Japón Feudal: Periodo Ashikaga -Muromachi y Sengoku

La siguiente historia tiene lugar entre el año 1336 y el 1573

JAPÓN 5: JAPÓN FEUDAL – PERIODO ASHIKAGA-MUROMACHI, SENGOKU

Tras la Guerra Genko, el bando leal al emperador Go-Daigo ganó, y el shogunato Kamakura fue destruido. Fue entonces cuando este emperador comenzó la Restauración Kenmu, para volver a obtener todos sus poderes perdidos. Sin embargo, el samurái Ashikaga Takauji decidió que todo iba a ser mejor si mandaba él mismo. Por ello, en 1336 comienza el…

PERIODO ASHIKAGA-MUROMACHI (1336-1573)

Que a este periodo se le llame Ashikaga tiene sentido, porque el creador del shogunato Ashikaga, Takauji, era líder de este clan, el clan Ashikaga. ¿Pero qué es eso de Muromachi? Pues es el nombre del barrio de Kioto en el que se instaló el shogun, no tiene más misterio. Y fue en Kioto donde estuvo la capital tanto del shogun como del emperador. Para tenerlo controladito.

Bueno, respecto al emperador… Eso ya lo adelanté en el vídeo anterior. Go-Daigo huyó de la corte de Kioto y se refugió en Yoshino, una pequeña población en las montañas de Nara. Por ello, Takauji nombró un nuevo emperador en Kioto, Komyo.

En resumen, que durante el próximo medio siglo van a existir dos cortes imperiales: la de norte, la del shogunato en Kioto; y la del sur, la de Yoshino, la que podríamos denominar legítima. Este conflicto entre cortes desembocó en las Guerras Nanbokucho.

El shogunato Ashikaga fue el más débil de los 3 shogunatos. Esta gente tenía poco territorio personal, y su poder dependía del prestigio y de la autoridad real del shogun sobre los gobernadores provinciales, o shugos, quienes tenían que rendirle tributo. Estos pagaban un 50% de su cosecha al shogun, pero más allá de eso, podían hacer lo que quisieran, ya que la figura del Jito fue desapareciendo poco a poco. Además, se les dio más atribuciones y acabaron con un poder de la leche.

Takauji vio que eso de gobernar le quedaba grande, así que hizo que su hermano Tadayoshi administrara todo en su lugar. Sin embargo, su relación fue yéndose a la mierda. Takauji nombró como shitsuji (o vice shogun) a Ko no Moronao, un general samurái bastante competente. A Tadayoshi este tipo no le caía nada bien por sus políticas con el reparto de los shoen, y trató de asesinarle en el Incidente Kanno, ocurrido en 1350. Pero falló y Tadayoshi tuvo que irse con la Corte Sur del emperador Go-Murakami para oponerse a Takauji. Luego ambos hermanos se reconciliaron, pero en 1352 parece que Tadayoshi acabó envenenado de forma misteriosa.

Tras la muerte de Takauji en 1358, llegó al poder el shogun Yoshiakira. Lo más importante que hizo fue crear los Consejos Kanrei y el Consejo de los Vasallos Mayores, una institución para que los shugo más importantes y poderosos de Japón… pudieran participar en la política central. Con ello evitaban que esta gente se enfadase y la liara parda. Estas familias fueron principalmente los Hosokawa, los Hatakeyama, los Shiba, los Ouchi, los Yamana y alguna más.

Por supuesto, algunos shugo se les subieron a la chepa a los Ashikaga, y empezaron a maniobrar para hacerse con más tierras y más poder. Es el caso del clan Shiba, que en 1366 se rebelaron. El shogun ordenó a otros shugo que le derrotaran, y acabaron expropiándoles de su provincia: Echizen. Y es que entre los mismos shugo se controlaban, porque ni a los shugo ni al shogun les compensaba que alguno de los shugo rivales ganara más poder que el resto.

