AMÉRICA PRECOLOMBINA: Chimor, Sicán, Aimara y los Incas

Periodo de los Desarrollos Regionales Tardíos (1000-1438)

Con la caída de la hegemonía de Wari y de Tiahuanaco en los Andes centrales, comenzó un nuevo periodo de estados regionales donde los antiguos pueblos sojuzgados buscan recuperar de nuevo sus tradiciones. Y es que todo el mapa andino se llenó de señoríos independientes y curacazgos, como cacicazgos pero con un curaca a la cabeza, que era el jefe tribal. 

De este periodo el Estado más destacado fue el Reino Chimú, o Chimor (1100-1470). Su capital, Chan Chan, estaba situada en el valle de Moche, donde antiguamente tenían sus centros la cultura mochica. La ciudad fue fundada por un tal Tacaynamo, e implantó un gobierno muy militarista y despótico. La máxima autoridad sería ejercida por el Ciquic, también llamado Gran Chimú o Chimú Cápac, quien llevaba un enorme tocado de plumas. 

Esta inmensa ciudad de adobe está dividida en diez ciudadelas rodeadas por altas murallas, una por cada gobernante, ya que era tradición que cada uno construyese su propio palacio. Además también había algunas pequeñas pirámides a su alrededor. De su arquitectura también destaca la Huaca del Dragón, o del Arco Iris, y la Fortaleza de Paramonga, cerca de Lima. 

Rendían más culto a la Luna, Shi, que al Sol, Jiang. Como la luna también era visible por el día decían que era más poderosa, y tenían que ofrecerle de vez en cuando sacrificios de niños menores de 5 años. Estos chimúes comenzaron una política expansionista que chocaría contra los señoríos independientes que dominaban los diferentes valles del antiguo Perú. 

De los Moches habían salido estos Chimúes, pero también los Lambayeques, o Cultura Sicán (700-1375), quienes añadieron a la tradición mochica lo mejor de los Wari y los Tiahuanaquenses. Su principal centro fue Batán Grande, con más de una decena de pirámides, la más conocida la Huaca de Oro. Fue allí donde encontraron la Tumba del Señor de Sicán, que estaba llena de objetos de oro y otras cosas. Lo más representativo de esta cultura es quizás el puñal de oro llamado tumi, con la figura de Naylamp, quien según el mito fue una especie de dios que llegó por mar para civilizar a esta gente. 

No se sabe por qué pero dejaron de adorarle alrededor del año 1300, quizás por los efectos que estaba teniendo el fenómeno de El Niño en la agricultura, provocando corrimientos de tierra, sequias y esas mierdas, y poco después fueron absorbidos por los Chimúes tras haberse estado dando de leches medio siglo. 

Como ya dije, tras la decadencia de Tiahuanaco, los nuevos pobladores de los alrededores del lago Titicaca fueron los Señoríos Aimara (1200-1438). Se cree que pudieron ser doce reinos, aunque pudieron ser más. Los canchis y canas vivían en la meseta del Collao, cerca de Cuzco, los charkas vivían en la zona de la actual Sucre, y al sur de Bolivia y norte de Argentina y Chile vivieron los chichas. 

Pero estos no fueron los más importantes. Los reinos aimaras más potentes se agruparon en torno al Titicaca, y fueron el Reino Colla, con capital en Hatun Colla, y el Reino Lupaca. Mientras tanto, de las ruinas de Wari nacieron la Cultura Chanca o el Señorío de Ayarmaca. De esta gente son famosas las Chullpas, unas torres funerarias donde sentaban a sus momias y las tapaban con mantas para que no cogieran frío.  

En la amazonia peruana se desarrolló una cultura conocida como la Cultura Chachapollas (800-1470). El lugar más célebre que construyó esta gente fue Kuélap, una ciudad construida en la cima de una montaña rodeada por imponentes murallas. En ella podemos encontrar el Templo Mayor, un mausoleo y un torreón. Otro sitio importante fue el Gran Pajatén, lleno de casas circulares, y también los Sarcófagos de Karajía, de dos metros y medio de altura. 

