La Evolución Política de la Venecia Medieval (1071-1457)
Retomamos la historia de Venecia por donde lo habíamos dejado. Ya vimos que los primeros venecianos se instalaron por el año 400 en las islas de una laguna huyendo de diferentes invasores y que poco a poco fueron levantando una ciudad dedicada al comercio marítimo. Con técnicas de construcción bastante complejas fueron levantando edificios, primero de madera y más tarde ya de ladrillo y de piedra.
En 1071 comenzó el gobierno del dogo Domenico Selvo, quien se alió con el emperador bizantino Alejo I contra los normandos. Aunque la guerra fue un fracaso, Venecia obtuvo la bula dorada, en la cual se declaraba la supremacía veneciana por toda la costa del mar Adriático, y la exención de impuestos para sus mercaderes en el Imperio Bizantino. Este fue un punto clave en el despegue de esta república. Por cierto, Teodora, la esposa de Selvo, una princesa bizantina, parece que fue quien introdujo el tenedor en Europa Occidental, cubierto que después Catalina de Médici puso de moda en la corte francesa.
En 1096 comenzó la 1ª Cruzada a Tierra Santa, pero Venecia, a diferencia de Génova, decidió no meterse mucho en la 1ª Cruzada. Participó en algunas batallas, pero muy contadas. Aún así, obtuvo algunos puestos en Tierra Santa y tratos comerciales interesantes. Incluso el dogo de aquellos años, Ordelafo Faliero, se casó con una pariente del rey de Jerusalén Balduino I. Sabemos que Faliero ayudó a este rey a tomar partes de Siria, y más tarde, le dio por expandir Venecia recapturando Zadar.
Faliero también construyó el Arsenale Vecchio, como lugar de fabricación y reparación de barcos de la zona. Dos siglos después, se amplió con el Arsenale Nuovo, considerado el complejo industrial más grande de toda la Europa Medieval. Se dice que de estos astilleros podían salir al año 80 barcos nuevecitos.
La nave más famosa creada en estos astilleros fue la galera veneciana, un barco de guerra muy alargado y lleno de remos y con velas primero cuadradas y luego de estilo navaja, que eran triangulares. La galera más famosa fue el Bucintoro (buchintoro), que estaba recubierta de oro y que era usada por los dogos venecianos. Por otro lado, estaban las cocas medievales, más redondeadas, que eran veloces e ideales para el transporte de mercancías.
Finalmente tendríamos a las góndolas y los sándolos, ideales para desplazarse por los canales de la ciudad.
La organización que controlaba todo este negocio millonario eran los Arsenalotti, y todos los conocimientos relacionados con la fabricación de barcos se lo guardaban para ellos y solo se los pasaban a sus hijos. Se convirtió en un gremio, con aprendices, maestros y protis, es decir, directores de obra. La medía laboral de los trabajadores era de 9 horas, con varios descansos, y trabajaban hombres, mujeres e incluso niños, aunque en el siglo XV ya dejaron de emplearles porque estaba feo eso.
Otra cosa importante que apareció en Venencia fue la celebración de su famoso Carnaval. Esta fiesta se celebraba el último día de la Cuaresma, y dicen que su origen tuvo lugar en 1162, debido a la victoria veneciana sobre el Patriarca de Aquilea Ulrico II. Lo más característico de estas fiestas eran las máscaras y los disfraces.
Y finalmente habría que hablar de la prostitución, algo muy extendido en Venecia. Era una actividad muy regulada que aportaba bastante dinero fresquito a las arcas estatales.
En 1167, el dogo Vital II Michele unió Venecia a la Liga Lombarda contra el emperador Federico Barbarroja, que estaba invadiendo el norte de Italia. También en esa época la relación entre Venencia y el Imperio Bizantino no era muy buena. Los bizantinos se arrepentían de haber dado tanto trato de favor a Venecia, que se estaba forrando mientras ellos se iban a la mierda, y el emperador decidió cortar con ellos y empezar a besuquearse con Pisa y Génova.
