La siguiente historia tiene lugar entre hace 50.000 años y el 555 d.C.
HISTORIA DE ASIA CENTRAL 1: Pueblos de las Estepas – Escitas, Sármatas, Xiongnu y Hunos
Hoy empieza una nueva sección en esta web, una dedicada a la historia de Asia Central. Esta extensísima región tiene muchos contrastes. Lo que más predomina son las llanuras de estepas, que encontramos sobre todo en la parte occidental de Rusia, en Kazajistán y gran parte de Mongolia. En el norte tenemos la fría Siberia, una vastísima taiga que va desde los montes Urales hasta el océano Pacífico.
Al sur encontramos inhóspitos desiertos como el Desierto de Gobi, entre China y Mongolia. Si os interesa la paleontología, allí se han encontrado fósiles de todo tipo de criaturas del pasado, sobre todo dinosaurios. El desierto de Taklamakán, en la China occidental, es el 2º desierto de dunas más grande del mundo, y de aquí es famosa la Cuenca del Tarim, un lugar muy árido y rodeado de montañas. Fue un paso importante de la Ruta de la Seda. Y luego, en el Turkestán, existen otros desiertos más pequeños como el Qyzylkum en Uzbekistán y Karakum en Turkmenistán.
También en Asia Central existen grandes sistemas montañosos, como el Gran Khingan, en la parte más oriental de China, de donde son originarios la etnia kitán. Las montañas de Tian Shan, o montañas celestiales, atraviesan Kazajistán, Kirguistán y la provincia china de Sinkiang. Sus picos más altos son primero el Jengish Chokusu, de 7400 metros de altura, y después el Khan Tengri, con 7000.
Finalmente, entre Kazajistán, Rusia, China y Mongolia también es importante el Macizo de Altái. Su pico más alto es el de la montaña Belukha, con una altura de 4500 metros. Estas montañas están situadas en una zona boscosa del centro de Asia, y tiene gran variedad de flora y fauna. (animal raro)
Se piensa que fue en esta región donde surgió la macro-familia de lenguas altaicas. De ahí el nombre, obviamente. Este grupo de lenguas tiene bastante de controvertida porque no todo termina de encajar, pero en teoría, esta familia lingüística agruparía más de 60 lenguas que se hablan por toda Asia Central y más allá.
Esto vendría a decir que estas lenguas provendrían de una lengua común súper antigua que podríamos denominar macro-altaica o proto-altaica. Luego se dividiría en las lenguas altaicas (dividida a su vez en tungús, túrquicas y mongólicas), y en las lenguas nipocoreanas (es decir, coreano y japonés), aunque de esto último hay bastantes dudas.
CULTURAS PREHISTÓRICAS (Hace 50.000 años hasta 1000 a.C.)
La prehistoria de los pueblos de Asia Central es un movidón de narices, no voy a mentir. Empecemos por el principio. Hace 230.000 años algunas zonas de Asia Central empezaron a ser habitadas por los Neandertales, quienes ocuparon algunas de las estepas euroasiáticas del oeste, y en esas fechas, en los montes Altai apareció el Hombre de Denísova. Poco se sabe de esta especie de Homo, pero parece que estuvo emparentado con estos neandertales. Los Homo Sapiens, venidos de África, llegaron a aquel inhóspito lugar hace unos 50.000 años y, mientras los demás homínidos se extinguieron, los Sapiens dominaron el mundo entero.
Aquí empezaría nuestra historia. Vamos paso a paso. Las primeras culturas surgieron en la zona de la estepa póntico-caspiana, hacia el año 4000 a.C. Se piensa que la primera pudo ser la Cultura Sredny Stog, seguida por la Cultura Yamna, o Cultura de los Sepulcros, porque enterraban a sus muertos en unos túmulos llamados kurganes. Estas gentes fueron los posibles primeros hablantes de lenguas indoeuropeas.
