se necesitaba un enfoque más riguroso, pero claro, con esta nueva dirección, Hynek acabó bastante en desacuerdo con los métodos y las conclusiones de los militares del proyecto, ya que obstaculizaban todas sus propuestas y solo les interesaba encontrar una respuesta rapidita y creíble para quitarse de encima a la prensa.
Hynek contó su experiencia en el proyecto y algunas de sus investigaciones en el Libro Azul las contó en The UFO Experience, de 1972, y en 1977 hizo un cameo en la película de Steven Spielberg Encuentros en la Tercera Fase. Es este tipo de aquí.
Los británicos también reportaron casos ovnis, y por ello crearon la Comisión de Estudio de Ovnis en 1950, que constaba de 5 miembros. Este comité concluyó que, de los cientos de casos investigados, solo 3 eran difíciles de explicar, ya que estaban implicados militares de bastante confianza. Sin embargo, finalmente concluyeron que podrían haber sido efectos ópticos y dijeron que los ovnis era mentira todo. A partir de entonces, todos los casos de este tipo serían investigados por “La Sección Ovni”.
Los años 50
Con todas estas movidas ocurriendo en los Estados Unidos, el cine de serie B sobre movidas marcianas también estaba a tope. En 1951 se estrenaron Ultimátum a la Tierra, el Hombre del Planeta X, o el Enigma de Otro Mundo, la primera versión de La Cosa, que luego remakearía John Carpenter. Una de mis películas favoritas, por cierto.
En el 53 destaca la adaptación de La Guerra de los Mundos al cine, algo que también haría Spielberg medio siglo después. Invasores de Marte también es de ese año.
Y luego ya, en la segunda mitad de la década de los 50, destacaría la Invasión de los Ladrones de Cuerpos, la Tierra contra los Platillos Volantes, Planeta Prohibido, El Terror del Más Allá… The Blob, la masa devoradora; o Plan 9 del Espacio Exterior, una joyita del cutrerío.
Con esto, el imaginario estadounidense de la Guerra Fría se expansión por todo el mundo, incluyendo el mito extraterrestre y de los ovnis. Y de hecho, por todo el mundo hubo casos de avistamiento ovnis.
Aunque hubo muchos avistamientos reales, aunque no se sepa de qué, también mucha gente se empezó a inventar que había sido contactado por extraterrestres para ganar popularidad, ya que en aquella época todos estos testimonios salían en prensa y televisión… y siempre había fanáticos queriendo escuchar más casos de estos. Cuanto más rocambolescos mejor. Y a esto sumadle gente con gran necesidad de casito, de llamar la atención, de sus 5 minutos de fama o con problemas mentales. El cóctel perfecto, vamos.
Hay que hablar de George Adamski, un tipo de origen polaco propietario de un restaurante en California. Decía que a finales de los años 40 había visto varios ovnis con forma de cigarro. Pero lo gordo llegó en 1952, pues estado en un desierto californiano tuvo contacto con alienígenas de tipo nórdico, es decir, humanoides altos y rubios. A estos nórdicos también se les suele llamar Pleyadianos, por venir supuestamente de las Pléyades, o venusinos, y en general son pacifistas. Se habían preocupado por los humanos tras las primeras detonaciones atómicas, y por ello firmaron un acuerdo de paz con el presidente Eisenhower en 1955.
Siguiendo con Adamski, este se comunicó con aquel alien, llamado Orthon, gracias a la telepatía, y le invitó a subir a su nave para llevarle de turismo por diferentes planetas del sistema solar. Tras esta experiencia, Adamski publicó varios libros, como Flying Saucers Landed, que fueron best-sellers en la época.
En estos libros, Adamski publicó supuestas fotografías de ovni. Parece que muchas eran bulos, como la parte superior de una lámpara de queroseno tirada al aire y cosas así, pero el caso es que este prototipo de ovni se quedó grabado en la cultura popular.
En esos años, un mecánico de aviones llamado George Van Tassel creó un evento anual de temática ovni en su aeródromo de California. Ese fue la Convención de naves espaciales de Giant Rock, en pleno desierto de Mojave. En estas convenciones hubo mucho intercambio de ideas ufológicas y new age.
Resulta que Tassel era un fanático del mundo esotérico y vivía en aquella roca junto con un grupo de meditación. Según contaba, un día, un alien le despertó y le dijo cómo rejuvenecer, y para ello construyó el Integratron, una estructura para lograr la extensión de la vida humana. Lo que pasa es que nunca pudo acabarlo.
Mientras tanto, a lo largo de los años 50, el gobierno de los Estados Unidos puso en marcha diferentes proyectos para desarrollar aviones ultra-avanzados, muchos de los cuales tenían forma de platillos volantes.
El caso más conocido es el del Avrocar, creado en 1953, un avión a reacción de forma circular que no terminó de funcionar del todo bien. Se cuenta que los planos de este trasto fueron robados a unos ingenieros nazis en una granja en Praga. Aunque ojo, porque algunas fotos de estos aviones experimentales están trucadas, como esta que sale en todas partes.
También, siguiendo los diseños de los Hermanos Horten, se crearon diferentes aviones de Ala Volante. Los más antiguos fueron el Northrop YB-35 y el Northrop YB-49, que se usaron a finales de los años 40. Debido a problemas técnicos, la producción de estos aviones fue cancelada.
Los proyectos para desarrollar aviones supersónicos de ala volante no volverían a florecer hasta los años 80, cuando se dieron cuenta de que eran buenos para evitar los radares. Eso condujo al desarrollo del bombardero furtivo Northrop Grumman B-2 Spirit.
