La Época Arcaica: Polis Griegas y la Amenaza Persa

ANTIGUA GRECIA 2: La Edad Oscura y la Época Arcaica: El nacimiento de las Polis

La siguiente historia tiene lugar, entre el año 1100 y el 500 a.C.

*LA EDAD OSCURA (1100-776 a.C.)

Hace mucho tiempo, pero mucho, un héroe griego llamado Heleno, nieto de Prometeo (hijo de Deucalión y Pirra), tuvo tres hijos con la ninfa Orséis: Juto, Eolo y Doro. El primero, Juto, tuvo dos hijos, Ion y Aqueo. De esta gente salieron las principales etnias que se establecieron en Grecia hace miles de años, según la mitología griega, claro. Los jonios, los aqueos, los eolios y los dorios. Luego Zeus tendría un hijo con Pandora y dos con la ninfa Thyia: Grecos, Magnes y Macedón. Griegos, Magnetes y Macedonios. Estos últimos no serían considerados griegos hasta mucho tiempo después. Todavía eran un conjunto de pueblos de granjeros, y eran considerados bárbaros. Luego Doro tuvo a Téctamo, este a Asterión, primer rey de Creta, y luego su hijo adoptivo Minos le sustituiría.

Pero dejemos las genealogías por un rato y centrémonos en la Historia. En el episodio anterior vimos cómo los Dorios aprovecharon el colapso de las ciudades-estado micénicas para arrasar con todo, ocupando la mayor parte del Peloponeso, incluyendo la ciudad de Corinto, Creta, las Cícladas del sur y el Dodecaneso. Se hicieron con Argos y luego fundaron la ciudad de Esparta y Halicarnaso. Los Jonios la región de Ática, con Atenas, la isla de Eubea, donde fundaron Calcis, las Cícladas del norte y Jonia, en la costa de Asia Menor, en la que fundaron Mileto. Los Eolios tomaron Etolia, Beocia y Tesalia, la isla de Lesbos y la Eolia, donde fundaron Esmirna. Los arcadios se quedaron con la Arcadia, y tribus poco importantes se quedaron con otras zonas circundantes, como Epiro, Macedonia o Iliria.

Durante estos años estas etnias griegas comienzan a crear las primeras Polis. Estas eran como ciudades-estado autárquicas. Solían estar amuralladas, aunque no en el caso de Esparta, y se componían de una acrópolis, o ciudad construida en una elevación de terreno; la zona urbana, con sus casitas, el ágora, o plaza del pueblo, la asamblea, el tribunal etc; y finalmente la chora (jora), lo que rodeaba a la ciudad, con aldeas, campos de cultivo, bosques… y a veces hasta un puerto, como el Puerto del Pireo de Atenas.

Cada una estaba regida por un rey, el basileus, aunque eso fue cambiando con el tiempo, dando paso a una oligarquía de poderosos nobles guerreros. También había comerciantes, agricultores, artesanos o ganaderos. Eran hombres libres y con derechos, es decir, ciudadanos. Los metecos eran los no-griegos, libres pero sin derechos; y luego estaban los esclavos, que no tenían nada. Y las mujeres, que no tenían derechos porque las consideraban el mal para el hombre, debido al mito de Pandora, la primera mujer, que abrió su famosa caja llena de males para la humanidad.

Todas las leyendas y mitos griegos se transmitían oralmente, ya que la escritura Lineal B se había perdido, de ahí que llamemos a esta época como la Edad Oscura. Pero gracias a los fenicios, los griegos adaptaron su lengua a este sistema gráfico, que estaba muy bien y era sencillo, y además le añadieron vocales. Gracias a esto la gente pudo empezar a escribir, a leer, a crear obras literarias, poemas. Y aquí aparece Homero, del que no se sabe mucho, ni siquiera si existió realmente, pero se dice que escribió La Ilíada, que narra la mítica Guerra de Troya que vimos en el episodio anterior, y la Odisea, que narra el viaje de Odiseo después de esta guerra hasta su casa en Ítaca. Gracias a la llegada de nuevo de la escritura podemos llegar a la Época Arcaica.