Mientras en Lima se desarrollaba la Cultura Chancay (1200-1470), en la zona de Cusco se creaba el Curacazgo de Cusco (1200-1438), fundado alrededor del año 1200, y que fue el origen de la Cultura Inca. Su capital estuvo en Cusco, situada en un pantano en el valle del río Urubamba. El origen de esta gente no es algo seguro, pero todo apunta a que vinieron del Altiplano Andino y que eran los Taipicalas, los descendientes de la Cultura Tiahuanaco, de ahí que tuviesen tradiciones parecidas. 

Según la leyenda del origen inca, el Sol Inti y la Luna Quilla tenían un amor imposible, pero hubo un eclipse y ambos astros se juntaron, y tuvieron un hijo y una hija en el Lago Titicaca. Estos “hijos del sol” serían Manco Cápac (1200-1230) y Mama Ocllo. Estos tuvieron que enseñar a la gente que vivía en la zona los principios de agricultura, caza e hilado, pero se tuvieron que pirar por culpa de otras tribus, empezando así una migración que duró dos décadas. 

Una vez asentados en Cusco tuvieron que darse de leches contra otras tribus de la zona y poco a poco ir tomando el valle. El segundo jefe de estos incas, los llamados Sinchis, fue Sinchi Roca (1230-1260), hijo de Manco, instaurando así la Dinastía Hurin en la parte baja de la ciudad. Por otro lado estaba la Dinastía Hanan en la parte alta. 

Tras Sinchi Roca gobernaron Lloque Yupanqui (1260-1290), Mayta Cápac (1290-1320) y Cápac Yupanqui (1320-1350), el primero que comenzó a darse de leches con otros pueblos fuera del área cusqueña. Sin embargo, este gobernante Hurin murió posiblemente envenenado por una de sus concubinas, y entonces Inca Roca (1350-1380), de los Hanan, aprovechó para hacerse con el trono. Aquí se instaura el cargo de Inca, Sapa Inca o Cápac Inca, que viene a ser el rey. 

Se dice que se llegó a un pacto, y mientras los Hurin se dedicarían más a administrar la ciudad y la religión, los Hanan tendrían en poder militar, y se encargarían de la política exterior. De ahí que se diga que el gobierno inca fue una especie de diarquía, pero hay muchas dudas al respecto. Además el Inticancha dejó de ser el palacio real y ahora los Hanan construirían sus propios palacios. 

Durante el gobierno del Inca Yáhuar Huácac (1380-1400) hubo una rebelión de un pueblo conocido como los cuntis. Estos tipos se cargaron al rey inca y hubiesen destruido Cusco de no ser por una tormenta que les hizo retirarse por creer que los dioses les querían petar el ojal. El siguiente monarca fue Viracocha Inca (1400-1438), quien inició la primera gran expansión imperialista. Luchó contra los ayarmacas y los guayamarcas sin muchos problemas. Sin embargo se metió con quien no debía, con el poderoso estado chanca, quienes empezaron a atacar a poblaciones quechuas. 

Alrededor del 1438 comenzó un conflicto entre los chancas liderados por Anccu Hualloc y los incas liderados por Viracocha y su hijo Inca Urco, y los primeros decidieron atacar la ciudad de Cusco. Los dos líderes incas huyeron de la ciudad cagaos de miedo mientras el príncipe Cusi Yupanqui defendió valientemente la capital con ayuda de los canas. Según la leyenda, los incas vistieron monolitos con ropas para que parecieran soldados, y que cuando llegaron los enemigos estos soldados de Pururauca cobraron vida. 

Tras la Batalla de Yahuarpampa (1438) los chancas se tuvieron que retirar. Este príncipe fue ascendido como soberano y fue llamado Pachacútec o Pachacuti. Aquí el curacazgo inca comienza a transformarse en el Tahuantinsuyu, mejor conocido como el Imperio Inca. 

El Imperio Inca (1438-1537 a.C.)

Pachacuti (1438-1471) ahora era el rey de los Incas. De él se dice que fue un líder cojonudo, muy buen administrador, y bastante carismático. El símbolo de los reyes incas era principalmente el mascapaicha, o la borla real, y también solía portar un cetro de oro y una pica emplumada. Este tipo estaba al nivel de los dioses, y nadie del populacho podía hablarle ni mirarle a los ojos. Al morir el monarca, este era venerado por sus descendientes en las llamadas Panacas, linajes nobles. 