A su vez, uno de los hermanos Horten, que estaba refugiado en Argentina, desarrolló para el gobierno de este país algunos cazas a reacción, como el IAE 37 Ala Delta.
Como ya digo, en los años 50 hubo muchísimos casos ovnis y no voy a explicarlos todos. Las Luces de Lubbock, en Texas, se trató de una formación inusual de luces vista por mucha gente. Un hecho que se explicó diciendo que una bandada de chorlitos había reflejado a luz de unas nuevas farolas de vapor recién instaladas en el pueblo. Algo que no terminaba de cuadrar mucho, y se piensa que el gobierno encubrió un avión secreto de prueba.
Otro caso es el Incidente Mariana, de agosto de 1950, ocurrido en Great Falls, Montana. Nick Mariana, gerente de un equipo de baseball, vio una tarde aquellos objetos voladores y rápidamente agarró una cámara 16mm que tenía en el coche y grabó todo lo que pudo.
Luego el ejército le borró casi toda la grabación y explicó que en realidad lo que había grabado eran los reflejos de dos aviones de combate F-94.
Uno de los más curiosos es el caso del Monstruo de Flatwoods. Ocurrió en Virginia Occidental en 1952, y una noche, varias personas de la zona del Condado de Braxton vieron un objeto brillante cruzar el cielo y aterrizar en la propiedad de un granjero local.
Un grupo fue a ver qué había pasado, y cuando llegaron, la luz de una linterna rebeló una figura alta, monstruosa, con la cara roja y puntiaguda, y con manos en forma de garra. Todos huyeron y nunca más lo volvieron a ver.
Las investigaciones posteriores concluyeron que la luz había sido un meteoro entrando en la atmósfera, y el ser alienígena un búho o una lechuza encaramada a un árbol.
En el 53 destaca el Incidente Kinross. En él, un piloto de la USAF de nombre Felix Moncla, persiguió un ovni que avistó en su radar y desapareció misteriosamente sobre el Lago Superior. Dicen que ese ovni se trababa en realidad de un avión de la Fuerza Aérea Canadiense, pero estos lo negaron. A Moncla nunca le encontraron.
Algo similar a lo de Flatwoods ocurrió en el Encuentro de Kelly-Hopkinsville, el 21 de agosto de 1955 en una granja en Kentucky. Esa noche, 7 adultos y 3 niños de una misma familia dijeron que se habían tenido que enfrentar a pequeñas criaturas alienígenas que estaban asediando su granja. Los adultos les habían disparado ya que aparecían de pronto mirando por las ventanas.
Las criaturas eran descritas como pequeñas, con orejas puntiagudas, manos con forma de garra y ojos muy brillantes y amarillos. Luego los medios dijeron que eran hombrecillos verdes, pero ese fue un añadido posterior. Aunque este término, el de “hombrecillos verdes” se popularizó muchísimo.
La explicación a todo esto sería una combinación de búhos cornudos y una histeria colectiva.
Y vamos a acabar con la considerada primera abducción alien de la historia, o al menos la primera gran documentada. No ocurrió en Estados Unidos, sino en Brasil, y es el caso de Antonio Vilas-Boas. Este granjero de 23 años estaba, en la noche del 16 de octubre de 1957, tan tranquilo arando sus campos en Minas Gerais cuando, de pronto, una nave aterrizó por allí, y de ella bajaron unos aliens que llevaban escafandras, tenían los ojos azules y median 1,50.
Nada más verle, le agarraron y le metieron con violencia en el ovni. Luego le hicieron experimentos muy extraños, una alien completamente desnuda le violentó sexualmente, y finalmente le dejaron en su huerta.
Los años 60 y 70
El primer caso ovni de los años 60 que alcanzó gran fama fue la abducción de los Hill. Betty y Barney Hill eran un matrimonio estadounidense que vivían felizmente en Portsmouth, en New Hampshire.
En la noche del 19 de septiembre de 1961, ambos estaban conduciendo regreso a casa, y pronto observaron una luz brillante en el cielo. Los dos pararon el coche para ver aquellas luces mejor, y se dieron cuenta de que aquello era un ovni con forma de disco.
El ovni bajó hacia ellos y los Hill pudieron ver unas cuantas figuras humanoides mirándolos desde las ventanas de la nave. Los Hill supieron por telepatía que les iban a abducir, así que huyeron en el coche a toda velocidad. Sin embargo, pronto comenzaron a escuchar un terrible silbido insoportable y ambos perdieron el conocimiento.
Se despertaron poco después con la sensación de que había pasado mucho tiempo, y como si su memoria estuviese fragmentada.
Tras informar de lo acontecido a los oficiales de la Base Aérea de Pease, le dijeron que no se preocuparan, que solo habían visto Júpiter unido a efectos atmosféricos varios. Esto no convenció a Betty, y llamó al mayor Donald Keyhoe, a quien ya mencioné anteriormente, un militar retirado quien ahora era el director del NICAP. El NICAP era un grupo de investigación ciudadana de ovnis.
Por cierto, muchos otros grupos y asociaciones civiles sobre ovnis nacieron en estos años, como el MUFON en 1969 o la británica BUFORA, en el 62.
El caso es que Betty le contó a Keyhoe las horribles pesadillas que tenía todas las noches, y que notaba que pasaban cosas raras a su alrededor. Incluso Barney también comenzó a tener una depresión de caballo. Entonces Keyhoe recomendó a los Hill que se sometieran a hipnosis regresiva para tratar de desbloquear los recuerdos de su abducción.
