HISTORIA DEL ARTE GÓTICO – ARQUITECTURA
Hoy toca hablar del arte gótico. Su origen podemos encontrarlo a mediados del siglo XII. En esos años Europa volvía a florecer gracias a la ampliación de zonas de cultivo y mejora de las técnicas agrarias. El excedente de productos y de campesinos hizo que mucha gente saliera del campo y otra vez las grandes ciudades empezaron a ser importantes, lo que se conoce como renacimiento urbano. Fue en estas urbes donde surgieron los burgueses, una clase media libre de los dictámenes de los señores feudales, dedicada al comercio y a la artesanía.
Y no sólo eso. El comercio internacional, liderado sobre todo por la Liga de Hansa, ferias como la de Champaña y las rutas mediterráneas, dieron lugar a las primeras actividades financieras, lo que podríamos llamar un precapitalismo. Esta burguesía comenzó a ganar cada vez más poder, especialmente en las Cortes o Parlamentos que fueron surgiendo poco a poco, lo que fue dejando atrás a la antigua nobleza feudal.
Por otro lado, como los Cluny habían abandonado la austeridad llegó una nueva reforma religiosa de la mano de una orden conocida como la del Cister, llamada así porque todo se originó en la Abadía de Citeaux, en Borgoña. Uno de estos monjes reformadores fue San Bernardo de Claraval, quien denunciaba los excesos decorativos del románico a favor de una arquitectura más austera, luminosa y también bella. Este proto-gótico se dio sólo en monasterios, y era una especie de transición entre románico y gótico.
Como siempre, estos monjes acabaron forrándose y terminaron construyendo iglesias tan monumentales y lujosas como las que habían criticado. De hecho, ésta va a ser la época de las grandes catedrales. Es importante saber que una catedral es donde tiene su sede, o cátedra, un obispo o arzobispo, que es quien manda en una diócesis o provincia eclesiástica. Bajo su mando están las demás Iglesias y Parroquias de ese territorio, generalmente gobernadas por un sacerdote. También existen las Colegiatas, que son iglesias donde manda un colegio de sacerdotes sin pertenecer a la sede episcopal. Finalmente, ya vimos que la Basílica eran las antiguas construcciones públicas romanas que fueron adaptadas durante la época paleocristiana al culto cristiano. El nombre “basílica” es más honorífico por haber sido un lugar importante y ser un punto de peregrinación reconocido.
En este contexto, en la Isla de Francia, esta región de aquí, el lugar dominado por los reyes franceses, fue donde tuvo su origen el arte gótico. Se originó a mediados del siglo XII y duró hasta entrado el siglo XVI, cuando fue desbancado totalmente por el Renacimiento, que había comenzado en Italia un siglo antes. Aunque eso sí, en Inglaterra el gótico duró mucho más.
Ahora bien. ¿Por qué el arte gótico se llama gótico si no tiene nada que ver con los godos ni con los germanos? El nombre se lo inventó un historiador italiano del siglo XVI llamado Giorgio Vasari, un poco de forma despectiva, en contraposición al Arte Clásico y Renacentista, que para él debía de ser la pera limonera. La gente de su época llamó a la época anterior al Renacimiento “Edad Media” por eso mismo, porque era como un periodo transitorio de oscuridad, donde se fue a la puta el glorioso pasado clásico de Grecia y Roma… y para Vasari, por desconocimiento o yo qué sé, el arte gótico era un arte bárbaro. Y esa imagen continuaría hasta el Romanticismo en el siglo XIX.
ARQUITECTURA GÓTICA
En el año 1144 aproximadamente se terminó la construcción de la Abadía de Saint-Denis muy cerquita de París, donde los reyes franceses solían ir a orar, y que ahora es una basílica. Su doble girola con capillas radiantes y su cabecera abierta, ligera y luminosa fue el origen de la arquitectura de estilo gótico, y de aquí se expandió por toda Europa. Vamos a ver las características principales de este arte.
La planta de la arquitectura gótica, en general, va a ser muy similar a la de la románica, con plantas de cruz latina pero con transeptos más cortos, y luego girola y deambulatorio parecido. Sin embargo, algunas diferencias las encontramos en la cabecera, que evolucionó a formas más poligonales.
En la arquitectura gótica vamos a encontrarnos 2 principios muy importantes: elevación y luminosidad. Para lograr mayor esbeltez y mayor altura, las iglesias dejaron de lado las bóvedas de cañón y los arcos de medio punto típico del románico para pasarse al uso de arcos apuntados u ojivales, que le daban esbeltez y verticalidad al edificio; y las bóvedas de crucería, que eran como más picudas hacia el centro. Los miniarquitos que atraviesan estas bóvedas son los nervios, y los paños que cierran los espacios entre los nervios son llamados plementos.
