África Subsahariana: Imperio de Mali, Songhai, Reino del Congo, Etiopía y Mutapa

La siguiente historia tiene lugar entre el año 1240 y el 1600

EL IMPERIO DE MALI

En el vídeo anterior vimos cómo Sundiata Keita, líder de las tribus mandingas, logró acabar con el Reino de Sosso, sucesor del antiguo Reino de Ghana. Tras esto, Sundiata fundó un imperio llamado Imperio de Mali, o Manden Kurufa, que pronto se convirtió en el estado más pepino de toda el África Subsahariana hasta aquel momento.

Sundiata Keita fue coronado como Mari Djata I, y fue apodado el León de Mali o el Rey León. Fue él quien instituyó una constitución universal llamada Kurukán Fuga, o Carta de Manden. En ella, entre otras cosas, muchos oficios se convirtieron en hereditarios, y abolía la esclavitud, aunque en la práctica siguió existiendo. Además, también estableció la Gbara, o Gran Asamblea. Allí se reunían periódicamente los diferentes clanes de la confederación para deliberar sobre asuntos importantes.

Este imperio se caracterizó por intentar lograr una centralización fuerte. El mando supremo lo ejercía el emperador, quien debía ser siempre del clan Keita. El segundo en poder era el visir, como su mano derecha; y también destaca el cargo de griots, quienes eran una mezcla entre consejeros, cronistas y bardos.

Los siguientes cargos más importantes eran los gobernadores de Wagadu, es decir, Ghana; el de la ciudad de Mema; el de Gao, ciudad en expansión; y el de Bambuk, de donde extraían mucho oro.  

La capital era Niani, a orillas del río Sankarani, que ahora pertenece a Guinea. Esta ciudad fue destruida durante la guerra, pero Sundiata la reconstruyó y se convirtió en el centro de comercio más importante de África occidental durante 200 años. Sundiata destacó por ser un rey pacífico y tolerante, y bajo su reinado convivieron tanto el islam como el animismo africano tradicional de la zona.

La mayor riqueza de Mali estaba en sus minas de oro. De hecho, Mali se convirtió en esa época en el mayor exportador de oro del mundo. La sal también fue importante en el comercio, así como el cobre y otros metales. También se introdujo el cultivo de algodón y se creó cierta industria textil. En definitiva, que el comercio transahariano fue el pilar de la economía de Mali.

Aunque eso sí, la agricultura y ganadería eran vitales para la subsistencia de la población, y se cultivaba mijo, sorgo, arroz y algodón, y se criaban ovejas, vacas, cabras, mulas, caballos y aves de corral.

El ejército del Imperio de Mali estaba integrado por unos 100.000 hombres, y compuesto por una infantería, los sofa, que usaban lanzas y arcos y escudos de madera… y por los mandekalu, o jinetes, formado por nobles con pasta, quienes eran los únicos que podían comprarse caballos. Podían tener cotas de malla y usaban espadas, lanzas o incluso jabalinas envenenadas.

Sundiata murió ahogado en un río, (o asesinado, no se sabe bien) y tras él gobernó su hijo, Ouali I, que gobernó bien y amplió el territorio del imperio, tomando Gao al este y Takrur al oeste. Sin embargo, su padre había adoptado hijos de generales como keitas, y de mayores, dos de éstos, Mansa Ouati y Mansa Khalifa, se pelearon por el poder y gobernaron con tiranía hasta que se los cargaron.

El mansa Abubakari II fue coronado en 1310, y de su reinado destacan sus dos expediciones por el Atlántico. En la 1ª envió 400 barcos de los que sólo regresó uno. Al parecer, una tormenta los hundió todos. Cualquiera con dos dedos de frente habría desistido, pero Abubakari II decidió dirigir el mismo una expedición nueva, pero esta vez enviaría 4000 barcos. Con dos cojones. Pues no se volvió a saber de ellos nunca más.