Así pues, en 1964, el doctor Benjamin Simon empezó con las sesiones de hipnosis regresivas. Así, los Hill recordaron que un grupo de 12 aliens les habían sacado del coche y les habían hecho todo tipo de experimentos horribles y muy invasivos. Estos seres eran pequeños, grises, de grandes cabezas y ojos enormes, y que llevaban un uniforme. A partir de este testimonio se pusieron de moda los aliens grises.
Ah, y Betty recordó un mapa que había en la nave con diversas estrellas. Cuando Betty recreó el mapa, le dijeron que había dibujado el sistema estelar de Zeta Retículi. Muchos futuros abducidos volverían a citar Zeta Reticuli como el lugar de donde venían estos aliens, que serían conocidos como reticulianos.
Su caso se hizo muy conocido gracias a las múltiples entrevistas, pero también por El Viaje Interrumpido, un best-seller publicado por John Fuller en 1966.
Hubo mucha gente que tenía muchas dudas sobre esta historia, y decían que se la habían imaginado debido al estrés de ser una pareja interracial en los Estados Unidos de la época. Pero la pareja decía que nunca habían tenido problemas de ese tipo.
Por otro lado, el investigador Martin Kottmeyer, sugirió que esos recuerdos bajo hipnosis podrían haber sido influenciados por un episodio de Más allá del Límite (o The Outer Limits) que echaron dos semanas antes de la hipnosis, concretamente el titulado The Bellero Shield, ya que parece que tenía similitudes con lo narrado. De hecho, en este tipo de hipnosis debe de ser muy común generar involuntariamente falsos recuerdos a partir de sugestiones propias o externas.
Mientras tanto, durante los 60, la USAF siguió a tope con sus aviones experimentales secretos. Podríamos destacar el desarrollo del Lockheed SR-71, mejor conocido como Blackbird, un avión de reconocimiento de largo alcance capaz de alcanzar la velocidad de Mach 3, es decir, que superaba por 3 la velocidad del sonido.
Luego hubo proyectos experimentales no con aviones sino con la mente. Hablo, como no, del Proyecto MK Ultra, que se supone que era un proyecto secreto del gobierno estadounidense y la CIA para intentar controlar mentes, desarrollar telequinesis y movidas así. Se cuenta que se experimentó con humanos con torturas y drogas de diverso tipo para crear estados alterados de consciencia.
Pero bueno, solo este tema daría para un vídeo entero. Por si acaso, no leáis El Guardián entre el Centeno.
Ahora viajamos a Montana, concretamente a la Base de la Fuerza Aérea de Malmstrom, que se dedicaba a monitorear ojivas nucleares. Allí, en 1967, ocurrió un caso ovni muy loco, en el cual, el personal de la base observó unas luces haciendo maniobras extrañas en el cielo nocturno.
Todos en la base se pusieron en alerta, pero pronto se dieron cuenta de que los diez misiles balísticos intercontinentales Minuteman que había en la instalación se habían desactivado de repente. Y tan rápido como todo había comenzado, acabó. Las luces se fueron y todo quedó en calma. Y el incidente fue calificado como de “alto secreto”.
Por otro lado, las series de ciencia-ficción ganaban cada vez más adeptos. La Dimensión Desconocida, o The Twilight Zone, comenzó su andadura en televisión en 1959. Y luego le siguió Más Allá del Límite en el 63, The Outer Limits en inglés. Ese mismo año la BBC estrenó la mítica serie de Doctor Who. Y en el 66 comenzó la emisión de la primera temporada de la primera serie de Star Trek.
Ah, y en estos años también comenzaron a aparecer vacas y otros animales mutilados. Quizás el primer caso mediático fue el de la mutilación del caballo Snippy, mutilado en Alamosa, Colorado, en 1967. Sus dueños se encontraron al animal muerto con cortes precisos por todo el cuerpo, y con la cabeza y el cuello desollados. Y no había nada de sangre, como si se la hubiesen absorbido entera.
Pronto la prensa encontró más casos parecidos con ovejas y vacas, y algunos dijeron que habían sido criaturas críptidas como el chupacabra, o que fueran experimentos extraterrestres.
Ahora pasemos al Incidente ovni de Kecksburg. Ocurrió en la noche del 9 de diciembre de 1965, en Kecksburg, Pensilvania. Cientos de personas de diferentes estados vieron que una gran bola de fuego atravesaba el cielo, y los testigos de la pequeña villa de Kecksburg dijeron que el objeto había caído en un bosque cercano.
Según estos testigos, aquello era un ovni, y que tenía forma de campana o de bellota. Sin embargo, el ejército pronto tomó el control de la zona y explicó que había sido un meteorito.
Sin embargo, algunas personas parece que encontraron trozos metálicos, por lo que algunos piensan que lo que realmente cayó fue o un avión o un satélite artificial soviético, el Kosmos 96 concretamente. Otros opinan que fue una continuación del proyecto de la campana nazi llevada a cabo por los norteamericanos.
Dos años después, en enero de 1967, ocurrió la Abducción de Betty Andreasson. Esta mujer vivía en South Ashbrunham, en Massachusetts, junto con sus siete hijos, y con sus padres que estaban de visita.
Una noche, de pronto, las luces de casa se apagaron y, reunidos en la cocina, vieron una luz rosa brillante por una de las ventanas, y después unas criaturas pequeñas.
