La siguiente historia tiene lugar entre el año 882 y el 1054
HISTORIA DE RUSIA 2: LA RUS DE KIEV
LA RUS DE KIEV (UNIDA) (882-1054)
En el capítulo anterior vimos cómo, en el año 882, Oleg de Nóvgorod conquistó Kiev y creó la Rus de Kiev, un extenso estado que iba desde Nóvgorod en el norte hasta lo que hoy es Ucrania.
Un hecho famoso de Oleg fue la incursión que realizó a Constantinopla en el año 907. El tipo creó una flotilla, bajó por el río Dniéper hasta el Mar Negro y llegó a la capital bizantina. Pero claro, sus barquitos eran una birria para atacar aquellas enormes murallas. El mito cuenta que lo que Oleg hizo, fue poner ruedas a los barcos y se aproximó a las puertas de la ciudad por tierra, acojonando al personal. Esto impresionó tanto al emperador bizantino que salió a recibirle con regalos y una copa de vino. Sin embargo, Oleg había tenido un sueño sobre copas envenenadas, por lo que no bebió. Pero otros de sus soldados sí, y murieron. Por eso le apodaron “el vidente” o “el profeta”.
Al final, los bizantinos pactaron con los Varegos y éstos obtuvieron un trato comercial bastante favorable. Además, Oleg clavó uno de sus escudos en lo alto de una de las puertas de la capital bizantina, para que se acordaran de ellos.
Hablando de profetas, en la sociedad eslava antigua eran comunes los sacerdotes paganos eslavos, los volkhvs. Estos le dijeron a Oleg que su caballo le mataría, así que el príncipe ordenó que mataran al caballo. Años después, en el 912, pidió ver los restos del animal. Tocó con el pie su calavera, y de ahí salió una serpiente que le mordió y lo mató. Y así se cumplió la profecía.
Tras la muerte de Oleg, el trono de la Rus de Kiev fue a parar al hijo de Riúrik: Igor de Kiev. De él se cuenta que sitió la ciudad de Constantinopla en dos ocasiones, la primera en el año 941. En esta ocasión, el fuego griego, la mayor arma de los bizantinos, destruyó gran parte de su flota e Igor tuvo que salir de allí cagando leches. De todas formas, en su segunda incursión, en el 944, parece que Igor terminó llegando a un trato favorable con el emperador Constantino VII.
En el año 945, Igor fue a exigir tributos a los Drevlianos, un pueblo eslavo que vivía cerca de Kiev y que había dejado de darles dineros. Por ello, el príncipe de la Rus viajó con su ejército hasta Iskorosten, capital de los drevlianos, y les hizo pagar tributo. Sin embargo, cuando se iba, decidió volver con unos pocos soldados a cobrarles más, y que eso sirviese como lección a otras tribus que no querían pagar. Entonces se cuenta que los drevlianos le agarraron, le ataron los pies a unos abedules doblados, y cuando se enderezaron, partieron por la mitad al príncipe.
Sus ojos se llenaron de ira y vengó la muerte de su marido haciendo una sangría con estos drevlianos eslavos. Empezó matando a los embajadores que llegaron a Kiev y luego fue a asediar Iskorosten. La leyenda cuenta que Olga no podía tomar la ciudad, así que elaboró un plan para destruirla. Pidió a los drevlianos tres palomas y tres gorriones de cada casa, y si le daban eso, se retiraría. Los drevlianos pagaron diciendo “joder, ¿sólo quiere eso? De puta madre”. Pues la muchacha lo que hizo fue atar trozos de azufre a cada pájaro y hacerlos arder, y los soltó para que volvieran a sus casas. Así Olga logró que la ciudad de Iskorosten ardiera hasta que solo quedaron las cenizas.
Mientras su hijo Sviatoslav crecía, Olga reinó los siguientes 17 años, pero como regente.
Ambos residieron en el Castillo de Vyshgorod, y desde allí se dedicó a reformar el sistema de impuestos y otras cosas. Por ejemplo, creó la red de Pogosti. Los pogosti eran centros comerciales repartidos por todo el territorio que servían como lugar de recolección de tributos. Esto ayudó a la centralización de su poder y puso un poco los cimientos de la unificación étnica y cultural de lo que en el futuro serían los rusos.