El caso es que, en 1171, un asentamiento genovés en Constantinopla fue atacado y el emperador Manuel I Comneno culpó a los venecianos, y ordenó arrestarles a todos y confiscar sus propiedades. Con esto se acabó la tradicional alianza entre bizantinos y venecianos. El dogo Vital ordenó atacar a los bizantinos y perdió gran parte de su flota, donde murieron muchos soldados venecianos, y una turba enfurecida se cargó a este dogo a puñaladas.
Ahora hablemos del sistema político. Como ya conté, la República veneciana estaba dirigida por un dux, o dogo, o duque, pero no tenía el poder absoluto, pues debía rendir cuentas ante el Consejo Mayor (que elaboraba leyes).
Sin embargo, las la movida con el último dogo, en 1175, se crearon dos nuevos organismos que reducían el poder del dux. Por un lado, estaba el Consejo Menor, compuesto por 6 miembros asesores; y por otro estaba la Quarantia, un consejo de 40 personas que servía como Tribunal Supremo y estaba dirigida por 3 jueces. Estos 40 miembros eran designados por 9 electores designados a su vez por la Concio, o Asamblea General de Hombres Libres.
En 1223, el Dogo, el Consejo Menor y parte de la Quarantia se unieron en la Signoria, que pasó a convertirse en el órgano central del gobierno veneciano.
Se cuenta que la elección del dogo era un cacao enorme. Procedo a explicarlo: el miembro más joven de la Señoría tiene que ir a la basílica a rezar, y al salir, tiene que parar al primer niño que se encuentre. Se lo lleva al palacio ducal, y este niño tiene que sacar al azar papelitos con nombres de miembros del Consejo Mayor. De ahí salen 30 candidatos. Se vuelven a poner sus papelitos en otra urna y el niño tiene que sacar 9 nombres. Luego esos 9 electores eligen a 40 o 41 miembros del Consejo Mayor, que forman un comité. El niño elige de esos 40, otros 12 electores. Esos 12 electores eligen entre el Consejo Mayor 25 electores, y el puto niño tiene que elegir por sorteo otra vez a 9. Los 9 nuevos electores eligen otros 40 del Consejo Mayor, el niño elige 11 de esos 40, y esos 11 eligen 41 nuevos. Y esos 41 eligen al dogo escribiendo el nombre de su candidato favorito, un miembro del Consejo Mayor, y eligiéndolo entre todos por una mayoría de 25 votos.
Unos años después se creó el Consiglio dei Pregadi, comúnmente llamado Senado. Estuvo compuesto por 60 miembros elegidos por el Consejo Mayor, y en este Senado se dirigía la política exterior y la elección de embajadores. También estaba encargado de asuntos económicos y militares. Con esto, el dogo veneciano vio reducido su poder un montón, y casi no podía hacer nada sin el permiso del Consejo Mayor, que funcionaba como una especie de parlamento, y el Senado, la cámara de la aristocracia.
En el año 1192, llegó a dux de Venencia un personaje muy importante: Enrico Dándolo, quien era el dogo cuando comenzó la 4ª Cruzada. Esta cruzada iba a ir contra Egipto y el Reino de Saladino, pero los reyes europeos estaban de guerras entre ellos y sólo se animaron a ir unos pocos nobles y caballeros franceses y alemanes. Además, tenían pocos barcos, por lo que tuvieron que subcontratar barcos a Venecia para todo el tema de la logística y el transporte hasta Egipto. Dándolo les dijo que por 85.000 marcos de plata lo hacía todo. Cuando llegó el día de partir, no había tantos cruzados y no se pudo reunir tanta pasta. Entonces Dándolo dijo: “Ey, chicos, tengo una idea”. Esa idea era conquistar para Venecia Zara, Ragusa y otras ciudades de Dalmacia, en posesión del rey Emérico de Hungría. Pues ahí que fueron y todos juntos conquistaron la ciudad, lo que les valió una excomunión del papa, porque atacar a otros cristianos no era muy católico.
