La siguiente historia tiene lugar entre el año 1519 y el 1521 d.C.
HERNÁN CORTÉS Y LA CAÍDA DE TENOCHTITLAN (1519-1521)
Hablemos ahora de Hernán Cortés y la conquista de Tenochtitlan, la capital del Imperio Mexica, o Imperio Azteca, o Triple Alianza, como prefiráis.
Esta historia empieza en 1504 o en 1506. En alguno de estos años, un joven extremeño de Medellín llamado Hernán Cortés decidió viajar a las Américas buscando fama y fortuna.
Se dice de Cortés que era un tipo de contrastes. Por un lado, era culto, educado y bienhablado. Nunca blasfemaba ni levantaba la voz. Por otro lado, era mujeriego, amaba la violencia y las emociones fuertes, era valiente y temerario, y manejaba bien las armas.
Una vez en América, Cortés se puso bajo las órdenes del gobernador Nicolás de Ovando como escribano en Azua de Compostela, y participó en varias campañas bélicas en La Española y en la conquista de Cuba. Tras esto, recibió la encomienda de Manicarao, en Cuba. También fue alcalde de Santiago de Baracoa.
En esos años, Cortés se casó con Catalina Suárez Marcayda, hija de un poderoso terrateniente de la isla. Estuvieron casados diez años, hasta la muerte de ella, pero de los 11 hijos que Cortés tuvo, ninguno fue con ella, sino con 6 mujeres diferentes. Parece ser que Cortés no quería casarse con la chavala, pero fue presionado por el teniente de gobernador de Cuba Diego de Velázquez, ya que Catalina estaba emparentada con él, y le dijo: “oblígale a que se case conmigo”. Y eso pasó.
Hablando de Velázquez, este tipo envió varias expediciones fallidas a explorar la zona de Yucatán, la de Francisco Hernández de Córdoba y la de Juan de Grijalva. Ya hablé de ellos en un capítulo anterior.
En octubre de 1518, Velázquez puso a Cortés al mando de una nueva expedición a la zona. Se suponía que esta expedición era para buscar a Grijalva, en plan de apoyo y ayuda, pero Cortés tenía otras intenciones. Con su propio dinero reclutó soldados y armas. Contrató 11 barcos, 518 soldados, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros y 110 marineros, además de 200 indígenas americanos y africanos como tropas auxiliares.
Algunos personajes importantes de esta expedición serían capitanes como Pedro de Alvarado, Cristóbal de Olid, Alonso de Ávila o Gonzalo de Sandoval, que era su primo… el piloto Antón de Alaminos… el cronista Bernal Díaz del Castillo… el conquistador africano Juan Garrido… También estaba Melchorejo, un joven maya raptado por la expedición de Córdoba que haría de intérprete. Muchos de estos soldados eran veteranos de las guerras de Italia, lo mejorcito que había en Europa en aquella época.
Mientras tanto, todas sus propiedades de Cuba las dejó a cargo de Juan Súarez, su cuñado.
Cuando Velázquez se coscó de que Cortés había zarpado para emprender una conquista no autorizada, se cabreó mazo, y envió varios barcos a detenerle, aunque no consiguieron nada. Luego volveremos a esto.
Mientras tanto, Cortés iba explorando la zona de Yucatán. Concretamente pararon en Cozumel. Allí tuvo contacto con algunas poblaciones mayas, y las relaciones parece que fueron pacíficas.
Aunque la historia de los mayas ya la conté en los vídeos sobre Culturas Precolombinas, hagamos un breve repaso para poner todo en contexto.
El apogeo de la Civilización Maya tuvo lugar entre el año 300 y el 900 d.C., el llamado Periodo Clásico. Durante esta época se construyeron las principales ciudades y pirámides de las tierras bajas, como Tikal, Calakmul o Palenque. En estos años desarrollaron una rica mitología, un sistema de escritura, una arquitectura compleja… con pirámides, templos y campos de juego de la pelota… y sus conocimientos astronómicos los llevó a elaborar uno de los calendarios más precisos del mundo. Pero por otro lado sorprende que desconocieran elementos tan útiles como la polea, el arado, la metalurgia de hierro, o la rueda, aunque se sabe que hubo algunos juguetes con ellas.