Los Sapa Inca, o reyes incas, eran guerreros, y una cosa curiosa es que cuando uno moría, el heredero era desheredado a favor de los otros hijos, y este tenía que ganarse nuevo patrimonio a base de conquistar más tierras, es decir, que creaba una nueva panaca. 

La nobleza fue conocida por los españoles como los Orejones, porque sus pesados pendientes les deformaban las orejas. Esta clase social no trabajaba, y vivían para ser servidos por el resto. Algunos de ellos ejercían como gobernadores provinciales, los Apunchic. Además tenían acceso a una educación superior. Las mujeres también eran educadas, pero en unas escuelas especiales llamadas Aclla Huasi, donde se convertían en acllas, esposas nobles, concubinas, tejedoras reales o vírgenes del Sol en los templos. 

Los campesinos eran los runa, y se agrupaban en comunidades o familias llamadas ayllus. De cada ayllu salía un jefe local o curaca, quien administraba el reparto de tierras e impartía justicia entre su clan, y algunos de estos podían llegar a ser nobles y tener el control de grandes centros si se portaban bien. Cada ayllu debía aportar campesinos y también soldados. Estos solían usar como armas la maza, y también lanzas, arcos y hondas. Algunos llevaban escudos y cascos de madera. 

La economía inca estuvo muy planificada, y el rey controlaba todo el proceso. Era dueño de las tierras, y este las repartía entre los sacerdotes y los diferentes ayllus. Se cree que los campesinos eran organizados comunalmente entre las diferentes tierras, mientras que la propiedad privada solo estaba reservada para las clases altas. Una parte de la producción iba para Cusco mientras que otra se la quedaba la familia. 

Los incas hablaron el idioma quechua, pero no conocieron la escritura, aunque sí que tuvieron el quipu, el sistema de contabilidad a base de cuerdecitas y nudos. Entre sus dioses más venerados estaban Viracocha, de origen preinca, el Sol Inti, la Luna Mama QuillaPachacámac, adorado en las costas, Pachamama, madre tierra, y MamaCocha, diosa del mar. 

Inca Urco volvió para reclamar el puesto de co-emperador pero nadie le quería y acabó siendo descuartizado. Otro que acabaría mal parado sería Tocay Cápac, líder de los Ayarmacas, que sería vencido tras la victoria inca de Huanancancha. Más de lo mismo pasaría con los Huancas. Por otro lado, Túpac Uasco, el último líder chanca, acabaría aceptando la soberanía inca. Tras esto se dirigió hacia el sur, al Collasuyo, donde se enfrentó en Pucará al curaca de los Collas, Colla Cápac y a otros reinos aimaras. 

Las obligaciones de gobierno hicieron que Pachacuti tuviese que quedarse en Cuzco organizando el Imperio, por lo que envió a su hermano Cápac Yupanqui a conquistar el Reino Chimú liderado por Minchancamán y a su hijo Túpac Yupanqui I contra los Chachapoyas y después contra los cañaris, a quienes arrebataría su capital, Tomebamba.

Como el territorio del Tahuantinsuyu empezaba a ser enorme se dividió en regiones o suyos, que a su vez estaban divididos en pequeños curacazgos regidos por curacas, que administraban y recogían tributos para el rey inca. Para cohesionar este imperio se creó el sistema de Mitmakuna o Mitimaes, es decir, deportaciones forzosas de gente de un lugar a otro para que enseñaran a otras gentes las leyes, costumbres y técnicas cusqueñas mientras quechuizaban a la población nativa. Es lo que pasó por ejemplo con los Aimaras. 

El inca construyó en Cusco grandes edificios, como el Coricancha, el recinto de Oro, el cual llenó de riquezas y jardines con plantas y animales. Y también levantó fortalezas-templo como la de Sacsayhuamán, al norte de la capital, con unas murallas ciclópeas compuestas por enormes bloques de piedra. 

