Historia de Corea: Prehistoria – Gojoseon, los Tres Reinos y Koryo

PREHISTORIA Y GOJOSEON (2333-100 a.C.)

Para conocer la Historia de Corea nos tenemos que remontar a hace al menos 70.000 años, que fue cuando esta región empezó a ser habitada por los Homo Sapiens. Como en todas las prehistorias, hubo un tiempo de vivir en cuevas y de cazar, y otro periodo de asentamientos en aldeas y de agricultura y ganadería. Y construyendo dólmenes, claro, como el de Kanghucado.

Según el mito, el dios del cielo Hwanin tuvo un hijo, Hwanung, que llegó a la tierra. Concretamente aterrizó en el lago Tianchi del Monte Paektu/Baekdu, que es como un cráter que para los primeros coreanos era sangrado. Se piensa que la historia es una síntesis mítica de la unión de dos tribus, una invasora que adoraba al cielo y otra local que adoraba osos. 

El hijo este se casó con un oso que se convirtió en mujer, y con ésta tendría un hijito llamado Dangún. Este se convirtió hacia el año 2333 a.C. en rey de la primera gran cultura de Corea: el Reino de Gojoseon/Choson, o Antigua Joseon. Se cree que su capital pudo haber estado primero en Liaoning y después, hacia el año 400 a.C., se trasladó a Asadal, que algunos identifican con la actual capital de Corea del Norte, Pyongyang

Se cree que este traslado pudo estar motivado por un conflicto con un reino que surgió en el sur de la península coreana: el Reino de Jin. Aún así, el reino prosperó gracias al bronce, al cultivo de arroz, y en esta época apareció el gungdo, o arco coreano, y eso le vino muy bien a estos reyes para luchar y conquistar a otros pueblos, lo de siempre vamos. Se dice que por el siglo III a.C. un grupo de estas gentes dio origen en Japón a la cultura Yayoi. 

Por el año 109 a.C. Gojoseon invadió la parte más oriental del territorio de la Dinastía Han de China, y el emperador Wu envió entonces 60.000 soldados a Corea para invadirles. Los pobres coreanos de Gojoseon no duraron mucho y los chinos de la Dinastía Han tomaron el control del norte de la península coreana, formando 4 comandancias. 

Gojoseon se fragmentó en diversos feudos y ciudades-estado que lucharon durante siglos unas con otras. Sin embargo, gracias a la adopción del caballo, muchas de las tribus de la zona mejoraron su comunicación y pudieron aliarse y agruparse en confederaciones. En el sur destacaría la Confederación Samham. De todo este tinglado saldrían tres reinos que se harían muy poderosos, especialmente porque conocieron el hierro. 

LA ERA DE LOS TRES REINOS (100 a.C.-676 d.C.)

A lo largo del siglo primero antes de Cristo, tres de estas ciudades-estado coreanas lograron superioridad frente al resto. Aquí empieza el periodo de “Los 3 Reinos de Corea”, siendo estos El Reino de Goguryeo/Koguryo (Gogurió), fundado por Jumong; El Reino de Baekje (Béklle), fundado por un hijo de anterior, Onjo; y el Reino de Saro, que más tarde se conocería como Silla (Sila). Sí es verdad que por el año 50 apareció Gaya (Kalla), aunque más que reino era un conglomerado de ciudades-estado fortificadas.

Los dos primeros reinos se consideraban descendientes de un reino mítico que existió más al norte de la península, en Manchuria, llamado Reino de Buyeo. La leyenda dice que el tal Jumong nació de un huevo de oro. Muy loco todo. 

Estos reinos se organizaron en sistemas feudales algo similares a los que pudimos ver en los episodios de la Francia Medieval, y se piensa que hasta el año 300 no conformaron auténticos estados. Aunque estaban separados, esta gente estaba muy vinculada tanto étnica como lingüísticamente. Lamentablemente de estos idiomas apenas han sobrevivido palabras sueltas, y poco se sabe de ellas.  

Además, durante estos años, recibieron tanto influencias de China como de Japón, adoptando la moral confuciana y la fe budista.  Antes de eso, esta gente tenía creencias de rollo chamánico, y veneraban a sus antepasados y a un trío de animales en plan Pokemon: un fénix, un dragón y un pájaro de tres patas.