Se piensa que, hacia el 3500 a.C., de Yamna se originó la Cultura de Afanásievo, situada en Rusia Central, quienes eran pastores semi nómadas. Estos fueron los predecesores de la Cultura Karasuk y, emigrantes que acabaron en la Cuenca del Tarim podrían haber originado al grupo de los Tocarios, o Yuezhi según los chinos.
En la misma época, en donde hoy está Kazajistán, surgió la Cultura Botai. Todo apunta a que esta cultura fue la primera en domesticar caballos salvajes, aunque no se sabe si tuvieron relación con estos indoeuropeos. De todas formas, al igual que estos, dedicaban sus días al pastoreo trashumante y vivían comiendo carne de caballo y bebiendo leche de yegua.
Hacia el 3000 a.C. los Yamna influenciaron la creación de la Cultura de la Cerámica Cordada, que se expandió por todo el Norte de Europa y parte de la Rusia Occidental. Grupos humanos tanto de Yamna como de los cordados fundaron la Cultura Sintashta en las estepas euroasiáticas.
De todo esto, en el 2400 a.C., surgió la Cultura de Andrónovo por la zona del río Volga y el Mar Caspio, y se empezaron a formar pequeños poblados neolíticos. Dicen que estos Andrónovo fueron los primeros en crear la rueda y usar a los caballos para tirar de carros. Pronto pasarían de ser usados como animal de tracción para usarlos como montura en la guerra. Incluso en sus tumbas han aparecido caballos y carros enterrados junto a los dueños. Cuanto más ajuar, más poderoso era el muerto.
Algunos Andrónovo migraron al sur, y en el Turquestán, concretamente en la región conocida como la Transoxiana, surgió la Cultura Bactria-Margiana. Se piensa que estos fueron los primeros en hablar lenguas indo-iranias, que están dentro de las indoeuropeas. Después varios grupos migraron. Los indo-arios acabaron en el norte de la India y dieron origen a los védicos. Los que fueron hacia el oeste dieron lugar al Reino de Mittani. Y los que se fueron al este formaron la Cultura Wusun.
Las tribus de lenguas iranias que se quedaron por la Meseta Iraní darían origen a bactrios, sogdianos, medos, persas y partos. Al mismo tiempo, en el Cáucaso, otras tribus iranias evolucionaron en la Cultura Srubna, o cultura de las tumbas de madera.
Hacia el año 1000 a.C., de los Srubna surgirían diferentes pueblos que dominarían las estepas del norte del Mar Negro durante los siguientes mil años. Estos fueron los Escitas y los Sármatas. Aunque también se piensa que los escitas nacerían del fruto de gentes venidas de Siberia que se unieron con los Srubna. Sea como fuere, aquí surgen los primeros grandes pueblos nómadas.
LOS PRIMEROS NÓMADAS: ESCITAS (1000 a.C.- 300 a.C.)
Los Escitas dominaron el cotarro por la estepa euroasiática occidental desde el año 800 hasta el 300 a.C. Estos vivían al norte del Mar Caspio, mientras que sus vecinos, los Sármatas, vivían en el norte del Mar Negro. Eran culturas bastante parecidas. Jinetes nómadas que vivían en unas tiendas de campaña desmontables llamadas Yurtas. Más adelante construyeron chozas sobre grandes carros tirados por bueyes, como si fuera una caravana. La mayoría se dedicaba al pastoreo o a la cría de caballos.
Se piensa que fueron ellos los primeros en montar caballos y usarlos para la guerra. Y el arma clave aquí fue el arco recurvo, que es más potente que un arco normal y más fácil de manejar. Por otro lado, gentes de las estepas crearon las puntas de flecha de bronce engarzadas usando moldes, haciendo que todas las puntas de flecha tuviesen el mismo peso y tamaño. Esto era la hostia, porque al ser todas iguales era más sencillo calcular el tiro. Al final ambos inventos se juntaron y hacia el 800 a.C. se generalizó su uso un montón.