*LA ÉPOCA ARCAICA (776-500 a.C.)

Esta época Arcaica empieza con la celebración de los Primeros Juegos Olímpicos y acaba con la llegada de la democracia a Atenas. Año 776 a.C., ciudad de Olimpia, en la región de la Élide. Muchos griegos llegan de todas partes del mundo griego para ver la primera edición de un concurso deportivo llamado Juegos Olímpicos y que se celebraría cada 4 años, la olimpiada. Había muchas pruebas, como carreras, saltos de longitud, lanzamiento de disco, jabalina… También luchas como el pugilato o el pancracio, en el cual había que tener cuidado porque podían matarte y era legal. En cambio morder y meter el dedo en el ojo no. Y hasta había carreras de carros, cuadrigas si tenían 4 caballos y bigas sin eran 2. Finalmente había un pentatlón, que unía 5 de las pruebas más jodidas. Aquí solían ganar los espartanos.

Tras una semana de emoción llegaban los premios. Al principio el premio era una manzana, pero dijeron que era un poco cutre, así que pusieron una corona de olivo o de laurel. Bueno, eso sin contar el honor y esa mierda. Pero los juegos tenían cosas buenas, por ejemplo la paz olímpica. Durante estos días había treguas en las guerras que pudiese haber. Y las respetaron casi todas. Además estaba muy bien porque gracias a esto fue surgiendo el panhelenismo, un sentimiento de pertenencia a algo mayor que las polis, el orgullo de ser griego, de ser parte de esas tradiciones comunes de dioses, héroes y leyendas. El idioma común, a pesar de sus dialectos, también ayudaba.

Aparte de Olimpia, otro lugar que se hizo muy conocido por todos los griegos era el Oráculo de Delfos, un lugar al que emigraba mucha gente de diferentes lugares helénicos a conocer su futuro. El lugar se construyó en una caverna del monte Pyto, donde se decía que vivía una enorme y sabía serpiente llamada Pitón, que Apolo mató para hacerse con sus conocimientos. De ahí vienen las pitonisas, las encargadas de leer el futuro por un módico precio, claro está. Hay una teoría que dice que el lugar donde estas chaladas tenían visiones estaba bajo una grieta de donde emanaban vapores tóxicos que las colocaba. Junto a ellas estaba el ónfalo, que simboliza el ombligo de mundo, porque un día Zeus echó a dos águilas para rodear el mundo y las dos coincidieron justo en ese punto. Delfos no fue el único lugar de magia y adivinación, también estaban el antro de Trofonio en Beocia, el Santuario de Apolo en Delos, el Santuario de las Bránquidas cerca de Mileto o el Oráculo de Dodoma en Epiro. Otros templos se construyeron en las cumbres de míticas montañas como Helikon, Parnaso o el Monte Olimpo.

Atenas fue despuntando como una polis molona para vivir, pero apareció otra alrededor del 930 a.C. para hacerle competencia: Esparta, en la región de Laconia o Lacedemonia. Según la mitología, la ciudad fue fundada por Lacedemón, hijo de Zeus, y su esposa, la Reina Esparta. Otro de sus reyes, Teopompo, pensó que sería una idea cojonuda quedarse con las tierras de su vecina Mesenia, que tenían muchas bocas que alimentar, así que la invadieron y eso dio origen a la 1º Guerra Mesenia. Tras tomar la fortaleza de Itome en el 724 a.C. los espartanos vencieron y los mesenios tuvieron que pagar con la mitad de sus tributos a sus nuevos dueños. Estos mesenios esclavizados fueron llamados hilotas. Con estas nuevas tierras, Esparta se iría convirtiendo en una polis en auge.