Entre los años 700 y 900 no se sabe bien qué pasó, pero se produjo un colapso político y social y muchas de estas ciudades se abandonaron. Las teorías hablan de sobrepoblación, guerras internas, sequías y degradación del medio ambiente debido al sistema de tala y quema. Nada que ver con alienígenas.
De todas formas, la civilización maya resucitó durante el periodo Postclásico, pero esta vez en el norte de Yucatán, con ciudades como Chichén Itzá o Uxmal. Hacia el 1200 estas ciudades declinaron y acabaron comidas por la selva.
La ciudad que lo petaría en los siguientes siglos sería Mayapán, destacando la Liga de Mayapán, una alianza entre diferentes ciudades mayas de la zona, pero también cayó hacia el año 1441, en medio de un colapso político parecido al del final del periodo clásico.
Cuando los europeos llegaron a América, los grandes centros urbanos mayas habían perdido su importancia, y se constituyeron unos 16 cacicazgos autónomos por toda la zona que se peleaban entre sí y que subsistían especialmente gracias a la caza y a la pesca.
Volviendo a la historia, parece que fue en esta isla de Cozumel donde Cortés encontró a Jerónimo de Aguilar, quien llevaba 8 años esclavizado plantando maíces en aquel lugar. No sé si os acordaréis de él. En un vídeo anterior vimos que su barco había naufragado y había terminado viviendo con los nativos junto con Gonzalo Guerrero. Aguilar había aprendido maya, así que se convirtió en el intérprete principal de Cortés.
También rescataron a una indígena de Jamaica a la que los mayas habían capturado para sacrificar, y cerca de allí Cortés se encontró un perro abandonado de una expedición anterior, y lo adoptó como su mascota.
Tras esto, el conquistador extremeño y su flota fueron bordeando la costa yucateca y llegaron hasta la cercana ciudad de Potonchán, ciudad del cacique Tabscoob, cuya gente era supuestamente amistosa según contaban anteriores exploradores. Pues ahora habían cambiado por completo de rollo, y les empezaron a lanzar flechas. Cortés cogió a sus hombres, atacó la ciudad por dos frentes y tras una breve lucha, se hizo con su control.
El problema es que más mayas de la zona decidieron unirse para luchar contra Cortés, y aquí tuvo lugar la Batalla de Centla de 1519. Los mayas, dirigidos por Tabscoob, eran miles, no se sabe el número exacto. Sin embargo, fueron vencidos por 400 españoles. Parece ser que la gran mayoría de nativos se asustaron y huyeron con el sonido de los arcabuces. Y también se cuenta que otros muchos se asustaron al ver a los jinetes, ya que pensaban que el humano y el caballo era un único ser.
Tabscoob se rindió y envió al campamento español obsequios de oro, jade, turquesa, pieles de animales y 20 jovencitas. Una de ellas fue Malintzin, también conocida como la Malinche, y que los españoles llamaron Marina.
Malinche era de origen nahua, originaria de la zona de Oluta o porai, y sus padres eran caciques del pueblo de Copainalá. Su padre murió, su madre se casó de nuevo, y el padrastro decidió venderla a unos traficantes de esclavos de Xicalango, zona controlada por los mexicas.
Mientras tanto, estos aztecas estaban en guerra con los mayas de Tabscoob, y durante un acuerdo de paz, Malinche acabó entregada como tributo al cacique maya. Allí aprendió a hablar el idioma maya. Y ahora también aprendería español.
Así, la chavala se convirtió en traductora de Cortés, en su consejera y también en su amante, y juntos tendrían un hijo llamado Martín Cortés Malintzin, considerado uno de los primeros mestizos de México. Incluso la chavala llegó a tener una encomienda. Pero ya hablaremos de eso. Al principio Cortés se la había entregado a Alonso Portocarrero, pero poco después le envió a España para entregar mensajitos y Cortés ya la cortejó.
Algunos consideran a Malinche como una traidora a su patria, pero eso no tiene mucho sentido. Para empezar, ella no era azteca. Y también, la tía fue vendida como esclava por su familia, por los mexicas y por los mayas. Cortés en cambio se lio con ella y le dio tierras. ¿De qué lado iba a estar la chica?