Hacia el año 440 d.C. Goguryeo empezó a expandirse hacia el norte cosa mala, gracias a su rey Gwanggaeto el Grande, haciéndose con prácticamente toda Manchuria. Su hijo Jangsu cogió la ciudad de Nanglang y la cambió de nombre por Pyongyang, y se convirtió en la capital. De su reino habría que destacar el Pyung-dang/Taehak, o Instituto de Educación, donde te enseñaban a guerrear bien a través de artes marciales. También había clases de política e historia, ojo, pero lo principal era matar. 

En Baekje estaban acojonados, pues ellos eran un pueblo bastante más pacífico, y no querían movidas. A ellos les gustaban más las relaciones comerciales, y su prosperidad vino de la mano del comercio marítimo con China, a quienes copiaron la escritura china, y también con Japón, de donde importaron mucha cerámica y arte. Del año 600 destaca el Templo de Mireuska, una enorme pagoda situada cerca de la ciudad de Iksan. Lo que vemos ahora es una reconstrucción. 

Silla fue durante mucho tiempo un reino débil y aislado que se resistía a adoptar las ideas que venían del extranjero. Existían como tres clanes guerreros principales: los Park, los Seok y los Kim. Con el paso de los años se fueron haciendo más poderosos, destacando sus fuerzas de guerreros, los Hwarang(do). Bajo el mando de su rey Beopheung, Silla adoptó el budismo y logró conquistar todos los reinos vecinos de Gaya hacia el año 563. 

La antigua capital de Silla era Gyeongju/Kyongju, actual Kumsong, y allí se encuentran muchos templos y mausoleos de este periodo. Por ejemplo, la Campana de Bronce del rey Seongdeok el Grande o el Cheomsongdae, el observatorio astronómico más antiguo que se conserva en el Lejano Oriente. 

Ninguno de estos estados ni otros más pequeñitos que había por la zona eran rival para Goguryeo, el reino del norte. Sus ataques a los reinos del sur hicieron que Baekje trasladara su capital a un lugar entre las montañas, Ungjin, y que pidiera una alianza con Silla. 

Mientras tanto, la China de la Dinastía Sui se propuso conquistar toda la península, y sus tropas empezaron a llegar por el norte hacia el año 612.  Las tropas comandadas por el general Eulji Mundeok lograron frenar su avance en la mítica Batalla de Salsu (612). Al parecer este general tendió una trampa a los chinos, y destruyó una presa para que toda el agua destrozara al ejército. Se dice que, de 300.000 soldados, sólo salieron vivos 3.000, aunque quizás sean cifras exageradas. 

Aquel evento fue una de las causas de la caída de Sui, apareciendo en su lugar la Dinastía Tang. Estos chinos volverían, y parece que aliados con Silla. En el año 660 los Tang mandaron barcos a Corea y, junto a las tropas del rey Munmu de Silla acabaron con el poderío de Baekje. Finalmente, en el año 668 también lograron tumbar al Reino de Goguryeo.

Sin competencia, el Reino de Silla empezó a ganar mucho poder. Tanto, que en el año 676 logró expulsar a los chinos del territorio y unificó por primera vez bajo un mismo reino toda la península de Corea. 

SILLA UNIFICADA Y BALHAE (676-918)

Prácticamente toda Corea había sido tomada por el rey Munmu de Silla, gracias sobre todo a la ayuda china. Pero era hora de dejarles espacio, y los silla empezaron a expulsar a los Tang del territorio. Mientras tanto, tras la Batalla de Tianmenling (698), los kogurianos dirigidos por el general Dae Joyeong acabaron con los Tang y pudieron independizarse de China en el Reino de Balhae, hacia el año 700. Su capital estaría ahora en Sanggyeong, muy al norte, en actual territorio chino de Manchuria. Dentro de este reino vivieron varias tribus manchúes, como los Mohe, que fueron la clase plebeya, mientras los aristócratas fueron todos del antiguo reino de Goguryeo. 

Las fronteras se mantuvieron más o menos estables dos siglos, hasta el año 900. Durante estos años hubo bastante paz y prosperidad en ambos reinos, lo que se tradujo en un boom en comercio, educación, artes etc. También demográfico, ya que se piensa que la capital de Silla, Gyeongju/Kyongju, llegó a tener más de un millón de habitantes, y había un lujo de la hostia. Allí se pueden ver las ruinas del Palacio de Anap-chi/Anapji así como las del Templo de Hwangryong/Hwangnyongsa. Debía de medir casi 80 metros, pero debido al paso de los mongoles ahora sólo queda esta réplica en miniatura. 