A lo largo del Valle Sagrado del Urubamba se construyeron magníficas ciudades. Písac está a 30 km al norte de Cusco, y está construida sobre una montaña. Había un palacio, un templo y también un Intihuatana, que viene a ser un calendario astronómico. Otra cosa típica fueron las andanerías incaicas, terrazas para el cultivo con avanzados sistemas de regadío. Eso sí, sus instrumentos de labranza eran algo chuscos (taclla). También destaca Ollantaytambo, una ciudad con una planificación urbana excelente y en la que se puede ver una fortaleza y un Templo del Sol. 

Al final del camino estaba la mítica Machu Picchu, montaña vieja en quechua. Declarada como una de las 7 maravillas del mundo moderno, esta obra de arte de la ingeniería fue mundialmente conocida a partir del año 1911, cuando el profesor Hiram Bingham la encontró sin querer. Allí se encontró a dos familias de campesinos viviendo allí, los Recharte y los Álvarez, quienes aún cultivaban en el lugar. 

La zona urbana de Machu Picchu está dividida en dos. En la parte Hanan encontramos el torreón o Templo del Sol, la residencia real y también el Intihuatana, el monolito calendárico. En el sector Hurin están el grupo de los Morteros, posiblemente un Acllahuasi, o escuela de mujeres, el grupo de las 3 puertas, y el grupo del Cóndor, llamado así porque en su patio hay una piedra con una especie de cóndor tallado en ella. 

Otros sitios de interés son Pachacámac, el santuario costero inca, con sus templos al sol, la luna, palacios varios, plazas…; Sayacmarca, la llamada ciudad inaccesible, de posible origen colla; Phuyupatamarca, conocida como la ciudad entre las nubes por ser cubierta muchas veces por la niebla de montaña; y finalmente habría que destacar las ruinas de Wiñay Wayna, construida entre terrazas para la agricultura. 

A la muerte de Pachacuti gobernó Túpac Yupanqui I (1471-1493). Este Inca realizó campañas militares que expandieron aún más el imperio. En la costa acabó con el poderío marítimo del Señorío de Chincha, quienes se dedicaban mayormente al comercio. Por el norte derrotó a Chachapoyas y huambos, y logró la rendición de la capital chimú de ChanChan al desviar el curso del río Moche, que surtía de agua a la ciudad (1480). Llegó hasta Ecuador donde tomó la isla de Puná y fundó Quito, la actual capital. Tras eso se enfrentó a grupos jíbaros en el amazonas como los Paltas, y a otras gentes como los caras y los cañari, constructores de las fortalezas Pucará. 

Por el sur llegó hasta el río Maule en el centro de Chile, encontrándose con la resistencia de los grupos Mapuches (Batalla del Maule). Incluso se cree que estos incas fundaron un reino en el Amazonas llamado Paititi y que con una flota de barcas logró llegar hasta varias islas de la Polinesia Francesa, una de ellas pudo ser Rapa Nui, la Isla de Pascua. Para mejorar las comunicaciones se creó el Camino Real (Qhapaq Ñan), una ruta de más de 5000 km que iba desde Quito en Ecuador hasta Tucumán en Argentina. Cada 30 km había tambos, que eran como albergues para viajeros, y también se creó un sistema de postas para el correo imperial, los chasquis.

El siguiente rey fue Huayna Cápac (1493-1525), y se dedicó básicamente a intentar conquistar más territorio del norte, que estaba en parte inexplorado. Se dio de leches contra los Chachapoyas y contra una confederación de tribus del amazonas conocidos como los Bracamoros. Otros enemigos fueron los Shuar o jíbaros, unas gentes de la selva que lanzaban dardos venenosos y tenían la costumbre de reducir las cabezas de sus víctimas porque decían que así se quedaban con su alma (tzantzas). Yo gané una en un concurso de cortometrajes de zombies, mirad qué maja. 

Tuvo dos hijos importantes, Huáscar y Atahualpa. Este último le acompañó en una de sus expediciones en el norte, y luchó bastante bien en Colombia contra unas tribus llamadas Pastos, que fueron pasto de las espadas incas, y contra la Federación Quimbayá, los mejores orfebres de los Andes septentrionales. Ellos crearon lo que se conoce como aviones precolombinos, o Pájaros de Otún, y los misteriosos petroglifos de las Piedras Marcadas. 