Es que también es muy americano-céntrico pensar que entre las diferentes tribus de América se deban alguna clase de respeto o pacto de no agresión mutuo siempre que sea contra el conquistador europeo. Pero es que para Malinche y para para cualquier nativo de América, un azteca o maya podía ser igual de extranjero que un europeo, independientemente de la proximidad étnica o lingüística que tuvieran.
En fin, continuemos. Tras la gran victoria de Cortés, los españoles fundaron en aquel lugar la Villa de Santa María de la Victoria, la primera ciudad española en territorio mexicano. Dejaron allí a varios españoles, pero más tarde, Tabscoob se los cargaría.
Tras eso, Cortés puso rumbo hacia el norte y llegaron a San Juan de Ulúa en abril de 1519. Allí Cortés habló con dos caciques locales, Cuitlalpitoc y Teudile. El extremeño les contó que los mayas le habían contado que cerca de allí regía un poderoso rey, o tlatoani, llamado Moctezuma II, quien regía el Imperio Azteca, o Imperio Mexica, o Triple Alianza, cuya capital era Tenochtitlan, situada a unos 300 kilómetros de allí, en lo que hoy es Ciudad de México.
Teudile fue a la capital a entregarle el mensaje a Moctezuma, y luego volvió cargado con cien cajas llenas de oro, piedras preciosas y ropajes. Se supone que el emperador envió eso para que lo cogieran y se fueran. Craso error. Eso solo hizo que Cortés y los suyos tuvieran más ganas de visitar aquel lugar.
Según un mito tolteca adoptado por los aztecas, uno de sus dioses más importantes, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, se había ido del continente justo por esa zona a la que había llegado Cortés, diciendo que en el futuro volvería y que con él llegaría el fin del mundo.
Y es que los aztecas habían preferido adorar a Huitzilopochtli, quien requería sacrificios humanos, en vez de Quetzalcóatl, un dios más benévolo de origen más antiguo que ellos. El rechazo de este dios por los aztecas quedó grabado en la cultura colectiva del lugar con este mito apocalíptico. De ahí que se diga que muchos pensaron que los europeos, y Cortés en particular, era la reencarnación de Quetzalcóatl, o los hijos de éste. De todas formas, esta creencia no duró mucho.
Aprovecho este momento para, al igual que hice con los mayas, resumir brevemente la historia de Mesoamérica, sin incluir a los mayas, claro. La primera gran cultura de lo que hoy llamamos México sería la Cultura Olmeca, que alcanzó su apogeo entre el 1200 y el 500 a.C. Son famosos por estas cabezas de piedra y figuras hechas de jade. También estaban en el sur los mixtecas y los zapotecas, cuya urbe más famosa era Monte Albán.
El auge de esta ciudad hacia el año 200 d.C. dio comienzo al Periodo Clásico. Fue en estos años cuando se produjo un gran desarrollo económico y comercial que facilitó la creación de grandes ciudades como Teotihuacán, en el centro mexicano. Fue la urbe más grande de esa época, y su origen todavía está lleno de interrogantes. Finalmente destacaría El Tajín, capital de los totonacas.
El caso es que por el año 700 d.C., todas estas culturas comenzaron un lento declive. Se piensa que fueron los mixtecas quienes empezaron una guerra de conquista que terminó con Teotihuacán ardiendo y siendo abandonada.
Por el año 900 d.C. comenzaría el Periodo Post-Clásico, donde resurgieron algunas culturas y aparecieron otras nuevas de corte muy militarista provenientes del norte. Estas fueron las migraciones de pueblos náhuatl.
Hubo varios grupos migrantes, pero el primero en instalarse en lo que hoy es México serían los Toltecas, y su ciudad principal sería Tula. Estos toltecas adoraban al dios Quetzalcóatl, y se cuenta que un grupo de ellos migró a Yucatán y se mezclaron con los habitantes de Chichén Itzá, creando un culto a una serpiente emplumada a la que ellos llamaban Kukulkán, que vendría a ser el mismo dios.