Y esta no fue la única pelea por tierras. En el 710 a.C. estalló la Guerra Lelantina (710-650 a.C.) entre Calcis y Eretria. Las dos querían la llanura de Lalentina, y lucharon por ella con ayuda de otras polis hasta que Calcis se la quedó.

Grecia nunca fue el mejor sitio para cultivar en grandes extensiones, así que muchos griegos decidieron viajar por el mar para ver qué encontraba. Y encontraron sitios muy majos para vivir y plantar. Un sitio que les gustó fue el sur de Italia y Sicilia, la Grecia Magna, donde colonos de Calcis fundaron Cumas (740 a.C.), Naxos o Zancle, que luego sería llamada Mesenia, y más tarde Hímera. Los dorios de Corinto fundaron Siracusa (734) y ocuparon casi toda Sicilia, además de fundar Corcira en el Adriático; mientras que los eolios de Mégara fundaron Selinunte, los espartanos Tarento y los aqueos Síbaris. En el Egeo, los eubeos se establecen en la Calcídica de Tracia, y los de Mégara Bizancio y Calcedón en el Bósforo. Mileto, Lesbos y Focea también se animaron a fundar colonias.

Entorno al año 1000 a.C., muchos pueblos indoeuropeos comenzaron a asentarse en lo que ahora es Irán. Estos nómadas pastores que en principio no importaban una mierda a nadie comenzaron a formar comunidades cada vez más grandes. Ese conjunto de pueblos fue llamada Media. Debido a los continuos ataques asirios se vieron obligados a unirse en un reino, con un tal Deioces a la cabeza y capital en Ecbatana. No se sabe mucho de su historia o tradiciones, pero alrededor del año 700 formaron el Imperio Medo. Con la decadencia de Asiria, Babilonia y Urartu comenzarían a extenderse hasta comerse a reinos como Elam o Anshan.

Mientras tanto, en Anatolia, los hititas habían caído debido a las migraciones de los Pueblos del Mar y otras tribus del norte de Europa, como los mushki o los kaskas. Puede ser que de ahí saliese un reino que comenzaría a hacerse potente: Frigia. Gordias fue su primer rey, pero quizás el más famoso sea Midas (740-696 a.C.), que se convirtió en el monarca más rico de aquella época. Los griegos contaban de él que todo lo que tocaba se convertía en oro, qué exageraos. El caso es que este reino no duró demasiado, pues los codiciosos asirios decidieron asaltarlo, y Midas acabó suicidándose bebiendo sangre de toro.

Una región sometida a Frigia se liberó tras su caída, Lidia, con capital en Sardes. Su primer rey independiente fue Giges, que se dice que tenía un anillo que le hacía invisible. Se hizo bastante amigo de los griegos, aunque comenzó a extenderse por Caria, Jonia y la Tróade. Se cree que durante su reinado se crearon las primeras monedas del mundo, con el león, símbolo de la dinastía mermnada, idea que moló más tarde a los persas y que también copiaron los griegos.

Siglos atrás, en Mesopotamia ya se usaban trocitos de oro y plata como pago, pero la llegada de la moneda revolucionaría este sistema de intercambio. Ahora se podría valorar o poner un precio común a determinados objetos. Imprimiendo su valor oficial en ellas hacía que los intercambios fuesen más cómodos incluso para los analfabetos. Ya no había ni que pesar los trozos ni hacer trampas. Estas primeras monedas fueron fabricadas con una aleación de oro y plata llamada electro. La primera moneda griega fue llamada Dracma y Atenas llegaría a sacar la Tetradracma, y Sicilia la Decadracma, entre otras muchas como la Mina (100 dracmas), el Talento (60 minas) y el Óbolo (6 óbolos es 1 dracma).