Pero ojo porque los planes se iban a complicar aún más. Resulta que un Alejo IV salvaje apareció, hijo de un emperador bizantino recientemente depuesto. Pidió a los cruzados que le ayudasen a recuperar Constantinopla de manos de su tío Alejo III a cambio de más barcos para la cruzada y grandes riquezas. Las cuales no tenía. Los cruzados conquistaron Constantinopla con gran esfuerzo en 1202, y Alejo IV y su cegado padre fueron entronizados, pero no cumplieron sus promesas, y hubo movidas entre ambos bandos, y en 1204 los cruzados junto con los venecianos volvieron a tomar Constantinopla y esta vez para hacerse con el poder y repartirse el Imperio Bizantino.
Así, los cruzados crearon el Imperio Latino, los Bizantinos resistieron en el Imperio de Nicea, y los venecianos se quedaron con multitud de islas por el Mar Egeo, incluyendo la isla de Creta y la isla de Eubea, en la costa de Ática. A todas estas posesiones se las conoció como Stato o Domini da Mar, y Venencia se hizo con el control total del comercio por el Mediterráneo Oriental.
En el año 1256 empezó la primera gran guerra de Venencia contra Génova: la Guerra de San Saba.
Este conflicto comenzó cuando los venecianos y los genoveses se pelearon en la ciudad de Acre por un monasterio de San Saba que estaba en mitad de sus respectivos barrios. La movida escaló tanto, que los venecianos fueron expulsados de la ciudad y la flota veneciana tuvo que ir allí a destrozar a los genoveses.
Luego siguieron luchando en el mar, y cuando el Imperio Bizantino se recompuso gracias a la ayuda genovesa, el emperador bizantino Miguel VIII Paleólogo expulsó a Venencia del comercio en territorios del mar Negro, y se lo dio a Génova. Aun así, la guerra la ganó finalmente Venecia, especialmente gracias a la Batalla de Trapani, de 1266.
Durante la Guerra de Curzola, entre 1295 y 1299, Génova obtuvo una gran victoria sobre Venecia, y en ella fue hecho prisionero el dogo veneciano Andrea Dándolo, que acabó suicidándose, y también Marco Polo, quien acabó preso una temporada. Por cierto, si queréis conocer toda la historia en detalle de los viajes y aventuras de Marco Polo, os dejo este otro vídeo que le dediqué.
Durante esta guerra también comenzó un conflicto con los bizantinos cuando en 1296, el almirante veneciano Ruggiero Morosini Malabranca quemó la colonia genovesa de Gálata, en el barrio de Pera, frente a Constantinopla. Venecia venció y Bizancio pidió la paz porque bastante tenía con los invasores turcos otomanos que estaban invadiendo todo su territorio.
En el año 1310 se creó el Consejo de los Diez, que se encargaba de controlar la seguridad interna veneciana, y en la práctica funcionaba como una especie de policía secreta de la república. Sus miembros eran reconocibles por su toga roja. Este organismo se creó después de un intento de golpe de estado dirigido por Bajamonte Tiepolo, pues el dogo Pietro Gradenigo restringió el acceso al Consejo Mayor a los nobles y se metió en guerra con el papado, y éste prohibió a todo dios comerciar con Venecia. Tiepolo acabó arrestado y exiliado en Istria.
Este Consejo de los Diez elegía a 3 inquisidores. Estos tipos se dedicaban a espiar a todos los habitantes de la república para evitar que ésta cayera en manos de un señor de poder absoluto, como había ocurrido en otras ciudades italianas del norte. El inquisidor más importante era conocido como Il Rosso, el Rojo, debido a su túnica escarlata. Los otros dos inquisidores eran los Neri, los negros, por su túnica negra. Éstos eran escogidos del Consejo de los Diez.
La idea era proteger a la república de monarquías o dinastías familiares hereditarias, pero en la práctica también mantenían una oligarquía de poder formada por las familias más poderosas de Venecia: los Contarini, los Bragadin, los Barbarigo, los Giustiniani, los Mocenigo, los Pisani y unos pocos más.
Estas familias poderosas vivían en lujosos palacios, como el Palacio Dándolo, el Palacio Bembo, el Palacio Barbaro, el Palacio Barbarigo, el Palacio Foscari, el Palacio Pisani, el Palacio Loredan, el Palacio de Oro, el Palacio Cavalli-Franchetti, o el Palacio Fortuny, de la familia Pesaro.