Esta bóveda era mucho más ligera que la de cañón, y todo ese peso se descargaba a través de pilares y baquetones hasta llegar a los contrafuertes del exterior. Y para aumentar la eficacia de estos contrafuertes lo que se hizo fue separarlos del muro a través de los arbotantes, ya que lo que hacían era transmitir los empujes laterales hacia ellos. Y luego los contrafuertes se solían rematar con un pináculo sobre ellos. Que no sólo era decorativo, ojo, sino que ayudaba a contrarrestar el empuje oblicuo de los arbotantes.
Y diréis: “vaya lío de descargas y movidas”. Y sí, tenéis razón, pero gracias a esto, las catedrales pudieron ser mucho más altas y lo más importante, los muros se pudieron sustituir por grandes vidrieras que inundaban el interior de las iglesias de luz y color, no como en el románico. Esta fila de vidrieras en los laterales fue conocido como claristorio.
Como veis arquitectura gótica era muy luminosa. ¿Por qué entonces se lo asocia a peña darketa y lugares oscuros y sombríos? Eso fue cosa de Romanticismo que comenzó a finales del siglo XVIII, donde muchas novelas relacionadas con fantasmas y movidas sobrenaturales se ambientaron en antiguos castillos góticos y ruinas de la época, y acabó asociándose esa palabra a lo oscuro y tenebroso.
Las fachadas fueron decoradas a saco, y se continuó instalando torres a los lados, pero ahora incorporaban una cosa llamada chapitel, que era una movida apiramidada encima parecida a los pináculos. También destacan los ventanales y los rosetones, es decir, vidrieras frontales generalmente circulares; y también estaban los gabletes, molduras angulosas colocadas sobre los arcos de las portadas.
Sin duda, la catedral gótica más famosa de todas es la Catedral de Notre Dame de París, iniciada en 1163 con un estilo románico normando y que fue terminada en 1345 ya con estilo gótico. Su planta es de cruz latina, pero con la cabecera envuelta en un doble deambulatorio que se prolonga hasta las naves laterales. En total eran 5 naves con una altura de casi 33 metros. El interior es muy luminoso, gracias a sus cristaleras, y destacan pilares cilíndricos que separan las naves. Las bóvedas y la decoración en capiteles y demás todavía son bastante sobrias, pero eso pronto cambiaría en este estilo artístico. Y por si no os enterasteis, esta iglesia tuvo un incendio hace unos meses, pero bueno, no pasó nada grave.
Otros ejemplos dentro del siglo XII en Francia son la Catedral de Laón o la Catedral de Noyón. Todo esto es lo que se denominaestilo gótico preclásico. Sin embargo, es en el siglo XIII donde digamos que empieza la fiebre por lo gótico, y lo peta en todas partes.
Del Gótico Clásico hay que destacar la Catedral de Chartres, construida sobre una iglesia románica que se incendió y de la cual sólo quedó la fachada occidental. En ella nos encontramos un crucero casi casi en el centro de la planta, una tribuna desaparecida completamente y sustituida por vidrieras, y enormes torres flanqueando la entrada principal. También importantes son la Catedral de Reims y la Catedral de Amiens, siendo ambas las más altas de toda Francia, con más de 50 metros de altura. Otra importante de este gótico clásico fue la Catedral de Bourges, con 40 metros de altura y sin ninguna clase de transepto.
En 1240 comienza el gótico radiante, que buscaba ganar verticalidad y altura, a la vez que ligereza y riqueza, dando la patada a la austeridad. Esto lo podemos ver bien en Sainte-Chapelle, o la Santa Capilla de París, situada junto al palacio real y construida en estilo gótico radiante hacia el 1250 por Pierre de Montreuil. Prácticamente no hay muros, y son todo vidrieras de colores. Un siglo después, ya en el siglo XIV, este gótico radiante evolucionaría hasta el gótico flamígero, que se caracteriza por una decoración más exuberante y con formas como de llamas en las portadas. Algunos ejemplos de este estilo son la Catedral de Tours, en el Valle del Loira, y la Catedral de Ruan, en Normandía.
Igual que en el románico, la arquitectura gótica no va a ser sólo religiosa. Podemos encontrar algunos castillos de estilo gótico, pero lo que más empezó a ponerse de moda fueron los palacios urbanos, residencias de nobles y alta burguesía, y cómo no, universidades, los grandes centros de estudios que fueron expandiéndose por la Europa Medieval, sobre todo a partir del siglo XIII. A lo largo del vídeo vamos a ir viendo muchos ejemplos.
