La siguiente historia tiene lugar entre el año 1294 y el 1552
ASIA CENTRAL 5: TAMERLÁN Y EL FIN DE LOS MONGOLES
El Declive de los Mongoles (1294-1368)
Tras la muerte de Kublai Kan ninguno de sus sucesores pudo estar a la altura. Temur Kan fue un gobernante competente, aunque tampoco hizo nada relevante aparte de salir victorioso del conflicto con Kaidu.
En el año 1332 comenzó a gobernar en China el kan Toghon Temur. Con él las cosas en China parecieron mejorar. La economía se estabilizó, pero sólo para irse todo a la mierda. Como ya conté en el vídeo de la Peste Negra, esta terrible enfermedad surgió durante estos años en algún lugar de China, y se cebó matando a millones de personas. Si queréis saber más de este asunto, arriba saldrá un enlace al vídeo de la peste negra.
Para empeorar las cosas, el río Amarillo se desbordó entero y destruyó cientos de miles de campos de cultivo. La hambruna subsiguiente creó movimientos de protesta entre el campesinado que se canalizaron en la Revuelta de los Turbantes Rojos, que comenzó en 1351. Uno de estos campesinos rebeldes, Zhu Yuanzhang, logró ocupar Janbalik, la capital de la China Yuan, en 1368. Echó al kan mongol Toghon Temur y fundó la Dinastía China de los Ming, y él se nombró Hung-Wu.
Toghon Temur huyó al norte de China donde fundó la Dinastía Yuan del Norte, una confederación nómada que volvió a la forma de vida que los mongoles tenían durante la época de Gengis. Aún así siguieron en muchas guerras contra los Ming durante años, y en 1388, tras la derrota mongola en la Batalla del Lago Buir, los mongoles quedaron tan debilitados que empezaron a ganar relevancia los oirates, otra tribu nómada de Mongolia. Estos les absorbieron durante medio siglo, pero Dayan Kan logró reunificar a los mongoles 1490.
Durante el siglo y medio siguiente, los mongoles siguieron dominando las estepas mongolas hasta el año 1635, cuando fueron conquistados por los manchúes de la Dinastía Qing.
A los otros kanatos mongoles tampoco les fue especialmente bien. La Horda de Oro se dividió en dos tras la muerte de Mengu Timur en 1281. Un general mongol llamado Nogai se hizo con el poder de facto del kanato y puso a varios kanes títeres. Logró que Serbia le pagase tributo en 1292, y el emperador bizantino Miguel VIII Paleólogo le dio a una de sus hijas bastardas en matrimonio, Eufrósine. Uno de los kanes títeres, Toqta, se rebeló y logró darle muerte a Nogai.
Luego reinó Uzbeg Kan, quien estuvo en el poder casi 3 décadas. Este es famoso por haber adoptado el islam como la religión oficial de la Horda.
En 1314 construyó una enorme mezquita en Solkhat, en Crimea, y prohibió el budismo y las prácticas chamánicas tradicionales de los mongoles. Cualquier oposición fue aplastada. Con los años la cosa se relajó y la ciudad de Sarai se convirtió en una urbe bastante cosmopolita llena de mercados y altas murallas. También Uzbeg empezó a tener muy buenas relaciones con el papa Juan XXII y hasta dejó a genoveses y venecianos asentarse por el Mar Negro.
La guerra de la Horda de Oro contra el Ilkanato continuó hasta que éste se derrumbó en 1335 tras la muerte del jóven ilkan Abu Said, quien a su vez combatía con el emir Chupán, su yerno, quien gobernaba de facto el imperio. Tras esto, el Ilkanato se fraccionó en territorios regidos por gobernadores mongoles, turcos y persas.
Más guerras contra bizantinos y rusos se sucedieron en los años posteriores en el territorio de la Horda Dorada. Y es que los estados cristianos se mostraban cada vez más recelosos con las imposiciones islámicas de Uzbeg Kan.
En 1342 comenzó a reinar en la Horda de Oro Jani Beg, nombre que seguramente os suene porque fue él quien intentó conquistar la colonia genovesa de Caffa, en Crimea, y para ello lanzó cadáveres con la peste negra. Algo que provocó la expansión de esta enfermedad por toda Europa.