Ya he contado que los Ashikaga se instalaron en el barrio Muromachi de Kioto. Pues fue el 3º shogun, Ashikaga Yoshimitsu, quien, en 1378, levantó allí el Palacio de las Flores o Palacio Muromachi, su residencia oficial. Otro edificio que construyó fue el Kinkaku-ji, o Rokuon-ji, un templo budista zen situado en Kioto. Lo que veis es una reconstrucción porque el edificio ha ardido varias veces, pero lo más molón que tenía el lugar eran sus bellos jardines.

Este shogun Yoshimitsu comenzó relaciones con Corea y con la China de los Ming. Los dos gobiernos trabajaron juntos para derrotar a los molestos piratas japoneses, los llamados wako. La seda, la porcelana, la literatura china o la moneda comenzaron a llegar a Japón. También llegaron nuevos tipos de cultivo, como la soja, el té o nuevos arroces, y técnicas como la fertilización de los campos o el aumento de animales de tiro, que aumentó mucho la producción. Y estos excedentes impulsaron la actividad comercial.

También, como ya conté, el Budismo Zen se hizo tremendamente popular en Japón, e influyó en el arte y en la cultura: arquitectura, cerámica, literatura, teatro Noh, poesías, ceremonias del té, jardinería… En Kioto destaca el Ryoan-ji, el Templo del dragón en paz, un templo con jardín al estilo zen, con su arenilla, sus guijarros y demás. Otro famoso es el Shokoku-ji, también en la zona de Kioto.

De todas formas, la victoria sobre los mongoles y el papel de los kamikaces, o dioses de los vientos y demás, hizo volver a aumentar la importancia del sintoísmo. Una obra de corte sintoísta importante es el Jinno Shotoki, escrito por Kitabatake Chikafusa, un noble guerrero que luchó bajo las órdenes de Go-Daigo en las Guerras Nanbokucho. Hablaba de cómo los kamis y demás… daban legitimidad al sistema imperial japonés, y esta obra tendrá su importancia en la Restauración Meiji de siglo XIX.

El shogun Yoshimitsu es una figura bastante importante. Centralizó mucho el poder, y obligó a algunos de los shugo más importantes que vivieran en Kioto, lo que aumentó su control sobre ellos. Era como tenerles de rehenes, básicamente. También Yoshimitsu creó un ejército shogunal. Estaba formado por kokujin, o ji-samurais, que eran como samuráis granjeros vasallos, los futuros ashigaru.

Las Guerras Nanbokucho terminaron en 1392 tras 56 años de guerra. Ese año, la Corte del Sur, liderada por el emperador Go-Kameyama, agotada de tanto enfrentamiento, decidió rendirse al shogun Yoshimitsu a cambio de que los emperadores de ambas cortes se alternaran. El emperador del norte Go-Komatsu, dijo a todo que ok, pero luego no hizo nada de lo acordado, y le pasó el trono a su hijo.

Yoshimitsu murió en 1408, pero podríamos decir que, gracias a muchas cosas que hizo, más de la mitad del siglo XV fue relativamente tranquilo y próspero. Aunque claro, sólo era una calma antes de una tormenta de proporciones épicas.

A mediados de siglo hubo una época de malas cosechas, lo que provocó hambruna, y se subieron los impuestos hasta el 70% de la cosecha, lo que arruinó a algunos propietarios. Sí es verdad que la deuda se perdonó, pero eso a su vez arruinó a otros artesanos y comerciantes a los que se les debía mucha pasta.

En 1449 llegó al poder del shogunato Ashikaga Yoshimasa. Al igual que Yoshimitsu, también fue un gran mecenas del arte y la cultura, y levantó el Ginkaku-ji, o Templo de Pabellón de Plata.