Poco después también apareció el Colegio de Sabios, una especie de órgano para asesorar al dogo que en la práctica rebajaban bastante su poder.
Ahora hablemos un poco de arquitectura. En la Plaza de San Marcos, la Basílica de San Marcos empezó a tener el aspecto que tiene actualmente. En 1340 el antiguo Palacio Ducal se convirtió también en más o menos lo que podemos ver hoy día. En este dibujo podéis ver fue evolucionado desde el castillo original hasta la actualidad. Frente al palacio está la Biblioteca Marciana, o de San Marcos, que albergaba una de las colecciones de textos clásicos más grandes del mundo.
También en esta plaza es importante el Campanario de San Marcos, aunque se derrumbó y en el siglo XVI tuvo que ser reconstruido.
Durante estos años también se construyó en una parcela donada a los monjes dominicos la Basílica de San Juan y San Pablo, o de Santi Giovanni y Santi Paolo, de estilo gótico italiano. Otra fue la Iglesia dei Frari, o de los Frailes.
Para acabar tenemos un símbolo de Venecia: el Puente de Rialto, que cruza el gran canal, aunque en aquellos tiempos era de madera, y allí había tiendas y comercios.
Durante el gobierno de Francesco Dándolo, por 1335, Venecia comenzó su expansión hacia el norte continental, por la región del Véneto. Todo eran risas hasta que en 1348 llegó la Peste Negra, y toda Europa quedó casi una década paralizada.
Se cuenta que fue en Venecia donde se inventó la “cuarentena”. Éste era un sistema por el que los barcos que llegaban a la ciudad tenían que permanecer parados en el puerto sin que nadie saliera de él durante 40 días, para ver si alguno de los tripulantes tenía síntomas de la enfermedad. Recordad que tenéis en el canal un vídeo en que explicaba la Peste Negra en detalle. Allí también hablé de los lazaretos, que eran hospitales aislados en isla donde se trataba a estos enfermos para que no propagaran la enfermedad.
Como ya conté, Génova y Venecia eran las dos repúblicas marítimas más grandes del Mediterráneo y tenían una rivalidad malsana.
En 1350 volvieron a meterse en guerra, esta vez Venecia tuvo el apoyo del rey Pedro IV de Aragón, el apodado el Ceremonioso, y también del bizantino Juan VI Cantacuceno. Al final todo quedó bastante en tablas, todos salieron perdiendo.
La 4ª y última guerra entre estas dos potencias navales ocurrió entre 1378 y 1381. Esa fue la Guerra de Chioggia (kió-ya), que comenzó en la isla de Chipre cuando grupos venecianos y genoveses empezaron a pelearse entre ellos. Tras cuatro años de guerra ocurrió la batalla final, la Batalla de Chioggia, cerca de Venecia, en la cual Venecia salió victoriosa mientras que Génova se fue bastante a la mierda. La calma llegó con la Paz de Turín.
En el año 1404, la República de Venencia dirigida por el dogo Michele Steno (mikele), se animó a expandirse otro poco más por la Italia continental. Así se anexó Carrara, Vicenza (vichenza) y Pádua, ciudad que se convertiría en la sede de una de las universidades más importantes del mundo. A todo este territorio continental se lo llamó Domini di Terraferma. Esto llevaría a Venecia a llevarse mal con el Ducado de Milán de Filippo María Visconti, aunque el dogo Francesco Foscari logró una gran victoria en la Batalla de Maclodio, de 1427, que le dio la hegemonía sobre el Véneto.
En estos años, los arsenales venecianos empezaron a fabricar armas de artillería, como bombardas, que instalaron de serie en todos los barcos. Al principio eran armas bastante defectuosas, pero los venecianos supieron perfeccionarlas. Crearon mazas-pistola, pistolas con espadas, incluso se dice que un tal Bartolomeo Colleoni creó unos vagones con cañones, considerados un antepasado del tanque moderno.