Esta peste también afectó a la Horda de Oro, y eso llevaría a este kanato a la ruina, a luchas fratricidas y a pérdida de territorios. De 1380 destaca una gran derrota para los mongoles en la Batalla de Kulikovo, en la que rusos y lituanos dirigidos por el príncipe de Moscú y Vladimir Dmitri Donskoi vencieron al aspirante a kan Mamai. Se considera esta batalla el principio de fin del dominio mongol sobre los principados rusos, y especialmente el auge del Principado de Moscú, que luego daría origen al Imperio Ruso.
El nuevo kan, Toktamish, venció a su rival Mamai y logró unificar toda la Horda, ganando algo de poder durante un tiempito. Asedió y saqueó Moscú en 1382, pero luego aparecería un personaje que vendría a complicarle bastante las cosas. Enseguida lo veremos.
Pasemos ahora al Kanato de Chagatai. Kaidu murió en 1301, y su co-gobernante Duwa se sometió a la supremacía de la Dinastía Yuan, a la que rindieron tributo. De hecho, en 1304, todas las tribus mongolas que quedaban se unieron bajo el emperador de China y Gran Kan, Timur Kan.
Los reinados de Kebek, Eljigidei y de Tarmashirin fueron años muy buenos para el kanato Chagatai. Sin embargo, la peste negra y las diferencias religiosas entre budismo e islam provocaron la división del reino en 1348. Chagatai se dividió en dos: la parte occidental, o Turquestán, y la parte oriental, Mogolistán o Mogulistán, tierra de los mongoles. Y parte de ese kanato es llamado Uiguristán, ya que allí vivían las gentes uigures, quienes por el 1500 fundaron el Kanato de Yarkent, o Yarkand, con capital en la ciudad de mismo nombre.
Mogolistán fue gobernada por Tughlugh Timur Kan, quien se convirtió al islam, y convirtió al resto de Chagatai en un títere bajo su poder.
En esos años, en lo que hoy es Uzbekistán, surgió un nuevo personaje importante en la historia de los mongoles: Tamerlán, el último gran conquistador nómada de las estepas.
TAMERLÁN Y EL IMPERIO TIMÚRIDA (1362-1526)
Timur Lang, o Tamerlán, también conocido como Timur el Cojo, era un chaval del clan Barlas, una familia noble de origen turco-mongol que vivía en Kesh, dentro del Kanato de Chagatai-Mogolistán. El chaval era bastante rebelde, y una vez debió de intentar robar una oveja a un pastor y recibió dos flechazos. Uno le dejó sin dos dedos en una mano y otro le dejó cojo de una pierna, de ahí su apodo.
A pesar de andar un poco como Chiquito de la Calzada, para 1360, Tamerlán se convirtió en un militar reputado dentro del kanato bajo el gobierno de Tughlugh Timur Kan. A partir de 1370 se rebeló contra el poder de Chagatai y tomó el control de todo el kanato, dando origen al Imperio Timúrida, cuya capital estuvo ubicada en Samarcanda. Durante los años 80 se dio de espadazos contra Herat, en Afganistán, y contra otros estados disgregados del antiguo Ilkanato. Para 1394 logró conquistar Persia, Mesopotamia, Georgia y Armenia, y además logró saquear ciudades de la Horda de Oro como Sarai y Astracán.
Tamerlán se creía descendiente de un ancestro común con Gengis Kan, y trató de reconstruir su enorme imperio justificándose en ello, aunque prefirió usar el título de emir antes que el de kan porque no era descendiente directo. Y no dudó en usar el terror y la barbarie con las poblaciones que se le oponían. Algunos le llamaban el destructor de ciudades y se estima que sus campañas militares provocaron 17 millones de muertos. Las cifras son quizás exageradas, pero el tío sí que debía ser bastante bestia.
Por otra parte, el tipo era bastante culto, y le gustaba la literatura persa y el arte, y se rodeó de artistas y escritores. Impulsó una labor constructiva de la hostia en algunas ciudades, especialmente en su querida Samarcanda, donde levantó un par de madrasas en la Plaza de Registán.