Pronto los escitas adquirieron fama de fieros y sanguinarios guerreros, que bebían la sangre de su primera víctima como rito de iniciación y coleccionaban las cabelleras humanas en sus caballos. Quizás los relatos griegos exageraran. Sabemos que no todos fueron guerreros. Vivían mayormente del pastoreo trashumante de caballos, bueyes, carneros y camellos. De ellos obtenían todo lo que necesitaban para vivir: pieles, carne y leche. En ocasiones se dedicaron a vender prisioneros de guerra como esclavos a otros reinos de la zona.
En el mundo escita parece que la mujer también podía ser guerrera. Y según las crónicas griegas debían de ser bastante salvajes, y las llamaron amazonas, guerreras en iranio, y surgieran mitos en torno a ellas en la mitología griega. Siglos después, cuando Francisco de Orellana navegaba por Brasil y vio a tribus de mujeres atacándole… aquello le recordó al mito de las mujeres guerreras y llamó así a aquel río: el Amazonas.
Los escitas eran animistas chamánicos, y celebraban rituales funerarios en los que al fallecido rey se le embalsamaba y se le paseaba en carro por toda Escitia. Luego se le enterraba con su caballo, una de sus concubinas y otros sirvientes que eran sacrificados para la ocasión. Y con sus objetos más valiosos, claro está. También relatos de la época hablan de rituales en los que se usaba una cabaña de sudación, en plan sauna, y quemaban cannabis, y acababan todos puestísimos.
Según Heródoto, adoraba a dioses como a la Gran Diosa Tabiti; Apia, diosa de la tierra; Etosiro, dios del sol; Artimpasa, diosa de la luna; y su dios del cielo, Papeo.
Se sabe que los escitas, aunque no eran muy de crear poblados, sí eran amigos de los sepulcros en los que enterrar a sus reyes. Destacan los Túmulos de Pazyryk, situados en los montes Altai. En la Meseta de Ukok se encontró a la Princesa de Hielo, una momia escita datada del 500 a.C. En otro túmulo, en Kazajistán, en las faldas del Tian Shan, fue hallado el famoso Hombre de Oro de Issyk, que parece ser un joven príncipe escita vestido con elegantes ropajes. Como veis, esta gente no eran la típica tribu de bárbaros desaliñados. Les gustaban las joyas y el postureo, ir elegantes.
En esos años, en el sur de Siberia, surgió la Cultura Tagar. Poco se sabe de ella, pero se piensa que pudo haber estado muy influenciada por los escitas. A diferencia de los escitas, estos tagar vivían en casas de madera con chimeneas, e incluso algunos asentamientos tenían fortificaciones. Destacan por sus kurganes reales con estelas verticales en las esquinas y por los petroglifos que hacían.
A esta cultura le siguió, a partir del siglo I d.C. la Cultura Tashtyk.
Los escitas se expandieron con gran rapidez por toda la estepa de la Rusia Occidental, y por el camino expulsaron de sus tierras a otro pueblo que vivía por el mar Negro, los Cimerios. De hecho, la etimología de Crimea viene de País de los Kimerios. Parece que este pueblo emigró al sur, se dieron de leches contra los Asirios, perdieron, y en el año 695 a.C. lograron destruir al Reino Frigio y saquear su capital, Gordión. También parece que dieron por culo al Reino Lidio. Sin embargo, poco después los cimerios desaparecieron de los registros.
Los escitas también realizaron incursiones a Mesopotamia. Pelearon contra Asirios y parece que llegaron incluso a luchar contra el faraón Psamético I, quien consiguió frenar su avance. Poco después lograron controlar el Imperio Medo hasta que el rey Ciaxares de Media les expulsó en el 622 a.C.