Al día siguiente todo parecía normal, pero Betty empezó a tener visiones y pesadillas con criaturas humanoides.
Pasó una década, y ya en 1977 decidió someterse a algunas sesiones de hipnosis para ver qué había pasado aquella noche. Y resulta que después de ver a las criaturas esas, toda la familia quedó en estado de parálisis y los aliens entraron en su casa para aducirlos.
Tras un sinfín de experimentos en la nave, parece que los llevaron a otro mundo, donde Betty creía haber conocido a Dios. Y encima le dijo que ella había sido elegida para algo importante. Y que la misión de aquellos aliens era ayudar a la humanidad a liberarse de sus tendencias autodestructivas.
A finales de los 60, comenzaron a surgir nuevas teorías sobre el origen de los ovnis. Lo de los seres venidos de otros planetas estaba ya muy visto y sobao, y algunos autores como el periodista neoyorkino John Keel, o el astrónomo francés Jacques Vallée, empezaron a decir que estos seres venían de otras dimensiones.
Esta hipótesis interdimensional intentaba conectar la ufología con cualquier tema paranormal. Fantasmas, criaturas criptozoológicas, premoniciones, telepatía, posesiones demoniacas, vampirizaciones o mutilaciones de animales…
Y según Keel en su libro OVNIS, Operación Caballo de Troya, el objetivo de estos ovnis era engañar a los humanos. Todos los ovnis son un engaño para sugestionar el imaginario colectivo y manipularlo, decía.
Por esto, muchos ufólogos clásicos consideran a Keel como un hereje.
Vallée, por su parte, tenía su Hipótesis Parafísica, explicada en su libro Pasaporte a Magonia, de 1969. Los aliens y ovnis son seres de una dimensión paralela, asimilables a otros fenómenos del folclore de todo el mundo: elfos, gnomos, genios, súcubos… Manifestaciones de otra dimensión adaptadas a la cultura y creencias de la gente a la que se le aparece.
Y es que pasa una cosa curiosa. ¿Recordáis el caso de Kenneth Arnold? Bueno, el dijo haber visto ovnis con forma de boomerang, pero no dijo que tenían forma de platillo volante, sino que se movían como un platillo lanzado sobre el agua. A partir de estas declaraciones, muchos periodistas la liaron y dijeron que los objetos tenían forma de platillo, error que se repitió cientos de veces en otros medios. Y a partir de entonces, la gran mayoría de avistamientos ovnis eran de objetos con forma de platillo.
Para los escépticos, mucha gente se estaba inventando avistamientos usando la información errónea repetida en la prensa, aunque Vallée argumentaba con su hipótesis, que estos fenómenos interdimensionales tomaban la forma de lo que el testigo tenía más interiorizado, pues eran manifestaciones y proyecciones de elementos de otra dimensión.
Estas nuevas formas de entender esta fenomenología, y sus rechazos, dieron origen en las décadas posteriores a un montón de religiones y sectas que tenían que ver con aliens. Por ejemplo, la Cienciología… los UNARIUS en California, quienes esperan la llegada de una flota alienígena… el Movimiento Raeliano en Francia, que dice que los dioses alien Elohim nos crearon por ingeniería genética… el Nuwaubianismo, que aparte de ovnis habla de supremacía racial negra… la Orden Tifoniana, derivada de las creencias de Aleister Crowley unido con movidas lovecraftianas… la Comuna new age One World Family, que mezcla a los Elohim raelianos con cristianismo y comunismo… la Comunidad FIGU de Suiza, fundada por Billy Meier, quien afirma estar en contacto con una civilización alien llamada Plejaren… la secta Chen Tao de Taiwán, que mezclaba budismo, taoísmo y ufología… o la Puerta del Cielo, que se suicidaron todos en 1997 porque creían que una nave espacial iba a pasar y se llevaría sus almas.
¿Por qué surgieron tantas sectas de estas? ¿Por qué la religión de los extraterrestres tuvo tanto éxito y todavía hoy perdura? Supongo que por la crisis espiritual de Occidente. La imposibilidad de obtener respuestas sencillas de la realidad a través del cristianismo, que dice que todo lo hizo Dios y ya, o de la Ciencia, que es tremendamente complicada… lleva a la gente a buscar respuestas concretas que le satisfagan. Y eso lo encuentran en los aliens.
Parece que, si todos los enigmas de la historia pueden ser explicados a través de los aliens, mucha gente puede vivir más tranquilamente. Y más si a eso le unes mensajes de que estos seres buscan elegidos para una salvación etc. Ya te los ganas del todo. Todo el mundo quiere sentir que forma parte de algo importante.
Casualmente, en 1968, Stanley Kubrick estrenó 2001, Odisea en el Espacio. En su inicio, vemos que un artefacto alienígena otorga a unos simios muertos de hambre el poder de la evolución y de la conciencia. Lo siguiente que vemos es básicamente el episodio bíblico de Caín y Abel.
Cuando el protagonista, David Bowman, va a buscar a la civilización extraterrestre acaba metido en un torbellino de esferas de luz hasta terminar en una sala de estilo rococó, que imagino que simboliza el progreso de la Ilustración. Y luego Bowman renace como hombre de la Nueva Era anunciada por muchos esotéricos. De hecho, este es el mensaje extraído por muchos de la new age.
La creencia en marcianitos al final es igual que otras creencias, solo que adaptada a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías.