Algo importante que ocurrió en la región de Kanto fue la construcción del Castillo Edo. Fue levantado cerca de la Bahía de lo que hoy es Tokio, en el año 1457, por Ota Dokan, un samurái descendiente de Minamoto no Yorimasa. Esta población de Edo, que en el futuro sería llamada Tokio, sería muy importante dentro de un siglo.

El principio de fin del shogunato Ashikaga comenzó en 1467. Aquí comenzó una guerra civil denominada la Guerra de Onin (1467-1477). Vamos a conocer cómo empezó este conflicto. El shogun era Ashikaga Yoshimasa, un tipo que vivía felizmente en la Corte desatendiendo bastante los problemas regionales. Y como pasaba de gobernar tenía intención de abdicar. El problema era que no tenía hijos, así que, en 1464, nombró sucesor a su hermano monje Yoshimi. ¿Qué pasó? Pues que al año siguiente tuvo inesperadamente un hijo, Yoshihisa.

La madre, y esposa de Yoshimasa, era Hino Tomiko, y no iba a permitir que su hijito se quedase fuera del poder político. Ni de coña. Ella pidió el apoyo del clan Yamana (liderado por Yamana Sozen, apodado el Monje Rojo) y del clan Ouchi, (liderado por Ouchi Masahiro). A esto se opusieron tanto Yoshimasa como Yoshimi, y fueron apoyados por el clan Hosokawa (liderado por Hosokawa Katsumoto), que era bastante poderoso. Como curiosidad, Katsumoto estaba casado con una hija de Sozen, para qué veáis qué liada. En 1467 el clan Hosokawa atacó la mansión de Isshiki, un general Yamana, y así fue como empezaron las hostias en la ciudad de Kioto, y esta Guerra Onin.

Tras dos años más de luchas, en los que Kioto quedó prácticamente arrasada, Yoshimi decidió abandonar sus pretensiones, y el shogun nombró heredero a su hijo Yoshihisa. Todo solucionado, ¿no? Pues no. Los clanes Yamana y Hosokawa continuaron luchando porque se llevaban de puto culo, y ni con la muerte de ambos líderes de clanes en 1473 la guerra finalizó. Y así siguieron hasta 1477, hasta la victoria de los Hosokawa sobre los Yamana y los Ouchi. El clan Hosokawa tomó el control de la ciudad, pero esto no trajo la paz. Las luchas se extendieron por todo Japón. Todos se querían quitar tierras.

En resumen, esta Guerra de Onin provocó la desintegración del poder central del shogunato y esto marcó el inicio del Periodo Sengoku, o Periodo de los Estados Combatientes, un periodo caracterizado por ser una guerra civil constante entre diferentes clanes para aumentar sus posesiones territoriales; aunque ninguno aspiraba al control total de Japón, eso vendría más tarde. Como veis indicado en el cronograma, nadie se pone de acuerdo en cuándo acaba el Periodo Sengoku. Unos dicen que acaba tras la caída de los Ashikaga y otros que hasta el periodo Edo y el asedio de Osaka de 1615 no hay paz total.

Aunque todo empezó por un tema de herencias, a muchos clanes eso se la soplaba. Aquí todo el mundo aprovechó el caos y la confusión para rebelarse contra sus enemigos. Esto se llamó Gekokujo, los de abajo que se rebelan contra los de arriba. Muchos campesinos y los ji-samurai se levantaron contra la nobleza terrateniente y shugos, y fueron expulsados, mientras que otros shugo tomaron el control total de sus provincias, y pasaron de gobernadores locales a ser señores feudales, o daimios. Muchos de estos señores, con el tiempo, habían ido creando ejércitos de samuráis bastante potentes. Y claro, dejaron de pagar impuestos al shogun.

Luego hubo otros samuráis que se levantaron contra sus señores y se convirtieron en daimios pequeños. En total, en estos años, parece que llegó a haber unos 260 daimios; un montonazo; Japón se convirtió en un mosaico de peña loquísima. Estos daimios empezaron a levantar castillos fortificados por todo Japón con la intención de proteger sus tierras y a sus campesinos vasallos.