Una tribu nómada dentro de los escitas eran los Masagetas. Estos son famosos porque su reina Tomiris logró cargarse al rey persa Ciro el Grande en una batalla en el año 530 a.C. Años después, el rey Darío I trató de someter a las tribus escitas enviando un gran ejército a las inhóspitas estepas. Sin embargo, los persas fueron incapaces de vencerlas gracias a las técnicas que usaban: la tierra quemada y la guerra de guerrillas.
Hacia el año 400 a.C. el rey escita Ateas logró unificar bajo su poder a muchísimas tribus diferentes. Cruzaron el río Dniester y terminaron el los Balcanes enfrentándose al rey Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro Magno. Junto con los cimerios se atrevieron a penetrar en la Europa Prerromana, donde tuvieron choques con germanos y celtas.
Los escitas fueron derrotados por los macedonios en la Batalla de Dobruja en el 339 a.C. El rey Ateas, con casi 90 años de edad, murió durante el combate y su Imperio Escita desapareció poco después. Serían los Sármatas quienes tomarían el relevo en la región.
LOS PRIMEROS NÓMADAS: XIONGNU (1000 a.C.- 200 d.C.)
Ahora cambiemos de aires y trasladémonos al Lejano Oriente. Desde el año 1000 a.C. más o menos, la estepa oriental de Mongolia estaba habitada por multitud de tribus denominadas Xiongnu (songnú).
Eran como los escitas. Se dedicaban fundamentalmente al pastoreo trashumante, y sus guerreros jinetes nómadas atacaban aldeas a flechazos y robaban todo el ganado que podían. A los chinos del norte les tenían acojonados, y de ahí surgió la necesidad de empezar a montar cuerpos de caballería, y también de levantar la Gran Muralla China. El auge constructivo de esta muralla tuvo lugar durante el reinado de Qin Shi Huang, hacia el año 250 a.C.
En los años posteriores, la Dinastía Qin fue sustituida por la Dinastía Han. El problema de los Xiongnu no había cesado. Todo lo contrario. Resulta que su nuevo líder, un tipo llamado Modun, agrupó a todas las tribus Xiongnu y creó una enorme confederación. Gracias a esto se convirtieron en el mayor estado nómada de la estepa asiática hasta aquel momento.
Pero los Xiongnu tenían dos enemigos. En el este los Donghu, pero Modun se los cargó rápido. Por el oeste aparecieron los Tocarios, o como ellos los llamaban, los Yuezhi (yuechi).
Es durante el siglo II a.C. cuando fruto del comercio entre Roma, Partia y China, se creó la Ruta de la Seda. Esta fue una gran ruta comercial por la que pasaba de todo. Diamantes, oro, plata, bronce, rubíes, jade, perlas, marfil, especias, ámbar, perfumes, tintes, porcelana, vidrio… y por supuesto, seda, un tipo de tela que volvía locos a los romanos y cuya fabricación era guardada en secreto por los chinos.
También podríamos hablar del papel, un invento atribuido al eunuco Cai Lun, consejero del emperador He de los Han. En Europa y Oriente Medio se usaban papiros y pergaminos, y en China escribían sobre tablas de bambú, pero eso iba a cambiar con la invención de este papel. La fabricación era sencillísima, por lo que no tardó en extenderse por todo el mundo.
Gracias a todos estos intercambios, pueblos intermediarios que habitaban el Turquestán, conocida en aquel entonces como la Transoxiana, se enriquecieron, y ciudades del Reino Greco-Bactriano como Bactra, Alejandría de Oxiana, Samarcanda y Bujará acabaron forradas.
Una de las vías principales de la Ruta de la Seda era el Corredor de Gansu, o de Hexi, una estrecha ruta entre el desierto de Gobi y las montañas Qilian que conectaba China con la Cuenca del Tarim. El corredor fue arrebatado a los Xiongnu por los Han hacia el año 121 a.C.