También es famosa la mezquita de Bibi Khanum. Ésta se hizo en honor a su esposa, Bibi. Sin embargo, a Tamerlán la primera versión no le gustó, así que ordenó matar a los constructores. La segunda y definitiva se construyó rápido y mal, y sufrió varios derrumbes y dejaron de usarla. Pero a pesar de todo, lo cierto es que Samarcanda en esos años vivió una gran época de esplendor, sobre todo en el ámbito comercial.
Tamerlán pasó mucho tiempo combatiendo contra su antiguo amigo Toqtamish, el dirigente de la Horda de Oro, a la cual dejó bastante trastocada tras varias victorias contra ellos.
En 1398 logró conquistar el Sultanato de Delhi, reino que regía el norte de la India, cuya capital, Delhi, fue saqueada e incendiada. Se dice que logró vencer al enorme ejército de elefantes indios gracias a trampas para que tropezaran… y al uso de búfalos con los cuernos en llamas que acojonaron a los paquidermos y que hizo que se volvieran contra sus amos. Eso sí, este sultanato no desaparecería definitivamente hasta 1526, curiosamente conquistado por un descendiente del propio Tamerlán. Luego lo veremos.
A partir de 1400 llegó la amenaza de los Cuatro Oirates, una confederación de estas tribus mongolas que en aquellos años seguían siendo nómadas en Mongolia. Estos oirates no tardaron mucho en someter a los mongoles de Yuan del Norte.
Al oeste, debido a la lenta desintegración de la Horda de Oro, también surgieron nuevos kanatos, como el Kanato Uzbeko, pronto sometido por el Kanato Kazajo, que en el futuro crearían el país de Kazajistán… el Kanato de Sibir, de donde viene el término Siberia y cuya capital era la ciudad de Qashliq… y el Kanato de Kazán, que ocupó el mismo territorio que la antigua Bulgaria del Volga. También se le conoce como Kanato de Turán.
En los años siguientes, Tamerlán usó los elefantes indios requisados en la conquista de la India para arrasar con ellos Bagdad, que se había rebelado, y también Alepo y Damasco, ciudades mamelucas que acabaron saqueadas y llenas de cabezas cortadas al estilo Gengis. Atacó a los otomanos y ganó en la Batalla de Ankara (1402) gracias a que envenenó los pozos de agua de los turcos. Además logró tomar como prisionero al sultán Bayecid I, a quien le metió en una jaula dorada, y acto seguido saqueó las ciudades de Bursa y Esmirna.
En estos años Ruy González de Clavijo, un diplomático enviado por el rey de Castilla Enrique III, visitó Samarcanda. El objetivo era convencer a Tamerlán para formar una alianza contra los turcos otomanos.
Sin embargo, Tamerlán tenía otros planes de conquista. Se alió con los mongoles de Yuan del Norte para ayudarles a reconquistar China, pero en 1405 enfermó de camino y la palmó cerquita de Otrar. Sus restos están actualmente en el Mausoleo de Gur e-Amir, en la capital uzbeka.
Parece ser que una inscripción en la tumba rezaba “cualquiera que viole mi tranquilidad, será objeto de un terrible castigo”. El 20 de junio de 1941, arqueólogos soviéticos abrieron la tumba, y justo dos días después la Alemania Nazi comenzó la invasión de la URSS con la Operación Barbarroja. ¿Casualidad? No lo creo.
No hay duda de que Tamerlán fue un gran militar y un gran conquistador. Pero en lo que se refiere a gobierno, administración y economía dejó bastante que desear. Jamás pudo crear una administración eficaz en su imperio, y a la larga causaría su derrumbe.
De todas formas, el Imperio Timúrida aguantó todavía un siglo más. Como Tamerlán no había elegido heredero, dos de sus hijos se mataron entre ellos por el poder. Entonces, un tercer hijo, Shahruj, se hizo con el poder y gobernó el imperio durante unos 40 años.
No fueron años fáciles. Shahruj tuvo movida con los Kara Koyunlu, o turcomanos de ovejas negras, y también con los Hurufis, una secta sufí que fue condenada por herejía. Para su esposa Goharshad construyó una mezquita en 1418, la mezquita de Goharshad, en la ciudad de Mashhad, al norte de Irán.