Con esto, Mansa Musa, o Musa I, del Linaje Laye, ascendió al poder en 1312, y con él llegó la época más próspera de Mali. El imperio era extensísimo, y en él se dice que vivieron unas 40 millones de personas repartidas en sus más de 400 ciudades y aldeas.

Musa I fue el primer emperador 100% musulmán de Mali, e intentó que toda la aristocracia se adhiriera a esta religión. Los comerciantes ricos y la aristocracia mandiga fue la que más rápidamente se islamizó, pero los campesinos y los nyamakalas, es decir, artesanos, esclavos y hechiceros, las castas, en resumen, continuaron siendo animistas.

Musa I hizo una peregrinación muy tocha a la Meca y se gastó una cantidad de oro impresionante allá por donde pasaba. Se cuenta que, en el Cairo, él y su séquito de más de 1000 personas hicieron tantas compras e hicieron tantos regalos que, al poner tanto oro en circulación, el valor de este metal se devaluó y la economía egipcia no se recuperó hasta varios años después. También se cuenta que Musa I tuvo que pedir un préstamo al sultán mameluco Al-Nasir Muhammad para poder regresar a Mali.

De este viaje se trajo un montón de arquitectos, como Es Saheli, y con ellos levantó por todo Mali varias madrazas, o escuelas islámicas, destacando las de Tombuctú. De allí destaca la Madrasa de Sankoré, que está compuesta por 3 mezquitas, la de Sankoré, la de Djinguereber y la de Sidi Yahya.

Pero la más pepina de todas fue la Gran Mezquita de Djenné, considerado el mayor edificio de barro del mundo, y que fue construida entre 1180 y 1330. Eso sí, su aspecto ha sido muy retocado con el paso de los años. Finalmente, en Niani destaca la Sala de Audiencias del Palacio Real, con forma de domo.

La islamización de Mali fue vista con muy malos ojos por muchas tribus, que querían seguir preservando sus tradiciones, y hubo muchos enfrentamientos. Unos que no querían convertirse fueron los Dogones, quienes se piraron y acabaron viviendo en la zona de la Falla de Bandiagara, donde construyeron ciudades de adobe. Son famosos por su arte escultórico, por sus pinturas en paredes de piedra, por sus bailes con máscaras y por su relación con el mundo de las magufadas y los alienígenas ancestrales.

El Reino de Etiopia

En el este, por el año 1270, en el Reino de Etiopia, el rey Yekuno Amlak depuso al último rey de la Dinastía Zagüe y se casó con una de sus hijas. Yekuno era un rey cristiano devoto, y afirmaba descender de Menelik I, hijo del Rey Salomón y de la Reina de Saba, de ahí que a esta nueva dinastía se la denomine Salomónica.

En esta época se redactó el Kebra Nagast, o Libro de la Gloria de los Reyes de Etiopía, donde se habla de su historia y esas cosas.

A partir de 1300 surgió un estado rival en Etiopía. Ese fue el Sultanato de Ifat, de religión islámica y que era vasallo de los etíopes.

Hacia 1400 se independizaron con el nombre del Sultanato de Adal, o de Adel, pero venía a ser lo mismo.

El rey Zara Yacob, mejor conocido como Constantino de Etiopía, o de Abisinia, triunfó en la Batalla de Gomit, de 1445, contra estos del sultanato de Adal. También se metió de leches contra los judíos del reino norteño de Agaw, judíos etíopes conocidos como los Beta Israel, pero no tuvo tanta suerte.

Como curiosidad, en lo que hoy es Somalia, aquel pequeño Sultanato de Mogadiscio que se convirtió en un puerto comercial importante se transformó en el Sultanato de Ajuran. Si vas a Somalia y ves un castillo o una fortaleza en ruinas, probablemente haya sido construido por esta gente.

Volviendo a Etiopía, en 1528, el Sultanato de Adal, comandado por Ahmad ibn Ibrahim al-Ghazi, comenzó a invadir el reino cristiano con ayuda de los otomanos. El rey David II fue duramente derrotado, y murió poco después, pero logró pedir ayuda a los portugueses liderados por Cristóbal de Gama, hijo de Vasco de Gama.