En esos años empezaron a llegar noticias de unas extrañas gentes que habían venido en montañas que flotaban en el agua. Eran los españoles, pero Huayna Cápac nunca llegaría a verles, pues murió de viruela en el 1525, al igual que su hijo y sucesor Ninan Cuyuchi

¿Quién iba a ser ahora el nuevo Inca? Pues los Orejones eligieron a Huáscar (1525-1532), y esta decisión cabreó mucho a varios de sus hermanos, como Cusi Atauchi o Atahualpa. El primero intentó dar un golpe de estado y acabó muerto y el segundo se contuvo y se hizo con el cargo de gobernador de Quito. 

Huáscar sabía que Atahualpa le podía petar el cacas en cualquier momento, pues tenía mucha experiencia militar y a gran parte de las tropas de su parte. La paz entre los hermanos duró un par de años, hasta que finalmente Atahualpa se propuso echarle del poder comenzando una guerra civil, la cual ganó tras una batalla en Cotabamba

Ahora el rey era Atahualpa (1532-1533), pero no duraría mucho. Recibió la noticia de que un tipo llamado Francisco Pizarro había llegado a la región y quería verle, así que fue para Cajamarca para encontrarse con él. Atahualpa creía que se iba a encontrar con dioses, la reencarnación de Viracocha o algo así, y por ello entró en Cajamarca pisando huevos, con su séquito de más de 5000 bailarines, nobles y soldados. 

De los españoles se adelantaron el fraile Vicente de Valverde, un soldado y un intérprete. El primero le dijo a Atahualpa que aceptase la Biblia, pero este la tiró al suelo y ante tal blasfemia Pizarro dio la orden de atacar. Entre los arcabuces y los caballos, los incas se aterrorizaron y muchos huyeron. Algunos fueron tiroteados con las armas de fuego, y otros murieron asfixiados intentando salir pasando sobre los muros del recinto. Mientras tanto, el rey Atahualpa era capturado. 

Aunque estuvo prisionero, los españoles le dejaron estar con sus tres esposas y seguir administrando su imperio. Parece que hizo bastante amistad con Hernando Pizarro, hermano del conquistador, y hasta llegó a chapurrear castellano y a jugar al ajedrez. De hecho, el inca ofreció a Francisco Pizarro a su hermana para que se casase con ella. Era Quispe Sisa, pero fue bautizada como Inés Huaylas, y juntos tuvieron dos hijos. El español llegó hasta Cusco donde se relacionó con la nobleza partidaria de Huáscar, que estaba prisionero. Los españoles le ordenaron una audiencia con Huáscar para charlar, pero se dice que el inca ordenó a sus soldados que le tiraran por un precipicio, por el riesgo que suponía para su poder.

Atahualpa quería ser libre, y ofreció a los españoles llenar aquella sala, el Cuarto del Rescate, de oro y plata a cambio de su liberación. Y eso hizo el rey inca, la llenó hasta los topes, pero Francisco Pizarro tenía otros planes. Tras hacer que su hermano y otros partidarios de dejar en paz al inca se diesen el piro, Pizarro organizó un consejo de guerra y juzgó al inca por delitos de regicidio, herejía, incesto y mil cosas más. Vamos, que acabó siendo ahorcado en el 1533, y poco después Pizarro fundaría la Ciudad de los Reyes en Perú, la actual Lima

Muchos grupos aprovecharon la llegada de los españoles para aliarse con ellos en la toma de Cusco. Huancas, Chachapoyas, Huaylas, cañaris… Entre todos lograron hacer caer a Cusco en el año 1537 y con ello, el gran poderío del Imperio Inca terminó. Mentira, aún sobreviviría unas décadas más. Cuatro herederos de Huayna Cápac resistieron en el llamado Imperio Neo-Inca de Vilcabamba entre el 1537 y el 1572. Túpac Amaru I fue el último de estos reyes, pero fue capturado y decapitado y con esto sí, ya todo Perú cayó en manos españolas.