Durante el siglo XV, aunque Venecia había logrado grandes éxitos en el continente y se había expandido, fue poco a poco perdiendo todas sus islas del mediterráneo. Esto fue debido a la presión de los otomanos, que se expandían a una velocidad pasmosa por los Balcanes. Debido a esto, el Imperio Bizantino cayó bajo el poder del sultán Mehmed II en 1453.
En 1457 murió el dogo Francesco Foscari, siendo el dogo que más años gobernó en la historia de Venencia, que fueron 34 años y medio. Esto coincidió con el inicio de un movimiento cultural conocido como Renacimiento Italiano.
La República de Génova hasta los Visconti (1096-1528)
Hablemos ahora de Génova, una ciudad situada en la costa del mar de Liguria. El lugar llevaba habitado desde antes de la época romana; era un pueblo costero de pescadores, con poca planicie cultivable y rodeado de montañas. Según pasaron los años, los genoveses estuvieron bajo el poder lombardo y luego bajo el poder de los francos, siendo el primer conde franco de Génova un tal Ademaro.
En el año 935, los musulmanes del Califato Fatimí llegaron hasta la pequeña Génova y la saquearon entera, y además secuestraron a más de 1000 mujeres, a las que se llevaron como prisioneras. Los genoveses tuvieron que reconstruir la ciudad de nuevo, y para ello contaron con la ayuda de los gobernantes carolingios.
En el año 962, todo el territorio de Liguria pasó a estar bajo el control del Sacro Imperio de Otón I, aunque solo nominalmente, pues Génova ya era una ciudad-estado con todas las de la ley.
Durante el siglo 11, Génova y la República de Pisa se aliaron para luchar contra los piratas musulmanes que no paraban de atacar diferentes puntos del mar Tirreno, especialmente la isla de Cerdeña. Esta isla, por cierto, estaba habitada por los sardos, unos tipos que habían creado 4 reinos indígenas en la zona, los Juzgados, que fueron Logudoro, Gallura, Arborea y Calaris.
Génova y Pisa la defendieron, y en 1087, ambas ciudades, junto con las tropas de la República de Amalfi, fueron a Mahdia, la capital del Califato Fatimí en aquel momento. Dirigidos por Hugo de Pisa, esta coalición logró arrasar la flota árabe-bereber, y gracias a ello, Génova y Pisa se hicieron con el control del Mediterráneo Occidental. Se considera a este hecho una especie de pre-cruzada.
Esta victoria permitió a los cristianos lanzar grandes ataques contra los musulmanes, como el ataque a la Taifa de Valencia en colaboración con los reyes de León y de Aragón en 1092… o el viaje a Tierra Santa de la 1ª Cruzada en 1096. De hecho, la flota genovesa brindó transporte y apoyo naval a los cruzados, y bloquearon la ciudad de Antioquía durante su asedio, mientras que los ballesteros genoveses dirigidos por Guglielmo Embriaco destacaron también durante el sitio de Jerusalén de 1099, ciudad que cayó en poder cristiano. Algunos genoveses se asentaron por la zona y montaron emporios comerciales, mientras que otros volvieron a casa con un montón de privilegios, tratados comerciales favorables y regalos, como los supuestos restos de San Juan Bautista. También lo que antiguamente se pensaba que era el Santo Grial.
Fue a partir de esta 1ª Cruzada, cuando Génova comenzó a despuntar de lo lindo y cuando se constituyó como una potencia naval y una república marítima de primer nivel. Esta República de Génova duraría 700 años, desapareciendo el mismo año que la República de Venecia, en el 1797.
Al igual que Pisa o Venecia, Génova se dedicó mayormente al transporte de mercancías por mar. Uno de los mayores negocios de los comerciantes genoveses fue el tráfico de esclavos. Pero Génova también tenía sus propias industrias, como la textil. Los genoveses elaboraban prendas muy codiciadas, sobre todo las de seda, gracias a que importaban hilos y telas de oriente desde sus emporios en Tierra Santa.
Para protegerse de ataques, levantaron una enorme muralla, y de ella destaca la Porta Soprana, que se conserva a día de hoy. También se construyó un faro de gran altura, aunque el medieval no se conserva, pero si una reconstrucción más reciente.