Destaca la Batalla de Wofla de 1542, en la que Adal venció a etíopes y portugueses, y el propio Cristóbal de Gama perdió la vida. Aunque al año siguiente vencieron en la Batalla de Waina Daga, y al-Ghazi la palmó. Y así estuvieron dándose de leches durante años hasta que Adel se desintegró por el 1570.

Como ya conté, la lengua de estos etíopes era el Geez, pero fue en esta época cuando adoptaron la lengua Amhárica, que era una evolución de la primera, reservando esta sólo para las liturgias. Empezaron a surgir tiranteces con los portugueses y también con los jesuitas por intentar difundir el catolicismo. El cristianismo etíope era bastante diferente, y al final esta gente decidió echar a esta peña y aislarse de todos en plan Wakanda forevah, y así comenzó el Periodo Gondar.

Reinos de Uganda, Ruanda y Burundi

Ahora vamos a hablar de Uganda, Ruanda y Burundi, la conocida zona de los Grandes Lagos. Con el Lago Victoria, el Lago Alberto, el Tanganica, o el Lago Malawi, aunque ese queda lejos de lo que nos interesa.

Los primeros habitantes de la zona fueron tribus nómadas de pigmeos que se dedicaban a la caza y a la recolección, siendo los más conocidos los Batwa. Luego llegó la expansión de los bantúes de la que hablé en el 1º vídeo y todo se llenó de esta gente. Entre estos bantúes encontramos a la etnia de los Hutus.  

Estos bantúes eran agricultores y conocían la metalurgia del hierro, y esto comenzó a cristalizarse en pequeños estados organizados, desplazando a los Batwa como grupo dominante.

Pero entonces llegó nueva peña al lugar, esta vez gentes nilóticas venidas del norte. Del Cuerno de África dicen algunos, pero no se sabe. Estos fueron los Chwezi, antepasados de los Tutsis, y levantaron hacia el año 1200 el Reino de Kitara a orillas del Lago Alberto. Estos se dedicaron fundamentalmente a la ganadería.

A Kitara le sucedió el Reino de Bunyoro, que durante siglos fue el centro de poder de la región.

Gente que escapó del dominio de Bunyoro creó, en la costa del Lago Victoria, el Reino de Buganda. Su primer kabaka, o rey, fue Kato Kintu. Estos reyes gobernaron sobre los pastores tutsis y los agricultores hutus en igualdad. En aquella sociedad cualquiera podía ser rey siempre y cuando fuera elegido por el consejo tribal. El problema era que eso trajo muchas luchas por el poder.

Algunos tutsis se largaron más al sur, hacia Ruanda y Burundi. Allí los hutus tenían sometidos y marginados a las tribus de Batwa, y cuando llegaron los Tutsis básicamente dominaron a las dos y gobernaron sobre ellos porque una antigua leyenda decía que eran superiores.

Ese fue el origen de los Reinos de Ruanda primero y de Burundi después, y también fue el origen del conflicto entre hutus y tutsis que aún perdura en la actualidad, e incluye genocidios y muchas movidas.

Reino del Congo

En el año 1375 comenzó el Reino del Congo. Su origen no está claro, pero parece que el reino se formó cuando se juntaron las tribus autóctonas de los Mbundu con unos conquistadores bantúes que venían del norte o del este.

Su primer rey pudo haber sido Nimi a Lukeni, quien fundó la capital en Mbanza Kongo. El cargo de rey, o manikongo, no se heredaba, y era matrilineal. Era el rey quien debía designar un sucesor, pero eso debía ser aceptado por un consejo tribal de 3 miembros.

Estos congoleños hablaban Kikongo, una lengua bantú. El reino se dividió en 6 provincias, siendo los feudos más importantes Nsundi en el norte y Mbamba en el sur.