Quizás a los griegos a los que menos le importaba el dinero era a los espartanos. Esta gente se hizo muy chunga, especialmente cuando Licurgo llegó al poder y reformó el gobierno, que se convirtió en una oligarquía militarista a través de la Gran Retra. Se estableció una diarquía, dos reyes de dos dinastías diferentes: los Ágidas, dorios, y los Euripóntidas, aqueos. Estos básicamente dirigían al ejército, no el gobierno. También se creó un consejo de ancianos, la gerusía; y una magistratura compuesta por 5 éforos, quienes gobernabanrealmente, elegidos anualmente por la Apella, una asamblea popular. Todos los espartanos tenían la misma educación, la Agogé, basada en ponerse cachas y manejar lanzas. No tenían nada de lujos, ni jardines ni monumentos. Ni siquiera murallas, y orgullosos que estaban de ello. Lo único importante era el honor y la patria.

Los bebés débiles con alguna tara eran arrojados por un acantilado. A los 20 años terminaban su educación y tenían que pasar por la última prueba, la Cripteia. Los éforos declaraban la guerra a los hilotas campesinos todos los años, y mandaban a los chavales con un cuchillo y tenían que sobrevivir un tiempo afuera, y podían usar el sigilo para robar a los campesinos hilotas o directamente matarles, no pasaba nada. Era una forma de controlar que esta gente no se les pusiera farruca. Tras su vuelta, los espartanitos se convertían en ciudadanos de pleno derecho, y a los 60 se jubilaban y pasaban a formar parte de la gerusía. Las mujeres eran agrupadas en asociaciones de mujeres, y su finalidad era prácticamente la reproductiva. Eso sí, también recibían clases de lucha y gimnasia, porque creían que así los chavales saldrían ya aprendidos.

Las monarquías fueron con el tiempo cayendo por toda Grecia y dando paso a Oligarquías aristocráticas o Timocracias. Esparta o Cirene no, ya que eran más conservadoras, y mantuvieron sus singularidades hasta la época de Alejandro Magno. En Atenas la monarquía desapareció en el 683 a.C., y pusieron a tres arcontes o magistrados, elegidos anualmente. Uno era más político, otro más militar y otro más religioso. También había un consejo, la Bulé, de 100 miembros, donde estaban representadas las familias ricas de la ciudad. Luego también estaba la Gerusía de los ancianos. Y finalmente la Ekklesía, una asamblea popular que al principio no tenía mucha relevancia. Además en Atenas había un Areópago en la colina de Ares, donde se reunían las tribus de la polis para discutir cosas políticas, aunque luego fue reformado para pasar a ser una especie de tribunal judicial.

Sin embargo, estas aristocracias no siempre funcionaban, y surgían los tiranos. Estos no eran necesariamente malos gobernantes, simplemente se llamaba tirano a todo aquel que accedía al poder de forma ilegítima o por la violencia. El primero de ellos fue Fidón de Argos (680-650 a.C.), que unificó la Argólida, estandarizó los pesos y medidas de la zona, introdujo la moneda en Grecia y se dice que también creó la formación de Falange Hoplítica, líneas cerradas de soldados protegidos por un escudo de bronce, el hoplón, una lanza larga y una espada corta. Otra tiranía famosa fue la de los Cipsélidas en Corinto, que convirtieron a esa polis en la 1º potencia mercantil marítima de Grecia.

Por estos años estalló la 2º Guerra Mesenia (670-657), fruto del ansia revanchista de los mesenios, conquistados por los espartanos. Gracias al conocimiento de la formación en falange que Argos les había enseñado, los mesenios jodieron bien a los espartanos en la Batalla de Hysias (669). Sin embargo, los espartanos adaptaron esta técnica rápidamente, e incluso la mejoraron, y derrotaron a los mesenios en la Batalla del Gran Foso. Los mesenios fueron reconvertidos en hilotas, y también estaban los periecos. Estos últimos habitaban en aldeas de la periferia y podían tener un sistema administrativo propio, y en caso de guerra Esparta les usaba como tripulaciones para su flota.