Para acabar estarían los Tarascos, cuya lengua no está emparentada con ninguna de su alrededor. Entre estos tarascos destacan los Purépechas, cuya capital era Tzintzuntzan, a orillas del lago Pátzcuaro.
Finalmente, hacia el año 1325 llegarían tras una larga migración los Aztecas. Según el mito, venían de un lugar llamado Aztlán, de ahí el nombre azteca. Según el rastro lingüístico se piensa que su origen podría haber estado por Arizona o porai. El caso es que, tras destruir a los tepanecas, quienes dominaban el valle en aquel entonces, estos aztecas o mexicas se instalaron en el centro del valle de México, o Valle de Anáhuac, fundando Tenochtitlan.
Poco a poco fueron absorbiendo el conocimiento de otros pueblos de alrededor hasta crear la cultura más avanzada de la zona. Desarrollaron un sistema de escritura propio y también un calendario, que podemos ver en la famosa Piedra del Sol, a menudo confundido con el calendario maya.
Los mexicas, liderados por su tlatoani Itzcoátl, se aliaron con ciudades como Tlacopán y Texcoco, y formaron la Triple Alianza en 1427. Todos juntos fueron poco a poco sometiendo un montón de territorios de alrededor. Las mayores conquistas fueron realizadas por el 1490 durante el reinado del tlatoani Ahuízotl, el rey antecesor de Moctezuma II. Y creo que con toda esta información ya podemos continuar con la historia.
Cortés fundó en la costa la ciudad de Villa Rica de la Vera Cruz, que se convertiría en su campamento principal, aunque cambiaría varias veces de sitio hasta ubicarse en lo que hoy es Veracruz. La fundó con cabildo propio, y sus hombres le nombraron capitán general de aquellas tierras, saltándose a la torera la autoridad de Cuba, representada por Velázquez.
Pronto el pueblo de los totonacas pidió ayuda a Cortés. El cacique Xicomecoatl, gobernante de Cempoala, invitó a los españoles a su ciudad para proponerle una alianza.
Les contó que tiempo atrás su pueblo era libre, pero llegaron los mexicas y les ordenaron rendirles tributo a ellos y a sus dioses, y de vez en cuando secuestraban a chicos y chicas jóvenes de sus pueblos para ser sacrificados en el Templo Mayor de Tenochtitlan.
Cortés decidió ayudarles y ambos formaron una alianza. Tras esto, los totonacas aceptaron la autoridad española, se bautizaron en el cristianismo, y entregaron mujeres como regalo a los españoles.
Justo llegó un grupo de recaudadores de impuestos aztecas, los calpixques, y los apresaron para luego liberarles para que entregaran el mensaje a Moctezuma de que querían una reunión amistosa.
Moctezuma no lo vio bien e instigó a un pueblo vecino atacar a los españoles y a los totonacas. Por suerte, un conquistador vasco llamado Heredia pegó un tiro y todos los atacantes se retiraron.
Cortés decidió entonces que iban a conquistar a ese Imperio Azteca. El problema es que no tenía permiso ni de Velázquez ni de la Corona, y lo que estaba haciendo era ilegal. Algunos marineros y soldados se le amotinaron sin éxito, y Cortés ejecutó a los cabecillas rebeldes.
Para evitar futuras deserciones, Cortés lo que hizo fue hundir todos sus barcos. Con la excusa de que la broma había carcomido el casco, ordenó sacar todo lo importante de los barcos y luego los barrenó, y dejó que se quedaran varados en la costa. Algunos dicen que fueron quemados, pero eso es falso.
Así, en agosto de 1519, Cortés y sus hombres comenzaron una marcha hacia el interior. Eran 400 soldados españoles y 1300 guerreros totonacas.
Su primera parada fue en el territorio de la Confederación de Tlaxcala, donde vivían los Tlaxcaltecas. Estos tenían una guerra abierta con los aztecas, y se organizaban en algo parecido a una república senatorial. Esta gente estaba hasta los huevos de las Guerras Floridas, unas guerras muy cruentas en las cuales los aztecas buscaban capturar prisioneros para luego sacrificarlos.
Aunque también es verdad que los tlaxcaltecas, al igual que muchos pueblos del alrededor, tenían costumbres similares. Sacrificios rituales y antropofagia.