Entre algunos vasallos encontramos a los Ashigaru. Eran una milicia de campesinos que, cuando no había guerra cultivaban, y cuando había que ir al frente, se daban de leches con sus lanzas y espadas o lo que encontrasen porai. Los pobres iban con lo puesto y su recompensa era la rapiña y el saqueo, y con eso algunos podían salir de pobres. Es como cuando en un videojuego empiezas sin nada y luego vas chetándote con lo que pillas.

Aquí hay que hablar de los Ikki. Éstos eran milicias de campesinos, monjes o ji-samurai que se levantaron para establecer comunidades al margen de los daimios. Por ejemplo, la milicia Kuni-Ikki tomó el control de parte de Yamashiro en 1485, y la dominaron durante 8 años. Luego, la secta budista de los Ikko creó su milicia Ikko-Ikki, y se levantaron contra Togashi Masachika, shugo de la provincia de Kaga. Tomaron el territorio en 1488 y lo dominaron con un gobierno propio. También otro grupo de esta secta se estableció alrededor del templo Ishiyama Hongan-ji, cerca de lo que hoy conocemos como Osaka.

Un clan importante del este japonés fue el clan Hojo. Ojo, no es el mismo del episodio anterior, simplemente tomaron su nombre e insignia para hacerse los chulos. Se les denomina también Hojo tardíos. Su líder, Hojo Soun, luchó para apoderarse de la provincia de Izu.

En estos años de guerra civil, el shogunato Ashikaga se convirtió en algo bastante irrelevante a ojos de los demás daimios. Eran simplemente un bando más entre muchos, y su poder real se limitaba a Kioto y poco más. Y luego también, los Hosokawa se hicieron con las riendas del gobierno y tuvieron a los Ashikaga como títeres. Nadie les molestaba mucho, porque realmente… ¿a quién le apetecía ser shogun de este desastre que era Japón? A nadie.

El problema vino cuando el shogun de aquel entonces, Yoshitane, hijo de Yoshimi, huyó de Kioto en 1493. En 1499 llegó a Yamaguchi, la capital del clan Ouchi, y Yoshitane les pidió ayuda. Años después Yoshitane logró recuperar su puesto como shogun.

Sin embargo, los Hosokawa volvieron a controlar al shogun, y su control continuó hasta 1558, cuando fueron traicionados por la familia vasalla de los Miyoshi. Los Ouchi corrieron la misma suerte, y fueron destruidos por el vasallo Mori Motonari, quien, tras la Batalla de Miyajima (1555), logró convertirse en el gobernante de la región de Chugoku.

Un clan descendiente del Minamono era el clan Matsudaira. Controlaban la provincia de Mikawa, y su líder era Matsudaira Kiyoyasu, quien sería abuelo de Tokugawa Ieyasu, fundador del último shogunato de Japón. Pero eso lo veremos en el siguiente vídeo. El caso es que este Kiyoyasu fue asesinado por un vasallo, Abe Masatoyo, que se había rebelado con un ejército. Fue en la Batalla de Idano, de 1535, donde los Matsudaira liquidaron a este líder rebelde.

Durante todo este revuelo, los japoneses tuvieron una visita inesperada. Resulta que en 1543 llegaron al archipiélago los primeros europeos. Portugueses concretamente, quienes, tras sobrevivir a una tormenta, desembarcaron en Tanegashima, al sur de Kyushu. Aquí comenzó un periodo comercial conocido como Comercio de Nanban. Una figura importante que llegó a Japón fue San Francisco Javier, un misionero católico navarro de los Jesuitas que hizo un poco de turismo por la zona.

El cristianismo nunca caló demasiado entre los japoneses, aunque algunos samuráis sí que se convirtieron. De hecho, parece que el daimio fundador del puerto de Nagasaki era cristiano, Omura Sumitada, el 1º en convertirse, de hecho. En Edo también hubo un arzobispado con unos cuantos japoneses católicos.