En el año 630 a.C. llegó el primer intento de tiranía en Atenas. Fue un noble llamado Cilón el que intentó hacerse con el poder, pero la ciudadanía le paró los pies. Y es que en aquellos años la polis vivía tiempos convulsos, estaban con crisis agrarias y mierdas de esas. Los campesinos estaban muy jodidos con las deudas de las tierras, y la clase media, agricultores con tierras, artesanos o comerciantes, anhelaban tener algo de poder político, reservado exclusivamente para los eupátridas, la aristocracia.

Dracón llegó a arconte (621 a.C.) e hizo reformas legislativas muy duras, draconianas, y no solventaron el conflicto. Los atenienses tuvieron que esperar un poco, hasta el 594 a.C. para que llegase el más famoso legislador ateniense, Solón. Este hizo reformas moderadas y dotó a Atenas de bastante estabilidad. Mejoró la vida de los pobres aunque también afianzó a la aristocracia en el poder. Entre sus medidas, Solón eximió todas las deudas de la gente y prohibió la esclavitud por este motivo. Mejoró el sistema de pesos y medidas para mejorar el comercio y prohibió el lujo excesivo. Estableció burdeles y hasta reguló la pederastia. También creó la Bulé de los 400, que junto a la Ekklesia, proponía leyes, y el tribunal de la Heliea, para que los ciudadanos se pudieran quejar de los magistrados.

Creó una Timocracia, un sistema de gobierno basado en el capital, y no en los derechos familiares y de sangre como hasta entonces. Dividió a la gente libre en función de su producción agraria, y sus derechos se establecían por riqueza y no por linaje. Los Pentacosiomedimnos eran los ricos (+500 medimnos al año), y podían ser elegidos arcontes. Los caballeros, Hippeis, (+300 m) tenían los mismos derechos. Los Zeugitas (+200 m), clase media, los hoplitas, no podían ser elegidos arcontes, pero sí cualquier otro cargo. Finalmente estaban los proletarios, los tetes (-200 m), no elegibles para nada, pero podían participar en la elección de cargos que no fueran arcontes. En tiempos de guerra formaban parte de los soldados no hoplitas y de la flota de remeros. Además el número de arcontes pasó de 3 a 9 o 10, aunque estos nuevos servían básicamente para apoyar a los tres principales.

En estos años estalló la 1º Guerra Sagrada (595-585). Una ciudad de la región de Fócide, Cirra/Crisa, se dedicaba a cobrar peaje, o a robar a los peregrinos que viajaban a visitar al Oráculo de Delfos. En el año 600 se organizó la Liga Anfictiónica de Delfos, y fueron a por Cirra y acabaron con el problema. Se dice que usaron armas químicas, la planta de elébora para envenenar los suministros de agua de la ciudad. [Anfictionía: grupo de ciudades que se organizaban en torno a un santuario para asuntos religiosos, de defensa, económicos o para organizar eventos o fiestas]

En los años siguientes, los griegos se fueron extendiendo cada vez más por el Mediterráneo. Tomaron Cirene, en la actual Libia. Los foceos fueron los primeros en aventurarse lejos, y llegaron a Iberia, donde fundaron Sagunto y Emporión, actual Ampurias, y a Francia, donde fundaron Masalia, actual Marsella, y Nicea, Niza. E incluso se dice que fueron muy amigos del mítico último rey tarteso, Argantonio. Eso sí, tuvieron un rifi-rafe bastante serio con los cartagineses y los etruscos, que les echaron de Córcega tras la Batalla de Alalia (537 a.C.). Mientras sus relaciones con Cartago se iban a la mierda, con Fenicia y Egipto se llevaban muy bien. Hasta el faraón Psamético I permitió la creación de una colonia griega en Egipto, Naucratis.

En la Grecia continental las polis que lo petaban eran Atenas, Esparta, Corinto y Tebas. Esparta cada vez se extendía más por el Peloponeso, y cuando fue lo suficientemente grande creó la Liga del Peloponeso (550), para defenderse de cualquiera que quisiera tocar sus tierras. Argos y Acaya no se unieron a la Liga pero pactaron con los espartanos para evitar movidas innecesarias.