Ahora hablemos un poco de cómo se organizaba la sociedad.
El Kniaz era como el rey. Se suele traducir el término como príncipe o duque, y gobernaban en un principado. Antiguamente los Kniaz eran los jefes de las tribus eslavas. Si había varios príncipes, el Velikii Knyaz era el Gran Príncipe o Príncipe supremo.
Los rusos no usarían el término “zar” hasta el año 1547, hasta la época del imperio, palabra que, por cierto, viene de “césar” y que se traduciría como “emperador”. El primer gobernante en utilizar el título de zar fue Simeón I el Grande, monarca búlgaro, y eso fue en el año 913.
Ahora pasemos a lo que es una Druzhina. Era así como los primeros eslavos llamaban a la guardia real. Eran como el cuerpo de guardaespaldas, y también formaban el núcleo del ejército durante las campañas bélicas.
Tras el príncipe, eran importantes los Boyardos. Estos eran básicamente la nobleza terrateniente eslava. Luego también estaban los Voivodas, que eran desde jefes militares hasta señores de la guerra. Más tarde se convirtió en un título similar al de rey en algunos lugares de los Balcanes.
Cada ciudad y pueblo estaba gobernado por un Posádnik, que viene a ser como un alcalde. Eran elegidos a dedo por el príncipe de Kiev, aunque durante el siglo 12 pasaron a elegirse localmente. Ya en estos tiempos existía una asamblea popular llamada Veche, que reunía a los ciudadanos varones al toque de una campana. Aparte de comerciantes, artesanos y otros trabajadores urbanos, en el campo existían los Smerds, que eran campesinos libres que se dedicaban a labrar los campos de terratenientes.
En el año 955, Olga visitó Constantinopla y estuvo de amigueo con el emperador Constantino VII. Allí descubrió el cristianismo, le moló, y se convirtió a esta religión. Fue bautizada con el nombre de Helena en honor a Santa Helena, la madre de Constantino el Grande, y hoy en día es venerada tanto en la Iglesia Ortodoxa como en la católica. Parece que el emperador buscaba casarse con ella, pero Olga le rechazó y se volvió a Kiev.
A su vuelta, Olga intentó cristianizar la Rus de Kiev pero no lo logró. Su hijo Sviatoslav pasaba del asunto porque decía que, si se convertía, sus guerreros se burlarían de él, aunque dijo que no perseguiría a los que se convirtieran a la religión de Cristo. Por ello, Olga tuvo libertad para levantar iglesias por todo el lugar.
Hacia el año 962, Sviatoslav I se hizo mayor y ya pudo gobernar por su cuenta, apartando bastante a su madre. Fue el primer príncipe de la Rus de Kiev en tener un nombre eslavo, y siguió siendo pagano toda su vida.
Si por algo es famoso Sviatoslav I el Valiente es por sus persistentes campañas de conquista al este y al sur de la Rus. La primera guerra de su mandato fue hacia el valle del río Volga y la región esteparia del Póntico. Allí luchó primero contra los búlgaros del Volga, de religión musulmana, y tras eso, logró acabar con el gran Imperio Jázaro, uno de los estados más potentes de la época, y cuyos habitantes eran de religión judía. La campaña concluyó con la toma de Sarkel y después de Atil, la capital de estos jázaros. Gracias a esto, la Rus de Kiev logró dominar las rutas comerciales que cruzaban la estepa hasta el Mar Negro.
Parece que esta conquista fue lograda mediante una alianza con los Pechenegos, un pueblo semi-nómada de origen túrquico que se había asentado por la zona. También con su ayuda derrotó a los Alanos que vivían en la zona del Caúcaso.
La siguiente campaña de Sviatoslav I fue hacia el sur, hacia los Balcanes. Con ayuda de los bizantinos, el príncipe se enfrentó y derrotó a Boris II de Bulgaría. Sin embargo, mientras estaba ocupado con esto, los bizantinos le traicionaron y enviaron a los pechenegos a Kiev, y la asediaron en el año 968.