Los tlaxcaltecas cortaron el paso a Cortés y se enfrentaron en varias batallas por la zona, pero perdieron. Viendo la superioridad de sus enemigos, el Senado tlaxcalteca, que había estado dividido, ordenó rendirse y pidió la paz. Así comenzó la alianza de Cortés con esta gente, y recibieron otros 3000 soldados nativos. Además, Pedro de Alvarado se casó con una noble nativa a la que bautizaron como María Luisa. Cortés además prohibió sacrificar a gente y comer carne humana.
Días después, Cortés llegó a Cholula, una ciudad aliada de los aztecas. Era una ciudad bastante grande, la segunda más grande de la región por detrás de Tenochtitlan. Las autoridades de Cholula recibieron a Cortés, aunque hicieron que los Tlaxcaltecas se quedaran fuera, porque entre Cholula y Tlaxcala había muy mal rollo.
El caso es que los líderes de Cholula acogieron a los españoles durante dos días, pero al tercero, una anciana confesó a Malinche que un escuadrón de 20.000 guerreros mexicas se estaba acercando a la ciudad para emboscarles y matarlos a todos. Aparte, los totonacas descubrieron trampas para caballos y explicaron que el sacrificio de niños por parte de los cholultecas que realizaron ese día formaba parte de un ritual para iniciar acciones bélicas.
Cortés decidió atacar primero y entonces ocurrió la llamada Matanza de Cholula, donde los españoles y sus aliados tlaxcaltecas y totonacas se cargaron a unos 5000 cholultecas. Este hecho tiene bastante controversia, ya que fue muy sangriento y se mató a gente desarmada que no suponía una amenaza. Bartolomé de las Casas o Toribio de Benavente calificaron el hecho como algo completamente injustificado e innecesario. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que en esta matanza participaron miles de tlaxcaltecas, que les tenían unas ganas terribles a los cholultecas por intentos suyos de invasión ocurridos tiempo atrás. En fin, que al final Cortés pactó con los líderes y le dieron unos 2000 soldados cholultecas.
Después de dos semanas de descanso, el contingente español retomó el rumbo hacia el centro de lo que hoy es México. Pronto, Cortés y sus tropas llegaron al Lago Texcoco, y allí pudieron contemplar la enorme ciudad de Tenochtitlan.
Una ciudad enorme y alucinante construida en mitad del lago, conectada a tierra por tres largas calzadas. En el centro estaban el Templo Mayor, donde se realizaban los sacrificios. También estaba el gran mercado de Tlatelolco, la ciudad vecina pegada a Tenochtitlan, y finalmente destacaré el lujoso palacio del Emperador. Alrededor de la ciudad estaban las chinampas, que eran mini-islitas destinadas al cultivo, y allí también había casas donde vivía la mayoría de la población. Se estima que allí vivían 120.000 personas.
Y a eso habría que añadir otras ciudades importantes de la cuenca del lago, como Texcoco, Tlacopán, Coyoacán, Iztapalapa y otras más.
También se cuenta que uno de los capitanes, Diego de Ordás, fue el primer europeo en ascender a la cima del cercano volcán de Popocatépetl. Hay que tener en cuenta que este valle de Anahuac es una zona de actividad volcánica y donde suele haber terremotos de alta magnitud. Esto tendrá su importancia más adelante. Si os preguntáis para qué subió allí, fue para coger azufre para hacer pólvora.
En fin, que Cortés y los suyos llegaron a Tenochtitlan y se entrevistaron con Moctezuma II. Les recibió con regalos, les enseñó la ciudad, el palacio… y todo parecía ir genial. El tlatoani les hospedó en el Palacio de Axayácatl, su padre, quien también había sido emperador tiempo atrás.
Fue aquí donde los españoles levantaron una pequeña capilla cristiana, pero el carpintero notó una puerta tapiada en la pared. Al tirarla abajo descubrieron un gran tesoro. Todos se alegraron por el descubrimiento, pero Cortés dijo que retapiaran el lugar por si acaso les asesinaban.