A Shahruj le siguió su hijo Ulug Beg, que no duró mucho. Pero el tipo sentía una gran pasión por la ciencia y la astronomía. Por ello ordenó levantar en Samarcanda el Gurjani Zij, un enorme observatorio astronómico lleno de relojes solares y sextantes.
Sin embargo, Ulug Beg falló en todos sus intentos por expandirse. Y sus descendientes no hicieron más que fraccionar el imperio más y más. Y de este fraccionamiento timúrida, en Uzbekistán, surgieron dos kanatos. El Kanato de Bujará tuvo su centro de poder en esta ciudad uzbeka, Bujará. Samarcanda fue bastante dejada de lado y entró en declive. El otro kanato fue el pequeño Kanato de Jiva, situado al sur del Mar de Aral y con capital en la ciudad de Jiva.
Un bisnieto de Tamerlán llamado Babur también independizó un pequeño territorio timúrida. Tras eso conquistó, tras la Batalla de Panipat (1526), el Sultanato de Delhi, y allí creó el Imperio Mogol. Este estado turco-mongol islámico dominó casi toda la India hasta mediados del siglo XIX. Ya lo veremos más en detalle en otro vídeo.
Finalmente, la historia de Imperio Timúrida acabó en 1526, cuando la Persia Safávida tomó el control de todo el territorio.
EL FIN DE LOS KANATOS MONGOLES (1526-1991)
El fin de la hegemonía mongola sobre Rusia ocurrió en 1480, cuando el príncipe moscovita Iván III derrotó a los mongoles en la Batalla del río Ugra.
Ahora Moscú ya no tenía que pagar nada a los mongoles; era libre para hacer lo que quisiera. Y lo que decidió hacer Iván III fue básicamente ir a darse de leches contra la Horda de Oro. En 1502 les dio tantas hostias que la Horda de Oro se disolvió completamente y se liberaron varios kanatillos.
Esos fueron el Kanato de Astracán, cuyo centro de poder fue la ciudad de mismo nombre; y el Kanato de Nogai, con capital en Pequeña Sarai, situada al norte de Mar Caspio, en el actual Kazajistán. También una ciudad que lo petó bastante gracias a las rutas de comercio.
Luego también estaba el Kanato de Crimea, que existía de antes pero que estuvo en la órbita Otomana. En 1532, el kan Sahib I Giray estableció la capital en la ciudad de Bakhchysarai, al sur de la península de Crimea. También se le conoce como kanato tártaro o Pequeña Tartaria.
Por cierto, en aquel tiempo los rusos denominaban a todos los mongoles como tártaros y a lo que hoy es Siberia y gran parte de Asia Central la llamaban Gran Tartaria. Existen teorías de la conspiración que dicen que en aquella gran Tartaria existía una gran civilización ocultada por los gobiernos occidentales, pero no dejan de ser mitos y leyendas.
Con la entrada en la Edad Moderna a mediados del siglo XV, llegaron nuevas formas de entender la guerra. Las armas de fuego hicieron a los mongoles más débiles, y en las siguientes décadas las estepas fueron conquistadas y colonizadas por rusos y chinos.
En 1552, el zar ruso Iván el Terrible asedió la ciudad de Kazán y conquistó el kanato de Kazán. Poco después también se hizo con el poder del kanato de Astracán. Por 1580 los rusos comenzaron a avanzar por Siberia, y el Kanato Siberiano fue devorado por Rusia en el año 1602.
En 1698, la China Qing conquistó a los últimos nómadas mongoles. Los kanes del antiguo kanato de Chagatai-Mogulistán pervivieron en el Kanato de Zunghar o de Zungaria hasta el año 1755, cuando también los Qing conquistaron su territorio.
El Kanato Kazajo no fue conquistado por Rusia hasta 1821, y Jiva y Bujará no cayeron hasta la década de 1870. Y así fue cómo toda Asia Central pasó a estar regida por estas dos grandes potencias: Rusia y China.
Mongolia renacería en 1921 como una sombra de lo que fue, y gran parte de las naciones de Asia Central como Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán, permanecieron bajo órbita de los soviéticos hasta 1991… pero esa, es otra historia.