Y ojo a esto. En 1967, el por entonces secretario general de la ONU, el birmano U Thant, afirmó que el tema ovni era el segundo problema en importancia del mundo, por detrás de la Guerra de Vietnam. Como es normal, estas declaraciones causaron un revuelo tremendo.
Al año siguiente se publicó el Informe Condon, un proyecto de la Universidad de Colorado financiado por la USAF para estudiar los ovnis. La dirección del proyecto recayó en el físico Edward Condon, y el resultado del trabajo básicamente dijo que lo de los extraterrestres era muy poco probable, y estudiar estos fenómenos poco iba a aportar a la ciencia. En consecuencia, el Proyecto Libro Azul terminó desmantelado.
Y llegamos al año 1969, año en el que el Apolo 11 llegó a la Luna. Neil Armstrong se convirtió en la primera persona en pisar nuestro querido satélite, y aquí surgieron teorías de la conspiración como que el alunizaje se grabó en estudios de Hollywood, dirigido por Stanley Kubrick, o que hubo cortes durante la retransmisión y que los astronautas vieron seres humanoides porai escondidos.
Volvamos ahora a España, pues en 1971, unos militares se liaron a tiros con un alien. Resulta que un cabo del Escuadrón de Vigilancia Aérea de Rosas, en Girona, Jesús Jofre, junto con dos soldados compañeros suyos, fueron a investigar una extraña luz verdosa que había caído en un bosque cercano a la base.
Allí se encontraron con un humanoide de dos metros de altura y con un cinturón con un triángulo invertido. Los nervios hicieron que empezaran a disparar contra aquel ser. Aunque el alien no palmó, logró escapar y se piró en una nave, que desapareció por el cielo.
Llegamos a 1975 y tenemos que hablar del caso del trabajador forestal Travis Walton. Seguramente este caso os suene porque en este video de aquí, de mi canal Agujeros de Guion, hablé de una película que narra estos hechos, Fuego en el Cielo.
Él y 7 compañeros suyos estaban talando árboles en Snowflake, Arizona, y de camino a casa, por la noche, Walton fue abducido por un disco volador lleno de luces. Sus compañeros avisaron a la policía y les acusaron de homicidio, y que lo del ovni se lo habían inventado.
Tras cinco días de búsqueda por los bosques, Walton apareció desnudo junto a una cabina telefónica, y contó que efectivamente, había sido abducido por unos aliens que le hicieron todo tipo de experimentos. En la peli es diferente, ya que todos los aliens son malos, pero según su relato, había unos grises que eran unos cabrones, y otros de estilo más nórdico que le ayudaron y le dejaron de nuevo en tierra.
El FBI le hizo una prueba de polígrafo, y aunque suspendió el primer test, el resto parece que decía la verdad, aunque ya sabéis que estas pruebas no son especialmente fiables. Pero bueno, el tipo se forró con su libro The Walton Experience, de 1978, y luego con la película, del año 93.
Por cierto, a raíz de este caso, una psicóloga llamada Susan Clancy investigó el número de casos de abducciones en los días posteriores a las emisiones de documentales o películas de ese estilo, y comprobó que los casos aumentaban un 2500%. Esto lo cuenta en su libro Abducted.
En aquel tiempo se estrenó Encuentros en la 3ª Fase, de Steven Spielberg. Esta fue una época dorada para la ufología, se hablaba mucho de ovnis y de teorías conspirativas. Una interesante es la del proyecto Serpo, que dice que lo que ocurría al final de esta película, lo de que un grupo de humanos vaya de viaje con los aliens en plan intercambio, es totalmente real. Según esta teoría, en 1965, el gobierno envió a 12 militares con los aliens a su planeta de origen, Serpo. Y se enteraron de que había una guerra entre diferentes razas aliens y algunos humanos murieron.
En la Unión Soviética también hubo muchos casos de histeria colectiva con el tema ovni, pero son menos conocidos por el hermetismo del régimen. De 1977 destaca el Fenómeno de Petrozavodsk, donde cientos de personas vieron luces en el cielo de forma muy intensa. Las autoridades explicaron que eso fue debido al lanzamiento del satélite Kosmos-955, aunque la explicación no satisfizo a todos. Ni siquiera a varios científicos de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, que investigaron el asunto sin llegar a ninguna conclusión clara.
También existe el cosmódromo soviético Kapustin Yar, situado cerca de Volgogrado, la antigua Stalingrado. Esta base secreta soviética era conocida como el Roswell ruso o el Area 51 de Rusia, pues decían que había sido construida alrededor de un ovni estrellado, y era allí donde se llevaban a cabo experimentos secretos con armamento usando tecnología alien. Por su puesto, se reportaron muchísimos avistamientos ovni en la zona durante aquella época.
En España durante los años 70 también hubo algunos casos de ovnis famosos. El incidente ovni de Gáldar ocurrió en 1976, en las islas Canarias. Cientos de personas, incluyendo los marineros de una corbeta española, fueron testigos de una luz que se elevaba en el cielo y que después formó un enorme resplandor rojizo.
La explicación fue que eran pruebas de lanzamientos de misiles Poseidón por parte de un submarino de los Estados Unidos, que estaban en un proyecto de la OTAN.
Lo más raro del caso es que, al mismo tiempo, el médico Francisco Padrón afirmó haber visto, mientras iba en un taxi, una esfera de cristal con dos seres con uniformes rojos en su interior.