Los kievitas lograron frenar el ataque y Olga envió una carta a su hijo advirtiéndole de toda la movida. Sviatoslav tuvo que volver a Kiev y ya logró derrotar definitivamente a los pechenegos que intentaban tomar la ciudad.
Olga murió poco después, y Sviatoslav decidió trasladar la capital de Kiev a Pereyaslavets, en la desembocadura del río Danubio, en lo que hoy es Rumanía. ¿Por qué? Pues porque aquella ciudad era un centro comercial muy importante, donde abundaba el oro, la seda y el vino. Así como la fruta griega, los caballos húngaros, la miel y los esclavos.
En el año 970, Sviatoslav atacó el Imperio Bizantino, gobernado por el emperador Juan Tzimiskes. Puso en sitio la ciudad de Adrianópolis, pero las fuerzas bizantinas lideradas por el general Bardas Skleros logró un contraataque exitoso en la Batalla de Arcadiópolis.
Sviatoslav tuvo que retroceder y se retiró a Dorostolon. Allí, los bizantinos sitiaron a los rus durante 65 días, hasta que el príncipe decidió llegar a un acuerdo con el emperador. Él se retiraría de los Balcanes a cambio de alimentos y una huida segura. Sin embargo, el emperador Juan no iba a cumplir su palabra.
Rápidamente fue a donde el khan pechenego Kurya, y le dijo que fuese a asesinar a Sviatoslav, que se dirigía hacia la desembocadura del Dnieper. Así, en el 972, una emboscada pechenega acabó con la vida del príncipe de la Rus y su cráneo fue convertido en un cáliz.
*Por cierto, como curiosidad, por estas fechas, los bizantinos crearon la famosa Guardia Varega, una guardia personal de élite compuesta por estos guerreros nórdicos.
Tras su muerte, dos de sus hijos, Oleg y Yaropolk, pelearon por el poder en una guerra civil que duró 4 años. Al final, Yaropolk asesinó a su hermano y se coronó como Yaropolk I. Sin embargo, su reinado no duró una mierda. Un tercer hermano, Vladimir, huyó de Nóvgorod en el 977 y se refugió en Escandinavia. Allí recibió ayuda y pudo reunir un potente ejército de nórdicos, y gracias a ello Vladimir reconquistó Nóvgorod.
En el año 978, Vladimir se encaminó hacia el sur para enfrentarse a su medio-hermano. Por el camino atacó Polatsk y mató a su gobernador, el príncipe Rogvolod, y obligó a su hija, Rogneda, a casarse con él. Tras esto conquistó Smolensk y finalmente Kiev, donde logró matar a Yaropolk I.
Fue así como Vladimir I el Grande llegó al poder de la Rus de Kiev. Durante sus primeros años de reinado continuó, al igual que su padre, enfrentándose a diferentes tribus y expandiendo los territorios de la Rus.
Pero lo que haría célebre a Vladimir I el Grande fue que convirtió el cristianismo ortodoxo en la religión oficial del principado. Realmente, Vladi era bastante pagano cuando comenzó su reinado. Tenía unas 800 concubinas y erigió muchas estatuas y santuarios a dioses paganos.
Muchos de estos dioses eran una mezcla de diferentes culturas: nórdicos, eslavos, iranios… Están por ejemplo Perún, dios del trueno y la guerra; Stribog, dios del viento; Dazhbog, una deidad solar eslava; Mokosh, diosa de la naturaleza de origen finés; Khors, dios de origen iraní que a veces era dios del sol y otras veces de la luna; y Simargl, una especie de perro alado que según el mito estaba encadenado a la estrella Polaris para que no destrozase el mundo. Luego también estaba Zorya, diosa del amanecer; o Kostroma, diosa de la fertilidad. Finalmente destacaría a Veles, dios de la magia y el ganado vacuno entre otras muchas cosas, que era el rival de Perun.
Luego estarían Belobog y Chernobog, o Chernabog, que representarían respectivamente a un dios blanco y bueno y a un ser maligno negro y oscuro, una especie de demonio. De todas formas, su popularidad viene de tiempos recientes y parece que estos dioses muy antiguos no eran. Si os interesan este tipo de dioses más del folklore europeo medieval echadle un ojo a este vídeo.