Se dedicaron al comercio con oro, plata y marfil. Y cuando llegaron los portugueses empezaron a venderles esclavos. En 1483, el portugués Diego Cao cambió el nombre de la capital por Sao Salvador do Congo, y poco después, el rey Nzinga Khuyu se convirtió al cristianismo con el nombre de Joao I, o Juan I del Congo.

Portugueses y congoleños firmaron acuerdos de amistad y colaboración, y Portugal ayudó a destruir a los enemigos del Congo, el Reino de Bateke. El rey sucesor, Afonso I, sabía hablar y escribir portugués, y se volvió tan cristiano que incluso se puso a perseguir los cultos paganos del lugar. Sin embargo, la trata de esclavos y la imposición de leyes portuguesas acabaron por volver a Afonso I contra Portugal, y trataron de matarle. No lo lograron, pero aún así murió en 1543 y el Reino del Congo, poco a poco, iría perdiendo su independencia.

Otro estado fue el Reino de Luba, surgido en los pastizales pantanosos de la Depresión de Upemba, en lo que hoy es la República Democrática del Congo. Fue fundado por el rey Kongolo Mwamba hacia el año 1585.

Destacaron por su comercio con el pescado seco que vendían a los habitantes de la sabana, y también con aceite de palma. Con el paso del tiempo también añadieron a la lista la metalurgia del hierro.

De esta región es famoso el mito del Mokele-Mbembe. Resulta que tribus de la zona afirman haber visto a una criatura parecida a un brontosaurio merodeando por los pantanos de la zona. ¿Será algún dinosaurio que aún queda vivo? Misterio.  

El Imperio de Songhai

Volvamos a África occidental. En lo que ahora es Senegal, un tipo misterioso conocido como Ndiadiane Ndiaye unió diferentes estados pequeños y fundó el Imperio Wolof o Jólof. Eso sí, durante la mayor parte de su historia fue un estado vasallo del poderoso Imperio de Mali, hasta que en el año 1350 lograron independizarse y poner la capital en Linguere.

La wolof era una sociedad curiosa, dividida en nobles, no nobles y esclavos, y también en castas según profesiones. Una profesión muy importante era la de los herreros, pues ellos forjaban las armas que les dieron gran poder.

Hacia 1480 tuvieron contacto con los portugueses, y aunque no empezaron con buen pie, pronto establecieron relaciones pacíficas. El príncipe Bemoi, que gobernaba el Imperio Wolof, fue a Lisboa a hacerse manitas con el rey Juan II, e incluso fue bautizado. Sin embargo, acabó muerto a manos de un comandante portugués.

Wolof sobrevivió hasta la Batalla de Danki de 1549, que ocurrió cuando los pequeños reinos de los que estaba formado el imperio empezaron a independizarse. Wolof siguió existiendo como un pequeño reino, ya sin importancia.

Mientras tanto, el Imperio de Mali, a partir del final del reinado de Mansa Musa II, en el año 1387, empezó a vivir un periodo de luchas internas por el poder que desembocaron en la época de los Linajes Oscuros. Poco se sabe de los orígenes de estos gobernantes, y el imperio fue poco a poco fragmentándose y perdiendo sus posesiones norteñas y orientales a favor de Songhai.

¿Y quiénes son estos songhai, os preguntaréis? Por el nombre podría parecer un reino chino, pero no. Eran los habitantes de ese pequeño Reino de Gao formado a orillas del río Níger. Fueron vasallos de Mali hasta que su rey Sonni Ali se enfadó y se independizó en 1464, fundando el Imperio Songhai.

Con su preparado ejército y su flotilla del Níger, Sonni Ali tomó ciudades como Tombuctú y Djenné aprovechando la debilidad del Imperio de Mali, y llegó a conquistar gran parte de su territorio. Y por supuesto, también pasaron a controlar todas las rutas comerciales. Tombuctú se convirtió en el centro más importante de la cultura islámica en el occidente africano, así como en un potente centro comercial de oro, marfil, sal y esclavos.