Otro día, Moctezuma les hizo una guía turística por el centro y los subió al templo de Huitzilopochtli y Tlaloc. Sin embargo, la visita no fue muy agradable, pues varios de los castellanos casi echan la pota. El templo estaba lleno de sangre, tripas y había cortinas de piel humana. Cortés y Moctezuma discutieron y este les retiró la palabra durante varios días.
También se acojonaron un poco con unas estructuras llamadas Tzompantli, donde los aztecas colocaban los cráneos de sus sacrificados para que todo el mundo pudiera verlos. Según su religión, estos sacrificios eran necesarios para que el sol volviese a salir, evitando así el apocalipsis.
Mientras esto ocurría, en Veracruz sucedió la Batalla de Nautla, en la cual un destacamento azteca atacó a los totonacas. Aquí murieron varios españoles como Juan de Escalante, y otro, Juan de Argüello, acabó decapitado y su cabeza fue entregada a Moctezuma. Dicen que fue en este combate cuando los mexicas se dieron cuenta de que los españoles no eran dioses y podían ser derrotados, de ahí que le enviaran la cabeza al emperador.
La situación se fue poniendo cada vez más tensa en Tenochtitlan y los españoles se empezaron a emparanoiar muy fuerte. Cortés y los suyos, decidieron tomar al emperador como rehén. Cortés exigió saber qué había pasado en Veracruz, y los capitanes mexicas confesaron que el ataque había sido ordenado por Moctezuma.
Para complicar las cosas, 18 barcos llegaron a Veracruz. Eran las tropas del gobernador Diego de Velázquez, comandadas por Pánfilo de Narváez, quien había llegado para arrestar a Cortés y a los suyos.
Se cuenta que uno de los esclavos negros de esta expedición, Francisco Eguía, llegó enfermito. Dicen que posiblemente fuera viruela, enfermedad que se propagaría por la zona en los meses siguientes.
Cortés tuvo que abandonar Tenochtitlan para confrontar a Narváez, y en la ciudad dejó a Pedro de Alvarado junto a 300 españoles y varios cientos de nativos aliados. En una emboscada nocturna logró capturarle, y en la refriega, Narváez perdió un ojo. Después Cortés intentó convencer a los soldados españoles que acababan de llegar de que se cambiaran a su bando. Fue sencillo, con solo enseñarles todo el oro que habían conseguido, los soldados ya decidieron ayudar a Cortés.
Poco se habla de mujeres conquistadoras, pero de aquí podríamos destacar a Isabel Rodríguez, que ejerció como soldado y como líder del cuerpo de enfermeras de la expedición. Junto a ella destacó una enfermera afro-española llamada Beatriz de Palacios, apodada La Parda.
Mientras tanto, Pedro de Alvarado estaba acojonado en la capital.
Mucha gente de la alta sociedad azteca se estaba congregando en la Plaza Mayor, supuestamente para una celebración en honor a Huitzilopochtli y Tezcatlipoca, los dos principales dioses aztecas.
Alvarado fue advertido por los tlaxcaltecas de que aquella celebración llamada Toxcatl era el mejor momento para que los aztecas se alzaran contra ellos, y que tuvieran cuidado. Durante la celebración, los aztecas se pusieron a sacrificar a un par de chavales y a gritar y a tocar los tambores. Con la paranoia a máximo nivel y pensando que todo era una trampa, aquí pasó lo mismo que el Cholula. Pedro de Alvarado decidió atacar por sorpresa, y así tuvo lugar la Matanza del Templo Mayor, en la cual Alvarado, algunos de sus hombres y aliados nativos, comenzaron a cargarse a nobles aztecas que parecían sospechosos, pero la cosa se fue de madre y acabaron cargándose a mazo de gente que pasaba porai.
La cosa es que este ataque provocó justo lo que estaban evitando, y muchísimos guerreros mexicas se les echaran encima a los españoles. Alvarado y sus tropas tuvieron que correr a refugiarse en el palacio acojonadísimos.
Días después, en junio de 1520, el ejército de Cortés, ahora ampliado por más españoles y más nativos, volvió a entrar en Tenochtitlan. Cuando llegó vio todo el revuelo, y habló con Moctezuma para que rebajase la tensión. Y por supuesto, a Alvarado le echó una bronca de la hostia por haberla liado tantísimo.