¿Y en qué consistía esta república genovesa? ¿Qué cargos existían? Pues antiguamente existía la Compagna Communis, que eran un grupo de nobles que gobernaban la ciudad, y eso evolucionó en un Consulado, gobernado por una diarquía de cónsules elegidos entre las familias más importantes de Génova. Estos cónsules tenían los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, pero sólo podían estar en el cargo un año. Un parlamento de los ciudadanos varones mayores de edad eran los que elegían a estos dos cónsules. En general, la familia Maneciano reinó mayormente de 1099 a 1122, y la de los Carmandino de 1123 a 1149.
Muchas de estas familias se peleaban entre sí y competía por haber quién construía la torre más grande, pero también estos ricachones usaban su fortuna para obras benéficas, como construir hospitales, monasterios o hasta tener un fondo de emergencia para rescatar genoveses cautivos de los temibles piratas del mediterráneo.
Algunos excónsules y ciudadanos ilustres formaron un Consilium, o Senado, que tenía derecho de veto de las decisiones consulares, y usaban piedrecitas blancas o negras para votar sí o no.
Durante estos años se construyó la Catedral de San Lorenzo de Génova, la iglesia más importante de la región. Fue dedicada a San Lorenzo de Roma, un cristiano martirizado durante la época del Imperio Romano. Se empezó en estilo románico, pero la fachada al final se terminó en gótico, y es que su construcción tardó un huevo en concluirse.
De todas formas, en 1190, debido a las luchas de facciones dentro de la propia ciudad, se suspendió el tema de elección de cónsules y se nombró un podestá, para poner algo de orden, que era como una especie de dictador temporal muchas veces venido de fuera. Cómo estaría la cosa para no poderte fiarte de nadie de tu propia ciudad… El primer Podestá fue Manegoldo del Tettuccio (tetucho), un tipo sabio que logró encauzar todos los problemas sociales de Génova.
Este auge de Génova le hizo convertirse en rival de su vecina Pisa, lo que llevó a una serie de enfrentamientos intermitentes. Y cuando Pisa comenzó a decaer, la nueva gran rival de Génova fue, cómo no, la República de Venecia.
Durante la 4ª Cruzada, de 1204, venecianos, franceses y cruzados en general lograron tomar Constantinopla y dividieron el Imperio Bizantino en varios estados. Génova se puso de lado de Miguel VIII Paleólogo, emperador del Imperio de Nicea, y le ayudó a restaurar el Imperio Bizantino en 1261. Gracias a esto, Génova ganó el apoyo comercial de Bizancio, y recibió puertos importantes para hacer sus negocios. De hecho, en Constantinopla tenían un barrio para ellos, el Barrio de Gálata, donde se encuentra la famosa Torre de Gálata, que formaba parte de las fortificaciones del lugar.
También los genoveses crearon puertos y emporios en las islas de Quíos y Lesbos, o en la ciudad de Esmirna.
También en 1260 tomaron uno de los juzgados de Cerdeña, e instalaron colonias comerciales por el norte de África, y comerciaron con el oro que llegaba del otro lado del Sáhara, concretamente del poderoso Reino de Mali, uno de los reinos más ricos del mundo, y que podéis conocer mejor en este otro vídeo, sobre los reinos e imperios del África Subsahariana.
En 1257, Guglielmo Boccanegra, miembro de una rica familia de comerciantes, se convirtió en el primer capitano del pópolo, es decir, capitán del pueblo, una especie de dictador, que duró 5 años. Fue él quien construyó el Palacio de San Giorgio, que sería la sede del poder republicano de Génova a partir de entonces.
También, a finales de este siglo XIII, la República de Génova tuvo grandes victorias contra los venecianos en la llamada Guerra de San Sabas (1256-1270), y gracias a su amistad con los bizantinos, Génova arrebató a Venecia el monopolio comercial en el Mar Negro. Y fue en Crimea donde los genoveses fundaron una de sus colonias más importantes: Caffa.