En esos años, hubo problemas sociales por tanta cantidad de dioses, cada tribu tenía su grupo particular de dioses, y había rivalidades; y un día una turba pagana asesinó a dos cristianos y aquí comenzó un breve periodo de persecución. Vladimir buscaba poner orden en el reino, y pensó que una fe común ayudaría. Por ello se reunió con sus boyardos en el año 987 y envió emisarios a estudiar las religiones de sus vecinos: el islam, el judaísmo, el cristianismo católico y el ortodoxo.
El islam lo descartaron a la primera porque dijeron que sus gentes parecían muy tristes, y encima, eso de no comer carne de cerdo y encima no poder beber alcohol… era inaceptable.
El judaísmo también fue descartado porque el haber perdido Jerusalén era visto como que habían sido abandonados por Dios. Al final Vladimir decidió adoptar el cristianismo ortodoxo, ya que la descripción de la ciudad de Constantinopla le maravilló.
Era el año 988, y la Rus de Kiev se convirtió oficialmente en un principado cristiano de rito oriental, imitando el modelo bizantino. Además, Vladimir se casó con Anna Porfirogéneta, hermana del emperador bizantino Basilio II, el asesino de búlgaros. Vlad fue bautizado en la ciudad de Chersonesos (kersonesos), en Crimea, una ciudad bizantina, y tomó el nombre de Basilio.
Según otra versión de la historia, Vladimir ayudó a Basilio II con la rebelión de Bardas Focas, tomó el Kersoneso y exigió casarse con Anna, pero el emperador condicionó el matrimonio a su conversión. De todas formas, su vuelta a Kiev, Vladimir se dejó de concubinas y de ídolos paganos, y reinó junto a Anna siguiendo las leyes de Cristo. Ahí comenzó la conversión de la población a esta religión, y a miles de bautismos en el río Dnieper. Vlad levantó muchas iglesias, siendo la primera de todas la Iglesia de los Diezmos, llamada así porque para su construcción se destinó una décima parte de los ingresos estatales. Su nombre original era Iglesia de la Dormición de la Virgen. Fue la mayor construcción vista hasta entonces en Europa del Este.
Se cuenta que Vlad vivió siguiendo la doctrina católica, y solía repartir comida y bebida entre los menos afortunados. Estableció escuelas y creó tribunales eclesiásticos para que se siguieran los diez mandamientos y otras leyes de Dios.
Tras todo esto, Vladimir I formó un gran consejo con sus boyardos y puso a sus 12 hijos a controlar diferentes principados súbditos del territorio. Actuaban como gobernadores provinciales.
También en el año 991, fundó la ciudad de Bélgorod Kíevski, muy cerquita de Kiev, donde se construyó un castillo. El lugar se convertiría en su residencia favorita.
Tras esto se peleó un poco con los pechenegos, pero en general, reinó bastantes años con paz. Pero todo cambió en el año 1014, cuando uno de sus hijos, Yaroslav el Sabio, quien gobernaba en Nóvgorod, dejó de pagar tributo. Vlad se enfadó muchísimo y fue a por él con un gran ejército, pero el pobre estaba ya muy viejuno y murió por el camino.
Fue entonces cuando Sviatopolk I el Maldito tomó el control de Kiev. ¿Y quién coño es este Sviatopolk? Pues no se sabe bien. Dicen que podría ser el hijo mayor de Vladimir, pero hay muchas dudas. El caso es que tomó el poder de Kiev y se dedicó a asesinar a otros hijos de Vladimir que podían ser un obstáculo en sus planes. Boris y Gleb fueron cruelmente asesinados y ahora son considerados los primeros santos por la Iglesia Rusa.
Otro de los hermanos en el punto de mira era Yaroslav el Sabio. Este rebeldillo fue a la guerra contra Sviatopolk y, en 1016, logró una gran victoria. Sviatopolk tuvo que huir a Polonia, pero dos años después volvió con un potente ejército cedido por el rey Boleslao I de Polonia, y derrotó a Yaros para retomar Kiev.
Sin embargo, otra vez Yaroslav el Sabio fue a por él y le derrotó de nuevo. Y éste, otra vez volvió ahora con ayuda de los pechenegos, pero fue derrotado definitivamente en 1019.