En el 77, en mi tierra, Vizcaya, concretamente en Gallarta, se cuenta que varias naves aterrizaron, y unos marcianos le contaron a un ebanista de 50 años llamado Juan Sillero, que la Tierra se estaba saliendo de su órbita y que querían ayudarles. Sillero tuvo 5 encuentros más con alienígenas. Tanto los militares como el Colectivo Iván, un grupo de investigadores ufológicos, concluyeron que todo había sido una invención y que Sillero tenía algún tipo de problema psiquiátrico.
Pero quizás el caso más famoso fue el de Manises, ocurrido el 11 de noviembre de 1979. Resulta que un avión español que volaba de Austria a las islas Canarias se topó de pronto con un ovni lleno de luces cambiantes que comenzó a seguirlo. Los pilotos, acojonados, pidieron poder aterrizar en el aeropuerto de la ciudad de Valencia, el de Manises, mientras la Fuerza Aérea Española enviaba un caza de combate para interceptar al ovni. Sin embargo, el ovni desapareció rápidamente ante las narices del capitán Fernando Cámara.
Hubo una investigación, pero el gobierno nunca explicó en detalle qué había ocurrido. Se dijo que las luces podrían haber sido las llamaradas de las torres de combustión de la Refinería de Escombreras, cerca de Cartagena, aunque el piloto negó que eso fuera posible.
Y, por cierto, mi abuelo también dijo haber visto un ovni en Puentelareina en 1960 o así, que era donde la familia de mi madre solía veranear. Hasta donde yo sé, él fue el único testigo.
A finales de los años 70 se empezaría a poner de moda el tema de los Círculos en los Cultivos, o Agroglifos. Si habéis visto la película de Señales sabréis de lo que hablo. En muchos campos de cereales repartidos por todo el mundo se empezaron a ver extraños dibujos, que empezaron a atribuir a naves espaciales y mensajes encriptados de los extraterrestres.
De todas formas, dibujos como estos existen desde hace muchísimo. Dicen que el primero ocurrió en 1678, con el llamado The Mowing Devil, o el Diablo Segador. Y es que en la época se achacó el tema a demonios.
Sin embargo, el primero moderno ocurrió en 1966 en Queensland, Australia. Pero fue a finales de los 70 donde estos “crop circles” empezaron a aparecer por todas partes, especialmente por Inglaterra.
En 1991, los artistas Doug Bower y Dave Chorley confesaron que muchos de los círculos que habían aparecido en Inglaterra en las décadas anteriores, unos 200 o así, habían sido obra suya, y enseñaron cómo los hacían con una simple tabla y unas cuerdas.
La cosa es que, a raíz de la confesión, los casos no menguaron. Todo lo contrario, crecieron una barbaridad. Me imagino que para muchos artistas aquello era como hacer un grafiti con muchísima publicidad por parte de los medios.
Los 80 y 90
Ahora pasemos a las últimas dos décadas del siglo XX. Una época bastante calentita en cuanto a espacio se refiere, y con el presidente Jimmy Carter diciendo que había sido testigo de un ovni, y con su sucesor, Ronald Reagan soltando discursos donde hablaba de invasiones alien.
Durante las Navidades de 1980, ocurrió el incidente ovni de Rendlesham Forest, una localidad al este de Inglaterra. Este es considerado el caso ovni más conocido del Reino Unido, incluso se le ha considerado como el Roswell británico.
Resulta que, en esa localidad, multitud de gente comenzó a decir que estaban viendo luces inexplicables en el cielo. Y también vieron un objeto triangular aterrizar en un bosque cercano.
Justamente, al lado de ese bosque existían dos bases militares estadounidenses, la de Bentwaters y la de Woodbridge.
Una patrulla militar decidió inspeccionar el bosque a ver si encontraba algún avión derribado o algo así, sin embargo, lo que vieron fue un montón de luces que se movían rápidamente de un lado a otro.
Cuando el objeto se fue y desapareció por el cielo, los militares dijeron que encontraron marcas triangulares de aterrizaje y muchas ramas quebradas.
Al día siguiente investigaron de nuevo el lugar y volvieron a ver luces en el cielo. El comandante de la base Charles Halt ordenó seguirlas con los coches y toda esta conversación está grabada con una micro-grabadora de casete portátil, y se puede escuchar íntegra en la página de Wikipedia.
El Ministerio de Defensa británico negó que aquel evento fuera un ovni. Dijeron que todo había sido provocado por la luz de un faro que estaba en la costa, a 8 kilómetros del pueblo. También que las marcas de quemaduras de los árboles eran en realidad cortes y marcas producidos por los silvicultores de la zona. Esta respuesta cabreó a muchos, y pensaron que estaban encubriéndolo todo, lo que generó aún más ruido mediático.
En Argentina es famoso el Cerro Uritorco, un lugar muy relacionado con leyendas misteriosas y esotéricas, así como la aparición de luces en el cielo. Parece ser que, en 1983, un tal Angel Acoglanis se inventó que por allí existe una ciudad subterránea alienígena llamada Erks. Esto ya lo conté en mi libro Colega, ¿dónde está mi urbe?, así como otros mitos de ciudades creadas por aliens como la inventada por Tatunca Nara, un alemán reconvertido en guía del Amazonas que usaba esta historia para asesinar turistas incautos.
Volviendo a Estados Unidos, en la también Navidad, pero de 1985, un escritor de nombre Whitley Strieber dijo haber sido abducido por extraterrestres.