Con este comercio de Nanban, los nipones empezaron a tener tabaco, relojes, cristales, nuevos tipos de tela y… armas de fuego. Descubrieron el poder de mosquetes, arcabuces y cañones y estos samuráis se agenciaron todos los que pudieron. Destacan también unos proyectiles de cerámica rellenos de pólvora que lanzaban en trabuquetes y explotaban. A ver, todo ese rollo del honor, la lealtad y esas cosas del bushido ha sido bastante idealizado y romantizado. En realidad, en esta época, cualquier cosa valía para matar al rival.

Aquí empezó a tener importancia el puerto de Sakai, que se convirtió en una ciudad autónoma gobernada por un consejo de 36 comerciantes mayoristas. Allí desembarcaban muchos barcos de mercancías, pero también tenía una floreciente industria textil, de armas de fuego de calidad, y de licor de arroz, el sake.

En fin, continuemos con las batallitas entre clanes. Situémonos a mediados del siglo XVI. El clan Hojo, liderado por Hojo Ujiyasu, venció al clan Uesugi (aliados de los Ashikaga) en la Batalla de Kawagoe (1545), en la cual el clan Hojo logró repeler el asedio a su castillo. Gracias a esto, Hojo Ujiyasu se convirtió en el gobernante de la llanura de Kanto.

En 1551 ocurrió el Incidente de Tainei-ji. Ocurrió en Yamaguchi, en la provincia de Nagato, controlada por el daimio Ouchi Yoshitaka. Era amigo del emperador Go-Nara, y éste le nombró gobernador interino de Yamashiro, la provincia donde estaba Kioto. Yoshitaka era muy fan de las artes, y algunos de sus vasallos samurais le veían como un cacas. El líder de estos, Sue Takafusa, se levantó contra él. Tras incendiar Yamaguchi, Yoshitaka tuvo que huir y acabó refugiado en el templo Tainei-ji, donde se hizo un seppuku. Sue Takafusa pasaría a llamarse Sue Harukata, y dominaría el territorio 3 años.

Y es que no tardaría en aparecer un nuevo malote a quitarte las tierras. Ese fue Mori Motonari. Tras la Batalla de Itsukushima, de 1555, Motonari venció a Harukata, y echó al clan Ouchi del suroeste de Honshu. Ahora el clan Mori controlaría la zona.

Ya he hablado de los Hojo, pero en el centro de Honshu son importantes otros clanes: los Takeda y los Imagawa (ambos ramas del clan Minamoto). Los Takeda fueron un clan de shugos bastante importante, controlaban las provincias de Kai, Aki y Wakasa.

El líder de este clan desde 1540 fue Takeda Harunobu, mejor conocido como Takeda Shingen. Expandió mucho su territorio y se dio de leches con otros clanes como los Hojo, aunque sus enemigos acérrimos eran los del clan Uesugi, sus vecinos del norte, cuyo líder era Uesugi Kenshin. Entre 1553 y 1564 se dieron de leches en las llamadas 5 Batallas de Kawanakajima.

De estos años es famoso el asedio al castillo de Katsurayama, de 1557, un poderoso enclave de los Ochiai, aliados de los Uesugi. Una vez tomado, los Takeda se pusieron a cortar cabezas a los derrotados. Otra de estas batallas ocurrió en 1561, la cuarta batalla de Kawanakajima, y está considerada la más sangrienta de la historia de los samuráis. Resulta que los Uesugi fueron a tomar el castillo de Kaizu, perteneciente a Takeda Shingen. Los Takeda iban a salir del castillo por la noche para tender una emboscada a sus rivales, pero algo salió mal y ambos bandos acabaron rajándose a katanazos junto a un río. Ningún bando obtuvo una victoria clara.