En el año 1490, Mali perdió el control del Imperio de Gran Fulo, o Reino de Denanke, que dominaba la Senegambia. Sus habitantes eran conocidos como los Fulani, que a pesar de tener nombre de prostituta italiana, eran la pera limonera en combate. En 1492, el mismo año en el que Colón llegó a América, Sonni Ali murió, parece ser que ahogado en un río, y fue sucedido por su hijo Sunni Baru.

Sunni era más animista africano que musulmán, y entonces llegó uno de sus generales, Muhammad Turé, para derrocarlo y expandir la fe en Alá y la ley sharia entre el pueblo. Éste fue quien estableció la Dinastía Askia en 1493, y a este gobernante se le conoció como Askia el Grande.

De él se cuenta que peregrinó a la Meca en 1496 y obtuvo el título de Califa de aquel territorio africano. Askia el Grande realizó nuevas conquistas, creó nuevas provincias, aumentó el poder de los ulema musulmanes, y construyó una nueva capital: Tendirma.

Sin embargo, Askia se fue quedando ciego y su hijo le derrocó en 1528. Con esto, el reino se llenó de guerras civiles, fratricidios y ese tipo de cosas. Al menos hasta que en 1549 comenzó a reinar Askia Daoud, quien trajo estabilidad al imperio. Tuvo varios éxitos militares, y el Imperio de Mali acabó siendo totalmente derrotado por estos Songhai, siendo prácticamente borrada del mapa.  

A la muerte de Askia Daoud comenzó una larga lucha dinástica que debilitó el imperio. La Dinastía Saadí de Marruecos había puesto sus ojitos en las minas de sal de Teghaza, y comenzó a realizar incursiones al mando del morisco Diego de Guevara, mejor conocido como Yuder Pachá. Los hispano-marroquíes, armados con cañones, arcabuces y mosquetes, no lo tuvieron complicado para vencer a los songhai en la Batalla de Tondibi en 1591.

Con esto, el Imperio Songhai se desintegró y sus habitantes se reencarnaron en el Reino de Dendi. En la zona de Tombuctú, los hispanomarroquíes se mezclaron con los songhai, y de ahí salió el pueblo Arma, llamado así porque tenían armas de fuego.

Imperio de Kanem-Bornu (continuación)

Volvamos con el Imperio de Kanem-Bornu, gobernado por la Dinastía Sayfawa. En 1387 sus enemigos más acérrimos, los Bulala, arrasaron grandes zonas de Kanem y tuvieron que mover la capital de Njimi a Bornu, de ahí que a partir de este año el Imperio pase a llamarse Imperio de Bornu.

De aquí es importante un rey llamado Ali Gazi, que empezó a reinar a partir de 1473. Fue éste quien comenzó la consolidación de Bornu después de derrotar a todas las tribus vecinas. Construyó una gran capital fortificada en un lugar llamado Ngazargamu, al oeste de Lago Chad, en la actual Nigeria, y aquí empezó una nueva época de esplendor.

Durante el reinado de Idris Alaoma, que empezó en 1571, se cree que Bornu abarcó gran parte del Chad, del sur de Libia, el noreste de Nigeria y el este de Níger y el norte de Camerún. Se introdujeron innovaciones militares como jinetes acorazados con mosquetes, tácticas de asedio y de tierra quemada, y hubo mucha diplomacia con el Imperio Otomano. Estos turcos lo que más les pedían eran esclavos, y comenzó una época de terror para los bulalas y otras tribus de alrededor.

Reino de Mutapa o de Monomotapa

En el sur de África, según cuenta la leyenda, a principios del siglo XV, el Reino de Zimbabue sufría una terrible hambruna, y un príncipe guerrero llamado Nyatsimba Mutota fue al norte buscando nuevos recursos. Entonces, en la frontera del río Zambeze, entre Zambia, Bostwana y Mozambique, se topó con una tierra rica y vacía de peña, y decidió instalarse allí hacia el año 1430.