De esta época destaca la Caverna de Seokguram/Sokkuram, donde hay mucho arte budista como una monumental estatua del mismo Buda. También es importante el Templo budista de Bulguksa, donde destacan varias pagodas, dos estatuas de Buda bañadas en oro y también un puente llamado la Nube Azul. 

Pero no todo era bonito. Esta sociedad estaba muy jerarquizada, y había una desigualdad tremenda. La nobleza local se hizo muy poderosa, y entonces llegaron las guerras internas entre generales provinciales y el gobierno central de Silla. En una de las cuales, la antigua Baekje resurgió con el nombre de Reino de Hubaekje. En otra, un tipo llamado Gung Ye estableció el estado Taebong, aunque un general de la antigua Goguryeo, Wang Geon/Wang Kon, le derrocó y creó el Reino de Goryeo/Koryo en el año 918, autonombrándose como Rey Taejo

LA DINASTÍA GORYEO (918-1240)

El nombre de Goryeo/Koryo vendría de Goguryeo, y de ambos saldría el actual nombre de Corea. Su capital era la ciudad de Songak, actual Kaesong. Goryeo se convertiría en un estado poderoso, pues en el 928 los kitanos conquistaron toda Balhae, y poco después, por el año 936, Goryeo tomó el control primero de Silla y después de Hubaekje. Con la tontería se hicieron con el control de toda la península coreana. No tenían rival. 

Eso sí, el reino era un poco caos por todas las luchas internas entre nobles guerreros, así que el cuarto rey, Gwangjong, impuso el Kwa-ku, o examen nacional para elegir oficiales de la corte y otros cargos. Con ello redujo el poder de la nobleza y centralizó el poder. 

La corte de Goryeo adoptó el budismo como religión oficial, y los monjes empezaron a ganar mucho poder. Destaca un monje llamado Uich’on, que por el año 1080 viajó a China para aprender nuevas movidas filosóficas y a su vuelta fundó la secta de Chogyejong, que unía budismo y zen japonés, y se hizo muy popular en Corea. 

Aquí empezaron a saco infinidad de construcciones de templos y estatuas de Buda. En los entrenamientos de esta gente era importantísimo el Soo-bak-ki, un tipo de arte marcial. En juegos de mesa destaca el Baduk, mejor conocido como Go en otros países. En cerámica destacaron los elegantes Ch’ongja, barnizadas con celadón.

Aparte de templos, también se crearon universidades o centros de estudios, donde los coreanos podían aprender sobre filosofía, literatura, ciencia y religión. Durante años, primero los yurchen, quienes luego serían llamados manchúes, y después los kitanos, estuvieron dando por el saco al Reino de Goryeo. Más tarde, hacia el año 1170, tres generales dieron un golpe de estado y se hicieron con las riendas del poder. 

Pero claro, en el año 1240 llegaron los mongoles y les conquistaron. Los tipos estos destrozaron muchísimos templos y documentos, y aunque los coreanos estuvieron un siglo sometidos, lograron un pacto con los mongoles para que les dejaran un poco a su bola. En estos años hubo muchos avances técnicos y culturales. 

Es famosa la Tripitaka Coreana, la colección más completa de textos budistas de Oriente. Está situada en Haeinsa, cerca de Gyeongsang, y consta de más de 80.000 textos escritos en tablas de madera o planchas xilográficas. También tenían una imprenta de tipos móviles de metal casi un siglo antes que Gutenberg. El Jik-ji sería el primer libro impreso del mundo, por el 1377. Otro avance que tuvieron fue el de cañones de pólvora para barcos, que lanzaban flechas, madera y más tarde piezas de metal. 

Los coreanos no recuperarían el control de sus tierras hasta más de un siglo después, y tras eso se fundó el 2º Reino de Joseon, que duró la hostia, de 1392 a 1896, cuando ya se creó Corea como tal. Fue en esa época donde se adoptó el confucianismo, su sistema de castas yangban, su curioso alfabeto Hangul y otros elementos que configurarían la sociedad coreana actual, pero eso lo veremos en un futuro vídeo.