Además surgen novedades en los Juegos Olímpicos. Y es que aparecen tres juegos más. Uno de ellos era los Juegos Píticos, celebrados en Delfos, en honor a Apolo y a las musas. El concurso era de carácter poético, musical, teatral o de danza. Se celebraran en el tercer año de la olimpiada, mientras que en el segundo y cuarto se celebraban en diferentes meses los Juegos Nemeos, de jinetes, y los Juegos Ístmicos, celebrados en Corinto en honor a Poseidón.

Pero ahora vamos a dejar Grecia y volvamos a los Medos. Estos medos se habían expandido por lo que ahora es Irán y Afganistán, y habían formado un basto imperio. Ciaxares de Media, aliado con Nabopolasar de Babilonia, lograron reducir a cenizas a los asirios en el 609 a.C. Para sellar su alianza, Ciaxares casó a su hija con el nuevo rey caldeo, Nabucodonosor II, quien construyó a la chica, Amitis, los míticos Jardines Colgantes de Babilonia.

Los medos decidieron expandirse hacia la Anatolia, y se toparon con el Reino de Lidia de Aliates II. La guerra contra ellos fue breve, ya que tras la Batalla del Eclipse (585 a.C.) los medos decidieron firmar la paz. El último rey meda fue Astiages, que debía ser un cabronazo de mucho cuidao, y su nieto se rebeló contra él. ¿Quién era este tipo? Pues el nieto se llamaba Ciro II el grande. Pertenecía a un grupo de tribus llamados Persas, fundada por el rey Aquemenes siglos antes, pero que siempre estuvo bajo la soberanía primero de Elam o Anshan y después de Media.

El caso es que Ciro se levantó contra Astiages y hasta sus soldados medos se pusieron de su parte. Juntos tomaron el control de Ecbatana y crearon una nueva capital en Pasargada. Era el año 550 a.C. y con Ciro comenzó el Imperio Persa Aqueménida. Estos se expandieron con una rapidez pasmosa. Creso, el rico rey de Lidia, había conquistado Jonia (menos Mileto) e iba de sobrado por sus riquezas. Era el tío Gilito del lugar, tanto que comenzó a construir el Templo de Artemisa en Éfeso, aunque no sería acabado hasta mucho después. Pero el avance persa le estaba poniendo nervioso, así que consultó al oráculo a ver qué hacia, y este le dijo que si atravesaba el río Halis destruiría un gran ejército. Eso hizo y lo consiguió, destrozó a su ejército. Persia se comió a Lidia y se hizo con sus riquezas. El siguiente objetivo era Babilonia. Ciro entró, liberó a los israelitas desterrados, y siguió hacia Egipto. Tras batallas como la de Pelusio donde se dice que arrojó gatos para evitar las flechas egipcias, o la de Menfis, se hizo con el debilitado imperio de las pirámides. 

Ciro parece que fue buen tipo. Perdonaba a todos los reyes conquistados, y los sometidos parecían bastante contentos con el gobierno persa, pues eran tolerantes, no se metían en asuntos religiosos ni de leyes, garantizaban la paz, la seguridad, favorecían el libre comercio con su estandarización de medidas y pesos y hasta introdujeron sus monedas (Dárico, Siclo…) por todos los territorios conquistados. A cambio solo pedían tributos bastante aceptables. La religión oficial persa era el Mazdeísmo, también conocido como Zoroastrismo, basado en las predicaciones del profeta Zoroastro o Zaratustra. Era una religión monoteísta cuyo credo estaba recogido en un libro llamado Avesta, y contenía mitos clásicos como la lucha entre el bien y el mal, personificados en Ahura Mazda y Angra Mainyu, o el juicio final de los muertos.