La desértica cuenca del Tarim también es importante. Allí, desde tiempos remotos, habitaban los Loulan, o los Kroraina. Esta gente de rasgos europeos habitaba en los oasis de la zona y de ellos son famosas las momias del Tarim. Todo apunta a que estos Loulan eran primos de los Tocarios.
Por gran parte de estas rutas, los chinos fueron levantando fuertes y puestos comerciales que se convertirían en bulliciosos centros de comercio. Muchos de ellos se convertirían en aldeas y después en ciudades.
Modun murió en el 174 a.C. antes de derrotar a estos tocarios, pero su hijo Jizhou o Laoshang pudo hacer que se dieran el piro de la región. Los tocarios entonces volvieron al área del Lago Baikal, en Kazajistán, y luego derribaron al Reino Greco-Bactriano. ¿Recordáis que os dije que los escitas desaparecieron? Bueno, pues no del todo. Un grupo superviviente dirigido por el rey Maues llegó hacia el 100 a.C. a Cachemira y el Punyab, donde se asentó una temporada. Fueron llamados Indo-escitas o Sakas.
En el año 30 d.C., los tocarios fundaron el Imperio Kushán, se comieron a los Saka y acabaron gobernando parte del norte de la India. En los vídeos de la India os cuento más sobre ellos.
Los Xiongnu lograron grandes victorias contra los Han, y durante bastante tiempo los emperadores tuvieron que sobornarles con todo tipo de bienes que llegaban por la Ruta de la Seda. Sin embargo, diversas guerras internas entre los años 100 y 200 d.C. destrozaron esta confederación Xiongnu.
De los antiguos Donghu surgieron otras tribus, como los Xianbei y los Wuhuan, que pasarían a controlar las estepas, mientras que los Xiongnu acabaron unos integrados dentro de la cultura china del norte… y otros huyendo hacia los montes Altai. Se dice, se cuenta, que algunos de estos huidos acabaron formando lo que conocemos en Europa como los Hunos.
ROURAN Y LOS HUNOS (200-555 d.C.)
La Confederación de los Xiongnu había desaparecido. Pero de sus cenizas, hacia el año 330, nació una nueva confederación de tribus nómadas llamada Rourán. De estos Rouran no se sabe si eran proto-turquícos, proto-mongoles o vete a saber qué. Puede que fueran un poco de todo. Lo más seguro es que fuera una agrupación de muchísimos pueblos diferentes.
Parece que su líder fue un descendiente de esclavos Xianbei llamado Yujiulü Shelun. Se cree que éste fue el primero en usar el término Khagan, o Gran Kan o emperador, mientras que el imperio fue denominado Kaganato o Jaganato.
Sin embargo, todavía quedaban algunos grupos de Xiongnu orientales que, tras la caída de la Dinastía Han en el año 220, empezaron a penetrar con fuerza en China. Ésta se había dividido en tres reinos que luchaban entre ellos, y estos Xiongnu, unidos a otras tribus bárbaras, tomaron el norte formando 16 reinos.
Pero ahora centrémonos en los Hunos. Realmente no se sabe si esta gente fueron grupos de Xiongnu occidentales huidos u otra gente random que apareció de la nada. Su lengua no se sabe si era túrquica o mongola. En aquellos años aún no se diferenciaban demasiado la una de la otra.
Siguiendo con la Historia, los Hunos se largaron de territorio chino, y en el año 370, liderados por su rey Balamber, llegaron a las estepas del Cáucaso y expulsaron de allí a los Roxolanos y a los Sármatas–Alanos. Estos Alanos acabarían en la península ibérica y después desaparecerían, pero esa es otra historia. El caso es que aquí los hunos se dividieron en dos grupos.
Por un lado, los hunos blancos o Heftalitas atacaron a los persas sasánidas, se instalaron en la Bactriana, y se dirigieron a la India para darse de leches con los gupta y conquistar parte de norte indio. De ellos se dice que se deformaban el cráneo para parecerse a los caraconos. Por otro lado, estaban los hunos negros, o Hunos a secas, quienes pensaron que invadir Europa podía ser algo guay.