Se dice que éste fue el origen del Reino de Mutapa o de Monomotapa. Muchas gentes emigraron a aquel nuevo lugar mientras el Gran Zimbabue era abandonado y olvidado.

Otros clanes que huyeron de la decadente Zimbabue fueron el clan Torwa, antepasados de los kalanga, y fueron ellos quienes levantaron el Reino de Butua. Su capital fue la ciudad de Khami, con algunas estructuras de piedra parecidas al Gran Zimbabue pero de menor envergadura.

Luego al norte, alrededor del Lago Malawi y lo que es el actual país de Malawi, tenemos a la Confederación Malawi o Maravi. Eran un grupo de bantúes que huyeron del reino congoleño de Luba y que se asentaron por allí. Fue un reino próspero gracias al comercio con portugueses y otra peña, y de estos proviene la etnia Chewa.  

Una cosa buena del Reino de Mutapa era que estaba petado de minas de oro. Sin embargo, llegó un punto de tal despilfarro que, cuando el oro comenzó a escasear, tuvieron que pasarse al tráfico de esclavos con estados vecinos como Kilwa y después con Zanzíbar.

El gobierno del rey Matope parece que fue fructífero, pero el de su hijo Nyahuma fue un desastre.

Luego hubo desavenencias entre los diferentes clanes y, uno de los más poderosos, el clan Rozwi, se separó del grupo y creó un reino propio que se comió a los Butua. Y todo continuó parecido hasta que llegaron los portugueses poco después.

Reino de Benín (continuación)

En el Reino de Benín, en el año 1440, comenzó a reinar Ewuare el Grande, el monarca más célebre de este estado. Expandió sus dominios y embelleció la capital con artistas venidos de diferentes partes de África. Además levantó una enorme muralla de barro que rodeaba la ciudad y que incluía un profundo foso. 

También trató de reducir el peso de los Uzama, el grupo de jefes tribales hereditarios que eran los que elegían a los oba, o reyes. Eware quería que su puesto lo heredara su hijo. Sin embargo, su gobierno terminó con una revuelta contra su autoritario poder que le obligó a salir por patas del reino.

Bajo el reinado de su hijo Ozolua, en 1484, comenzaron las relaciones comerciales con los portugueses. A cambio de esclavos, Portugal les suministraba armas de fuego, como mosquetes, que usaban para guerrear contra sus vecinos.

Su sucesor Esigie creó el título de reina madre, lyoba, quien criaba al heredero y podía participar en el consejo en tiempos de guerra.  

Luego, alrededor de Benín aparecieron diferentes reinos yoruba pequeñitos, como Oyo, Dahomey, Ashanti, Nupe… En fin, muchos.

Nri no fue un reino yoruba, sino que fue fundado hacia el año 900 por los Igbo. Concretamente por el rey Eri, quien según la leyenda, fue enviado por el dios Chukwu. Lo más destacable de esta gente es su arte, especialmente los bronces Igbo-Ukwu.

Confederación de Reinos Hausa (Continuación)

Y finalmente volvamos a la Confederación de Reinos Hausa. En 1349, el rey Yaji I comenzó a gobernar y permitió la entrada del islam, y construyó mezquitas en la capital, Kano. Pero una historia importante tuvo lugar en 1576, con una reina guerrera llamada Amina. Esta reinaba en la ciudad-estado de Zazzau, actual Zaria, en Nigeria, y todos los nobles de los otros reinos de Hausa querían ganarse su amor ofreciéndola esclavos y más esclavos.

Pero ella quería guerrear, y durante más de 30 años se dedicó a luchar contra sus vecinos para expandir el territorio de Zazzau. En cada ciudad que tomaba se echaba un amante que aparecía a la mañana siguiente con la cabeza cortada. Era como una mantis religiosa.

Y bueno, en este siglo XVI los europeos empezaron a llegar en tropel a África. Más tarde tendría lugar el reparto colonial. Pero de eso es tema para otro capítulo.