Ese mismo año, Yaroslav I el Sabio fue coronado como Gran Príncipe de la Rus de Kiev. Antes se le conocía como el cojo porque estaba lisiado. Su reinado es considerado la Edad de Oro de la Rus, pues floreció la cultura, y fue mecenas de artistas y literatos. Durante su reinado, la ciudad de Kiev creció un montón y rodeó todo de murallas enormes y fortalezas. Lo más llamativo de estas ciudades es que gran parte de estas murallas y los pavimentos estaban hechos de madera.
Destaca la Puerta Dorada de Kiev, una de las tres puertas principales de la ciudad, que buscaba igualarse a las puertas de la muralla de Constantinopla.
Como los novgorodianos habían sido tan leales en la guerra civil, Yaros decidió otorgarles muchas libertades y privilegios. Bajo el reinado de este príncipe comenzó la codificación de las costumbres y leyes de los eslavos, la Justicia de Yaroslav, que 3 siglos después serviría para la creación del Russkaya Pravda, el 1º código de leyes ruso.
Yaroslav tuvo movida con uno de sus hermanos en el año 1024. Resulta que este hermano, Mstislav, quería más poder y decidió rebelarse. Yaros sufrió una derrota tremenda y ambos contendientes decidieron dividir la Rus de Kiev. Así nació el Principado independiente te Chernigov, que estaría regido durante la siguiente década por este Mstislav I. Cuando murió en 1036, ya todo volvió a la Rus.
En 1030, Yaros conquistó las ciudades de Cherven a los polacos, gobernados por Casimiro I el Restaurador. Ambos llegaron a acuerdos y éste acabó casándose con María, la hermana de Yaroslav.
Luego se dirigió al norte y allí tomó Tartu, en la actual Estonia, y la renombró como Yuryev, y les obligó a pagar tributo anual.
En los siguientes años, Yaros invirtió mucha pasta en crear una línea defensiva de fuertes para protegerse de los pechenegos. En 1036 el ruso obtuvo una gran victoria sobre ellos y dejaron de ser una amenaza. Como celebración de este hecho, ordenó construir la Catedral de Santa Sofía de Kiev. De todas formas, hay quien dice que la construcción de esta iglesia comenzó mucho antes, durante el reinado de Vladimir I.
La que sí construyó seguro fue la Catedral de Santa Sofía de Nóvgorod. Otra construcción importante de la época fue el monasterio de las cuevas de Kiev, el monasterio más antiguo de Ucrania, creado por los monjes Antonio y Teodosio. La iglesia que vemos ahora es una reconstrucción del siglo XX. Y juraría que cuando visité Kiev hace ya una década, creo que me metí por esas cuevas. O igual eran otras, no sé, es que hay varias. De todas formas, todas las construcciones rusas empezaron a copiar un poco el estilo bizantino, pero irían poco a poco añadiendo innovaciones, como las típicas cúpulas de cebolla o bulbosas.
Aparte de todo esto, Yaroslav proclamó como obispo metropolitano de Kiev a Hilarión de Kiev, un monje eslavo. Eso rompía con la tradición bizantina de colocar a griegos en las sedes episcopales.
Durante la década siguiente tuvo lugar la Guerra Ruso-Bizantina de 1043. Una flotilla de la Rus comandada por uno de los hijos de Yaros atacó Constantinopla, pero entre el fuego griego y una fuerte tormenta que destrozó la mayoría de barcos, los rus se tuvieron que volver a Kiev con las manos vacías.
Yaroslav el Sabio se había casado con la hija del rey de Suecia, Ingegerd Olofsdotter, y con ella tuvo 6 hijos y 4 hijas. Estas hijas, por cierto, se casaron con poderosos reyes como los de Polonia, Francia, Hungría y Noruega. Una de ellas, Elisaveta, acabó casada con Harald Hardrada, futuro rey noruego, que visitó Nóvgorod durante estos años y saqueó las tierras de los sarracenos para ganarse el favor de Yaroslav.
En 1054, el gran príncipe murió, y tras esto llegaría la parte follón de la historia de la Rus de Kiev. Pero eso lo dejo para el siguiente capítulo.