En los años siguientes, la rivalidad entre genoveses y pisanos fue en aumento, y estallo la guerra entre ambas potencias. Durante la Batalla naval de Meloria, de 1284, la flota genovesa, compuesta por 93 barcos y dirigida por Oberto Doria y Benedetto Zaccaria, derrotó a la pisana, que perdió casi toda su flota y la mitad de sus combatientes. Este fue el principio del fin de esta república pisana, y poco a poco fue perdiendo todas sus posesiones ultramarinas a favor sobre todo de Génova, como la isla de Córcega.
Génova siguió intentando conquistar toda Cerdeña a Pisa, pero al final ni para unos ni para otros. Llegó el Reino de Aragón y se quedó con toda la isla.
Como curiosidad, una familia originaria de Génova fue la de los Grimaldi. Estos descendían de Grimaldo Canella, un estadista genovés que participó en las primeras cruzadas y fue cónsul de la ciudad en tres ocasiones. En 1271, esta familia fue expulsada de Génova por apoyar a los güelfos, los propapas. Fue en 1297 cuando Francisco Grimaldi tomó el señorío de Mónaco, cerquita de Niza, con sus soldados disfrazados de monjes franciscanos. La familia Grimaldi ha gobernado este pequeño país desde entonces. Además, hacia 1300 lograron volver a Génova y expulsar a la familia que gobernaba allí, los Spínola. Esta también sería una familia genovesa con importancia, pero más en la Edad Moderna.
A pesar de su auge, la República de Génova comenzó su declive a comienzos del siglo XIV. Entre 1314 y 1331 hubo una guerra civil muy sangrienta entre clanes rivales de Génova. A esto hay que añadirle la llegada de la Peste Negra en 1348, que mató a un tercio de la población de Italia.
En esos años de inestabilidad, Génova pasó a tener duques o dux, de elección vitalicia, siendo el primero de ellos Simone Boccanegra, que intentó poner orden en la ciudad, pero sus conspiraciones contra otras familias ricas hicieron que acabaran envenenándole.
Hacia el año 1380 hay que destacar la derrota genovesa contra los venecianos en la Batalla de Chioggia (kiólla). Debido a esto, Génova fue expulsada de los mercados del Mediterráneo Oriental y perdió muchas de sus posesiones del Mediterráneo.
Durante el siglo XV, la debilitada Génova se convirtió en un peón en las luchas entre el Reino de Francia, el Reino de Aragón y el creciente Ducado de Milán. Parece que, para evitar males mayores, en 1396, el dux genovés Antoniotto Adorno, nombró defensor de la comuna al rey francés Carlos VI, y con esto, Génova pasó a estar bajo control parcial de una potencia extranjera.
Poco después, en 1421, Génova cayó en manos del duque de Milán Filippo María Visconti. Luego la conquistó Francia de nuevo en 1435 y tuvieron de gobernador a Juan II de Anjou, pero pronto la población se alzó con ayuda de los milaneses y la república se restauró en 1461, pero por poco tiempo, pues Milán cambió de parecer y les conquistó. Con esto, Génova pasó a estar bajo el control de la familia Sforza de Milán. Luego otra vez Francia se hizo con su control una buena temporada…. Y más tarde, en 1522, llegaron los españoles de Carlos I, o Carlos V del Sacro Imperio, y se hicieron con el control de todo.
Con la ayuda del almirante genovés Andrea Doria, de la poderosa familia Doria, españoles y genoveses expulsaron a los franceses y Génova recuperó su independencia, y restablecieron la república, ahora con dogos elegidos cada dos años. A partir de este punto Génova pudo levantar cabeza. ¿Cómo, os preguntaréis?
Pues gracias al negocio bancario. Resulta que hacia el año 1407, se creó en Génova uno de los primeros bancos del mundo, la Casa de San Giorgio, o Banco de San Jorge. Y hacia 1483 se creó la Banca Carige, que sigue activa hoy día. El negocio de Génova con los bancos va a ser muy importante.
Y es que, en 1528, los genoveses, liderados por Andrea Doria, concedieron el primer préstamo bancario al emperador Carlos I. Con esto, Génova encontró una nueva vocación: prestar dinero. Se convirtió en el prestamista nº1 del Imperio Español. Y le iría muy bien con este negocio, mucho mejor que con el comercio marítimo. Lo veremos más adelante.