Aunque parece ser que en un principio los persas, debido al gran tamaño de su imperio, no tenían una lengua oficial, sí que parece que los reyes se manejaron primero en elamita y después en persa antiguo, escrito en cuneiforme, que acabó olvidado. Pasaría bastante tiempo para que el arameo lograse solventar este problema.

Ciro murió y su hermano Cambises II heredó el trono. Pero durante un combate en Egipto mató a su hermano Esmerdis para evitar que él se lo quitara. Pero entonces otro Esmerdis ocupó el trono. Era un impostor. Según se cuenta, un tal Gaumata, un sacerdote medo de la tribu de los magos, de ahí nuestra palabra mago, se hizo pasar por el hermano muerto para usurpar el poder. Cambises II fue a por él a Babilonia, la nueva capital, pero murió de camino. El usurpador gobernó unos meses, pero como lo hizo de culo le echaron y en el 512 a.C. Darío I se hizo con el trono. Una vez en el poder creó una nueva capital, Persépolis, y también creó una larga carretera que unía Sardes con Susa, destinada al correo imperial.

Volvemos a Grecia. En el 560 a.C. llegarían reformas más radicales a Atenas de la mano del tirano Pisístrato, que tuvo que dar dos golpes de estado para conseguir afianzarse en el poder. Quitó muchas tierras a la oligarquía para repartirlas entre el campesinado, y para generar empleo creó muchas obras públicas, como el primer teatro de Atenas o el Templo de Zeus Olímpico. Y todo esto sin tocar la Constitución creada por Solón. También reorganizó fiestas como la de Panateneas o los cultos a Dionisio.

Decidió instaurar un régimen hereditario, y sus hijos Hipias e Hiparco se hicieron con el poder, e hicieron lo contrario, pues se dedicaron a contentar a la aristocracia. Sin embargo, en el 514 a.C. a Hiparco se lo cargan durante las Panateneas los llamados Tiranicidas, y eso hizo que Hipias endureciera el régimen. Los tiranicidas pidieron ayuda a Esparta y estos consiguieron echar a Hipias y pusieron a Clístenes (510 a.C.).

Este tipo comienza una serie de medidas para lograr la igualdad total de los atenienses, pero se encontró con la oposición de la aristocracia dirigida por Iságoras, contraria a esta idea. Al final exilian a Clístenes y tomó el control absoluto. La gente se echó a la yugular de Iságoras, le exiliaron e hicieron que Clístenes volviese (507 a.C.). Ahora ya sí pudo poner en práctica sus reformas democráticas.

Su idea se basaba en la isonomía: todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Ya no estaban las 4 clases de la timocracia, sino que creó 10 tribus, o 10 distritos o demos, en función de dónde vivía cada gente y no su riqueza. Cada tribu elegía a un arconte, un strategos, o general, y 50 miembros del Consejo de la Bulé.  

Todos podían ser políticos tanto en la Bulé como en la Ekklesía, incluidos los metecos, y los cargos se elegían por sorteo, para lo cual tenían un aparatito muy ingenioso. Si te tocaba, tenías que ejercer ese cargo durante un año entero. Y otra cosa que sorteaban era el ostracismo, el castigo por ser mal gobernante, el exilio. Eso sí, los magistrados mayores seguían siendo elegidos de entre las dos primeras clases sociales, por lo que se dice que Clístenes más que democracia real creó una oligarquía de amplia base. Para llegar a la democracia más real sólo habría que esperar unos pocos añitos más. La Época Clásica, estaba a punto de comenzar.

Pero no nos pongamos cachondos todavía, pues el peligro se cernía sobre los griegos. En el 506 a.C. los persas de Darío I habían ocupado toda Anatolia, incluida las colonias griegas en Jonia. Además estaban listos para saltar a la Grecia continental e invadir Tracia. En el 499 a.C. Jonia comenzó una rebelión contra los conquistadores, y pidió ayuda a Grecia. Este choque de civilizaciones produciría las Guerras Médicas.