Al mando del rey Rugila, estos hunos cruzaron el río Dniéper y atacaron a todas las tribus que encontraron a su paso. Godos, gépidos, hérulos, pueblos proto-eslavos, alanos, vándalos, suevos, burgundios… Esto provocó una reacción en cadena de pueblos huyendo hacia las fronteras del Imperio Romano que terminaría por hacer caer a la Roma Occidental. La Roma Oriental del emperador Teodosio II estaba tan acojonada que tuvo que pagar al huno 250 libras de oro anuales para que no les atacase más.
Gracias a las victorias de Rugila, por el año 430, los hunos pudieron establecerse en zonas de Dacia y Panonia, lo que hoy es Rumanía y parte de Hungría. Los romanos de oriente estaban bastante acojonados ante el avance de estos invasores de Asia. ¿Y qué les hacía tan buenos? Pues entre muchas cosas, tenían algo que nadie más tenía: estribos.
No se sabe quienes inventaron los estribos, pero eran la leche porque fijados a la silla de montar daban mucha estabilidad a los jinetes. Esto hacía que no fuera tan fácil que los guerreros con armas se cayesen del caballo y sufriera un duque-desnukem. Esto influenciaría muchísimo en los ejércitos medievales de toda Europa.
En el año 434 sus sobrinos Atila y Bleda heredaron el trono de la Confederación de los Hunos. Estos tenían una mala leche terrible, y se dedicaron a destrozar y saquear diferentes ciudades romanas de Oriente hasta cercar Constantinopla, aunque no pudieron conquistarla gracias a sus murallas. Teodosio II tuvo que pagar aún más oro a los hunos.
Atila era conocido como el Azote de Dios, y que por donde pasaba con su caballo ya no crecía la hierba. El mito le describe como un desalmado salvaje que mataba a todo lo que pilla por delante. Y en parte es cierto, pero parece que tras descubrir el mundo civilizado fue cambiando de mente. Creó la capital de su confederación en Szeged, en la actual Hungría, y allí se rodeó de intelectuales romanos que le enseñaron latín y griego. Cuentan que uno de sus sueños era convertirse en romano y lucir insignias imperiales. Como curiosidad, uno de sus secretarios fue el poeta Orestes, el papá de Rómulo Augústulo, último emperador de Roma Occidental.
En el 445, Atila se convirtió en el único líder de los Hunos tras morir su hermano. Se dice que fue él quien lo mató. Su plan ahora era conquistar el Reino Visigodo de Tolosa, en la Galia, así que fue allá con todas sus tropas. Sin embargo, una coalición de visigodos, romanos y otra peña le vencieron en la Batalla de los Campos Cataláunicos del año 451, también conocida como Batalla de Chalons.
Los romano-godos vencieron de pura chiripa, y Atila aún tuvo fuerzas para invadir el norte de Italia. Llegó hasta las puertas de Roma, pero el papa León I le dijo algo que nunca sabremos y parece que Atila se piró de allí para no volver jamás.
Dos años después Atila murió durante su noche de bodas en extrañas circunstancias. Su hijo Elak le sucedió, pero todo dios se le rebeló y el chaval acabó derrotado por diferentes pueblos germanos en la Batalla de Nedao, del año 454. La Confederación de los Hunos se descompuso y dejó de ser una amenaza.
Sin embargo, pronto surgirían nuevos pueblos de las estepas de Asia Central: Los Pueblos Túrquicos. Y es que un grupo de turcos que estaban sometidos a los Rouran decidieron hacerse con el control de toda la confederación en el año 553. Así nació el Kaganato Kokturk, mientras que algunos Rouran huyeron hacia Europa. En ese lugar les conocieron como Ávaros, e iban a liarla pero bien.