Pasemos ahora a Inglaterra. Ya conté en el vídeo anterior que la Catedral de Durham, construida en el siglo XI, fue el precedente de este gótico inglés. Poco a poco se fueron exportando más elementos provenientes de Francia, y es lo que llamamos gótico primitivo o 1º gótico inglés, originado en el siglo XII,que estuvo influenciado por el románico anglo-normando. Entre los mejores ejemplos a destacar tenemos la Catedral de Lincoln, con arcos de estilo tudor separando las naves; la Catedral de Salisbury, y la Catedral de Canterbury.
A mediados del siglo XIII llegó el gótico decorativo u ornamental, con más adornos curvos y ondulantes. En las bóvedas surgen más nervios, y también en las vidrieras, lo que se llama tracerías. Destaca la Catedral de Wells, construida en Somerset, Inglaterra, con estos arcos invertidos, o arcos tijeras, que son únicos y que sostienen la torre del transepto. Por cierto, estos transeptos los vamos a encontrar en muchas ocasiones en la mitad de la iglesia, y no hacia la cabecera. Otras son la Catedral de Lichfield, con tres torres rematadas en aguja, la Catedral de York, o la Catedral de Éxeter.
Finalmente, la última etapa del gótico inglés fue el gótico perpendicular, que se inició a mediados del siglo XIV. En él predomina la línea vertical sobre la curva, y los muros se sustituyen por grandes ventanales. Además, se generalizan el arco tudor, y también la bóveda de abanico o palmeada, cuyos nervios se abren a partir de los soportes y que fue casi exclusivo de Inglaterra. Y también el pilar de haces, cuyos baquetones dan nombre al estilo. Esto se ve muy bien en la Catedral de Gloucester, cuyo claustro ha salido alguna vez en las pelis de Harry Potter.
Los mejores ejemplos de esto los encontramos en la capilla del King’s College de la Universidad de Cambridge. Otra universidad construida en este estilo fue la Universidad de Oxford. También está la Capilla de San Jorge situada dentro del recinto del Castillo de Windsor. Es esto de aquí. Y para acabar con Inglaterra está la Capilla de Enrique VII, situada como si fuera un absidiolo gigante que sale de la Abadía de Westminster, la cual por cierto también es gótica y está al lado del Big Ben y el Parlamento británico, que son neogóticos, pero para eso todavía nos falta mucho.
En Alemania el gótico llegó un poquito más tarde, a finales del siglo XIII, y básicamente copiaron al gótico francés. Tenemos la Iglesia de Santa Isabel de Marburgo, que fue de las primeras alemanas góticas, o la Catedral de Colonia, que no se terminó hasta 1880. En este gótico alemán destaca la altura de las iglesias y la decoración con agujas, arquillos y baquetones, como es el caso del frontispicio (o fachada) de la Catedral de Estrasburgo, ciudad que ahora es Francia pero antes no. La Iglesia de Ulm es la más alta del mundo gracias a su aguja de más 160 metros de altura. Además, destacan las bóvedas estrelladas y las bóvedas reticulares, en las que los nervios trazan una red romboidal. Ya en el siglo XIV se difunde la Planta de Salón, en las que todas las naves tienen igual altura. Ese es el caso de la Catedral de San Esteban de Viena, en Austria, donde llama la atención su tejado con tejas policromadas, pero eso es muy posterior. Con el tiempo este gótico alemán se difundió hacia el norte, centro y este de Europa.
La orden del Cister llevó el gótico a Italia a inicios del siglo XIII, siendo la primera construcción gótica italiana la Abadía de Fossanova, pero no tuvo demasiado éxito y no arraigó. Los italianos siguieron siendo bastante clásicos. Se tendía a la horizontalidad, al arco de medio punto, a la ausencia de arbotantes, a las ventanas pequeñas… y esa clase de cosas. El mejor ejemplo de esto sería la Catedral de Siena, iniciada en 1284 por Giovanni Pisano y construida en mármol blanco y negro. No sólo en la fachada, sino también en su interior, e incluso tiene una cúpula de forma octogonal.
También en esta época empezaron la construcción de palacios, como el Palacio Comunal de Siena, que ahora es el ayuntamiento y donde destaca la Torre del Mangia. Y también es importante el Palacio Vecchio de Florencia, también con una torre de gran altura. Esto de las torres era muy típico de los italianos, de hecho, en Bolonia las familias más poderosas no paraban de levantar torres para ver quién la tenía más grande. Se piensa que llegaron a hacer más de 100.
La Catedral de Florencia, o Santa María del Fiore, o de las Flores, fue iniciada en 1296 por Arnolfo di Cambio. No se terminó hasta el año 1471, durante el Renacimiento, cuando le pusieron la famosa Cúpula de Brunelleschi. En la región de Umbría está la Catedral de Orvieto, que es famosa por sus mosaicos en la fachada sobre episodios de la Biblia.