El hermano del emperador, Cuitláhuac, fue enviado a parlamentar con los rebeldes, liderados por Cuauhtémoc, el hijo del emperador anterior, pero terminó cambiando de bando. Cortés vio la situación muy chunga, y lo único que quería es que les dejaran salir de la ciudad. Moctezuma salió a una balconada para calmar a la ciudadanía, pero estos le empezaron a tirar piedras y el emperador acabó muriendo de una pedrada en la cabeza. Cuitláhuac fue elegido nuevo tlatoani, aunque le coronaron más tarde.
Los rebeldes empezaron a sitiar el palacio. Estaban completamente rodeados. Tenían que huir como fuera. El problema era que solo había 3 calzadas por las que escapar, y los habitantes habían quitado los puentes levadizos, así que los españoles tuvieron que fabricar pasarelas con las vigas de madera del techo del palacio. A un tipo llamado Blas Botello le ordenaron fundir todo el oro que pudiera para llevárselo. De este tipo se decía que era nigromante.
La noche del 30 de junio de 1520 se escabulleron silenciosamente y se dirigieron a una de las calzadas que salía de la ciudad. Sin embargo, por el camino fueron descubiertos y los aztecas fueron a por ellos.
Los mexicas acosaron a los españoles tanto por la pasarela como lanzándoles flechas desde las canoas. Muchos soldados murieron, otros cayeron al lago y se hundieron por el peso del oro que llevaban… y otros fueron capturados y sacrificados más tarde junto a sus caballos.
En el palacio se atrincheraron unos pocos españoles junto con el esclavo africano enfermo que mencioné antes. Él no lo sabía, pero gracias a la propagación de su enfermedad lograrían conquistar Tenochtitlan. Aunque el pobre acabaría sacrificado igualmente.
Se estima que palmaron entre 400 y 800 españoles y 1000 guerreros tlaxcaltecas.
Solo Cortés, Malinche, Pedro de Alvarado y un tercio de sus hombres lograron salir de Tenochtitlan. A este hecho se le conoce como La Noche Triste.
A pesar de haber abandonado la ciudad, los aztecas siguieron persiguiendo a los españoles y tlaxcaltecas huidos. Estos llegaron hasta Otumba, donde descansaron y se reorganizaron. Estaban agonizantes. Les iban a dar alcance. Su única opción de salir vivos era enfrentándose a sus perseguidores.
Aquí se produjo la Batalla de Otumba, donde unos 500 españoles y 1000 tlaxcaltecas se enfrentaron al ejército mexica del general Matlatzincátzin, compuesto por más de 20.000 soldados de la Triple Alianza.
Los españoles estaban en clara inferioridad numérica, y sin embargo, lograron una victoria rotunda.
Los mexicas no conocían las estrategias europeas, y los españoles resistieron formando un círculo con lanceros y rodeleros, que fue repeliendo los ataques. Por cierto, en esta batalla luchó María de Estrada, una de las pocas mujeres conquistadoras.
Los aliados tlaxcaltecas chivaron a Cortés que, si lograba matar al general y robarle su estandarte real, lograría una victoria automática, ya que todos los demás soldados se tendrían que retirar para reagruparse y nombrar un nuevo líder.
Por ello Cortés decidió realizar una arriesgada carga de caballería para llegar hasta el cerro donde se encontraba el general azteca. El plan salió perfecto, y entre Cortés y Juan de Salamanca lograron dar muerte al general, y todas las tropas mexicas se retiraron.
Los supervivientes volvieron a Tlaxcala y allí descasaron durante casi un año entero. Allí reforzaron su ejército y forjaron nuevas alianzas con pueblos cercanos que también odiaban a los mexicas. Aparte, también llegaron refuerzos por mar, unos 1400 españoles armados hasta el culo.
Los mexicas enviaron una embajada a Tlaxcala para proponerles paz absoluta y fin del embargo comercial a cambio de que traicionaran a los españoles, y los tlaxcaltecas respondieron que ni de coña.