Entramos en la recta final. A partir de 1560 tenemos que hablar de un daimio que se hizo tremendamente poderoso: Oda Nobunaga, líder del clan Oda. Resulta que ese año, el clan Imagawa, liderado por Imagawa Yoshimoto, decidió que había llegado el momento de liquidar al shogun Ashikawa, así que fue a Kioto a cargárselo.

Sin embargo, de camino, en una garganta boscosa donde las tropas de Imagawa descansaban, aparecieron de improviso Oda Nobunaga y sus tropas, y en la Batalla de Okehazama (1560) se cepillaron a todos los Imagawa, incluyendo a su líder, Imagawa Yoshimoto. Lo asombroso de esta batalla es que mientras los Imagawa contaban con 25.000 samuráis, los Oda sólo tenían 3000. Con esta victoria, Oda Nobunaga se convirtió en uno de los daimios más poderosos de Japón.

Uno que desertó del bando de Imagawa fue un joven llamado Motoyasu Matsudaira, quien más tarde sería conocido como Tokugawa Ieyasu, porque sería líder de un nuevo clan, el de los Tokugawa. En el siguiente vídeo le conoceremos más.

En 1565 llegaron a Kioto los clanes Matsunaga y Miyoshi para lo mismo, asesinar al shogun Ashikaga Yoshiteru. Y lo consiguieron. Le dieron matarile y crearon un vacío de poder. Se produjo una pequeña guerra civil por ver a quien ponían como nuevo shogun, y entonces llegó de nuevo Oda Nobunaga y puso orden cargándose a todos. Entró en Kioto en 1568, y tomó el palacio, pero no podía ser shogun ya que no era descendiente del clan Minamoto. Por ello instaló en el poder a Ashikaga Yoshiaki, pero como su marioneta personal.

En los años siguientes, Oda Nobunaga, buscó concentrar más y más poder y conquistar a sus rivales. Incluyendo los monjes. Quemó templos y masacró religiosos budistas. Eso sí, a los misioneros cristianos les dejó en paz porque parece que el rollito occidental le molaba bastante.

Oda Nobunaga se había hecho super amigui del clan Tokugawa. Juntos fueron a darse de leches contra el clan Asakura, que controlaba Echizen. Fue en esa provincia donde tuvo lugar el asedio de Kanegasaki, asedio dirigido por el general Hashiba Hideyoshi, quien luego sería conocido como Toyotomi Hideyoshi.

En la provincia de Omi, que es la que rodea el lago Biwa, estaba el clan Azai, que controlaba la provincia. En un principio los del clan Azai eran aliados de Oda porque su daimio, Azai Nagamasa, estaba casado con una hermana de Nobunaga, pero les traicionó. Nobunaga tuvo que retirar a sus tropas, pero pronto llegaría su venganza: la Batalla de Anegawa.

Nobunaga fue a Omi a asediar los castillos de Odani y Yokoyama, que pertenecían respectivamente a los Azai y a los Asakura. Estos clanes intentaron un contraataque, y esa fue la Batalla de Anegawa, o Batalla del río Ane, ocurrida en 1570, con victoria de los Oda y Tokugawa.

También es famosa la Batalla de Mikatagahara, de 1573. Takeda Shingen se enfrentó a Tokugawa Ieyasu atacando su castillo de Hamamatsu. El Takeda logró una gran victoria gracias al uso de tácticas de caballería. Y también les arrebató el Castillo de Noda. Sin embargo, poco después de esa batalla y debido a sus heridas, o por una enfermedad, no se sabe bien, Shingen terminó palmando. Sus sucesores no pudieron mantener el clan Takeda a flote… y acabó extinguiéndose poco después.

En el año 1573, Oda Nobunaga decidió expulsar de Kioto a Yoshiaki para tomar las riendas del gobierno personalmente, aunque no como shogun, pero con eso se puso fin al Shogunato Ashikaga. La historia de Nobunaga y de cómo se fue unificando el país lo veremos en el próximo vídeo.