Durante el siglo XIV tenemos mucha arquitectura civil como el Palacio Ducal de Venecia, construido hacia el año 1340, y el Ca d’Oro, una mansión que destaca por sus tracerías en las ventanas, así como el Palacio Contarini, con una curiosa escalera de caracol. Pero quizás la mayor obra gótica en Italia fue la Catedral de Milán, comenzada en el año 1386 y que no se terminó hasta 1965, y que tiene 5 naves, la central de 45 metros de altura, siendo una de las iglesias góticas más altas y grandes del mundo.
Finalmente, como no, toca hablar de la arquitectura gótica en España. Aquí, a finales del siglo XII, nos encontramos construcciones proto-góticas como es el caso de la Catedral de Ávila, la Catedral de Tarragona, la Catedral de Lérida o la Catedral de Tudela. Más delante, ya en el siglo XIII, ya tenemos un gótico más consolidado, como es el caso de la Catedral de Burgos, que fue iniciada en 1221. De esta construcción destaca la bóveda estrellada de la capilla del Condestable, que fue construida durante el siglo XV. Otra catedral importante fue la de Toledo, con cierta influencia islámica, doble girola, sin transepto y una sola torre, cuando lo normal eran dos. Finalmente también está la Catedral de León, quizás la más afrancesada de todas, y con influencias de las de Reims y Amiens.
A partir del siglo XIV va a haber mucho gótico en la zona de Levante, especialmente en Cataluña. El gótico catalán se va a caracterizar por su horizontalidad, es decir, baja altura, y por su sobriedad en el tema ornamental. Tenemos por ejemplo el Monasterio de Pedralbes, en Barcelona, con una nave única y pequeña… y cabecera sencilla sin girola. Nada que ver con la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona, de mayores dimensiones y tres naves de casi la misma altura.
Otro ejemplo es la Basílica de Santa María del Mar, también en Barcelona, erigida por los gremios de la ciudad. Y en Palma de Mallorca, en las islas Baleares, encontraríamos una catedral caracterizada por su testero plano y con el mayor rosetón del mundo gótico. Finalmente estaría la Catedral de Santa María de Valencia, que contiene también elementos románicos, renacentistas y barrocos. Mientras tanto, a principios del siglo XV, va a resurgir el gótico en la Corona de Castilla, con catedrales como la de Murcia o la de Oviedo.
La fiebre decorativa del gótico hispano estalló durante el reinado de los Reyes Católicos, lo que se llamó gótico plateresco o isabelino, transitorio entre el arte gótico y renacentista, y que también podía denominarse hispano-flamenco. De este periodo destacan las bóvedas estrelladas y los arcos conopiales. Muchos arquitectos extranjeros viajaron a las Coronas de Castilla y Aragón, como fue el caso del francés Jean Guas, quien levantó la Iglesia de San Juan de los Reyes, terminada en 1495 en Toledo y que forma parte de un monasterio que fue construido a la muerte de Guas. El Palacio del Infantado en Guadalajara también fue obra suya, y destaca por un patio con arquerías decoradas con esculturas, escudos y leones. Otro arquitecto fue Juan de Colonia, autor de la Iglesia de la Cartuja de Miraflores, en Burgos, de una sola nave y una cúpula estrellada.
Luego está el Alcázar de Segovia, la residencia de los Reyes Católicos, que es impresionante, que destaca por una enorme torre del homenaje y por una planta completamente irregular, ya que se adaptó al cerro sobre el que fue construido. Y no podía faltar la Catedral de Sevilla, que fue construida sobre la mezquita aljama de Sevilla y de la que sólo queda el alminar, y que es la actual Giralda.
Durante el siglo XVI todavía hubo algunas construcciones en gótico en la península ibérica, pero el renacimiento iba ganando cada vez más terreno. Los últimos templos de este estilo fueron la Catedral Nueva de Salamanca, de 1512, o la fachada de la universidad Salamanca, que había sido fundada en 1218. También destacaría la Catedral de Segovia, acabada en 1525 por Juan y Rodrigo Gil de Hontañón.
Y para acabar la arquitectura vamos a ver algunos ejemplos random de otros lugares de Europa. En Bélgica destacarían la Iglesia de Santa Gúdula de Bruselas… y la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas, que no es que hubiera brujas, sino que se construyó en la ciudad de Brujas, en Flandes, donde también estaba el Ayuntamiento de Brujas, de estilo gótico florido. En Portugal destaca el Monasterio de Batalha y el de los Jerónimos de Belem, situado en Lisboa. El Dinamarca está la Catedral de Roskilde, y en Noruega la de Nídaros. En Bohemia tenemos la Catedral de San Vito de Praga, y en Polonia destaca la Catedral de Cracovia. Como veis, a diferencia del románico, este gótico se extendió por todos lados.