Según contó en su libro Communion, de 1989, él estaba tan tranquilo durmiendo en su casita, en el estado de Nueva York, cuando se despertó y vio a varios aliens que le subieron a su nave. Él los llama “visitantes”, porque realmente tampoco dice que sean seres de otro mundo, de otra dimensión o terrestres. El caso es que le hicieron todo tipo de experimentos médicos y luego le volvieron a dejar en casa.
El libro tuvo tanto éxito que en el 89 hicieron la adaptación cinematográfica con Christopher Walken como protagonista.
Y ahora tenemos que pasar a hablar de la famosísima Área 51. También conocida como Groom Lake, Dreamland, o El Rancho. Se trata de una base militar secreta situada un poco al norte de Las Vegas, en el estado de Nevada, dentro del complejo militar de Nellis. Bueno, realmente tan secreta no es porque la conoce todo dios. Pero lo que se hace allí dentro… eso sí es más secreto.
Se supone que las instalaciones del Area 51 son un campo de pruebas y de entrenamiento para aviones experimentales. De hecho, la base cuenta con un gigantesco aeródromo. Y desde la puesta en marcha de esta base en los años 50, la gente de las cercanías afirma haber visto muchas luces raras en el cielo. Posiblemente aeronaves de prueba. Pero claro, nada de lo que ocurre allí dentro es reconocido oficialmente por el gobierno estadounidense. De hecho, hasta 1995 el gobierno no reconocía ni su existencia.
Todo este secretismo absurdo y exagerado ha llevado a muchos a pensar que allí hacen pruebas con ovnis y que tienen alienígenas metidos en tubos de ensayo.
En realidad, eligieron aquel lugar para este tipo de pruebas por varios motivos: el lugar estaba lejos de núcleos urbanos, lo que hacia más difíciles los avistamientos; hacía buen tiempo casi siempre, y el lugar tenía buenas reservas de combustible. Fallaba un poco la pista, pero la agrandaron y problema resuelto.
El lugar fue antiguamente una zona de pruebas nucleares, y justo el sector donde se instaló la base era el 51, de ahí el nombre del área.
Algunas pruebas que se sabe que se hicieron en esta base fueron las del avión Lockheed U-2, hacia 1955. Ese fue el proyecto Aquatone de la CIA. Más tarde, ya durante los 60, pusieron en marcha el Proyecto OXCART, donde se desarrollaron los Lockheed A-12 y SR-71, aviones que podían alcanzar Mach 3.
Durante los años 70 destaca el desarrollo de un prototipo de avión furtivo conocido como Lockheed F-117 Nighthawk. Era un avión espía creado para mantenerse invisible a los radares enemigos y localizar sistemas defensivos, bases de mando enemigas y demás.
Otro de sus proyectos durante los 80 parece que fue el SR-91 Aurora, aunque todavía es algo secreto. Se trata de un avión hipotético que habría podido alcanzar el Mach 5.
Pero lo que nos interesa ocurrió en 1989, que fue el año en el que esta base estalló en popularidad. Nuestro protagonista es Bob Lazar, un tipo que empezó a decir que había trabajado en el Area 51 como físico entre 1988 y 1989, concretamente en el Sector 4.
Estas declaraciones las hizo en una entrevista con el periodista George Knapp, en la cadena de televisión de Las Vegas KLAS-TV. Knapp, por cierto, era muy fanático de temas paranormales, y siempre sacaba este tipo de cosas en su programa.
Según Lazar, aquellas instalaciones del sector 4 se usaban para ocultar un proyecto de ingeniería inversa. Es decir, que estaban estudiando ovnis de alienígenas para aplicarlos a la tecnología humana. Según Lazar, pudo ver 9 platillos volantes diferentes durante su estancia.
También dijo que aquellos seres extraterrestres habían visitado a la humanidad desde hace al menos 10.000 años, que eran grises y pequeños, y provenían del sistema de Zeta Reticuli.
Incluso explicó en detalle la teoría sobre cómo funcionan los ovnis a nivel de motor y de desplazamiento, y de una forma bastante congruente con muchos avistamientos.
El problema es que ni el gobierno le reconoce como ex trabajador suyo, ni las dos universidades donde Lazar dice que estudió, el MIT y el CIT, tienen registros de él.
En fin, llegaron los años 90. Los aliens perdieron su impacto, pero continuaron celebrándose todos los años convenciones de ufología por todo Estados Unidos. Gracias al nacimiento de los primeros foros de Internet, se expandieron pequeñas teorías de la conspiración que poco a poco fueron ganando fama.
Una famosa es la de la Base de Dulce, en el desierto de Nuevo México. La base pertenece a la USAF, y según las teorías conspiranoicas, en el subsuelo, humanos y aliens colaboran haciendo experimentos terribles.
El origen de este mito fue cosa de Paul Bennewitz, quien durante la 2ª Guerra Mundial había sido ingeniero electrónico de radio para la Guardia Costera. El caso es que a finales de los 70 afirmó haber interceptado extrañas conversaciones de la Base de Dulce que hablaban de estos aliens. El tipo ya era bastante fan de estos temas desde hace muchos años.
Luego, un tal Phillip Schneider salió en 1995 afirmando que había trabajando en esa base durante los años 70, y que había vivido de primera mano la Batalla de Dulce, ocurrida en 1976, en la cual, un grupo de aliens se rebelaron contra los humanos dentro de las instalaciones subterráneas y hubo un sangriento enfrentamiento que costó la vida a 60 personas.
Se piensa que esta historia pudo haber dado origen a videojuegos famosos como Half-Life.