Finalmente, en la ciudad de Texcoco había una crisis sucesoria, y uno de los pretendientes, Ixtlilxóchitl II, acudió a Cortés y le dijo que, si le ayudaba a tomar su ciudad, le ayudaría con el tema del asedio a Tenochtitlan. Y eso pasó, y Texcoco se convirtió en la base de operaciones para tomar Tenochtitlan.
Los españoles contaban con 1300 infantes, 184 arcabuceros, 100 jinetes, y entorno a 50.000 guerreros nativos aliados.
Mientras tanto, en esa ciudad, el emperador Cuitláhuac murió debido a la viruela, enfermedad que causó estragos en la ciudad. Cuauhtémoc fue nombrado nuevo tlatoani.
La estrategia de Cortés para conquistar Tenochtitlan fue desmontar los barcos en los que habían llegado, que estaban inutilizados, y construir 13 bergantines en Texcoco, y atacar la ciudad por agua con cañones y ballestas. Mientras tanto, tropas de tierra cerraban los accesos, aislado la ciudad, y también cortaron el acueducto de Chapultepec, que llevaba agua potable a la ciudad. Las tomas de Coyoacán e Iztapalapa salieron bien, pero en Xochimilco tuvieron que retirarse.
Luego por las calles de la ciudad, los castellanos fueron avanzando gracias a ingenios blindados con ruedas y pequeñas torres de asedio. Y así, hasta una gran batalla ocurrida en la plaza de Tlatelolco.
Tras 75 días de asedio, el 13 de agosto de 1521, Hernán Cortés logró tomar la ciudad de Tenochtitlan.
Se cuenta que fueron los tlaxcaltecas, los totanacas y otros aliados de Cortés los que más se ensañaron con los vencidos aztecas, debido al odio que les tenían por todos los agravios del pasado. Se estima que 15.000 mexicas fueron masacrados el primer día de la conquista, sin contar los múltiples saqueos a los edificios.
Cortés intentó poner orden, y dijo a sus aliados indígenas que no se excedieran, pero la superioridad numérica, les hacía imposibles de controlar. Y es que sin ellos, los españoles jamás hubieran podido conquistar Tenochtitlan.
Estos aliados volvieron a sus ciudades ahora libres del yugo azteca cargados de carne humana de sus enemigos para consumir en sus fiestas.
El emperador Cuauhtémoc fue capturado mientras trataba de huir con su familia y sus riquezas en unas canoas. Fue torturado por Cortés echándole aceite hirviendo en los pies para que le revelara dónde estaba el oro de la ciudad que se había perdido en el lago durante la Noche Triste. Ese es el famoso Tesoro de Moctezuma. Unos dicen que nunca lo encontraron y otros que Cortés y los suyos se lo quedaron todo.
Cortés dejó al emperador con vida, a cambio de que se sometiera a la Corona Hispánica. Gracias a esto, aseguró la colaboración de los mexicas que quedaban para restaurar la ciudad. También intentó proteger a las familias nobles aztecas que quedaron con vida.
Entre ellos, varios hijos de Moctezuma.
Una hija importante es Tecuichpo Ixcaxochitzin, esposa de Cuitláhuac y luego de Cuauhtémoc. Fue bautizada como Isabel de Moctezuma, se casó con un conquistador de origen vasco, Juan de Tolosa, y acabó rigiendo la encomienda de Tlacopan, la más grande del valle de Anáhuac.
También tuvo una hija con Cortés; ya sabemos que era un pichabrava.
El hermano de Isabel, Pedro de Moctezuma, también es famoso. Tuvo un hijo llamado Ihuitemotzin, o Diego Luis, quien viajó a España y acabó casado con una noble y darían lugar a una estirpe nobiliaria. En 1627 se creó el condado de Moctezuma de Tultengo, cuyo conde sería un bisnieto de Moctezuma II, Pedro Tesifón de Moctezuma.
Luego este condado se elevó a rango de ducado y todavía continúa existiendo. Este hombre, Juan José Marcilla de Teruel-Moctezuma es uno de los actuales descendientes del tlatoani en el ducado.
¿Qué pasó en Mesoamérica tras esta conquista? ¿Y qué pasó con Hernán Cortés tras la conquista de Tenochtitlan? Eso lo veremos en el siguiente capítulo.