Otro tipo de alien que se puso de moda en los 90 fueron los Reptilianos. Sobre todo, después del éxito ochentero que fue la serie de V. Y especialmente con la proliferación de la teoría de los Anunnaki de Zecharia Sitchin y de David Icke.
David Icke era un presentador de deportes de la BBC y portavoz del Partido Verde inglés. En 1991, un médium le dijo que tenía un propósito importante, y se le fue la olla y empezó a decir que era hijo de una Deidad arcana y que pronto llegaría el fin del mundo.
La gente se reía de él, pero a Icke le dio igual y publicó varios libros donde, según él, combatía las ideas totalitarias del mundo moderno, todo aderezado con pensamiento new age.
Para Icke, un grupo secreto de reptilianos conocidos como la Hermandad Babilónica, controla el devenir de la humanidad. Afirmaba que muchas personas famosas e influyentes de aquella época eran reptilianas, como Isabel II o George Bush, ya que estos tienen el poder de cambiar de forma.
Básicamente, estos seres tendrían a la humanidad atemorizada y bien encauzadita para poder alimentarse de su energía negativa. De ahí que estén venga a planear guerras y conflictos en secreto.
Esto es un poco similar a lo que cuenta una película del año 88 titulada They Live, o Están vivos, dirigida por John Carpenter, donde una raza alienígena que se hace pasar por humanos, se dedica a someternos a través de mensajes subliminales.
Todas estas locuras sirvieron para crear una serie que, a mí personalmente, me gusta mucho: Expediente X. Nació en 1993, y yo en su día estuve muy enganchado a ella. Al año siguiente nació Stargate. Esta nunca me llamó del todo, pero la veía de vez en cuando. De películas de ciencia ficción de los 80 y 90 podría estar horas hablando. ET, La Cosa, Alien, Depredador, Contact, el Quinto Elemento, Independence Day, Starship Troopers, Mars Attacks, Men in Black, The Faculty, Species… o Xtro.
En 1994 ocurrió en Zimbabue, el Incidente Ovni de la Escuela Ariel de Ruwa. Un montón de niños vieron un platillo volante aterrizar en el patio de su colegio y a varios aliens salir a saludarles. Luego se fueron rápidamente.
Los niños estaban revolucionadísimos, y cuando les pidieron que pintaran lo que habían visto, todos pintaron cosas bastante parecidas.
Otro hecho importante fue el de las Luces de Phoenix, Arizona, en 1997. Aquí, miles de testigos de esta ciudad y de sus alrededores vieron como una nave en forma de V sobrevolaba la ciudad, y poco después, nueve bolas luminosas se quedaron flotando en el cielo, completamente quietas, durante varios minutos.
La USAF rápidamente dijo que había sido una maniobra militar realizada con un avión, concretamente un Fairchild Republic A-10 Thunderbolt, y que las luces habían sido bengalas aéreas. Que todo eran maniobras militares y que no había de qué preocuparse.
Sin duda, las Luces de Phoenix es el caso ovni con mayor número de testigos y con mayor documentación, pues aquello fue grabado por mucha gente.
El Siglo XXI
En estos últimos años, series documentales como Ancient Aliens, han avivado la conspiranoia en alienígenas, aunque no tanto como en los años 50 o 60, donde estos fenómenos se vivían con una gran paranoia e interés. Ahora, ya no tanto.
Recordemos aquel asalto al Area 51 en el año 2019, donde miles de jóvenes se reunieron por la zona para intentar entrar corriendo en plan Naruto y con el pretexto de “si vamos todos juntos no podrán detenernos”. Y al final nadie se atrevió.
También tenemos todo el tema de Ummo y los Ummitas. Su origen tuvo lugar en la España de los 60, y empezó a haber testimonios de gente que decía que habían recibido mensajes de una civilización avanzadísima de un planeta lejano llamado Ummo. Sin embargo, a mediados de los 90, el ingeniero José Luis Jordán Peña reconoció habérselo inventado todo. Vamos, que todo era… “umo”.
Por otro lado, las traducciones de la Biblia del italiano Mauro Biglino también siguen la línea de Sitchin, y ahora están bastante de moda. Pero su historia de neo-anunnakis tiene más agujeros que la saga de Fast and Furious.
Últimamente la Casa Blanca han desclasificado archivos de avistamientos de ovnis por aviones militares.
El primero fue el vídeo FLIR, grabado en 2004 por un grupo de combate del portaaviones USS Nimitz, situado en el sur de la costa californiana.
En 2014 y 2015 se grabaron los videos GIMBAL Y GOFAST, ovnis captados por sendos pilotos de combate del USS Roosevelt, que operaban en la costa este de los Estados Unidos.
Con esto, el gobierno de USA reconoció de forma oficial la existencia de los ovnis. De todas formas, un ovni no tiene por qué ser necesariamente alienígena. Podría ser muchas otras cosas. Lo que sí que quedó claro es que el Pentágono se toma muy en serio estas amenazas aéreas, sean del tipo que sean, y para ello crearon el AATIP, o Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas.
Por otro lado, el SETI, o Instituto de Búsqueda de Vida Extraterrestre, vigila desde hace décadas los cielos con sus satélites para ver si encuentra algo fuera de lo normal.
Y finalmente, este año, el derribo de unos globos que supuestamente son globos espías chinos, ha vuelto a sacar a la palestra el tema de los ovnis y de los globos sonda. ¿Quizás como una cortina de humo? ¿Estamos ante la inminente declaración pública de la existencia de seres de otro mundo que nos llevan décadas visitando? No se sabe. Quizás lo sabremos pronto.